Inevitable - Eugeene (Cap. 30)

Capítulo 30

Le asombraba lo que podía percibir en este momento. Se sentía plena, segura, protegida en una palabra, amada. La estrechaba de manera que podía verse en el mismo cielo…

De a poco la luz del día se fue colando a través de sus ojos que aún permanecían cerrados percibiendo un sinfín de matices. Parpadeó lentamente, volvió a repetir más aprisa la misma acción un par de veces, enfocando el cuerpo que tenía frente a ella.

Unas largas y tupidas pestañas negras se fusionaban en perfecta armonía con la simetría de sus bien delineadas cejas, dando la apariencia de un dibujo perfecto. El bronceado de su piel morena contrastaba con sus bellos labios de tono rosáceo y matices carmesí. La combinación perfecta que invitaba al desvelo nocturno, matutino y vespertino y así todo de vuelta, sucesivamente..

La serenidad y belleza que equilibraban su rostro la dejó por un momento sin aliento, en tanto que los recuerdos se agolpaban rápidamente en su cerebro. Cerró los ojos nuevamente en busca de la calma que viene después de una tormenta, pero para su desgracia todavía llovía y tronaba en su mente. Y para complicarle aún más el caos que era toda ella, sintió una terrible jaqueca que partía su cabeza en dos aunado a la vergüenza de la cruda moral venía la fallida declaración de amor con la resaca matutina. Pero aún se mantenía a flote en ese mar de emociones que la arrastraba a la deriva proporcionándole un poco de paz y tranquilidad. Quizás se engañaba y eso quería creer…

Ante un desastre natural siempre se piensa “que no puede ir peor” o se alberga la esperanza con frases hechas cómo “todo irá mejor”- después de todo, ¿qué sería de la humanidad sin esos alicientes? ¿Sin esa luz al final del túnel?  ¿Qué serían sin la esperanza?

Un brazo protector permanecía posesivo sobre su costado izquierdo, acompañado de una pausada respiración que inundaba el ambiente de tranquilidad… misma que deseaba desesperadamente para su interior. Pero la realidad, los deseos y la fantasías eran distintas… y debía aprender a diferenciarlas y lo peor, enfrentarlos. Nada cambiaría una respuesta no pronunciada… Ni el hecho de estar compartiendo una cama con Naomi… Ni el que ella “No haya dicho nada”. Personalmente una de las peores noches de su vida y aún seguía avergonzada por el episodio protagonizado; la confesión y ella alcoholizada en un intento desesperado de abrir una puerta que no era la suya...

Observó con afán por un segundo más, cada detalle de su perfecto rostro intentando guardar en su memoria todo lo referente a ella. Pensaba que había vivido tantos años mintiéndose a sí misma, en busca de la nada cuando su “todo” estaba a escasos centímetros, durmiendo plácidamente como un verdadero ángel, regalándole la visión de querer permanecer ahí… justo a su lado “por siempre”. Pero no podía sustraerse de la realidad… ¿Qué era lo que Naomi realmente deseaba?

Ella podía engañarse, mentirse e ilusionarse… Y creer que Naomi deseaba estar con ella, que Naomi no necesitaba a nadie más, que Naomi la amaba… Cómo ella lo hacía. En efecto podía crear eso y cientos de escenarios más donde el amor salía victorioso pero… ¿Realmente había amor de parte de Naomi? Porque la morena jamás lo había expresado abiertamente… A menos que lo manifestado a través de sus encuentros en la cama hubiera sido su manera de decirlo.

Le quedaba claro que ella ya no era una adolecente, a pesar de haber madurado, entendía que no debía ilusionarse, entregarse, ni doblegarse por amor. El pasado ya había hecho su parte enseñándole claramente lo que sucedía en una relación cuando las partes no se involucran ni esta enamoradas. Específicamente eso lo tenía muy bien aprendido por experiencia propia ¿Entonces qué pasaba? ¿Por qué el destino se burlaba nuevamente de ella? ¿Por qué la traía de regreso al momento donde todo inició?... ¿Acaso no había aprendido nada?

Deslizó lentamente el único lastre que aún rodeaba su cuerpo y le permitía creer en el amor de la morena… Agarró su mano y suavemente la depositó sobre el colchón. Se paralizó al instante porque la morena balbució un par palabras, cuando hizo el intento de levantarse, cuando Naomi se serenó procedió a incorporarse. Una vez de pie su cabeza dio un par de giros recordándole los efectos tóxicos de la ingesta de alcohol y sin duda había hecho un excelente trabajo. Emprendió el camino hacia el baño y el espejo fielmente reflejó en apariencia lo que había en su interior. Cansancio, derrota y tristeza. En una palabra un desastre total…

El tranquilo sueño que le acompañaba parecía perturbarse, algo le faltaba, al menos desde hacía unos segundos. El ritual de cada mañana inició estirando brazos y piernas y un par de bostezos para desperezarse sobre el colchón que le pareció extrañamente más grande y más frío... Entonces recordó donde estaba y con quien debería estar, pero el vacio de la cama evidenció su ausencia.

Sorprendentemente cada vez que dormía con Kall su sueño era tranquilo, y hermoso, se sentía protegida como sí nada pudiera perturbarla ni lastimarla. Desde su llegada a Nueva York dormía como siempre pero desde la primera noche que lo hizo con Kall algo cambió, despejó dudas y obsesiones, dejándose envolver por ella en una odisea onírica entre sus brazos. Ni siquiera con Alex durante su estadía en Harvard se había sentido así de protegida y amada…

Quizás el miedo habitaba en ella siguiéndola a todos lados. Acaso el dolor y los recuerdos la frenaban con el afán de impedirle amar, entregarse a una relación o dejarse llevar. Su única tentativa de amor había sido con la persona que hoy le entregaba su corazón ¿Cómo no desconfiar? Entonces debía elegir lo que quería… Continuar con sus miedos era una opción o decidirse amar a Kall… Optar por lo segundo sería como saltar al vacío sin paracaídas, aunque siempre podría dar un paso atrás y quedarse en su zona de confort… Seguir huyendo del amor, evitar lazos afectivos, fiestas o diversión ininterrumpida y su preciada seguridad…

Entonces observó que la rubia salía del cuarto de baño visiblemente arreglada. Miraba a los lados en busca de algo, tan ensimismada estaba en su búsqueda que no percibió que era contemplada desde la cama y cómo adivinarlo sí las habitaciones reservadas por Gordon eran inmensas… ¿Cómo huir a lo seguro si había un imán invisible que la atraía hacia ella creando un campo magnético y una fuerza que la jalaba hacía ese abismo que era Kall?

¿Acaso había la mínima posibilidad de que una dosis de comprensión y amor esperando por ella? ¿Podría ser un salto perfecto sin lesiones? Pero sí no lo era podría tener un desenlace dramático… En esa caída libre existían variables que no podía controlar; desconocía la altura, la distancia y la velocidad. En una palabra el salto completo. Pero de algo estaba segura. No deseaba huir más, quería saltar y que Kall aguardara por ella... Pero sí sus anhelos no eran escuchados y caía irremediablemente impactándose contra el suelo… Lo hubo intentado dejando de lado su cobardía… Por qué el amor que sentía por ella bien valía la pena…

En ese instante de decisiones, Kall volteó hacía ella ofreciéndole una bella sonrisa de las que siempre la cautivaban, provocando que su mundo se detuviera y dejara de rotar y que con la misma fuerza de un instante a otro volvía hacerlo girar. En respuesta solo atinó sonreír, se incorporó mientras el fase armónica de los latidos de su corazón aumentaban de forma dramática provocándole una arritmia al advertir la perfección de Kall mientras se acerba…

Se sentía ansiosa y perturbada pero era momento de dejar las cosas en claro entre ellas, había demasiados silencios, evasivas y equívocos por no hablar de lo que estaba pasando quizás dolería, pero al menos saldría de aquella espiral de incertidumbre y temores que amenazaba con alejarlas. No sabía sí la morena correspondía a sus sentimientos o solo era parte de su diversión.

Debían hablar con toda sinceridad, por lo menos ella debía empezar en fracción de segundo a exponer lo que había en su alma, no dejaría que sus miedos se lo impidieran, antes debía echarlo a patadas de su interior acompañado de sus dudas y temores del pasado. Hablaría a través de su corazón sin temor a los resultados porque cualesquiera que éstos fueran sería menos lastimosa que la incertidumbre. Su destino aún no estaba escrito y ella lo haría con Naomi o sin ella quizás la superaría… En el ánimo de haberlo intentado todo por amor…

 -¿Cómo has dormido?

-Bien… gracias – respondió mirando hacía al piso y encontró lo que buscaba – y ¿tu? – Levantó el saco que seguramente desechó en medio de la noche mientras dormía – olvidé preguntar – pisaba terreno pantanoso que en cualquier momento amenazaba con devorarla, pero igual necesitaba saber - ¿Cómo te fue anoche?

-Kall – se levantó al instante y desafió la fría expresión de la rubia – respondió a la defensiva ¿Por qué preguntas? – Quizás el tono sin matices que había percibido no era de celos, sino de “negocios” - ¿Quieres saber sí cerré el trato?

-¡Oh por favor Naomi! ¿Quieres olvidarte un segundo de ello? – ¿es que acaso la morena estaba tan ciega que no percibía su amor? Quizás no había sido lo suficientemente explícita la tarde anterior… -¿Crees que me importa ese estúpido contrato? – Y algo magnético la atraía más y más a su cuerpo -¿Qué parte de que te amo y que estoy enamorada de ti no entiendes? – y quizás fue una fuerza invisible o la desesperación en la soledad…pero no supo que la guio a tomarla de su cuello y juntar sus cuerpos en la única unión que siempre la calmaba. Sus labios sucumbieron a ese beso que fue retribuido de inmediato con el temor de que pudiera ser el último, la sola idea la flageló causándole angustia y dolor. Pero la suerte ya estaba echada jugaba con toda entereza y en su última partida le apostaba al amor.

No podía echarse para atrás el deseo de querer que la morena le perteneciera era quizás la misma razón que podría alejarla de ella. Apretó la sensible piel de su cuello para detener la tortura ¿Cómo podía dejar esa droga sí era dependiente a ella? Era querer saborearla por última vez con desespero y locura – ¿No entiendes que muero si no te tengo? – y con esa confidencia empuñó sus manos y colocó su rostro en el cuello de la moreno para ocultar su débil llanto…

Ya estaba dicho todo, estaba resuelta a esperar el veredicto de Naomi. Más claro no podía planteárselo, ella era de la morena y de nadie más. Le pertenecía desde siempre. Ahora debía esperar la réplica de Naomi, sí ella estaba dispuesta a pertenecerle.

Cómo respuesta solo atinó a abrazarla, verla tan vulnerable y llorosa la destrozaba, le reconfortó que la rubia se refugiara en sus brazos para disipar su dolor que podían sobrellevarlo juntas. Aunque no había sido la más atinada o más romántica de las confesiones que había recibido en su vida. Sin duda alguna era la más bella, sincera e importante declaración de amor. La mujer que tenía en sus brazos era la única que deseaba, la única que quería y necesitaba para su vida. La apretó con tanta fuerzas contra su cuerpo para susurrarle –También muero sí no te tengo conmigo– de inmediato escuchó cómo Kall dejó escapar otro sollozo pero éste no fue dolor – Por favor no llores más – de inmediato sintió los brazos de Kall rodeando su cintura y ciñendo más a su cuerpo al de ella. Con sus manos levantó suavemente su húmedo rostro y su mirada parecía más limpia y transparente. De sus ojos que no ocultaban nada emergía un verde tan profundo iguales al día anterior. Eran Hipnotizante, vulnerable y tan hermoso… Acerco su rostro y la distancia restante la completo Kall.

El beso fue tan suave y tan dulce que nunca había experimentado uno igual. Siempre fueron besos con prisas y ansiedad, excedidos en pasión y deseo. Incluso los escasos besos dulces y tiernos recibidos habían sido regalados por la rubia. Pero ese beso era diferente, como sí quisiera investigar su boca, su vida y su alma y una vez descubierta fundirse en ella. Su aliento era tan tibio y dulce cómo su saliva que no opuso resistencia alguna dejándose llevar al placer de los besos que le ofrecían sus labios. Sólo era ella y ese cuerpo que deseaba a su lado.

Sin saber cómo se desencadenó, de donde emanó todo ese deseo aprisionado y la pasión reprimida entre ambas… de lo último que tuvo conciencia fue que tenía sus manos bajo la camisa de Kall. Ahora la quería, la deseaba, la amaba más que nunca y ya nada impediría que hicieran el amor…

Arrancó un gemido de su garganta como respuesta al contacto de las manos de la morena junto con la piel de su vientre, solo atinó a apoyarse contra Naomi en busca de más cercanía mientras que sus bocas no daban respiro ni por un segundo. No sabía que pasaba con la morena pero ella estaba literalmente en llamas. Había pasado un poco más de un día desde el último contacto con sus labios con sus besos, con su aliento y parecía que hubieran transcurrido siglos sin ella.

El deleite de sus labios se encontraba a años luz de distancia de cualquier cosa de su lista prioridades o artículos que pudiera extrañar. Tenía una amplia ventaja contra cualquier otra cosa y sí alguna pudiera estar relativamente cerca seguramente sería derivada de la misma persona.

Suavemente fue despojada de sus prendas mientras que las pocas veces que interrumpieron los besos sus miradas ardientes y urgentes fueron reemplazadas por húmedos y firmes besos. Al guiarla hacia la cama y ya tumbada sobre el colchón trajo mayor contacto entre ellas. Pero ella no quería ser poseída ahora, realmente deseaba demostrarle a Naomi que podía confiar en ella sin reservas, que dejara su fortaleza y suficiencia, porque ella podía amarla, cuidarla y protegerla.

Era increíble volver a la posición dominante en la que se encontraba. Teniendo a Kall temblando debajo suyo era quizás lo más claro y certero que tenía ahora. Todo cobraba sentido… Ahora ella misma sabía por dónde debía caminar, tenía la certeza y la seguridad que nunca tuvo jamás a pesar de sus máscaras y artilugios. Su lugar era ahí justo al lado de ella, parecía todo tan claro como sí siempre lo hubiera sabido, pero se resistía a verlo. Era ahí donde pertenecía…

Con su muslo alojado entre las piernas de la rubia y lamiendo su rosado pezón podía darle tanto placer a Kall como ella misma sentía. Entonces percibió como su amante comenzó a tocarla toda; su vientre, sus caderas, su torso… Rosó levemente sus senos provocándole que temblara por completo y en un momento de distracción y obnubilación de sus sentidos a causa de la excitación de tener una posición activa de dominio los roles se invirtieron. Se vio tumbada sobre la cama, observando como Kall emergía poderosa sobre ella como una Diosa con su cabellera dorada alborotada y sus ojos esmeraldas antes claros se veían ahora empañados de deseo. Recibió una leve sonrisa… Sí antes le había paralizado el corazón ahora dudaba sí éste por si solo podría seguir funcionando o escapar de su cavidad torácica por las contracción e impulsos de la sangre pasando por la sístole y la diástole, bombeando a toda velocidad.

Observó cómo se acomodó y se abalanzó sobre ella. Con besos fuertes y húmedos la puso a mil y antes de que tuviera conciencia de lo que Kall estaba haciendo con ella fue despojada de su única prenda quedó en igual condición de desnudez. Y la demanda de sus cuerpos parecía quererla llevar a un nivel más allá de locura y deseo de donde ya se encontraban.

Un pensamiento fugaz atravesó su cabeza. Estaba en la misma situación que la última vez cuando frustró el encuentro sexual con Kall impidiéndole continuar… Se desvaneció aquel fantasma del sentimiento de miedo, desesperación y ganas de huir, cesó y dejó de perseguirla…

Realmente la deseaba, quería que solo Kall la tomara y la amara de esta forma. No se imaginaba entregándose a nadie con la suficiente confianza como la que sentía por esa rubia tímida… No quería otras manos que no fueran las que ahora exploraban y acariciaban todo su cuerpo. Sentía que era la fusión perfecta entre el amor y el deseo…

La acercó más a ella porque sin sus besos posiblemente no podría respirar un segundo más. En ese beso depositó todo lo que le quedaba y aún más… Su cuerpo, su vida, su corazón, su alma y su piel, porque menos que eso sería insuficiente. Por vez primera se sentía fuerte y ampliamente correspondida. Se sentía - Sin miedo a nada -

Entonces sin más, dos dedos se aventuraron acariciando su húmedo sexo para luego penetrar su vagina y el placer se hizo presente desbordándose inconscientemente por su boca con unos sonoros gemidos. Por instinto se abrazó a Kall en busca de un puerto seguro donde afianzarse en aquel mar de excitación que estaba experimentando y ese remolino que la succionaba en su inconciencia, mientras la rubia imponía sobre ella un ritmo constante y firme que rápidamente la amenazaba con llevarla a la locura y apartarla de toda percepción, excepto de las alucinaciones y sacudidas que provocaba Kall en su cuerpo y el amor inmenso que emanaba de ambas. Y en el preciso momento en que estaba a punto de alcanzar el clímax, Kall se retiró de ella y le susurró al oído…

-Quiero que te corras en mi boca – e instintivamente solo atinó a gemir una vez más frente a semejante declaración. Antes de que pudiera procesar el hecho de lo que sucedería pudo sentir la cálida, húmeda y maravillosa sensación de Kall con su lengua en su sexo. Con una paciencia infinita se recreaba con ella hasta que volvió a penetrarla y sí el paraíso no existía, seguramente lo que le provocaba ese encuentro era lo más cercano a ello y lo que encontraba ahí mismo entonces debía parecérsele; porque jamás había experimentado tan sublime emoción.

Ese momento lo pudo haber imaginado, soñado y deseado miles de veces pero su imaginación cómo sus fantasías no alcanzaban para tanto. Nada tenía que ver con la realidad. Lo que ahora pasaba lo que ahora sentía, superaba por mucho cualquiera de los escenarios concebidos en su febril imaginación Poseerla era lo más bello que pudiera imaginar, tenerla gimiendo, gritando y convulsionándose entre sus manos era un sueño. No tenía duda que lo que ahora estaba experimentando era lo más profundo que jamás había sentido… Sin proponérselo - ella también había corrido - No era que no lo quisiera, solo que su único propósito era demostrarle su amor y hacerla sentir todo lo importante que era para ella… No porque se le complicara excitarse, además que la hermosa morena que tenía entre sus brazos tenía la habilidad de calentarla con su sola presencia…

Su cuerpo enloquecía con su cercanía, mientras le hacía el amor a Naomi temblaba cuando ésta dejaba escapar sus gemidos y balbuceaba su nombre en la cúspide de la locura… El poder beber de ella el dulce néctar de su sexo fue viajar en segundos del cielo a la tierra.

Ambas quedaron exhaustas tendidas sobre el inmenso colchón. Sus cuerpos calientes y mojados no solo por la copiosa transpiración, intentaban ávidamente recuperar el aliento, pero el oxigeno parecía estar escasamente suministrado como sí se hubiera agotado de esa habitación. Después de muchos intentos de Inhalar y exhalar el aire se introdujo gradualmente en sus pulmones hasta estabilizarse y normalizar su respiración, después de haberlo agotado por la locura, la ansiedad, el deseo y la necesidad de amarse y fundirse en una sola.

Remontó por encima de su cuerpo satisfecha de haber logrado lo que siempre había deseado… Hacer el amor con la persona que más amada de su vida – te amo – le susurró frente a sus labios turgentes y aún enrojecidos por el esfuerzo aplicado durante sus besos – Dios te amo tanto – Y la besó con impaciencia de manera tierna y posesiva y pudo sentir sus brazos atrayéndola y aprisionándola en un abrazo – Miénteme y dime que tu también me amas – Suplicó en un deseo egoísta no queriendo romper la magia del momento.

-No hace falta – Recalcó cuándo tuvo oportunidad de hablar ya que arremetían nuevamente con más besos y caricias encendiendo el fuego parcialmente aplacado – Porque te amo de verdad – y pudo ver cómo el cuerpo de la rubia se paralizó y la miró desconfiada – jamás me había entregado a nadie de esta forma– y pudo sentir como un calor se concentró en su rostro al confesar tremenda verdad, tiñendo sus mejillas de carmín– Sí lo hice sin reservas contigo fue porque te amo – Le sonrió avergonzada como una adolecente después de su primera experiencia sexual. La incertidumbre en la mirada de Kall la incitó a invertir los roles en la King Size donde retozaban – si no me crees – dijo mientras mordía suavemente su cuello – te lo demostrare – y cuando su camino estaba a punto de encontrarse con la gloria de sus apetecibles senos, el sonido del timbre irrumpió la intimidad del momento – No contestes – Expresó al momento que vio a Kall en un intento de levantarse - Por favor, no lo hagas – Agregó melosa ronroneando en su oído.

-¿No estás olvidando algo Naomi? – Dijo en un tono de burla.

-Ummm no – indicó un poco insegura mientras se incorporaba para ver la sonrisa de Kall - ¿Qué es?

-Teníamos reunión hace media hora.

-Oh…. Espera – Dijo señalándose con su dedo colocado en medio de su pecho exactamente– No pensaras culparme a mí por esto ¿verdad Kall? – Expresado esto, bajando su rostro sobre su pecho y recorrió lentamente con la punta de su lengua sus suaves pezones – ya hemos demorado media hora – y volvió a la carga sobre los firmes y apetecibles montes que eran sus senos – No asistamos y ya – sugirió seductora mientras su compañera hacia esfuerzos por no gemir por la manipulación de sus senos con su boca – ¿sí?

-¿Y dejar que Gordon nos eche a la calle por irresponsables y por unas horas de hacer el amor? – Cuestionó con una ceja en alto mientras se mordía el labio inferior intentando resistirse a las oleadas de placer.

-¿Por unas horas de hacer el amor?… Te faltó agregar – Apasionado, excitante y desenfrenadamente– respondió orgullosa

-Vamos – dijo levantándose y besándola – Tengo tan pocas ganas como tú de asistir a esa estúpida reunión pero hagamos este último esfuerzo . Prometo compensarte generosamente como tú lo desees… Tenemos toda la noche para ello – y con ello volvió a besarla y por la respuesta esta noche no dormirían absolutamente nada.

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Chicas…. Lamentamos la demora!! Primero que nada gracias a Lunna que me ha dado una bofetada virtual para que reaccione y vuelva a la vida! Daré lo mejor de mí para que se sientan orgullosas de leerme J Sin ella este capítulo carecería de muchas cosas maravillosas y se ha esforzado en demasía! Así que un ovaciones para ella sí?

Saludos a mi persona especial que amo

Y tengan buena semana J

Eugeene

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