Inevitable - Eugeene (Cap. 22)

Miraba fijamente un punto en la pared de ladrillos del mono ambiente de Naomi absorta en sus pensamientos. Había cometido un error… un dulce error. En sus expectativas entraba de todo menos la posición que ocupaba ahora con su alumna en su espalda y un brazo moreno cernido sobre su estomago; con algunos rayos del alba bañando levemente el lugar a través del vidrio-ventana en el otro extremo de la sala. Suspiro silenciosamente.
No tendría que estar aquí. Intento zafarse del antebrazo de Naomi pero al sentir movimiento la aferro mas contra su pecho para luego relajarse y seguir durmiendo. Realizo nuevamente el intento pero con tanta delicadeza que hasta parecía de cristal el cuerpo dormido a su lado. Con éxito saco la mano y comenzó a levantarse sumamente despacio del somier. Siento la mano que la reclamaba y antes de que agarrase su piel desnuda le dio de remplazo una almohada. Naomi la acepto feliz y la presiono contra su pecho como si fuese ella.  Con un deje de tristeza se vistió y miro por última vez a la morena que estaba boca abajo y con las sabanas hasta la cintura que se le enroscaban tan sensualmente. Dios… es tan hermosa. Y emprendió el camino a la puerta.

-Woaoo- dijo cuando la vio entrar con los tacos en mano y el vestido negro arrugado - ¿volvimos  a la universidad y yo no me entere? – le dijo en tono burlo al momento que Kall depositaba los zapatos en l piso y cerraba la puerta -¿Quieres? – levanto la cafetera

-Oh, gracias – sin cambiarse se sentó en la mesa donde su mejor amiga estaba desayunando. Agarro la tasa que le ofreció y comenzó a beber de a sorbos para inyectar adrenalina al cuerpo tan casado que tenia -¿Qué? – dijo cuando Cris solo se limitaba a mirarla.

-Podrías empezar como por que tienes todo el vestido arrugado y no avisaste que volvías anoche – dijo lo ultimo en tono de reproche – sabes… estuve toda la noche preocupada mientras tu tenias sexo – dijo de forma natural.

-Cof cof – se había ahogado con la repentina declaración de Cris.

-¿Qué? – pregunto Cris a modo de…’’ ¿dije algo malo?’’ – ¿No me vas a decir que estuviste jugando a las cartas? – levanto una de sus cejas oscuras.

-Bueno, yo…- siempre había sido tímida y el hecho de que la asimilación del hecho todavía no había caído del todo la dejaba mas desconcertada, ¿Qué respondería? ¿Qué Naomi la había llevado a un lugar tan hermoso que la palabra clímax parecía un insulto en comparación con la experiencia que vivió? – ¡Dios! Te encanta jugar conmigo – dijo al momento que veía como Cris se desarmaba de la risa.

-Jajajaja – empezó a esquivar todos los objetos voladores que Kall le tiraba y aunque estaban a solo a medio metro, Kall fallo miserablemente – lo lamento – dijo con su mejor sonrisa – estabas muy seria y la necesidad era muy grande.

-Ha Ha! – se perdió en sus pensamientos mientras ya pasado su ahogo volvía a tomar café tranquilamente. No estaba atenta, por lo cual perdió lo que Cris le pregunto – Disculpa, no te escuche – admitió.

-Pregunte como estuvo – dijo Cris otra vez de forma natural.

-Humm, yo, bueno la verdad es que – empezó a balbucear ¿Cris quería detalles? Antes nunca los había pedido pero ahora ¿Los deseaba?

-Oh K no! Esos no…- vio como en el rostro de su mejor amiga crecía el color carmesí – a la fiesta, me refiero a la fiesta – dijo con un tono divertido ahora viendo como Kall agachaba la cabeza.

-Bien –consiguió decir- ha estado muy bien, el lugar era precioso y la decoración me impresiono bastante.

-Guau –dijo dándole la típica tostada con mermelada que siempre le preparaba a Kall – me sorprende que llegases ahí.

-¿De que hablas? – pregunto al momento que agarraba y comenzaba a comer la tostada obtenida.

-Por las miradas que se dieron aquí, no esperaba que llegasen al auto siquiera –dijo mientras comenzaba a reírse de una Kall totalmente roja.

-Oh deja de jugar conmigo! – dijo al momento en que supo que ya no se ahogaría con las migajas.  Se cruzo de brazos sobre la mesa y escondió su cara.

-K… lo lamento ¿de acuerdo? – dijo acariciando las hebras rubias. No creía que esto afectara tanto pero para Kall parecía aquello – Por favor perdóname – pidió levemente.

-No eres tu – dijo desde su escondite – creo haber cometido un error –admitió finalmente.

-¿Quieres hablar?

-No – Cris sonrió… Kall siempre era tan honesta –pero debo hacerlo ¿verdad?

-Si quieres sentirte mejor… pero si no estas preparada no te obligare –dijo mientras daba un apretón al hombro cariñosamente.

Finalmente Kall levanto la cabeza y con la sonrisa cálida de Cris penetrándola empezó – No tendríamos que haber tenido… -su cara se lleno de calor de recordar el momento intimo con Naomi.

-Sexo –ofreció

-S-si –dijo nerviosamente- es que… simplemente… tendría que haber esperado mas – suspiro mientras se pasaba las manos por el cabello nerviosamente.

-¿Por qué crees eso?

-Yo… -suspiro nuevamente – yo debería haber ido despacio, haberla-

-¿Tu? Kall te recuerdo que son dos en una relación – ¿por qué Kall quería hacer todo tan perfecto hasta el punto de olvidarse de la otra persona? Recordó el por que – ¿o es que acaso en las relaciones de mujeres la mas grande decide todo?

-No, pero me hubiese gustado empezar bien  una verdadera relación –susurro

-K… - se acercó y abrazo a la rubia – quizás hubiese sido mejor – empujo un mechón rubio atrás de la oreja – pero recuerda que no fuiste la única que lo decidió – se levanto rompiendo el agarre – habla con Naomi y dile como te siente – beso la coronilla de Kall y tomo el maletín en la punta de la mesa – Me voy, pórtate bien y suerte – dijo mientras salía por la puerta.

Hablar… tengo que hablar con Naomi. Y nuevamente escondió su cara entre sus brazos cruzados.

El efecto cálido que sentía y le daba paz para dormir, no estaba más allí. Abrió los ojos lentamente y parpadeo un par de veces mientras se daba vuelta en la cama para desperezarse anchamente. El sol inundaba profundamente todo el lugar y por instinto se llevo las manos a los ojos para no permitirle a los rayos violar su tranquilo despertar con tanta brillantez. En el momento en que su mano de poso sobre su cara y el olor la inundo, se acordó de la noche que había pasado. Mejor dicho, con quien la había pasado. Se sentó repentinamente y con la mirada busco desesperadamente rastros de Kall, pero el tranquilo mono ambiente le sonrió de la manera más solitaria posible.

Era extraño, las personas que llegaban a su hogar siempre querían quedarse para un desayuno amoroso o romántico después de una noche de pasión. Mientras que lo que más deseaba ella en su interior era que se vallan y la dejen dormir sola. Pero ahora frente al gran espacioso lugar lo único que deseaba es que una rubia estuviera esperando por ella en el desayuno. Apenas se presento la idea la descarto totalmente. Ella no podría permitirse esos sentimientos. Muchas de las razones bailaron en su cerebro pero la más importante era el daño que le quería infligir a Kall… junto a otras igual de importantes que ahora no venían a colación.

Decidió que una ducha seria le mejor manera de comenzar el día y sacarse el increíble aroma de la mujer que la había acompañado anoche.

-Lane- dijo con tono lastimero – por favor…

-Kall – odiaba negarle algo – sabes que no puedo hacerlo – tajo y paso una mano por el delicado hombro vestido de su jefa – debes ir.

-Esta bien – estaba tan cansada pero no podía convencer a su secretaria que hoy la miraba particularmente demasiado – cuando llegue Naomi, dile que la espero en la reunión – se levanto y le guiño el ojo a su secretaria – ya que no me dejas faltar – y se fue.

Consiguió subir en ultimo momento al ascensor que la llevo al piso 20 lista para su mañana inusualmente agitada. Al parecer Lane había programado dos de los tres casos importantes para hoy y no tener a Naomi a su lado complicaba mas las cosas. De hecho el sentimiento de que Naomi no estuviera a su lado le daba paz, no podría escuchar ni una maldita palabra de los oponentes porque seguramente estaría perdida en los recuerdos de un hermoso cuerpo moreno contra el suyo y las mil sensaciones que podía provocar este. Se dio cuenta que estaba soñando despierta y salió del ascensor rumbo a la sala de juntas donde el grupo Kamishima la esperaba. Entro despacio para no levantar sospechas pero todos los ojos voltearon a ella.

-Un gusto que haya llegado Srta. Steigh – un hombre en la punta de la mesa la recibía con cinismo – ahora podremos comenzar.

-No deberían haberme esperado – dijo con fingido tono de pena – tuve un inconveniente – mintió un poco.

-No veo el por que esta empresa nos parezca seria si ni siquiera su represéntate puede ser puntual – otro hombre sentado al frente con bigote grueso demando con enfado. Sera una mañana muy larga…

Era la segunda vez en menos de 48 horas que se sentía nerviosa. Valía agregar que el ascensor estaba como siempre desbordante de gente haciéndola sentir más pequeña de lo que alguna vez había sentido.  Tendría que enfrentar a Kall…. Enfrentar a su jefa… enfrentar a su ex – amor y enfrentar a su venganza. Si bien había perdido la conciencia –no por el alcohol- en pleno acto, tenia que mantenerse fría y concentrada. Si quería dar en el punto exacto donde el amor y el deseo se funden para crear las mejores de las sensaciones que entre otras cosas son dolorosas si no son correspondidas… tendría que calcular todo y llevarlo a cabo de la manera mas pasionalmente fingida. Y ahí radicaba el problema. Lo que había pasado la noche anterior no había sido fingido. Realmente se había excitado y se le había quedado la mente en blanco literalmente cuando el clímax alcanzo su cuerpo aun en contra de su voluntad.

El ascensor se abrió en el piso 15 y antes de que se cierren las puertas nuevamente pudo salir. Camino el ancho pasillo hasta el conocido escritorio de Lane. Tenía la cabeza gacha y murmuraba palabras en un acento británico tan marcado que las palabras confundían.

-Hey – saludo de manera casual.

-Naomi – se asusto momentáneamente – vaya que llegas tarde – en reproche.

-A falta de Kall estas tu ¿verdad? – dijo en tono divertido.

-Lo lamento es que…- ¿Podría decirle la verdadera razón de por que estaba tan enojada con ella? ¿No habían llegado Kall y Naomi por separado? Aquello significaba que no habían pasado la noche junta. Aunque eso también significaba que se estaba enojando por algo en lo cual ella no existía. Ella no era pareja de Kall… ¿Podía odiar a alguien por que le guste la misma persona que a ti? Se dio cuenta que estaba divagando demasiado así que solo respondió – Kall dice que te espera en la – miro el reloj por inercia y la reunión que se estaba llevando a cabo seguro estaría terminando – espérala aquí, la reunión debe haber acabado. 

En aquel preciso instante las puertas de la caja de acero se abrieron con el característico sonido y una Kall con una pollera tubo ceñida al cuerpo por encima de las rodillas con una camisa de ceda azul caminaba distraídamente mientras conversaba con un hombre de estatura mediana, pelo corto y ojos achinados. En aquel momento pudo observar como ella y el hombre intercambiaban palabras concentradamente, pero el hombre parecía cautivo de sus encantos y Kall no hacia más que sonreír como una colegiala. Por alguna razón que no pudo describir el estomago se le contrajo y la necesidad de escapar de la escena fue inmensa. Se giro sobre sus talones antes de que Kall la vea y se adentro en la oficina.

Estaba literalmente harta. El representante y traductor de grupo Kamishima no hacia más que insinuársele de manera directa pero a su vez discreta. Quería correr, de allí pero él la retenía con las típicas preguntas de las fusiones de ambas empresas. Sabía que él no quería los detalles, solo quería unos segundos más con ella. Entonces decidió cortar por lo sano.

-Lo lamento pero debo trabajar – fingió su mejor sonrisa – si tiene alguna duda mas por favor verifíquelo con mi secretaria – con los ojos busco a Lane – necesita su numero de teléfono? – pregunto cordialmente

-Eh – se notaba que había perdido en su intento de conquistarla – no creo que hará falta – estrecho su mano con la de Kall en un ultimo intento de contacto – gracias- y desapareció del piso.

-¿Tenias que ser tan fría? – pregunto Lane que había escuchado la parte de su teléfono y pensaba negarse rotundamente.

-Si no lo hubiera hecho piensa hasta que hora me tendrían trabajando aquí – dijo con una sonrisa maliciosa - ¿Naomi ya llego?

- Hace un momento – contesto dubitativamente, Kall preguntaba con cierto tono de… ¿Ansiedad?

-Bien – respondió con indiferencia – iré  a buscar los papeles para la próxima reunión así mientras almorzamos los revisamos ¿te parece?

-Por supuesto – no pudo más que mostrar una gran sonrisa. Pocas veces almorzaba con Kall y esta vez sin dudas lo aprovecharía.

-Espérame aquí – ordeno mientras se encaminaba a su oficina. Entro silenciosamente sin ser percibida y Naomi estaba sentada con sus ojos fijos en la computadora. Parecía trabajar a lo loco y se dijo a si misma que actuara con naturalidad. - ¿Hace mucho llegaste?

Había estado metalizándose el momento en el cual Kall se presentase y por más que había creado una muralla de confianza, esta, se había caído como una pirámide de naipes con el soplido de la belleza natural de su jefa. Levanto los ojos lentamente hasta encontrarse con un verde curioso pero normal. El mismo que tenía el viernes pasado, o el jueves pasado o inclusive el lunes que se habían convertido en superior y ayudante. Como si nada hubiese cambiado. ¿Acaso no había tenido ningún efecto en Kall el hecho de haberse acostado juntas? Las personas con las que se acostaba al otro día tenían dos miradas. Una de lujuria u otra de timidez. Pero pocas o ninguna actuaban como si ese hecho no hubiese ocurrido. Kall era única, y como persona inigualable tendría que emplear más atención y dedicación para dominarla – Hace unos minutos – comento lo mas normal posible.

-¿Pretendes llegar tarde siempre? – pregunto en ironía y no quería mas que patearse a si misma. Había intimado con la persona que tenia en su frente y no hacia mas que regañarla ¿Qué tan idiota era?

-En fin – dio por aludido el tema. Ella no cambiaria y Kall tampoco lo haría. Estas peleas serian eternas - ¿Hora del almuerzo?- pregunto cuando Kall buscaba una carpeta ¿Pretendía trabajar en el almuerzo? ¿El sexo no la cansaba?

-Si, me iré a comer con Lane y de paso preparar la próxima reunión ¿Deseas venir?- tenia que huir de la compañía de Naomi, todo le recordaba a su noche y sinceramente si pasaba otro maldito segundo aquí dentro no respondería de sus actos.

 El mismo sentimiento que tuvo al verla charlar coquetamente con el hombre la invadió. Pero esta vez parecía ligeramente diferente. Quizás era por el hecho de que Lane realmente babeaba por Kall. El nudo en el estomago de antes era una caricia comparado el fuego que sentía arder en su interior. Una vaga familiar sensación de posesión la invadió. Como en el cuarto de gimnasio. No quería que Kall fuese de nadie más, más que de ella. La razón en su cabeza que la indicaba volver al plan, atenerse para lograr la victoria perdía fuerza en parcialidad con los celos. Su cuerpo se infesto de adrenalina en la necesidad de tomar a Kall y marcarla para que no la olvide. Se levanto y comenzó a caminar mientras Kall parecía encontrar el último archivo encerrándola.

-¿Naomi? – pregunto nerviosamente mientras se levantaba y veía como su alumna comenzaba a acercarse peligrosamente. Su construcción de mantenerse concentrada se estaba yendo poco a poco. De pronto estaban a escasos centímetros. Naomi la miraba peligrosamente cerca y todo lo demás quedo en silencio para ambas. La atracción era tan grande pero el miedo de dar un paso en falso lo era aun más - ¿Comida? – dijo nerviosamente esperando que su alumna recordase la charla y se alejara. Aunque una parte de si misma solo quería tomarla y besarla profundamente, la más racional solo quería huir de allí como buena cobarde que había actuado esta mañana. 

Tenerla tan cerca y tan nerviosa le daban mas ganas de tomarla. Kall parecía tan indefensa y hermosa. Hacia solo menos de 24 horas que la había tenido. Que había sido suya, pero parecía no bastar. Como si tomara una gaseosa y la misma sustancia adictiva la llevara a tomar otro vaso sin siquiera tener sed. La quería ahora. No resistió la tentación y con su mano acaricio un mechón que se acercaba peligrosamente a la perfecta cara de su profesora amenazando llevarse la atención. Kall cerró los ojos como instinto y lo acepto. Se acercó y el beso fue efímero. Lentamente comenzó a añadirle pasión por que la sangre corría por sus venas como si fuese una carrera y mas que nada lo hacia para confirmar. Confirmar lo que era suyo – no hagas como que nada paso – dijo apenas termino de besarla aun ambas con la respiración cortada.

-No podría hacerlo – dijo la verdad. No quería parecer débil y aun tenían cosas que hablar pero su cuerpo no puedo resistirse al gesto y beso de Naomi. Era como si lo necesitase.

-Kall ¿falta mucho? – el interruptor atrás de Kall en el escritorio rompió el hechizo del silencio.

Naomi sin despegar la mirada de los ojos verdes posiciono el dedo índice en el teléfono para hablar sin esperar a que su compañera le concediese el permiso -  Kall y yo estaremos revisando aquí las carpetas – mientras sus ojos azules se inyectaban de deseo.

-Oh – se sentía la desilusión y por primera vez a Naomi le interesaba la persona que tenia en frente y no la del teléfono – ¿Cuándo termines, bajas a comer Kall? – pregunto con cierto tinte de tristeza.

-Cuando Kall termine, ira – dijo sacando el dedo y dando por terminada la conversación – espero que no te moleste que haya tomado la decisión – comenzó a besarla aun mas duro que antes dando a entender la situación.

-No te preocupes – dijo mientras aceptaba el azul poderoso que escondían toda la pasión que se llevaría a cabo.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugeene Derechos Reservados

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