La mañana del viernes ambas llegaron por separado al Newark Liberty International Airport. Uno
de los más modernos y con mayor tráfico aéreo de los Estados Unidos, ubicado a pocos
kilómetros de Manhattan…
A través de mensajes de textos se ubicaron dentro del
inmenso edificio de la terminar “C” para caminar justas a través de espacioso
recinto. Nerviosa era la mejor palabra
que ahora describía a Kall. Su vientre hecho un revoltijo se lo recordó de una
manera extraña.
Colocó una de sus manos en su estómago al momento que
contemplaba a Naomi con la esperanza de que amor que había entre ambas trajera un
poco paz pero todo fue en vano. En realidad sabía que no había nada que pudiera
hacer para tranquilizarse, aunque siempre lo intentara en momentos como ese. Sin
embargo su nerviosismo crecía y crecía… yendo en aumento sin poder hacer nada
para detenerlo, mucho menos evitarlo.
Por lo menos en este escenario poco grato tenía la
excelente distracción de observar a Naomi caminando por el aeropuerto se
desenvolvía con tanta gracia y naturalidad que hasta parecía imposible no
imaginársela ahí. Era como si la morena hubiera vivido toda su vida en ese “atiborrado
aeropuerto”. Con un andar tan relajado, las palabras justas y los guiños cómo
respuesta a los empleados parecía simplemente natural. Como sí el aeropuerto
fuera una extensión de su propia casa.
Estaban en la línea de la ventanilla de United Airlines para documentar su
equipaje donde amablemente se les daban las indicaciones de su Vuelo UA1077 con destino a Miami con
horario de salida a las 06:30 horas. Tomando sus boletos de avión con sus pases
de abordar se alejan de la ventanilla y dando las gracias se encaminan hacia la
sala donde se ubicará su salida… Su vientre siempre dolía con la anticipada
sensación de sus pesadillas pero el malestar habitual ahora se combinaba con la
extraordinaria visión de la persona que la acompañaba. Verla con esa serenidad,
tan acostumbrada a la atmosfera cosmopolita le daba una extraña sensación de
tranquilidad.
Avanzaban por el aterrador túnel mientras Naomi
sostenía su mano, entrelazando sus dedos como si fueran pareja de toda la vida.
No importaba sí las observaban o lo que pudieran pensar las personas a su
alrededor acerca de ver a la “pareja de chicas” tomadas de las mano, porque en
ese instante su imaginación apocalíptica de trágicos escenarios del avión
desplomándose o explotando en el aire era una visión que eclipsaba cualquier
juicio.
Le parecía de lo más habitual del mundo tomar su mano.
Sí fueron dos o tres veces las ocasiones que caminó con una mujer era mucho. No
le temía a la crítica social, después de todo al final del día era uno mismo
quien debía aceptarse. Pero con Kall todo parecía tan espontáneo y natural como
si estuvieran retribuidas de por vida, como si el estar juntas fuera lo que
tenía que ser… como si aquello fuera lo correcto.
Desistir de su plan y dejarlo atrás fue lo mejor que pudo
haber hecho desde su llegada a la gran manzana. Admitir que nunca la olvidó y permitirse
que sus sentimientos afloraran era justamente lo que tendría que haber hecho
desde un principio. Después de todo, Kall siempre estuvo en sus pensamientos,
siendo constantemente el punto de comparación con sus amantes, aunque le costara
admitirlo, la razón por la cual su cerebro la olvidó seguramente fue como un “mecanismo
de defensa” porque fue la única forma que tuvo para no seguir sufriendo y ‘’salir
adelante’’. Pero en vez de olvidarla se adentrado más profundamente de manera
inconsciente echando raíces permanentes en su interior. Quizás esos
sentimientos se mantuvieron persistentemente dentro de ella o simplemente tenía
que volver a verla para que todo su ser despertara a su recuerdo y se volcara
nuevamente.
Finalmente se quejaba de que era tratada como una niña
cuando ella misma actuaba como tal. No sabía si tenía ganas de reír o burlarse
de sus contradicciones o flagelarse por si ineptitud.
Nuevamente tuvo que tirar delicadamente de la pequeña
pero suave mano de Kall porque otra vez se estaba quedando atrás. Se dio vuelta
con cierta impaciencia para decirle que tenían que apurarse pero encontró una
mirada inquieta en su acompañante que se detenía en todo partes, excepto en
ella. Se preguntó internamente que le pasaría, quizás no quería que la vieran agarradas
de las manos. Su pensamiento fue suficiente para que su inseguridad emergiera a
la superficie de su conciencia y un dolor gravitó sobre la órbita su corazón.
Quizás debería soltarla...
Apenas se
adentraron en la cabina del avión, tropezó con una fría corriente de aire que
saludaba su piel donde minutos antes una morena mano se aferraba sobre ella.
Naomi la había soltado y la desconocida tranquilidad que le trasmitía su piel
se había marchado con ella. Intentó no desesperarse, quizás ella se había
cansado de estar arrastrándola pero ¿Cómo podía explicarle su miedo a volar? Se
sentó resignada al lado de Naomi que miraba por la ventanilla.
Se alegró un poco, por lo menos no vería su pánico. Detestaba
con todo su ser que su fobia a volar le hicieran sentirse tan pequeña e
insignificante. Sus miedos se escapaban a través de sus manos sin poder
controlarlo convirtiéndola en una persona temblorosa y deseosa de ser abrazada
mientras se le reconfortara con palabras de aliento que “todo iría bien” ¿Acaso
se debía por algún trauma? El conocimiento de ello no importaba ahora de
cualquier forma no cambiaría la presión que ejercía sobre el descansabrazos, ni
reemplazaría la tensión de su mandíbula trabada, mucho menos supliría el anhelo
de la fuerza tranquilizadora que Naomi inconscientemente le había brindado..
Se reprimió mentalmente. Quizás Kall no estaba
preparada todavía para caminar de la mano con una mujer…. Aunque siempre
mostrara fortaleza quizás le importaba seriamente la opinión de la gente.
Prácticamente la estaba ignorando y para su sorpresa Kall estaba sorprendentemente
callada. Desde que habían ingresado al aeropuerto poco había escuchado de la
suave voz de su jefa.
Se giró y la observó en silencio. Su postura era recta
como siempre pero tensa. Pudo admirar con cuidado como las manos se exploraban
con fuerza y sus ojos miraban a los lados cómo buscando algo… ¿Por qué seguía
nerviosa si ella ya no sostenía su mano? Un pensamiento surcó su mente y la
posibilidad de ser cierta le pareció poco probable… pero aquí estaba. ¿Acaso Kall
tenía miedo a volar?...
Había asumido erróneamente que estaría acostumbrada a
volar, después de todo la empresa tenía una trascendencia nacional como
internacional. Intuyó que Kall viajaba constantemente… la primera sensación que
se instaló en su interior fue de alivio, ya que el nerviosismo de Kall no era atribuido
a que caminaran juntas tomadas de la mano pero su reflexión fue sustituida por
la duda. Evidentemente tenía que viajar con frecuencia para cerrar acuerdos de
las corporaciones ¿entonces Lane sabía de su fobia? ¿Lane la ayudaba? sus celos
aparecieron de forma instantánea
pero el
primordial de todos sus deseos era hacer sentir segura a Kall sobre todas las
cosas.
La mano de Naomi se entrelazó con la suya dándole un
firme y cariñoso apretón. Rápidamente una sensación de confort y tranquilidad
se arraigó en su pecho reemplazando naturalmente la inseguridad y el miedo.
Buscó su rostro encontrándose con sus intensos ojos azules que aunque no hablaban
le trasmitían todo lo que ella quería escuchar. Entonces vio como Naomi se acercaba
a su oído.
-¿Estás bien? – escuchó el tono preocupado.
-Ahora si – respondió, besando suavemente sus labios
por un segundo en agradecimiento a la fuerza tranquilizadora que le trasmitía –
después de darle las gracias pudo observar la brillante sonrisa de Naomi
-Un placer – y el avión comenzó a moverse… mientras
una azafata frente a ellas dando las indicaciones de seguridad.
Al llega al Four
Seasons Hotel Miami se dirigieron a la recepción donde Kall verificó las
reservaciones hechas por la asistente de Ray confirmando sus habitaciones para
posteriormente registrarse. Después de haber realizado los trámites de registro,
el “Bell boy” del hotel señaló la habitación de cada una de ella por mera seguridad
entregándoles sus llaves de tarjeta magnéticas para sus habitaciones– Sus
maletas se encontraran al lado de éstas – Dándoles las bienvenida con una cordial
sonrisa agregó- disfruten su estancia.
-¿Tenemos habitaciones separadas? – cuestionó Naomi mientras
el ascensor las trasportaba únicamente a ellas dos hasta el piso 35.
-Por supuesto – afirmó escéptica ante el planteamiento
de Naomi - ¿Creías que Gordon nos iba a alojar en una sola habitación? – levantó
una ceja.
-Bah – soltó un bufido a modo de protesta. Ella quería
compartir la habitación con Kall – podrías haberle dicho que tenías fobia a
dormir sola – dijo mientras se acercaba peligrosamente a Kall y la acorralaba.
-¿Acaso te burlas de mí fobia a volar? – preguntó con
los ojos entrecerrados.
-Para nada – dijo dándole un beso rápido – pero hubiera
sido más fácil de ese modo ¿No lo crees? – le dio otro beso un poco más prolongado.
-Oh – dijo casi sin aire - ¿me hubieras ayudado igual?
– preguntó difícilmente ya que el aire del ascensor parecía insuficiente. En
realidad eran los besos de Naomi que todo lo volvían insuficiente.
-¿A caso lo dudas? – e imprimió más fuerza en ese beso
hasta dejar a Kall contra la pared y desplegar en ello todas las ganas que
había reprimido de besarla. Verla tan temerosa y vulnerable en el avión y
sentir la fuerza que Kall ejercía en su mano la habían desarmado. Ella quería
protegerla, mejor dicho, ser la única que la protegiera. Con el sonido
característico el ascensor se abrió llevándolas al destino solicitado y ambas
soltaron un suspiro de frustración.
-Me daré una ducha– salieron tomadas de las manos hasta
quedar en la pared que dividía sus habitaciones -¿Me esperas para ir a tomar
algo? – colocó un suave beso y se encamino resignada a su habitación. Justo
después de pasar la tarjeta por la banda magnética y se abrirá la puerta sintió
la presión de unos brazos sobre su vientre.
-¿Necesitas ayuda para el baño? – preguntó mientras
con la punta de la lengua tocaba un punto particularmente sensible en el cuello
de Kall.
-Ahhh – agarró con fuerza la agarradera de la puerta
porque las piernas siempre le fallaban una vez que Naomi tocaba su cuerpo. Sin poder
resistirlo, agarró en un puño un extremo de la camiseta de Naomi que tan
perfecta le quedaba y la arrastró al interior.
Con su silencio cómo respuesta sintió cómo Kall la
atrapaba contra la puerta ya cerrada. No hacían falta las palabras cuando Kall
ya había establecido lo que quería o mejor aún lo que necesitaba de ella.
Sintió la urgencia de su compañera cuando empezó a levantar la remera y la ayudó
con sus brazos en alto. Apenas la prenda dejó de ser un obstáculo, Kall
aprisionó su boca en un beso húmedo. Indiscutiblemente no necesitaba de palabras.
¿Cómo podía controlarse si cada célula de su ser
gritaba la necesidad de tocar a Naomi? Había intentado obtener un poco de
auto-control pero se había debilitado con el contacto de los labios de Naomi en
el ascensor y finalmente se derrumbó cuando sintió la presión del cuerpo en su
espalda. La suave silueta, sus pechos firmes y las manos ejerciendo la presión
justa eran la invitación perfecta a una expedición a la locura.
Lo que sentía al tocarla o ser tocada por Naomi era
una experiencia única. Jamás había tenido esta necesidad. Era como si hubiera
nacido para ella. Podía parecer de lo más estúpido, de hecho en su mente así sonaba
y al expresarlo en voz alta sería una vergüenza mayor… pero aquello no impedía el
hecho de sentirse de esa manera. Casi podía saborear el destino uniéndolas.
Sintió una oleada de placer azotarla cuando Naomi
llevo su boca hacia su cuello y comenzó a morderla suavemente quitándole el
aliento. Sus manos se deslizaban en la delicada curva de su cintura y empezó a
guiarla hacia el lujoso baño. Se desnudaron en el trayecto entre besos fuertes
y lamidas en puntos sensibles que les provocaba quejidos en ambas antes de encontrarse
por completo bajo el refrescante torrente de la ducha.
Enganchó su muslo entre las piernas de Kall, la escuchó
gemir y se acercó a su oído – ¿No se supone que íbamos a bañarnos? – dijo
haciendo lo obvio aún más evidente. Kall estaba tan húmeda y ella temía estar
peor aún, pero lo que más quería era escuchar su voz. Aquella voz que siempre
le remitía una descarga eléctrica a todo el cuerpo, tan suave, ronca y
adictiva. Siempre que Kall gemía, creía tocar el cielo mientras que su cuerpo
experimentaba miles de sensaciones placenteras.
-Lo haremos – dijo casi en un jadeo mientras tomaba el
jabón que se encontraba cerca de ellas. Se separó un poco de Naomi y tuvo que
esforzarse en reprimir el deseo salvaje cuando el perfecto cuerpo moreno era
mojado por la suave lluvia que caí sobre ellas. Los senos celosamente cubiertos
por el sedoso pelo mojado y cuando levantó la vista unos labios carnosos rojos
estaba entre abiertos jadeando, como si casi gritaran que fueran a su
encuentro.
-Si me sigues mirando de esa forma creo me desplomaré
aquí mismo – confesó nerviosa... Kall la había encendido con esa mirada llena
de irreverente deseo mientras pasaba distraídamente su lengua por su labio
inferior. ¿Cómo podía ser alguien tan sexy? ¿Cómo podía alguien desarmarla con
la mirada? Y ¿Cómo podía Kall ejercer tal efecto en su cuerpo?
Intentó pasar distraídamente el nacarado jabón que
hacia un perfecto contraste contra el cuerpo moreno pero el estremecimiento de
Naomi la sustrajo de la necesidad de aparentar. Se enjabonó las manos y dejando
el objeto jabonoso en su lugar. Empezó a frotar el bello cuerpo moreno dejando
rastros blancos a su paso que rápidamente se diluían con el agua. La escuchó gemir
y jadear, cediendo a la tentación que pudo con ella una vez más, cuando debía
estar duchando a su compañera, oprimió su mano contra el pecho derecho de Naomi
inquietó su divina elevación que se erguía dolorosamente de placer.
Le complacía que su respiración se suministrara de
manera instantánea por que Kall estaba quebrantando su cuerpo, complicándole
mantenerse en pie debido que la excitación se confabulaba con la gravedad para
hacerla caer. Sentía las manos de su compañera por todo su cuerpo, deteniéndose
en dolorosos puntos de placer que acariciaba de manera superficial. Se apoyó
pesadamente contra la pared y dejo su mente cómo su cuerpo a merced de las
caricias de Kall porque ya no se pertenecía a ella misma.
Gimió dolorosa y
anheladamente cuando una suave mano descansó en su pecho derecho y
el aire dejó de fluir cuando sintió el apretón. Cerró los ojos por inercia y
antes de poder tomar otra bocanada de aire la boca de Kall se apoderaba de la
suya. Sintiendo estar a punto de venirse con tremendo beso y las caricias en su
pecho.
Verla tan entregada solo hacia acrecentar sus ganas de
poseerla. Naomi generalmente era la activa, quien guiaba sus relaciones al
punto que ella quería, mientras la otra pocas veces podía tenerla sin que Naomi
comenzara a tocarla. Su mente funcionaba con pocos obstáculos pero cuando la
morena la acariciaba, prácticamente se desconectaba y perdía la conciencia. Se
convertía en alguien sin mente y sin palabras… Se trastornaba de tanto placer y
totalmente loca por ella.
Pero fuera de las pocas veces que ella dominaba, debía
tener un poco cordura, un poco entereza y un mínimo de auto control para
intentar darle todo el placer posible a Naomi. La beso con todo su corazón y
con toda su alma, ya que ciertamente no eran de ella, ahora pertenecían a la
morena. Quien estaba apoyada pesadamente contra los azulejos del lujoso baño.
-Creo que no nos bañaremos después de todo – ordenó de
manera silenciosa mientras la jalaba de la mano hacia la cama. Naomi
increíblemente dócil solo se limitó a seguirla.
El camino estuvo lleno de besos y tropezones con sus
ropas esparcidas sobre el piso mientras mojaban todo a su paso. La caída en la
cama vino de manera instantánea con Kall jadeando sobre Naomi mientras la
morena debajo de ella atrajo su cuello para beber del dulce néctar que emanaba
de la boca de la rubia. El beso duró poco hasta sentir la hábil mano de Kall frotando
su sexo y solo pudo en un arco reflejo curvar su cuerpo por la excitante sensación
que experimentó.
Ella no se dejaba llevar tan fácilmente, aunque le perteneciera
a Kall pero el estar atrapada entre el dilema de implorar y abandonarse no era
su estilo. Siempre marcaba el ritmo ¿entonces por qué no podía resistirse a la
promesa de los toques de su amante? ¿Por qué no se imponía e intentaba cambiar
los roles? ¿Por qué deseaba tanto estar en la posición que ahora ocupaba? Su
mente lo descifró…
Ella se estaba enamorando… el pánico le hizo abrir
súbitamente los ojos y ponerse rígida. Una cosa era admitir que le gustaba
Kall… En definitiva muchas personas le gustaban… pero ¿enamorarse? Eso era otra
cosa, la única vez que lo hizo había sido cruelmente lastimada y la autora de
su sufrimiento era la misma mujer que ahora le regalaba sus besos y suaves
caricias por todo su cuerpo.
-¿Qué pasa? – Naomi se había puesto tensa de pronto
¿Qué estaba haciendo mal? - ¿Hice algo mal?
-Yo…- tenía que poner las cartas sobre la mesa antes
de que Kall se adueñara de su corazón pero ¿cómo decirlo? Se cubrió sus ojos
por miedo a llorar y quedar en ridículo – yo…
-¿Qué sucede? – se levantó un poco hasta quedar cara a
cara con Naomi. Aunque no podía verla directamente se podía sentir el temblor,
la voz cortada y la indecisión. Con una de sus manos retiró gentilmente las
manos que cubrían el rostro de Naomi y después de mirarla con toda la ternura que
era capaz de trasmitir a través de sus hermosos ojos verdes se acercó
lentamente a depositar un suave y fugaz beso. Sí Naomi no quería continuar con
esto, entonces no la forzaría - creo que es hora de salir ¿vale? – preguntó de
la manera más dulce posible. Dejándole en claro que no era un problema.
-Lo lamento – agregó, cómo sí la palabra rompiera la
tensión de la atmosfera pero le pareció que era lo mejor. Aunque después de
recibir tantas atenciones por parte de Kall la teoría de su mente se manifestó
con mayor fuerza. Kall solo se limitó a negar con la cabeza, darle un beso
rápido y procedió a levantarse –Espera, ¿A dónde vas?
-¿No quieres que salgamos a pasear? – no iba a
resistir otro segundo con Naomi desnuda a su lado sin ceder a su interna hambre
de poseerla, pero tampoco deseaba obligarla.
-¿Y el equipaje?
-Cierto…- meditó que habría pasado con ellas ya había
trascurrido una hora y sus maletas no aparecían – Te parece si pedimos algo
para comer ¿estás de acuerdo? – Preguntó intentando esquivar la perfección y se
dirigió a recoger sus ropas – aquí tienes.
-Gracias - ¡Dios! Estaba comportándose cómo una tonta adolescente
echándose para atrás antes del acto sexual. Cubriéndose con las sábanas
mientras observaba a la distancia el hermoso espectáculo... Kall se vestía
despreocupadamente y su hermoso cuerpo fue cubierto con las finas prendas con
regia actitud ¿Cómo pudo haber arruinado el acto más divino que había tenido en
su vida? ¿Tanto le asustaba la idea de enamorarse cómo para estropear esa
oportunidad? Si Kall era todo lo que ella deseaba la persona perfecta pero… ¿la
lastimaría de nuevo? Suspiró sin darse cuenta…
-Hey – se acercó y se sentó al lado de Naomi que se cubría
tímidamente ¿Qué pasaba por su mente para estar tan cohibida? Era la confianza
personificada entonces ¿Qué le atormentaba? – Si no quieres hablar no hay
problema – acomodó detrás de su oreja un mechón oscuro que se revelaba contra
la dócil melena – pero si deseas hacerlo estoy aquí para ti ¿vale? – Preguntó
esperanzada mientras acariciaba su pómulo derecho – No te preocupes ¿sí?
La dulzura de su tacto, lo amable de sus palabras y lo
profundo de sus ojos verdes resaltaba verdad y confianza con la cual se
expresaba… ¿Cómo podía no caer en el amor con semejante adversaria?
Pd: Debo agradecer como siempre a mí ‘’editor’’ Lunna
que ha gastado su tiempo en mejorar la historia J Si se preguntan cómo termine mis
exámenes debo decir que la mayoría fue bien aunque he recibido el lunes mi
primera desaprobación :/,,, igual agradezco las fuerzas…..
¡Tengas felices fiestas! y esperemos que este no sea
el último capítulo de inevitable por el fin del mundo ¿sí? J
Buen fin de semana
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autor.
me encanta tanto, es fabuloso gracias por regalarnosla.
ResponderEliminarEugeene felicidades por tus examenes y pues x el q no salio bien pues nada a echarle ganas!! y Lunna mil graciasss!! y pues feliz navidad adelantada para uds chicas! :)
ResponderEliminarEugeene me fascinan tus capítulos,me encanta esta historia.
ResponderEliminarTe deseo que pases una Feliz Navidad.
Besos
En verdad me gusto mucho, pero más el tuyo... sigue así guapa escribes de maravilla, ¿Haces todo de maravilla?.. por que si es así wooooow eres mágica.
ResponderEliminarbesos que estés muy bien.
Jemmaithzer
Estimada
EliminarAgradezco que siga en la historia aunque esta versión no le agrade tanto
saludos afectuosos
Lunna
Linda gracias tú siempre tan amable.
EliminarHey, feliz fin del mundo...
ResponderEliminarJajajaja, ya en serio... me encanta tu historia.
Sigue así y espero que nos regales capítulos más seguido.
Merry Christmas :)
Pues yo, a diferencia de la petarda que comentó el capitulo anterior, diré: grande Lunna! La narración de esta sutil historia ha ganado enteros desde que intervienes, sobre todo en tiempos verbales y ortografía. Supongo que la Petarda no tendrá nada que contestar, pues no se habrá leído este capitulo. O sí?
ResponderEliminar¿Con qué derecho hablas de mi persona?... Ten cuidado a diferencia tuya yo si soy una Dama, por ende, no te responderé como mereces... Aprende a ubicarte en la vida y habla con propiedad cuando me conozcas. O sea nunca por qué personas como tú, sirven en mi vida sólo para estorbar.
EliminarA disculpa olvide firmarlo Jemmaithzer Alohnndra.
EliminarOigan.... no me gustaria que se peleasen aqui ¿Si? Este es solo un espacio donde se lee la historia y se agradace a Lunna o a mi por ella- si tienen ganas-.... asi que por favor no peleen......
ResponderEliminarSaludos atentos.
wuau yo solo dire que tu historia es genial, gracias a ti por escribirla y a lunna por aumentarle la ya perfeccion que tiene, no quiero meterme pero, creeo y concuerdo con eugeene, este lugar es para comentar y leer la historia, no para insultarnos, ni pelear por no concuerdar con el comentario de los demas, todos tenemos un modo diferente de pensar, y no a todos nos agrada las mismas cosas...............bueno besos, abrazos y feliz navidad, que la pasen muy bien, llenas de amor, felicidad y prosperidad junto a sus familias.....<3 <3 <3 <3
ResponderEliminarGracias cariño, sé quién eres... Se valora, estamos en contacto
Eliminarde nada preciosa, sabes que cuentas conmigo para todo lo que se te "ofresca", claro yo tambien me muero de ganas de volver a hablar contigo Alohnndra, te quiero y cuidate, y definitivamente yo tambien se quien eres besos...
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