Juguete nuevo - Millaray

Camino a mi casa, me detengo en una vitrina y observo que hay muchos juguetes, ¡jajaja! Pero no juguetes para niños, éstos son juguetes para personas adultas. Mientras miraba me acordé de mi novia Sandra. Ella siempre ha querido un juguete para nuestras noches de pasión como para experimentar un ratito.

Igual tengo mucha vergüenza ya que es pleno día y toda la gente me mira con cara de que estoy cometiendo algún crimen. Me pongo mis lentes de sol y me decido a entrar: en el mesón se encuentra una mujer llena de tatuajes y masticando chicle como una vaca que me dice: “¿Se te ofrece algo?” Yo, un poco confusa y con mucha vergüenza le digo: “Estoy mirando”. “¡Ya! Si quieres algo me llamas”, y me cerró un ojo. ¡Dios, después de 10 minutos hay miles de juguetitos!

Creo que necesitaré una ayudita, así que llamé a la niña de los tatuajes masticando chicle como vaca. Mi voz sale un poco suave: “Señorita, señorita”. Creo que no me escucha, así que trago un poco de saliva y grito: “¡SEÑORITAAAA!” Ella me queda mirando y me dice: “¿En qué te puedo ayudar, linda?” “Buenooo, bueno, ummmm… es que quiero uno de esos”. “OK”, se sonríe y me dice: “¿Quieres un consolador?” “Si”, le respondí. Me dijo: “mira, hay con vibrador, anal y vaginal; hay de todas las formas y tamaños y también hay con arnés”. Mi cara se desfigura entera, suspiro con mucha tranquilidad y le digo a la morena con sonrisa sexy:

“Espera, lo estoy pensando, ummmm... YA: dame el que tiene arnés, pero…” “¿Quieres algo más?”

Le dije: “No”. “Pero creo que tendrías que llevar alguna crema lubricante”.

“OK, me llevo los dos”.

La chica tatuada me deja las cosas en una bolsa y me dice: “Espero que nos volvamos a ver, ¡jajaja!”.

“OK, nos vemos”. Camino a mi casa y feliz con mi nuevo regalo para mi bella novia. Yo, feliz de la vida.

Cuando llego a casa Sandra no se encuentra. Ya eran como las 19:00, así que me fui a la ducha. Quería esperar a mi amor limpiecita y perfumadita. Ya son las 21:00 y escucho la puerta que se abre y unos tacones dirigiéndose a mi dormitorio: la veo y me mira. “¡Estoy muerta! Quiero comer algo y dormir hasta el domingo”. Bueno, eso no es algo que se espera una de una novia, ¡pero ella tiene su carácter! Así que me da un beso y me dice: “Me voy a la ducha”.

Igual pensé en no decirle nada, pero como ella es un poco bipolar [jajaja] más tarde le daré mi sorpresa. Terminamos de cenar y luego de hablar de todo lo que nos pasó en el día le digo: “¿Amor?”

“Si”, me responde. “Te tengo un regalo”.

“¿Un regalo, y de que se trata?”, dice.

“Bueno amor, te lo quiero entregar en el dormitorio, tú me esperas ahí sentadita y yo voy al baño y te doy mi sorpresa”.

“¡OK, bien!” me dice, “espero que sea una MUY BUENA SORPRESA”.

Ya en el baño, me saco mi ropa y miro fijamente el arnés con ese pene de goma: era como estar pecando nomás de verlo. “Ya”, dije, “lo que Dios quiera”. Me lo coloco y me miro al espejo: jajaja, ¡que ridícula me veo! A lo lejos escucho a Sandra: “¿TE FALTA MUCHO? Ya me estoy aburriendo”. “Ya voy bebé, espera, ya voy saliendo”, le dije.

 Abro la puerta del baño y salgo con mi nuevo pene. Ella me mira con una cara… y sus ojos se le salen,se levanta de la cama y me dice: “¡Amoooor… te ves excitante! Ya me estoy mojando”. Camina hasta donde estoy y empieza lentamente a sacarse la ropa. “Pero amor, invítame un traguito por ultimo”.

“No,no,.nooooooo” me dice, y empieza a sacarse parte arriba primero y queda en sostén.

Cuando llega hasta donde estoy yo, toma mi pelo y lo acomoda hacia atrás, me besa la boca y pasa su lengua por el lóbulo de las orejas y le da unos mordisquitos, me da unos pequeños piquitos en mi cuello y baja lentamente hasta mis tetas… pasa su lengua por mis pezones ya bien erectos y mi vagina húmeda. Me abraza y baja sus fuertes manos a mis nalgas, las aprieta fuerte y hace un movimiento muy brusco hacia su cuerpo ¡y quedamos juntitas! Besa mi boca, el que ella tenga una cosa dura sobre su cuerpo la excita MUCHO.

Nunca había visto a mi mujer tan excitada. Ella me estaba provocando y eso que ella es casi siempre la tranquilita; luego se saca su sostén, miro sus tetas y me dirijo directamente hacia ellas. Sus pezones erectos, los mamo, los chupo, subo lentamente hacia su boca… ella me separa y se empieza a sacar todo lo que le quedaba puesto y queda completamente desnuda. Luego dirijo mi mirada a sus lindos ojos negros y me da una pequeña sonrisa pícara. Toma mi mano y lleva a hasta donde está la cama… yo caminaba con mi pene falso.

Ya recostada en la cama, la miro y veo su lindo cuerpo, así que me voy directamente a su boca y la beso. Su lengua húmeda con la mía jugaban sin descanso… hasta pensé en ese instante que el pene se me paraba ¡jajaja! Bajo lentamente a sus tetas y las mamo lentamente y los saboreo con toda mis ganas.

Ella gime de una forma que… y me dice “métemelo”, yo casi sin dudar me dirijo a su vagina. En eso que la veo ya húmeda, la miro con tantas ganas que lo único que quiero era lamer con mi lengua y beber de todo eso. Pero ella lo estaba pidiendo, y quién soy yo para decir que no: sus deseos son orden. Así que miro mi pene y lo dirijo a su vagina, meto la puntita y pone una cara… “mmmm… dale, mi amor” me dijo.

Luego lo meto lentamente hasta que ya no se puede y prepara mi cadera para ver cómo estaba mi estado físico. Hago el primer movimiento y ella se queja como nunca, y le digo “¿Te dolió? Ella responde: “ nooooooo… dale…”. Así que me agarro del respaldo de la cama y le empiezo a dar y a dar una vez tras otra.

Ella gime y se dobla de una forma extraordinaria. Mmmmm… mmmm… Cada vez su respiración es más fuerte… yo en tanto sigo moviéndome. En una de ésas siento un gritito: ¡AAYYYYY! Mmmm… ¿qué paso? “Te saliste y me pegaste con el pene: jajajaja”. Me da una tentación de risa, pero veo que su cara demuestra otra cosa… me mira, se ríe y me dice: “gracias, mi amor”.

“Ahora te toca a ti”. Me recuesta y se coloca encima de mí. Me besa: yo aún estoy con mi pene puesto, así que empieza a bajar lentamente con su lengua… pasa por mis tetas, se queda un rato admirándolas y las toma con sus manos… pasa su lengua por mis pezones… ¡Aaaayyyyyy, Dios! Adoro su lengua: mmmm… baja lentamente por mi abdomen y llega donde esta mi arnés con ese gran pene… mete su boca para saborear sus jugos. Cuando la veo hacer eso me excito el triple.

Mi vagina está caliente y húmeda… en eso me saca el arnés y lo deja de lado, baja su lengua hasta mi vagina… Creo que esta noche pierdo la cuenta de cuantas veces me voy… mis orgasmos son seguidos… ¡uuuuuffffffff, estoy caliente! Mientras ella juega con mi clítoris, mi vagina no da más y cada vez expulsa más jugo y ella se traga todo. La agarro del pelo y no la suelto hasta que llegue mi gran orgasmo.

En eso pasan unos minutos y llega… me retuerzo feliz… ella termina de beber todo. Levanta su cara y me dice: “amor: ¿cómo estaríamos para la próxima con pene anal?” La miro con cara de preocupación.

“Jajaja, es una broma, si no te conoceré yo”, me dice, me abraza y me besa… y me dice: "te amo, bebé”…

“yo igual, mi amor”.

Publicado en leerelatoslesb.blogspot.com
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