Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Ella y Ella - Luzi Müller - 1

Hace algunos años, cuenta la historia que una chica que vivía en un mundo lleno de hostilidad y alejado del resto del planeta, soñaba con ser una estrella, pensaba que había nacido para brillar y sus dones de talento así se lo hacían ver; sin embargo el haber nacido en una isla que parecía atrapada en el siglo XIX, mataba su esperanza día tras día.

Rachel Barbra Berry era su nombre, un poco yanky para ser de nacionalidad cubana, pero su padre era norteamericano, un turista que un día llego a vacacionar a las paradisíacas playas de aquel remoto lugar y que se enamoró perdidamente de una morena, aquella mujer llamada Shelby Corcoran, sostuvo una aventura con el visitante, lo que no contaba era con quedar embarazada de una hermosa niña que más adelante se convertiría en una futura promesa de estrella.
"Rachel, date prisa que llegaremos tarde al bar"
"Por qué siempre tienes que presionarme, debo prepararme correctamente"
Otra morena muy amiga de la infancia la apuraba, su nombre era Santana Lopez, creció junta a ella en aquellas antiguas calles de la Habana; si bien no tenía la poderosa voz que poseía Rachel era muy buena para el baile, y en aquel pequeño club del hotel cada noche en épocas de temporadistas se lucia con sus geniales coreografías al compás de la magnifica voz de su pequeña amiga. Ambas jovenes que apenas contaban 18 años se habían ganado el corazón de los dueños de aquel lugar, y que a diferencia de muchas chicas de su edad que por las necesidades extremas tenían que recurrir a comerciar con su cuerpo en las calles y burdeles de la vieja Habana, ellas podían ganarse el sustento con el sudor de su frente, por así decirlo.
"Chicas llegan tarde, saben que al jefe le gusta la puntualidad"
S. Es culpa de esta enana que se cree una diva
R. Oye que estoy aquí ¿eh Santana?
"El señor Schuester quiere verlas en su oficina"
S. Ay no, no me digas que nos echo por llegar 10 minutos tarde... enana voy a matarte
"Valma morena mía  no es para eso que quiere verlas, pero mejor que el se los diga, vayan"
R. Gracias Samuel, ya temía por mi vida
Unos golpes ligeros se escucharon en aquella gran oficina
"Adelante"
S. Podemos pasar señor Schuester
Sch. Adelante San
R. Samuel nos dijo que quería vernos
Sch. así es, chicas tomen asiento por favor
William Schuester era un hombre de unos 30 años, hijo del dueño de aquella cadena hotelera, trabajo que lejos de gustarle le había sido otorgado como una herencia de su familia, hecho que impidió al rubio de realizar sus sueños de convertirse en un gran cantante, era ese el motivo que lo condujo a esmerarse en los clubes de sus hoteles en mostrar a los huéspedes shows al mejor estilo de Broadway y que se convirtieron en las principales atracciones de la cadena Laville.
S. No nos diga que ya no necesitan de nosotras aquí? mire que yo tengo familia, hijos que alimentar
Sch. Tú no tienes hijos San
S. ¿Ah no? ¿pero si me echa como los voy a tener?
Una sonora carcajada se dejo escuchar ante la atenta mirada de ambas chicas
Sch. Lo siento San, es que a veces suele ser tan fatalista, bien les llame porque nuestra cadena de hoteles no es la única que se esmera por presentar shows como los que ustedes preparan acá  hay mas hoteles en otros lugares que suelen hacer lo mismo
S. ¿Y cuál es el punto?
R. San no seas mal educada
Sch. Déjala Rachel, el punto es que de todas la sede de la Habana fue invitada a una especie de competencias entre las cadenas hoteleras
R. Eso es muy bueno señor Schuester
Sch. Ustedes irán en representación nuestra
S. Eso.... Eso es GENIAL
R. Sí, pero
S. Ay no diva alto.... no empieces con los dramas que te conozco
R. ¿A dónde vamos a ir?
Haciendo caso omiso de las críticas de su amiga, se aventuro a preguntar, con temor de obtener una respuesta que no le iba a gustar
Sch. A Cancún, México.
¿Cancún? corearon al mismo tiempo
S. Señor Schuester pero cómo pagaremos ese viaje?
Sch.Todo corre por nuestra cuenta, solo acepten y nosotros le tramitamos las permisologías requeridas por el estado, los gastos quedaran cubiertos por Laville, si ganamos el premio que otorguen el dinero será para ustedes.
Como si de un cuento de hadas se tratase, aquella chicas ese día vivían ese momento cual cenicienta disfruto del baile con su príncipe.
Dos semanas después  del aeropuerto Jose Martí partían dos soñadoras en busca de su tesoro a tierras desconocidas.
En otra parte del continente, una rubia de ojos verdes, sonrisa hermosa pero de un carácter endemoniado, salía de su oficina en New York, hija de una familia adinerada, dueños de una empresa de tecnología famosa en Norteamérica  desde los 16 años que terminó la secundaria fue prácticamente obligada por su padre a estudiar para ingeniero obviando los deseos de su hija de hacer carrera en el diseño y la fotografía, Russel Fabray, un hombre temido entre sus oponentes, de genio terrible y dominante llevo a su rubia hija Quinn a seguir sus pasos, esto convirtió la personalidad de la chica en una joven amargada y sin suenos.
"Hola hija, ¿qué tal tu día?"
Q. Bien mamá -una mierda como todos los días- un poco cansado, voy a mi habitación.
"Que descanses amor"
Su madre, muy diferente de su padre era quien trataba de apoyarla, sin embargo su temor hacia su esposo la convertían en una súbdita a las decisiones que él tomaba, ella conocía el corazón de su pequeña, y era consciente que la rubia no era feliz.
Una puerta se abría precipitadamente, y la responsable hacía entrada de igual forma, saltando sobre la rubia que yacía acostada en aquella inmensa cama
Q. Britt cuando aprenderás a no hacer eso? me mataras de un susto un día de estos
B. Que no exageres, Lord tiene razón cuando dice que pareces una vieja gruñona
Q. Dile a ese gato que si sigue hablando de mi se convertirá en comida de perros
Brittany era la hija menor del matrimonio Fabray, con 18 años era una chica un tanto especial, todos creían que era una tonta, pero su hermana mayor sabía que lejos de esa imagen era muy inteligente, podía percibir cosas que a los ojos de otros jamás se notarían  desde pequeñas siempre tuvieron ese vinculo especial; donde Quinn cuidaba de ella apenas llevándole 3 años de diferencia, y la pequeña de ojos azules como el mar con sus ocurrencias, sabias palabras y humor le hacían su vida mas llevadera.
B. Papá dijo que nos dejara ir a México  ¿es cierto? lord no confía en que sea así
Q. Pues no lo sé, él tiene un viaje a Japón, pero no me ha dicho nada de México
Brittany apoyo su cabeza en el hombro de su hermana
B. Yo quiero ir, dile a papá que nos deje
Q. Britt que ocurrencias tienes
B. Si convences a papa, te prometo que tubby nunca más leerá tus libros cuando tu no estas en casa
Q. ¿Qué?
B. Ni que use tu cepillo de dientes cuando no encuentra el suyo
Quinn no daba crédito a lo que su hermana le decía
B. ni que
Q. Ok. Ok ya entendí, está bien tú ganas, hablare con Russel .... pero tu mantén esa bola de pelos lejos de mi ¿ok?
En aquel gran salón se encontraban cenando la familia Fabray, como noche tras noche cuando Russel se encontraba en casa, una cena que lejos de ser amena, resultaba pesada con solo escuchar los monólogos de aquel ser autoritario y despreciable, todo seguiria igual sino fuera por la ojos azules que interrumpía al hombre con una simple frase
B. Papá
Ru. Dime pequeña
B. Quinn tiene algo que decirte
Q. ¿yo?
B. si tú
Quinn una vez más quedaba estupefacta ante las ocurrencias de su hermana
Ru. Y entonces, ¿qué es lo que me tienes que decir?
Q. Eh… si… papá.... Britt quería ir de vacaciones
Ru. Eso me parece bien, siempre vamos juntos, pero no veo lo especial
B. Déjala terminar
Q. Quiere ir a México
Ru. ¿México?
B. Si, a Cancún, dicen que es un lugar hermoso, casi como el paraíso  ¿sabes cómo es el paraíso Papi?
Los tres se miraron totalmente confusos
Ru. De acuerdo
Q. ¿De acuerdo?
Ru. Eso dije
B. Bien
Una emocionada Brittany saltaba de alegría por todo ese salón ante la mirada de sus familiares.
Ru. Solo una cosa Quinn
Q. ¿Qué cosa?
Ru. Yo estaré en Japón, así que irán ustedes acompañadas de tu madre y Finn
Q. ¿Finn?
Ru. Sí, ¿por qué algún problema?
Q. No, ninguno
Ese sí era un problema, uno grande para la rubia, quien evitaba por todo los medios a ese pesado hombre, y cuando hablo de pesado es en todo los sentidos, Finn Hudson era un hombre de 30 años de edad, el asistente personal del padre de Quinn, cara de niño pero un completo patán  que se aprovechaba de su posición para pasar sobre otros, su altura era comparable a un jugador de basquetbol, pero su cuerpo era algo grande, aunque no tanto como su ego y la arrogancia que le acompañaban; Russel había intentado de meterle el chico por los ojos a su hija mayor, pero a diferencia de los otros aspectos de su vida, en este particularmente si se resistía.

Solo pasaron un par de semanas antes de abordar aquel avión que las llevaría a vivir las aventuras más grande de su vida, aunque tuvieran a Hudson de compañía.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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1 comentario:

  1. Un fantic o relato con personajes d glee XD q bien.... o bueno con los mismos nombres.....
    Con espectativa espero como sigue la historia....... exitos

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