Mi vida antes y después de ti - Rozz (Parte 9)

En el camino cambio de posición y me llevaba del brazo cuando entramos a la casa, mi indico que me sentara en una mesa pequeña y él se sentó en frente de mi, de repente soltó un grito diciendo “Nora, tráenos unos cafés y apúrate que tenemos visitas”, yo no deje de sonreír hasta que de un pequeño cuarto vi salir a una mujer joven como de unos 40 

años pero con un moretón en la mejilla derecha, me levante para ayudarla con las tazas que traía y Daniel me dijo “no, tu siéntate, deja que ella haga algo, nunca hace nada”, le hice caso y me senté, cuando dejo la taza en frente de mi me di cuenta de que también tenia moretones en los brazos, estaba perdida en sus golpes hasta que vi como Aarón se sentó junto a mi y Daniel me dijo “y dime como te llamas”, con todo lo que había pasado no le había dicho ni mi nombre, sonreí y le dije “Paula, mucho gusto”, tomo un trago de café y siguió diciendo “cuéntame Paula para que ocupas a este bueno para nada de mi hijo” dándole unas palmadas en el hombro a Aarón, voltee a verlo y en su mirada seguía el miedo impregnado, aunque su mirada estaba perdida en la mesa, supuse por lo poco que había visto que la idea de su hijo tocado en una banda no seria de su agrado así que le mentí, a final de cuentas era muy buena en eso diciendo “yo estudio arquitectura y un amigo mio esta poniendo en bar y me pidió ayuda porque quiere montar un pequeño escenario para que haya un show en vivo, pero por obvias razones yo no puedo sola con los materiales y su hijo aquí presente muy amablemente se ofreció a ayudarme pero se nos fue el tiempo y pues se nos hizo de noche” tome un poco del café y la señora volvió a salir de la cocina y se sentó con nosotros en la mesa, mi mirada se clavo en la de ella y pude percibir una gran tristeza, también me di cuenta que Ximena y Aarón tenían los mismos ojos de la señora, Daniel y yo platicamos platicamos un buen rato de la escuela y todo eso, aunque de vez en cuando la señora se interesaba en lo que decía pero era mínima su intervención, de repente voltee a ver el reloj que estaba de frente a mi y eran las 12:30 de la mañana, me sorprendí un poco porque no sentí que el tiempo pasara tan rápido y revise mi reloj para ver que estuviera bien y si, efectivamente era esa hora, Daniel se dio cuenta de lo que hacia y supongo también vio la hora porque le dijo a la señora “ya ve a meter a esa niña, que se cree, que esto es un hotel y puede entrar a la hora que se le de la gana”, la señora se levanto y se salió sin decir nada, mientras, yo me levante y pretendía llevar mi taza a la cocina pero Daniel no me dejo, estaba por despedirme cuando entraron Ximena y su mamá por la puerta, me le quede viendo y me di cuenta de que había llorado, también vi que seguía enojada, aunque ya había pasado mucho tiempo después de que nos vimos en la tarde y seguro seria por cualquier otra cosa, regrese mi mirada a Aarón y le dije “será mejor que yo me valla, ya es tarde y mi camino es un poco largo”, ”en donde vives” pregunto la señora, voltee a verla y le dije “en Tlalpan”, se sorprendieron y después de unos momentos me volvió a decir “y te piensas ir hasta haya a estas horas”, parecía sorprendida, como si lo que pensara hacer fuera un acto de suicidio, sonreí y le dije “si, no es la primera vez que me voy de un lugar a altas horas de la noche”, se quedo pensando unos segundos, volteo a ver a Daniel y me dijo despacito “te puedes quedar aquí, no tenemos muchos cuartos pero puedes dormir con Ximena” todos volteamos a ver a Ximena que para esto ya estaba completamente roja y Daniel dijo “como crees, corre menos peligro con el Aarón que con esta”, el comentario fue un tanto despreciativo y homofóbico pero me causo gracia por lo que semanas anteriores pudo haber pasado así que solté una pequeña risa, Daniel se reía conmigo pero los demás me voltearon a ver de una forma que hizo que me sintiera mal y me callara, todo quedo en silencio unos minutos y después escuchamos el timbre de la puerta sonar, sin que fueran a abrir Daniel tomo su chamarra que estaba en una de las sillas y se fue no sin antes despedirse de mi con un beso en la mejilla, bastante atrevido para mi gusto pero era lo que me sacaba por sonreírle tanto, seguro se fue pensando que le coqueteaba o algo por el estilo, cosa que no pasaba, se fue sin decir nada mas, el silencio volvió a reinar en la habitación hasta que la señora dijo “te puedes quedar en el cuarto de Ximena y ella que se quede conmigo, no creo que regrese hasta mañana” dijo señalando a la puerta, lo pensé un rato porque en lo que llegaba a mi casa serian fácil las 2 de la mañana, eso y que no podía dormir muy bien no me darían un buen aspecto a la mañana siguiente y Cinthia no dejaría de molestarme así que termine por decirle “esta bien, pero no hay necesidad de que se duerma con usted, no tengo problema en compartir cama con ella, pero preferiría dormir en el sillón, para no molestar”.

Aarón y yo salimos a acomodar la camioneta en su lugar de estacionamiento y cuando regresábamos me dijo “gracias por lo que hiciste, no tenias porque, aparte ya nos habías ayudado con lo de tu amigo en el bar, creo que te debo mucho” sonreí y le dije “tu tranquilo que no me debes nada”, entramos y no había nadie en la sala, camino rumbo a los cuartos y me dijo “ven, te enseño donde vas a dormir”, entramos a la recamara y encima de la cama había una short y una playera pero no había nadie, me quede viendo las fotos de Ximena que tenia en un mueble que estaba junto a la cama y sonreí, estaba tan entretenida con las fotos que no oí cuando Aarón se había ido, me senté en la cama y después de un rato de inspeccionar con la mirada la habitación me dispuse a cambiarme, me acosté y el olor de Ximena lleno mis sentidos, supuse que era normal ya que estaba acostada en su cama y en su almohada, apague la luz y cerré mis ojos intentando dormir.

Esa noche no me despertó la pesadilla del accidente, de hecho no fue una pesadilla, fue solo el recuerdo de la vez que Valeria me había dejado, me desperté y por un instante no pude reconocer en donde estaba, hasta que el olor de las sabanas y de la almohada hicieron que recordara que hacia ahí, vi la hora en mi reloj y eran las 2:30, de repente oí como abrían la puerta y el hecho de estar acostada de lado viendo hacia la puerta me permitió quedármele viendo fijamente a esta, la abrían poco a poco y sin hacer mucho ruido, si hubiera estado dormida lo mas seguro es que no la hubiera oído, sentí las mariposas en el estomago cuando vi su silueta recargada en la puerta, se quedo ahí como pensando y después dijo en un susurro “Paula, estas dormida”, nunca escuchar mi nombre dicho por otra persona me sonó tan interesante y sexi, aunque probablemente eso era por la voz que tenia, sonreí porque me alegraba que estuviera ahí y le conteste “no”, escuche como respiro profundo y me dijo “puedo pasar”, lo pensé un rato, tampoco había porque darle a saber que si, que quería desesperadamente que pasara y termine diciéndole “es tu recamara, puedes hacer lo que quieras”, escuche como se paso y le dio la vuelta a la cama, sentí como abría las cobijas y antes que se metiera le dije “que haces”, termino de meterse, se acomodó de una manera que quedo de espaldas a mi y me dijo en un tono burlón “es mi cama y puedo hacer lo que quiera”, sonreí porque algunas veces podía llegar a ser muy segura de si misma, nos quedamos en silencio un buen rato hasta que me dijo “porque no paso nada esa vez”, esa pregunta no me la esperaba y le conteste con otra “porque estabas enojada hoy en la escuela y después hacer rato que traje a tu hermano”, escuche como se rio y me dijo “tu contéstame primero y después yo”, me senté en la cama de una manera que no le diera la espalada y le dije “tienes novia”, volteo a verme y me dijo “nunca te creí del tipo que respetara las pertenencias de los demás”, me quede pensando en el hecho de que ella se veía a si misma como pertenencia de Tamara y le dije “no, generalmente no respeto nada así que no soy de ese tipo… ahora dime porque tanta mala onda de tu parte”, se quedo pensando y tomo la misma posición que yo aunque  con las rodillas pegadas a su pecho para después decir “tu no eres de las que invita a cualquier persona a su casa, de hecho a mi ni siquiera me dijiste que tenias una casa aparte del departamento y hoy invitaste a mi hermano a tu casa, la de verdad, después pasaste toda la tarde con él, haciendo quien sabe que y después apareces en una camioneta con mi hermano al que por cierto dejaste en frete de la casa y lo defendiste cuando Daniel estaba por pegarle por no avisar en donde estaba, además de donde sacaste esa coquetería”, me reí por el ultimo comentario que había hecho y le dije “ósea que has estado de malas toda la tarde porque yo estaba con tu hermano”, metió su cabeza entre sus rodillas y me dijo “no solo la tarde, he estado de malas desde la semana pasada que viniste a dejarme” me estaba costando un poco de trabajo entender lo que me estaba diciendo, era eso una declaración de que sentía celos por su hermano o que sentía celos de cualquier persona incluyendo a su hermano por estar conmigo, estaba pensando en las posibilidades de que no estuviéramos en la misma platica cuando me dijo “Tamara acaba de cortar conmigo”, la noticia me tomo por sorpresa como lo estaba haciendo toda la conversación, aunque ahora entendía sus lagrimas, pero si tanto le había dolido porque estaba ahí conmigo platicando de lo que no paso, deje de pensar y le dije lo primero que se me vino a la mente “lo siento”, saco su cabeza de sus rodillas y me dijo “no tienes porque, supongo que era lo que quería, generalmente pagaba con ella mis enojos”, me quede sin palabras y ella estaba muy dispuesta a seguir hablando, me di cuenta cuando me dijo “quieres saber porque estaba enojada”, levante mis hombros y me dijo “por eso” y cuando lo dijo levanto las cobijas para salirse, pero no me iba a dejar así después de todo lo que ya me había dicho, así que la agarre de la muñeca y le dije “espera, no te puedes ir, no sé que hice pero discúlpame de verdad lo siento” no podía creer las palabras que salían de mi boca, me estaba disculpando por algo que no sabia que era, esa nunca fui yo, ni antes ni después del accidente, volvió a la posición que tenia y me dijo “porque me ignoras?”, me sorprendí porque lo que menos estaba haciendo en esos momentos era ignorarla, noto mi sorpresa y me dijo “después de lo que paso me haz ignorado todos estos días, pudiste haberme dicho que había sido un error y listo lo hubiera entendido y no conforme con eso ahora que te digo todo esto también te da lo mismo”, era cierto que la había ignorado pero no por lo que ella se imaginaba y se lo hice saber “no te ignore porque pensara que lo que paso fue un error, te ignore porque tu te empeñabas en restregarme a tu novia por enfrente y justo ahora no te estaba ignorando, estaba procesando la información, creo que todo lo que dicen del alcohol acerca de que mata neuronas es cierto” sonrió ante mi comentario y me dijo “esta bien solo por eso te puedo ayudar, cuando no entiendas algo me lo puedes decir y te puedo explicar con manzanitas”, le di un pequeño golpe en el brazo como si me hubiera ofendido el comentario y nos reímos, después le dije “no tienes porqué enojarte por esas cosas, sabes yo soy mas de hablar, ósea que cuando haga algo que te moleste puedes decírmelo y listo, en cuanto a lo de la casa, lo lleve porque ahí esta el piano y que yo recuerde tu no necesitabas un piano, aparte viviste en mi departamento por una semana y siempre estaba contigo, eso fue como vivir conmigo una semana, segunda, estuvimos toda la tarde en el bar de un amigo mio porque ahí van a ensayar y no estuvimos solos, estaban sus compañeros y mi amigo, yo casi no estuve con él, tercera, lo traje en la camioneta porque no cabían todos en el carro, cuarta, lo deje en frente de tu casa porque cuando te traje a ti Tamara estaba esperándote justo en frente de la casa, de hecho tu me dijiste que te dejara una cuadra antes, yo no te iba a hacer caso y por eso te deje a pocas casas de aquí, quinta me metí a defenderlo porque no iba  dejar que le pegaran, aunque no estaba pensando mucho en ese momento, digamos que soy mas de actuar antes de pensar y sexta no soy coqueta es solo que se usar lo que Dios me dio para mi beneficio aparte no lo hice por mi, alguna otra cosa que te pueda aclarar” y a decir verdad si estaba dispuesta a aclararle cualquier otra cosa, sonrió y me dijo “porque no paso nada esa vez”, lo pensé un momento en lo que acomodaba mis ideas y le dije “esa noche no era mi mejor noche, no fue mi mejor día en general, estaba enojada, triste, harta, sacada de onda y necesitaba una manera de sacar todos esos sentimientos de mi, no hubiera sido la primera vez que tuviera sexo solo por no sentirme mal, pero me di cuenta de que no quería tener sexo contigo… bueno si quería pero no por esas razones, pienso que mereces algo mejor que eso, aparte me conozco y lo mas seguro es que cuando tu te hubieras despertado a la mañana siguiente yo no hubiera estado ahí”, no podía ver muy bien sus expresiones porque después de todo estábamos en medio de la madrugada y ninguna de las dos se había preocupado por prender la luz, pero se quedo callada un buen rato, ya había entendido que si ella me había dicho todas esas cosas era porque pensaba en la posibilidad de estar juntas y yo no iba a empezar con mentiras, bueno eso era lo que mi retorcido cerebro había entendido, después de un rato me dijo “¿qué vamos a hacer?”, yo no sabia que era lo que ella quería, acababa de terminar una relación y yo siempre fui de la idea de que había que darle tiempo a las relaciones después de rotas así que le dije mientras me acostaba pero ahora de lado contrario para quedar de frente a ella “dormir…aunque tu deberías de irte a la recamara de tu mamá, después de todo roncas y te destapas cierto”, sonrió y sentí como se acostaba también, aunque esta vez tomo la misma posición que yo y quedamos de frente, se acercó, rozo mi cara con sus manos y me beso, no apasionadamente como la vez de mi departamento, ese beso era diferente, era suave, tierno, sin necesidad de otra cosa mas que de sentir la suavidad de nuestros labios, se separo de mi poco a poco y me dijo mientras pegaba su frente con la mía “no me refería a eso”, sonreí y le dije “lo se” y deje un beso corto y rápido en sus labios, me voltee y sentí como pego su cuerpo al mio mientras pasaba su brazo por mi cintura, suspire porque sentía que sus besos me regresaban el alma al cuerpo y me gustaba esa sensación, sentí un beso en mi hombro izquierdo y me dispuse a dormir en sus brazos.                       

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