Capítulo 33 “Cambio De Planes”
La había
dejado llorar en sus brazos, solo se limitaba acariciar su cabello y su espalda
para que la sintiera y entendiera que no estaba sola, tenía su amistad y podía contar
con ella y con su apoyo en todo momento. Aún cuando ya se había tranquilizado
no la soltó, Daniela tampoco hizo nada para cambiar aquello muy por el contrario
se acomodó en sus piernas y así en silencio se quedaron por algunas horas hasta
que Daniela se quedó dormida.
Por su
parte Victoria sintió que podía tenerla así toda la vida, la necesidad de
protegerle, de cuidarla, acariciarla era algo que nunca había sentido por lo
menos no con la intensidad que crecía de su interior, le sorprendió mucho y le
asustó un poco. Ella se conocía bastante bien y sabia que sus anteriores
parejas tenían razón cuando le reclamaban de lo fría, lo poco romántica y nada
sentimental que era. Aunque no lo hacía deliberadamente, sino que ella actuaba
como lo sentía. Siempre fue más racional que sentimental, además siempre había creído
que era mejor pensar con la cabeza y no con el corazón ya que eso terminaba siempre
por joder las relaciones.
Cuidadosamente
se separó de ella evitando a toda costa despertarla, lograda su hazaña se fue
hasta su habitación en busca de una frazada con la cual la cubrió con mucha
ternura sin dejar de contemplarla, le parecía de lo más hermosa y sintió que
podía pasar horas y horas contemplándola, entonces recordó las palabras de su
padre cuando siendo una adolescente le preguntó cómo se podía saberse cuándo se
estaba realmente enamorado. Su padre sabiamente respondió; que él lo descubrió
cuando contempló por primera vez a su madre dormir por largas horas y, nunca se
cansó de hacerlo. Pensó siempre “Cómo algo tan simple como el ver dormir a una
persona podría parecerle tan hermoso”. Aunque nunca fue el hecho de verla
dormir, sino el contemplar el rostro amado de quien hacía vibrar su corazón…
Se
removió un poco sobre el sofá y sus sentidos se empezaban a despertar, aunque sus
ojos aun se mantenían cerrados, luego de unos segundos en los que sus oídos
solo percibían silencio, parpadeó repetidas veces hasta que lentamente abrió
sus ojos, después de haberse acostumbrado a la luz que se colaba por la
ventana, cuando estuvo totalmente despierta observó su reloj en su mano
izquierda “definitivamente mi reloj
interno, como los Suizos funciona a la perfección” se dijo al ver que era
la misma hora en la que despertaba todo los días. Se deshizo de la frazada que
la cubría y se sentó para poder estirarse un poco mientras hacia eso su vista quedó
fija en el cuadro fotográfico de la pared. El cuál le había gustado mucho desde
la primera ocasión que estuvo en casa de Victoria. Se puso de pie y fue hasta él
para admirarlo más de cerca. Lo observaba detalladamente cuando escuchó un
ruido, se giró intentando percibir de donde provenía pero ya no se escuchó
nada, Estaba pensando que no estaría bien marcharse sin despedirse, ni
agradecer la hospitalidad de que fue objeto la noche anterior. Se dirigió a la
cocina con la esperanza de que aquel ruido hubiera sido causado por Victoria
que preparaba el desayuno pero al llegar ahí y no encontrarla le hizo pensar
que sería mejor dejarle una nota ya que imaginaba que aún dormía, pero antes de
que concretara aquella idea de nuevo escuchó con más claridad una puerta
cerrarse, por un instante meditó si tomar camino alguno hacia donde seguramente
sería la habitación de Victoria.
Se encamino
hacia ahí apenada ya que sentía estar invadiendo un espacio que no tenia
autorizado cruzar, llegó a una primera puerta, dio tres pequeños toques pero no
obtuvo respuesta alguna, giró la perilla y abrió la puerta muy lentamente, no
quería que se asustara si se encontraba dentro, para sus sorpresa esa no era su
habitación pero de lo que si estaba segura por lo poco que la conocía es que ese
lugar era especial y seguramente donde más tiempo pasaba cuando estaba en casa.
Un librero de diseño moderno repleto de libros, un escritorio con un ordenador,
un sofá, una mesita y una pequeña lámpara de noche era lo único que llenaba el
espacio de la habitación, la luz tenue que reflejaba tras las cortinas
enrollables y traslucidas que dejaban entrar la claridad suficiente dándole un
aire acogedor y privado. Admiró por un momento todo el interior alagando la
bella decoración y se retiró cerrando la puerta tras de ella, escuchó ruidos en
la tercera habitación lo que le alegró ya que se empezó a sentir como en esos
juegos en el que tienes que escoger que puerta abrir para llevarte el premio y
en este precisamente no era un premio ¿o si? la puerta de esa habitación estaba
un poco abierta pero aun así tocó antes de terminar de abrirla como no hubo una
pronta respuesta la empujó suavemente dejándole entre ver una gran parte de su
interior, pero en esta ocasión no se fijó en el mobiliario ni en la decoración
ya que sus ojos automáticamente se clavaron a un punto especifico, el cuerpo semi
desnudo de mujer que se reflejaba en el amplio espejo que dejaba ver con
claridad cómo se frotaba la crema por sus piernas de una manera que a Daniela
le pareció muy sensual, se ruborizó al pensarlo, bajó la mirada meditando en
darse la vuelta, pero muy al contrario de lo que su cerebro ordenaba sus ojos
sin hacer caso se anclaron de nuevo en aquella figura de hermosa piel color
miel y cuerpo de diosa, Victoria al sentirse observada levantó la vista
descubriendo su presencia, lo que provocó un sobresalto por la sorpresa.
-Lo
siento yo…-dijo Daniela nerviosa girándose de espaldas al verse
descubierta-mejor me voy. Perdona
El rostro
de sorpresa de Victoria se transformó en una pequeña sonrisa de satisfacción al
observar cierto destello en sus ojos ¿deseo? Se preguntó a sí misma
-¡No!
Espera-la detuvo y se colocó rápidamente un albornoz- ya puedes girarte-Y Daniela
se giró evitando mirarla ya que aun se sentía a penada
-perdona
no debí entrar así e invadir tu privacidad
-Tranquila
no hay problema, lo único por lo que siento pena es que hayas visto mis
imperfecciones…
-Estás
loca si estás muy buena-dijo espontáneamente y al darse cuenta se sonrojó.
-Gracias-
dijo Victoria y sonrió satisfecha por saber que le había gustado lo que vio aun
que eso ya lo imaginó desde un principio.
-¿Piensas
salir de viaje?- Preguntó Daniela después de unos segundos al ver unas maletas
sin terminar que descansaban sobre la cama.
-Si ésta
noche salgo fuera de la ciudad. Se casa uno de mis hermanos en la hacienda de
mis padres… tengo tantas ganas de verlos. Disfrutar de nuevo de mi tierra
natal…del campo y el aire fresco y puro que se respira en el-dijo mientras
tomaba la ropa que tenia sobre la cama.
-¿Tienes
mucho tiempo sin ir a verlos?-preguntó
- Más o
menos tres años-contesto
-Pues si
es bastante…me gustaría poder hacer lo mismo dejarlo todo y marcharme unos
días-dijo con tono pensativo y melancólico
-Si
quieres hazlo, te caería bien tomarte unos días fuera de la ciudad.
-No puedo,
además no sabría a donde podría ir en este momento, mis padres viven aquí y no me
acomoda eso de viajar sola
-Pues ya
esta, vente conmigo-dijo convencida Victoria
-No ¿Cómo
crees? está la empresa –dijo algo negativa
-No creo
que la empresa se caiga por unos días que tu estés fuera ¿o si?
-No. Pero
tú vas a disfrutar de tu familia yo solo te estorbaría además no creo ser una buena
compañía en estos momentos
-Mira. Si
te estoy invitando es porque no me estorbarías en nada y creo que eres la mejor
compañía que puedo tener- Daniela no dijo nada se quedo pensativa- porque no te
lo piensas mientras yo termino de vestirme, en tanto tú vas y preparas algo
para desayunar ¿te parece?-terminó de decir Victoria
-Bueno.
Pero...
-Pero
nada –La cortó- piénsate y ahora me dices ¿ok?
-Ok- le
sonrió y salió para dejarla vestirse
Se machó
hacía la cocina aun dudando si debía aceptar o no la invitación de Victoria una
parte de ella le decía que no era tan mala la idea, además se justificaba ya
que tenía mucho tiempo que no se tomaba unas merecidas vacaciones… aunque se
encontraba triste y dolida. Pero la parte más irracional y visceral de ella
justificaba el quedarse porque moría de ganas por ir en busca de su ex-amor y su
disque “mejor amiga”. ¿Estarán juntas
ahora? “Seguramente” se lo respondía ¡Que se pudran par de mentirosas! -maldijo
enojada mientras tomaba algunos alimentos de la nevera.
Por su
parte Ana divagaba en la cama así estuvo por varios minutos hasta que miró la
hora y decidida desechó sus pensamientos y la añoranza por Cristina. Se puso de
pie y se vistió con ropa deportiva para salir a trotar, se marchó de casa con
dirección al parque a los veinte minutos que llevaba corriendo se detuvo a
beber un poco de agua, de pronto alguien tocó su hombro cuando giró su cabeza se
encontró con Silvia
-Te vengo
llamando desde más atrás-dijo Silvia agotada de haber corrido tras de ella.
-Perdona
es que no podía escucharte-dijo señalando los audífonos de su reproductor audio
digital en los que escuchaba música
-Aparte
corrías como si te siguiera el mismísimo demonio. ¿Dónde has estado? Ya tenía bastante
tiempo sin verte, te he estado llamando pero no he tenido respuesta…
-Perdona Silvia
es que he estado muy ocupada-dijo recordando las veces que ignoró las llamadas
para evitar cualquier discusión con Cristina
-Pensé
que hice algo malo por lo que no querías saber más de mí
-No, nada
de eso te repito es solo que estaba ocupada, disculpa mi descortesía de no
haber regresado las llamadas...
-¿Nos
sentamos un momento para conversar? –preguntó señalando una banca
-Si me
parece bien -contestó Ana y ambas fueron a sentarse
-¿Cómo te
va todo? ¿Todo bien?
-Bien…
todo bien-dijo intentando parecer segura.
-¡Vamos
Ana!, tu boca dice una cosa, pero tu rostro muestra todo lo contrario ¿Qué te
pasa? sabes que puedes contar conmigo ¿no?
-Sí,
pero…
-Es
Cristina ¿verdad?-preguntó Silvia intentando hacerle las cosas más fáciles
-¿Cómo…?-
la miro extrañada
-¿Como lo
sé? Pues fácil, “Sí sumas uno más uno es
igual a dos”- Ana la siguió mirando interrogativamente- Joder pues que se
les veía en la cara a las dos y con lo que me habías contado de la mujer que te
interesaba pero era prohibida… pues comencé a sacar mis conclusiones además
solo con ver cómo me fulminaba con la mirada de pocos amigos cuando bailábamos
la otra noche y lo preocupada que tú estabas por ella cuando se excedió con la
bebida… pues ya no quedó lugar a dudas
-Por algo
eres psicóloga-dijo de forma afirmativa
-Y muy
inteligente- dijo sonriéndole- pero cuéntame ¿que ha pasado? pensé que por fin
se entendieron
-Si lo
hicimos, o eso creía yo. Ella terminó con Daniela y… Pues todo parecía ir de lo
mejo… creo que no está segura o no siente por mí lo que yo por ella… Percibo
que es sólo físico lo que siente y deseo sexual por mí.
-Vamos
Ana. ¿Por qué piensas eso?
-No sé,
así lo siento es como si nuestro tiempo juntas solo se basara en lo bien que la
pasamos cuando estamos en la cama… ¡Solo sexo!
-Yo creo
que lo piensa por ti misma, porque tú así te percibes no porque Cristina lo
sienta. Lo digo basándome, en tus apreciaciones ya que siempre te expresas de
ti como un “objeto sexual” algo de lo que solo se espera placer
-Sí, tal
vez tengas razón porque desde hace mucho eso he querido y he pretendido ser
“eso” para mis amantes… Pero ahora lo soy para la mujer que amo Qué ironía
¿verdad?
-¿Tu se
lo has dicho? ¿Sabe cómo te se sientes ella?
-No.
apenas ayer he podido decirle que no quiero seguir ocultando lo nuestro
-¿Nadie
sabe que están juntas?- Ana negó en silencio ¿Por qué?
-Pues en
un principio yo creía que era por Daniela, pero ahora creo que es más porque
ella no está segura de lo nuestro… ¿sabes? Ni siquiera me ha dicho una sola vez
un “te quiero”
- ¿Y tu
se lo has dicho?
-Pues…la
verdad no-dijo pensativa- pero intento demostrárselo lo mas que puedo
-¿Y
sientes que ella no?
-No lo sé,
no me lo dice, y tampoco demuestra que quiera ir más en serio conmigo lo que me
hace pensar que no lo siente.
-Bueno
pero no puedes saberlo sólo porque lo piensa, las especulaciones son solo eso, “especulaciones”
y no son nada buenas… Mira Ana yo creo que el problema real son sus propios miedos
e inseguridades… el haber empezado su relación en el clandestinaje aún sabiendo
que traicionaban a alguien que de una manera u otra era importante en sus vidas.
Eso hizo que no aceptaran y se ocultaran sus verdaderos sentimientos haciendo
que ahora a pesar de que no existe el impedimento “Daniela” les impide fluir
con naturalidad sus verdaderos sentimientos… ¿No has pensado que Cristina
también espera que tu le digas que la quieres? ¿Qué al igual que tú no se
atreve a decirlo porque no está segura de que tu sientas lo mismos?
-Pues sería
una tontería, porque si no sintiera lo mismo, porque voy a querer que sepa todo
el mundo de lo nuestro, me daría igual si seguimos como amantes citándonos en
un frío cuarto de hotel
-La mente
humana naturalmente es complicada más aún si está llena de culpas e inseguridades-
tomó una de sus manos para obtener toda su atención- Mira yo te aconsejo que lo
hables con ella. Comienza por sincerarte y decirle lo que sientes aquí- dijo
poniendo un dedo sobre su corazón-deja que él hable y no tu cabeza créeme que él
sabrá expresarse a la perfección.
-Gracias
eres una gran amiga-le dijo abrazándola con mucho cariño
A unos
metros la mujer que iba hacia ellas se fue deteniendo desde que vio que Silvia
tomó la mano de Ana pero al ver el abrazo cariñoso que se dieron la detuvo por
completo y se giró sobre sí misma para regresar sobre sus pasos sin que ninguna
de las dos mujeres la viera.
Cuando
Victoria llegó a la cocina vio sobre la mesa jugo de naranja, café y un
refractario cubierto
-Bueno
¿ya está? que muero de hambre- dijo sonriente
-Sí. Te
he preparado mi especialidad- dijo Daniela respondiendo a su sonrisa
-Haber,
ya quiero probarlo-
-Vale
¿lista?- preguntó tomando la tapa de refractario Victoria afirmó con mirada
expectante
Lentamente
fue abriéndolo mientras el rostro lleno de curiosidad de Victoria se convirtió
en un poema al ver que dentro solo habían unos simples sándwiches miró a
Daniela que reía entre divertida y apenada
-Lo
siento –dijo entre risas-pero soy muy mala para esto de la cocina y esto es lo
único que sé hacer, bueno también se hacer unos huevos duros pero hay ocasiones
que se me seca el agua- agregó. Victoria rompió a reír a carcajadas
-Bueno,
no importa seguro los sándwiches te quedaron muy ricos-dijo Victoria parando de
reír y tomado uno para darle un mordisco- Umm… vez esta ricos.
-Qué
bueno que te gustó anda sentemos a desayunar ¿café o jugo?- pregunto Daniela
sirviéndose una taza de café
-Jugo por
favor- contestó- bueno ¿ya pensaste mi propuesta?
-Si-
contesto Daniela
-¿Y
bien?-preguntó intrigada
-Me voy
contigo –dijo Daniela sacando una sonrisa de los labios de Victoria…
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Ya quiero que pase mas entre vic y Dani. Me gusta mucho como se van entre lazando los personajes
ResponderEliminarLau Mex
Uyyy!! que bien ya esta empezando lo bueno entre Victoria y Daniela. Mayra gracias por el capitulo ya estaba algo desesperada al ver que nada de nada
ResponderEliminarbesitos
Ana
lo que me encanta de esta historia es que hay muchos personajes que te roban el aliento con su romance Mayra eres una artista sigues cautivandome
ResponderEliminarsaludos Val
yuuupi!!! que Dani se enamore de la abogada ya quiero ver como se enrollan jajaja
ResponderEliminaruffffff que bien creo que ahora viene lo bueno para dani y vic amor amor amor jajajja ya que dani deje de sufrir se merece a alguien que la ame y esa es vic gracias saludos de venezuela me encanta emocionada por el siguiente
ResponderEliminarUffff me encanto seguro fiesta loca en el campo jaja
ResponderEliminarSimplemente genial amo a Ana y cada vez me gusta mas vic
ResponderEliminarmayra simplemente genial tu historia... la adoro eres de mis favoritas...
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