Ella, Tu, Yo... Te amo - Mayra (Capítulo 21 y 22)

Capítulo 21

Duele más una traición que el desamor

Cuando Cristina se encontró con sus ojos, con prisa comenzó a recoger todo para marcharse, pero Ana sin dejar de mirarla se acercó a ella, ocasionando que al girase se quedaran frente a frente, tan cerca que podían sentir sus respiraciones.

Ana miró sus ojos y luego sus labios y deseo besarlos sentía una fuerte atracción hacia ellos.

Cristina al sentir esa petición sin palabras, sólo con esa mirada quedó paralizada, la cercanía de ese cuerpo que la hacía olvidarse de todo razonamiento, pero esta vez tenía que ser fuerte, ya se había prometido no volver a caer, tenía que pensar en Daniela, en Lucía, pero sobre todo tenía que terminar con esa locura, “si, sólo es una locura, yo a quien quiero es a Dani” se repetía una y otra vez.

-Déjame pasar-le dijo a Ana pero esta no se movió-Ana por favor ¿Qué quieres? ¿Me estas siguiendo?

-No, no sabía que estabas aquí ¿dime tu qué quieres?-le preguntó Ana sin siquiera moverse, sin dejar de mirar sus labios.

-Que me dejes pasar, me están esperando.

-¿Quién? ¿Dani o esa nueva amiga tuya?- dijo con algo de celos en sus palabras, Cristina al notar aquello sonrió burlesca.

-Eso es cosa que a ti no te importa - contestó abriéndose paso con un poco de fuerza, logrando cruzar a un lado del cuerpo de Ana.

-Sí me importa y mucho - contestó Ana sujetándola del brazo y arrinconándola para evitar que se marchara - ¿sabes por qué?- pegó su cuerpo más a ella, juntando sus frentes, sus mejillas casi acariciándola - puedo soportar que estés con Dani, porque de alguna manera yo permití que eso pasara, pero no, que estés con otra, porque tu deberías ser mía, sólo mía.

-Ana, por favor, detente, yo…-los labios de Ana ya rozaban los de ella haciéndola perder la voz.

Ana ya rozaba los suaves labios de la dueña de esos ojos que la hechizaron desde la primera vez que la vio, sus ojos se cerraron queriendo sentir con más intensidad aquel divino contacto.

Pero antes de que sus bocas se abrieran y sus lenguas pudieran tocarse y reconocerse, la puerta se abrió haciendo que se despegaran de golpe.

-Perdón… ¿interrumpo algo?- escucharon decir, las dos se había girado, quedando pálidas al ver a Lucía que las miraba seria.

-No - contestó Cristina intentando ocultar sus nervios - Lucía no…

-¡Cris! - la corto Lucía - creo que te están esperando - terminó de decir sin cambiar su  semblante pero girándose para entrar a uno de los cubículos.

-¡Mierda! –Dijo Cristina muy nerviosa al ver la desaparecer - se ha dado cuenta, esto es por tu culpa.

- Quieres hablar más bajo, te va escuchar - dijo Ana jalándola para salir con ella.

-¿Pero es que no le viste la cara? se ha dado cuenta ¡nos vio coño!

-No, no pudo habernos visto - dijo Ana intentando mantener la calma.

-Me voy antes de que salga no puedo ni verla a la cara - dijo marchándose.

Mientras esto pasaba en su mesa Daniela y Victoria ya habían pagado la cuenta sólo esperaban que Cristina regresara.

-Cristina dijo que eras una mujer muy guapa, pero la verdad es que se quedó corta por que no sólo eres hermosa si no que también tienes magia en la mirada - dijo Victoria haciendo que Daniela la mirara con una sonrisa de lado y posara ambos codos sobre la mesa para acercarse más a ella mirándola muy firme.

-Mira Victoria, conozco bien a las mujeres como tú y déjame decirte que conmigo eso no funciona.

-¿Las mujeres como yo? ¿Cómo se supone según tu, que soy yo?-preguntó tranquila pero muy interesada.

-No creo que tenga que decírtelo, sabes muy bien a que me refiero.

-No, no sé a que te refieres, y me interesa mucho saber qué es lo que piensas de mí.

-¿Qué puedo pensar de una mujer que en tan sólo una hora le ha dicho a tres mujeres que acaba de conocer que son muy hermosas?

-Pues que es muy observadora y sincera – contestó sonriendo cosa que hizo que Daniela negara de forma irónica- además de ti no sólo dije que eres hermosa si no también dije que tienes magia en la mirada y eso nunca se lo he dicho a nadie, porque en realidad nunca antes había encontrado en nadie una mirada como la tuya.

Al decir esto Victoria, las dos se quedaron mirando fijamente por unos segundos, hasta que Daniela no pudo soportar más aquella mirada y al desviarla se encontró con Cristina que llegaba junto a ellas.

-Perdonen que las haya hecho esperar - dijo Cristina llegando junto a ellas.

-No, tranquila, aquí Daniela y yo teníamos una plática muy interésate - dijo Victoria sonriente,

-¿sí? ¿Y puedo saber de qué hablaban?

-De…- no buscaba que contestar Daniela.

-De las cosas hermosas de la vida, entre otras cosas - contestó Victoria sin quitar su sonrisa.

-Vaya, pues qué bien, pero mejor otro día me platican que cosas son esas, porque ya se nos ha hecho tarde y tenemos que irnos - dijo Cristina.

-Si claro vámonos - dijo Daniela.

Mientras ellas salían Ana se asomaba quedándose viendo como se marchaban sin notar cómo tras de ella llegaba Lucía.

-¿Terminamos de comer o nos quedamos aquí viendo como sale la gente?- dijo Lucía haciendo que Ana notara su presencia.

-Lucía te…

-¡No! ahora no Ana - dijo yendo hasta su mesa.

Mientras comían casi no hablaban mejor dicho no hablaron nada ambas se mantuvieron con la vista en sus platos y cuando Ana intentaba hablar de algo Lucía contestaba sólo con monosílabas.

Cristina y Victoria ya se habían despedido de Daniela las dos se encontraba camino al bufete aunque los pensamientos de Cristina estaba en otro lugar.

-Cristina lo he pensado y creo que lo mejor es hablar con nuestro cliente y pedirle que considere llegar a un acuerdo ¿tú que dieces?

Cristina no contestó se mantenía con la mirada perdida en la ventanilla ausente distraída.

-¡Cristina! Mujer baja a la tierra - dijo Victoria al notar su ausencia.

-Eh…perdona ¿qué decías?

-Sé que aun no somos las mejores amigas pero si quieres hablar pues…

-La verdad es que ni yo me lo he dicho a mi misma - terminó diciendo regresando la mirada a la ventanilla mientras dejaba salir un fuerte suspiro.

Ana y Lucía salieron de restaurante, Ana intentó ir hacia la moto pero antes de que  lo hiciera Lucía la detuvo.

-Vamos a caminar, luego regresas por la moto - dijo Lucía, Ana afirmo en silencio, comenzando ir juntas hacia el otro lado.

Siguieron caminando en silencio hasta llegar a un parque Lucía se detuvo frente a una banca donde se sentó, Ana hizo lo mismo tras de ella viendo como la gente pasaba.

-¿Qué pasa entre tú y Cristina?- por fin preguntó Lucía cortando aquel triste silencio - sé que no soy nadie para pedirte explicaciones pero si me quieres algo, por favor dímelo.

-no sé por dónde empezar - dijo Ana tomando aire - sólo te puedo decir que es algo que ninguna de las dos ha querido que pasara.

-Entonces si ha pasado algo ¿te acostaste con ella? ¿Es eso?- dijo Lucía.

-Lucía es algo difícil de explicar yo…

-¿Desde cuándo Ana? ¿Porque me lo ocultaste? ¿Y Dani? ¡Joder Ana!

-Lo siento Lucía, te juro que lo siento - es todo lo que pudo decir.

-¿Lo sientes? ¿Sólo eso? ¡Joder! ¿Qué pasa con lo que yo siento eh? ¡Claro! por eso no me pelabas, ahora lo entiendo todo-se tapó la cara con ambas manos para así intentar controlar las lágrimas-¿la amas?-preguntó después de unos segundos destapándose la cara y mirándola, buscando una respuesta más que en sus palabras en sus gestos.

-No…no sé-contestó bajando la mirada.

-¿No lo sabes?- por favor Ana por lo menos sé capaz de enfrentar tus sentimientos.

-Es que no lo sé hay veces creo que es sólo pasión y otras…

-Estas jodiendo a Dani me has jodido a mí, y dices que no sabes lo que sientes ¿no crees que eso es muy egoísta de tu parte?

-Lo sé y lo siento.

-¡Deja de decir que lo sientes coño!-gritó Lucía haciendo que dos jóvenes que pasaban las miraran - de que sirve que lo sientas ¿eh?-continuó bajando un poco el tono - ¿A mí me va a doler menos a Dani se le va olvidar la traición?

Sin esperar que digiera algo Lucía se puso de pie tomo el bolso y se lo colgó en el hombro Ana hizo lo mismo.

-me voy - dijo Lucía.

-¿vamos por la moto?

-¡No! me voy sola, ahora mismo no quiero seguir hablando contigo no quiero ni verte.

-¿Deja te llevo a casa? - dijo Ana deteniéndola Lucía negó con la cabeza.

-Una vez me dijiste que duele que más el silencio, la traición y la mentira, que el desamor, ahora yo te digo lo mismo…a mi me duele mucho esto…pero yo sé que hace mucho yo me arriesgué a perderte y de alguna manera sabía que tal vez no iba a recuperarte - las lágrimas de Lucía ya estaban por sus mejillas - pero Dani no merece lo que le están haciendo…y yo no voy a ser su cómplice, así que te aconsejo que lo solucionen pronto - terminando de decir esto Lucía se giró para marcharse.

Ana viendo como se alejaba se dejó caer de nuevo sobre la banca con una mano se frotó los ojos deteniendo las lágrimas que habían intentado salir.

Capítulo 22

Intenciones

Ana sentada en el sofá del salón bebía ya su cuarta cerveza cuando escuchó la puerta abrirse dando paso a Susana que llegaba.

-Hola –dijo Ana al verla asomar.

-Hola-contestó Susana- ¿bebiendo sola? Eso es bueno para olvidar los errores ¿No?-preguntó después de silenciosos segundos.

-Imagino que  con lo amigas que son ya te habrá  contado Lucia ¿no? – dijo Ana sin mirarla.

-Te imaginas bien -contestó Susana dejando su bolso sobre el sillón.

-¿Cómo está?-preguntó Ana con preocupación.

-¿De verdad te importa?-dijo molesta Susana.

-Por favor Susana, sabes que  si -dijo dejando a un lado su cerveza.

-No, no lo sé Ana, porque si te importara hubieras hecho las cosas de otra manera.

-Vale. Tienes razón ¿pero sabes qué? ¡No soy perfecta! Sé que todo esto no debió de pasar pero es algo que no supe manejar que  se me salió de las manos ¿de verdad crees que quise lastimarla, que quiero hacer le daño a Daniela? ¿Tan mala persona crees que soy?

-No Ana, pero debiste decírselo, no callarlo  y que ella lo descubriera sola.

-Lo sé Susana, pero no soy la única que puede decidir, en esto no estoy yo sola…Cristina quiere hacer como si nada hubiera pasado y yo ni siquiera sé qué hacer con todo esto.

-Pero pasó…mira Ana, las cosas tarde o temprano se saben y aunque quieran hacer como si nada esto les reventara en la cara.

-Pues no me queda más que esperar- dijo de forma desanimada mirando a Susana con tristeza.

Para Cristina esos días había sido diferentes ya que ella no estaba enterada de lo que ya sabía Lucia, había estado muy ocupada con el caso en el que estaba trabajando con Victoria con la que desde aquel día que almorzaron juntas,  se han hecho muy amigas y aquella buena amistad entre Cristina y Victoria no le agradaba tanto a Daniela y no sólo por que sintiera celos sino también porque sentía cierta actitud de Victoria que no le gustaba, era como si intentara confundirla ¿Qué pretendía? ¿A qué jugaba? Se preguntaba en las ocasiones en las que sentía cierto coqueteo de su parte.

Daniela llegó al despacho en busca de Cristina con la que había quedado desde un día antes.

-Buenas noches Martha le puedes avisar a Cristina que ya estoy aquí –dijo  a la asistente.

-Buenas noches, la abogada ya se ha marchado-le informó la asistente.

-¿Perdón? ¿Cómo que se ha marchado?-preguntó confundida.

-Ella tuvo que irse –escucho decir a Victoria que había llegado junto a ellas haciendo que Daniela se girara a verla-Martha ya te puedes ir –le dijo a la asistente.

-Aquí le dejo lo que me pidió esta todo como me dijo-le informó la asistente tendiéndole una carpeta.

-Ok gracias Martita  que pases buena noches.

-Ustedes igual, con su permiso me retiro-dijo la mujer marchándose.

-Me puedes decir  donde se fue Cristina ¿por qué no me aviso?-dijo seria Daniela después de ver desaparecer a la asistente.

-Te estuvo llamando pero no pudo localizarte ¿creo que tienes apagado el móvil y en la empresa no estabas.

-¡Joo! es verdad, es que dejé el móvil en silencio después de una reunión-dijo sacando el móvil.

-Tenía un asunto que arreglar,  me dijo que luego te llamaba-le informó Victoria.

-¿Un asunto? Ya es muy tarde para que esté en asuntos de trabajo ¿no?-preguntó extrañada.

-Yo en ningún momento dije que es de trabajo-contestó Victoria.

-¿Cómo? Si no es de trabajo entonces que podría ser.

-Eso yo no te lo puedo responder mejor espera hablar con ella.

-Bueno… pues gracias me voy a casa- dijo Daniela en forma de despedida.

-¡Espera! – La detuvo Victoria rozando su brazo-¿aceptarías cenar conmigo? Sé que tenías planes de cenar con Cristina y pues me imagino que ahora te irás a cenar sola a tu casa…podríamos cenar juntas, sé que no es lo mismo pero te aseguro que no soy mala compañía.

-Gracias pero la verdad es que estoy cansada hoy no tuve un buen día y prefiero ir a casa a descansar.

-Ya. Pues bueno otro día será, que descanses-dijo Victoria girándose algo desanimada.

-¡Victoria!- la llamó- pensándolo bien podemos cenar algo rápido y ya después me voy a casa- no sabía porque pero el ver aquel desánimo de Victoria la hizo que aceptar.

Victoria la miró y le sonrió de una manera que hizo que Daniela se olvidara de las dudas del porque había aceptado ya que aunque le costara reconocer sabía bien que esa sonrisa podría de derretir hasta los iceberg.

Mientras esta dos mujeres se dirigieron algún restaurante, Cristina ya se encontraba frente a la puerta del piso de Lucia, la  llamada insistente y el querer hablar con ella con tanta urgencia le decía que lo más seguro era que Lucia ya estaba enterada de todo.

Tomó aire como si de esa manera tomara fuerzas para enfrenta lo que su hermana tenía que decirle y tocó la puerta, que no tardó tanto en abrirse dejando ver a una Lucia con el semblante serio y la mirada triste con claras señas de haber estado llorando.

-Hola, pasa por favor-dijo Lucia dando paso a que ella entrara y cerrar la puerta tras de ella-imagino que ya sabes porque quiero hablar contigo.

-No, no lo sé-contestó ella ya estando en medio del salón.

-Por favor Cristina no te hagas la tonta o no quieras hacérmelo parecer a mí.

-No estoy haciendo eso, en verdad no sé qué es lo que quieres hablar-dijo ella girándose a mirarla aparentando tranquilidad.

-Bien pues que te parece si comenzamos con el tema “mi hermana se acostó con la mujer que amo y yo estoy de puta madre feliz” dijo de forma sarcástica, Cristina bajó la mirada sin saber que decir ¿Crees que no me di cuenta de lo que estaba pasando ese día en el servicio? ¿O tal vez crees que Ana no iba a decirme nada?

-No sé qué te dijo pero…

-¡No Cristina! –la cortó Lucia-Aquí no es lo que dijo o no dijo ella, es lo que tú has callado, tu sabías que la amaba y aun así  te importó un carajo.

-¡Yo no lo sabía!, cuando eso pasó yo no sabía nada, te aseguro que si lo hubiera sabido  lo hubiera evitado.

-¿Evitado? ¿De verdad lo hubieras hecho? Porque no me pareció que lo hicieras mientras te besabas con ella ese día en restaurante.

-Lo siento ¿vale?-dijo ya abatida.

-No me digas que lo sientes, ya escuchado demasiados los siento.

- No sé qué quieres que te diga Lucia… ¿Crees qué si pudiera cambiar las cosas no lo haría?

-¿Qué cambiarías ¿eh? ¿El haberte acostado con ella? ¿El mentirle a Daniela y a mí? ¿O estar enamorada de ella?

-¡Todo! ¡Lo cambiaría todo!-dijo dejándose caer sobre el sofá tapándose su cara con ambas manos.

-¡Lo sabía! –dijo Lucia sentándose de igual manera.

-¿Qué cosa?- preguntó.

-Qué te has enamorado de ella-dijo.

-no… no he dicho eso, yo no estoy…yo quiero a Dani.

-Por favor Cristina, recuerda soy tu hermana te conozco sé que es así, no intentes negármelo.

-No estoy intentando negar nada-se puso de pie y caminó nerviosa hacia otro lado- Yo quiero a Dani y con ella con quien quiero estar, Ana sólo fue un momento de debilidad un juego de seducción en el que caí.

-Y en el que caerías una y otra vez gustosa si no fueras tan cobarde para aceptar que es más que una debilidad ¡qué estas enamoradas de ella!!

-¡Eso no es verdad!  No lo estoy.

-¿no? ¡Mírame a la cara dímelo! ¡Dime que no! -se puso de pie frente de ella esperando su respuesta-¡mírame y niégalo!

-No…-se detuvo.

-¿No, que Cris?-le hizo levantar la mirada con una mano-anda niégamelo-Cristina no contestó-ves,  no puedes negarlo- se giró.

-No…no estoy enamorada de ella-dijo por fin después de tomar fuerzas haciendo que Lucia se detuviera de nuevo a mirarla-No lo estoy solo estuve un poco confundida  Ana es de esa mujeres que te atrapan te atraen…pero yo amo a Daniela-dijo ya mirándola a la cara.

Después de mantear  la mirada,  Lucia tomó aire y se sentó de nuevo en el sofá quedando en silencio unos segundos en los que Cristina aprovechó para sentarse junto a ella.

-Si es verdad entonces aléjate de ella-dijo más tranquila después de esos silenciosos segundos.

-Lo haré y te aseguro que lo que ha pasado entre ella y yo, no volverá a pasar.

-A mi no tienes que asegurarme nada y tampoco lo hagas por mí al fin al cabo yo sé que ya la perdí, pero hazlo por Dani ella  es la única realmente engañada, pero sobretodo hazlo por ustedes o la final una de las dos saldrá lastimada ¿no has pensado que tal vez Ana si está enamorada de ti?

-Eso es imposible, ella sólo está jugando ya sabes cómo es-dijo Ana mirándola muy segura.

-De eso yo no estoy tan segura-dijo Lucia poniéndose de pie para tomar un cigarrillo que se encontraba en el mueble.

-Ella… ¿ella acaso te dijo…?

-No, no me dijo nada, pero el hecho de traicionar a su mejor amiga me dice que es más que un juego, si algo conozco de Ana es que es muy leal con  la gente que quiere. Me duele decirlo pero creo que Ana está enamorada de ti.

Cristina miró sus manos y se quedó pensando que en qué tan cierto es  lo que dice Lucia ¿podría ser que Ana la ame? No, eso no podía ser, tanto ella como Ana sólo sienten una fuerte atracción eso es todo no hay mas, además Lucia estaba cegada por el amor que sentía por Ana, pero ella no, sabe muy bien que Ana no toma en serio a nadie, ella es de esas mujeres que se van por el mundo tirándose todo lo que se mueva, entre ellas había una fuerte pasión y ese juego de seducción pero de ahí a que este Ana enamorada ¡No! ¿O sí?

Mientras ellas hablaban Victoria y Daniela ya se encontraba en un pequeño restaurante, ambas ya habían pedido su orden, Daniela se sentía incómoda, ya empezaba arrepentirse de haber aceptado.

-Me gusta este restauran es pequeño pero muy agradable e íntimo-dijo Victoria cortando el silencio.

-Sí, está muy bien –contestó Daniela.

-Sí, hay muy buen servicio, la comida es muy rica-continuó Victoria intentando entablar una plática.

-sí lo es-contestó sin ganas.

Volvieron a quedar en silencio, el mesero dejó sus órdenes y al verlo retirase Victoria se le quedó mirando para luego negar en silencio.

-¿Qué?-preguntó Daniela al ver aquel acto.

-¿Por qué aceptaste venir conmigo? Veo que no estás a gusto ¿tan mala se te hace mi compañía?

-La verdad es que no entiendo que pretendes, no confió en ti.

-Vaya, eres muy sincera y eso me gusta pero déjame decirte que no pretendo nada, por lo menos no nada malo y puede que hasta te guste- le sonrió picara.

-Eso que haces es lo que no me gusta y precisamente no me da confianza ¿a qué juegas con estos coqueteos?-preguntó muy seria Daniela.

-Perdona Dani, no pretendo molestarte-dijo ya seria Victoria al notar la seriedad de Daniela- te digo muy en serio que no pretendo nada mucho menos jugar… me caes muy bien y me gustaría ser tu amiga sólo eso.

-Pues lo haces muy mal –dijo después de beber su copa-te quieres ligar a mi novia y al mismo tiempo ligas conmigo ¿Cómo pretendes que crea que quieres mi amistad? De una vez te digo que tonta no soy.

-¿Qué?-sonrió incrédula Verónica dejando a un lado sus cubiertos y con más seriedad acomodó ambos codos sobre la mesa-Te estás equivocando conmigo, Yo no estoy intentando nada con Cristina, a ella sólo la veo como una amiga y aun, si fuera así no suelo meterme en relaciones, así que si ese es tu problema conmigo puedes estar tranquila-terminó de decir con demasiada seriedad para luego volver a su cena.

Daniela se le quedó observando por unos segundos, aquella manera tan seria y firme en la que había dicho aquello le hizo sentir que en verdad era sincera, eso la hizo que de alguna manera se sintiera mal por juzgarla sin estar segura de nada ¿será que los celos la estaba haciendo ver cosas que no eran?

Mientras que Daniela se cuestionaba, Susana más tranquila se había quedado sentada en el sillón que se encontraba a un lado de Ana.

-No pienso que sea mala persona sólo muy estúpida- dijo Susana cortando el silencio.

-¡Qué bien! Eso me hace sentir mejor-dijo Ana con media sonrisa.

-Yo no soy nadie para juzgarte y siento mucho ponerme así contigo pero es que el saber el daño que esto causa en Lucia me enoja y me da tristeza el que esto pueda arruinar la amistad que por años has tenido con Daniela y todo por no por guardar las cosas, sería más fácil si desde el principio hubieras sido capaz de ser sincera.

-lo sé, pero es que ni yo misma sabía que esto iba suceder de esta manera.

-si lo…-no continuó hablando ya que el teléfono comenzó a sonar haciendo que Susana se levantara para ir a contestar.

Mientras Susana contestaba Ana fue rápidamente por unas cervezas cuando regresó vio como Susana le tendía el teléfono.

-es para ti-dijo Susana, Ana con un gesto le preguntó quién era mientras que con una de sus manos tomaba el teléfono, Susana con unos movimientos de manos le dijo que Contestara.

-¿Sí?... ¿ahora?... si, si ¿dime donde?...ok hasta luego-colgó el teléfono sin dejar de mirarlo por unos  hasta que se miró a Susana-Cris quiere hablar conmigo…

Me parece bien, tienen que hablar ¡pero hablar! ¡eh!  Que la boca no sólo  sirve para… si sabes que también sirve para comer y hablar ¿no?

-Si no estuviera tan tensa te diría todo lo que yo puedo comer y hacer con la boca-dijo Ana guiñándole un ojo mientras tomaba las llaves y el casco para salir.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La Teta Feliz Historias y Relatos ® Mayra Derechos Reservados

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.