El bar se llamaba “Sherezade” como la protagonista
de los cuentos de las “Mil y una noches”, era un sitio algo oscuro, como todo
buen bar de ligoteo, con copas baratas y gente bailando al ritmo de una música
algo confusa. Entraron y fueron directas a la barra a pedir algo de beber, a
esas alturas ya eso no les importaba. Y ya con la copa en la mano empezaron a
estudiar el lugar y la gente, no era un sitio de ambiente plenamente, pero sí
que había parejas y personas gays. Iban observando y comentando acerca de a
quien echar el anzuelo, hasta que apareció por la puerta la candidata perfecta
según Kasia, una mujer delgada, no muy alta, con el pelo largo oscuro,
tremendamente sensual al andar y segura de sí misma en apariencia.
Kasia: - Hola… vale yo ya sé quien es mi candidata -mirando
hacia la puerta-.
Lucy: - ¿La de negro? -algo sorprendida, por los
gustos de Kasia-
Kasia: - Pues sí, antes de que termine la noche se
habrá acercado a hablar conmigo y ganaré la apuesta -sonriendo-.
Lucy se quedó mirando a la “candidata” no sabía que
pensar, por un lado realmente era guapa, con lo cual Kasia tenía buen gusto.
Pero por otro, es que era tan tremendamente guapa y claro, sin quererlo ella se
comparaba y no se veía a la altura de las expectativas de Kasia. Y si en
realidad la confusión que sentía su, de nuevo amiga, era solamente un enorme
cariño de amiga y nada mas? Y si ella sentía mas, que lo sentía y no era
correspondida? Sintió miedo, quería salir corriendo de ahí y no mirar atrás,
esa imagen de la mujer perfecta de la puerta estaba destruyendo su seguridad en
los sentimientos de Kasia segundo a segundo. Entonces giró la cabeza y al fondo
vio a un chico que no le quitaba ojo, sería su salvación, ¿su quita-dudas?
Sonrió, algo sutil y decidió que definitivamente si
no iba a estar a la altura y no iba a ser correspondida mejor ser solo amigas.
Lucy: - Bueno pues tú tienes a tu candidata y yo al
mío -señalando con la cabeza discretamente-, el de la chaqueta negra de ahí.
Kasia: - No está mal… -intentando no sonar celosa
aunque lo estaba porque ya se había percatado de la sonrisa de Lucy le había
lanzado al chico unos segundos antes-.
Lucy: - ¿Tú lo has visto bien? ¡Es guapísimo! -haciendo
un enorme esfuerzo para sonar creíble-
Kasia: - Bueno, mi tipo no es eso, seguro, pero si
te gusta a ti, pues vale -con tono algo seco-.
Lucy: - Pues no, tú tipo es esa! No entiendo porqué
aun no te has acercado, si al verla casi la denudas con la mirada! -ya sin
poder disimular los celos y la inseguridad-
Kasia: - Pues no lo sé, pero a lo mejor voy, ¿qué
pasa?
Estaba confundida, enfadada, pero sobretodo dolida
por esa sonrisa, ese gesto de aprobación a un acercamiento de él, cuando Lucy
estaba con ella, o a lo mejor ¿no? A lo mejor no estaba con ella, y todo había
sido un juego, una manera de no estar sola en una ciudad nueva, seguro que ya
no estaba confundida y ahora quería ir a por el chico ese y hacerle todo lo que
ella había deseado cuando subía la cremallera del vestido. Los pensamientos
iban a millones de quilómetros por hora y cada segundo que pasaba su enfado, su
dolor y su rabia crecían, ahora mismo se sentía una completa idiota por amar a
una mujer así.
Lucy: - Nada, no pasa nada, ¡vete con ella si tanto
te gusta! -
Pues si, por ella se podía ir con esa o con
cualquier otra, al fin y al cabo es lo que estaba deseando no? era eso lo que
realmente Kasia buscaba, sexo sin nombre, era como todos los tíos que había
conocido, unas palabras bonitas, un día perfecto y todo para poder luego
terminar en su cama. ¿Cómo se había atrevido, no entendía como había podido
pensar que estaba enamorada, de una mujer? Ella? Jamás! Ahora mismo se iba a ir
con el chico ese y le iba a demostrar a Kasia que ella hacia lo que le daba la gana
y que nadie jugaba con sus sentimientos. Si tanto la hubiera amado como
pretendía fingir durante el día, no se habría lanzado con ojos lujuriosos
encima de esa chica! Que estúpida era, que idiota por confiar en alguien de
nuevo, al final, todos hacen lo mismo, engañan y mienten.
Kasia: - ¡Y tú vete con él! -aun más enfadada-
Lucy: - ¡Pues creo que eso haré!
Kasia: - ¡Bien! -alejándose para ir donde estaba la
chica-
Lucy: - ¡Bien! -yendo a por el chico-
Sentada en la cama miraba como dormía, respirando
tranquila como si nada hubiera pasado, como la noche anterior hubiera sido un
sueño. La tenía tan cerca que podía sentir cada parte de su cuerpo, pero la
imagen de ella besando a esa chica aun le golpeaba el alma, como habían llegado
a esa situación? Estaban tan contentas, hablando, riendo, jugando y de pronto
todo se había estropeado, un solo minuto y ya no estaba allí con ella. Cerró
los ojos, en la oscuridad aun tenía marcadas las palabras de Kasia, esas
palabras dichas sin querer, pero con todo el sentimiento. Aun sentía como todo
su cuerpo se había paralizado al verla, ella que había ido a pedirle perdón,
aun se recriminaba haber ido, ¿pero qué más podía hacer? Aun con los ojos
cerrados recordó cada minuto de la noche después de la pelea, malos recuerdos
que amargaban el alma con su sabor a dolor y culpa.
Kasia: - ¡Bien!
Lucy: - ¡Bien!
Salió a la calle, en realidad no quería ir con ese
chico, no le interesaba lo más mínimo, pero estaba celosa, ¿como no iba a
estarlo? Cada vez que recordaba la cara de Kasia al verla entrar en el bar, con
esa mirada lujuriosa, a ella nunca la había mirado así, ¿por qué no la miraba
así? ¿Acaso quería que la mirase de esa manera? Dudas y mas dudas! Siempre
estaba igual, con todas las preguntas en la cabeza y todas las respuestas en el
corazón,¿ pero y el punto intermedio?
Se sentó en un portal y empezó a llorar, sentía
impotencia por no ser capaz de afrontar sus miedos, culpa por hacerle daño a
ella con sus dudas y celos, por saber que le podían robar lo que más quería en
un solo instante por no decidirse. No podía perderla, ¿qué haría sin ella?
Todos los días le regalaba algo nuevo, algo diferente a lo esperado, algo que
le llenaba el corazón de una paz y una alegría jamás sentida. ¿Por qué tanto
miedo? No era malo lo que sentía, no era algo oscuro o sucio, era algo bonito
que había crecido dentro de ella, haciéndose más y más fuerte, no debía tener
miedo de ese sentimiento, ya no.
Se puso en pie, se limpió la cara y se fue a
buscarla, debía disculparse y decirle lo que sentía, ahora ya no tenía miedo,
sabía lo que quería. Su alma se llenó de seguridad, mientras daba un paso tras
otro hacía su destino, no estaba en la pista, así que la buscó en la barra, iba
pensando en lo que le iba a decir cuando sus ojos le dieron una imagen que le
rompió el corazón en mil pedazos. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no caer
al suelo ahí mismo, enfrente de ella, no muy lejos, estaba Kasia con la chica
de antes, prácticamente la tenía encima, le pareció repugnante, Kasia tenia sus
manos alrededor de la cintura de la chica, mientras que ella le pasaba los
dedos por el pelo. Parecía pasárselo muy bien, parecía haberse olvidado de que
existía.
Estaba paralizada, congelada en el sitio, muriendo
por dentro, pero sin poder moverse. Empezó a llorar, no era un llanto fuerte,
solamente lágrimas resbalando por su cara, dolor surgiendo del fondo del alma
en forma de gotas saladas.
Cerró un momento los ojos, debía moverse, no podía
seguir viéndolas, pero no tenía fuerzas. Entonces Kasia apartó un instante la
vista de la chica y la vio, de pie, mirando fijamente como la estaba
traicionando. Ver sus ojos clavados en ella fueron suficiente fuerza para
moverse, salir corriendo, no le importaba la gente, solo quería irse y olvidar
que acababa de ser herida de muerte por la persona que amaba. Abrió la puerta
del bar y salió a la calle donde el aire frio de la noche la golpeó sin piedad,
entonces vio como Kasia salía también y como la buscaba.
Kasia: - Lucy… -no se atrevía ni a mirarla a la cara-
Lucy por favor, perdóname…
Lucy: - No hay nada que perdonar Kasia, eres una
mujer adulta y libre -quería aparentar fortaleza pero la voz la traicionaba al
hablar-
Kasia: - No Lucy, no soy libre… -dando un paso hacia
ella- es solo que estaba enfadada…
Lucy: - No quiero tus explicaciones -girándose para
no tener que verla-.
Kasia: - Pero… pero debes escucharme por favor… -intentando
sujetarla del brazo-
Lucy: - No Kasia -mirándola directamente a los ojos
al notar su contacto- ¡no tengo que escucharte! ¡Ni tengo que perdonarte! ¡No
tienes nada de que preocuparte Kasia! ¡Tú y yo no somos nada, nunca hemos sido
nada y nunca seremos nada!
Lucy levantó la mano para llamar a un taxi y se fue,
dejando a una hundida Kasia viéndola marchar. Ahora era ella la que estaba
paralizada “nunca seremos nada!” esa frase le golpeó en un sitio que ni
siquiera sabía estaba abierto al público, cuando había entregado su corazón?
Entonces lo entendió…
Dentro del taxi Lucy lloraba desconsoladamente,
había mentido, había dicho la peor de las mentiras. ¿Pero que más podía hacer? ¿Dejar
que le contase un millón de excusas? Ya había pasado por eso, además ellas dos
no eran realmente nada, ¿cómo podía ni siquiera haberlo pensado? Se ahogaba
dentro del taxi así que le pidió que la dejase donde estaban, no muy lejos de
su casa y fue andando, el aire le ayudaba a aclarar las ideas y los
sentimientos. Cuando llegó a su portal la vio ahí sentada esperando, no se lo
podía creer.
Kasia: - ¡Lucy!
Lucy: - ¿Qué haces aquí? -con tono seco y enfadada-
Kasia: - Ya sé que no quieres ninguna explicación,
no te la voy a dar, todo sonaría a excusa y no hay excusa… me he equivocado
Lucy…
Lucy: - Kasia de verdad que no…
Kasia: - Déjame acabar por favor… la he jodido, la
verdad es que no quería que esto pasara, no me quería pelear, no quería nada
con esa chica, pero sobretodo Lucy, lo que no quería era… -empezando a llorar-
lo que no quería era enamorarme de ti! No quería, porque enamorarme implicaba
que me pudieras hacer daño, que pudieras entrar en mi alma para luego
rompérmela en pedazos y me costó mucho recomponerla… ¿lo entiendes? -acercándose
a ella que seguía inmóvil- ¿Lo entiendes?
Lucy: - Si… -abrazándola- claro que si Kasia… claro
que lo entiendo…
Permanecieron así un buen rato, llorando juntas,
abrazadas y sin hablar, ¿para que hablar? Ya se lo habían dicho todo con el
silencio. Entonces Lucy se separó un poco, la miró directamente a los ojos y le
preguntó.
Lucy: - ¿Quieres subir? -sus ojos bajaron por la
cara de Kasia hasta sus labios-
Kasia: - No hay nada que desee más en este mundo -acercando
sus labios hasta llegar a rozar los de Lucy-.
Fue un beso tierno y lleno de dulzura, de esos que
te hacen sentir que estás volando sin importar quien está alrededor. Lo deseaban
desde hacia tanto tiempo, que al sentirse tan cerca todo su cuerpo tembló,
entonces las dos sonrieron.
Lucy: - Pues subamos, ¿no?
Kasia: - Si.
Lucy le dio la mano y así juntas subieron a su piso,
en el ascensor no hablaron, simplemente jugaban con sus dedos, parecía que
ahora que habían perdido los miedos también habían perdido las palabras. ¿Pero
para que sirven las palabras cuando con una mirada lo dices todo? ¿Cuando con
una caricia pides a gritos que te desnuden, para que hablar si con un beso
dices te quiero? No lo necesitaban, ahora ya no.
Lucy llevó de la mano a Kasia hasta su dormitorio,
donde de nuevo le dio un segundo beso, su segundo beso lleno de ese amor que ya
podían sentir, y que fue seguido de un tercero y un cuarto… y cuanto mas
contaban los besos más pasión sentían y mas ganas de no dejar de contar jamás.
Kasia empezó a bajar la cremallera de ese vestido
negro que tanto calor le había dado unas horas antes, al igual que cuando la
había subido fue algo lento, dejando que la piel de Lucy rozara el frio metal,
que sintiera sus dedos pasear por toda su columna. Esta vez no hubo disimulos,
Lucy arqueo su cuello y cerró los ojos, sentía un places indescriptible,
entonces notó como los labios de Kasia empezaban a pasearse por su cuello,
notaba su lengua lamer cada poro de su cuello y creía morir de placer. Pero no
moría, vivía, para poder seguir sintiendo y sentía, sentía como nunca antes lo
había hecho.
Decidió que ella también debía hacer algo así que
metió las manos por debajo de la blusa y con un poco de ayuda se la quitó,
dejando el torso semidesnudo de Kasia a la vista para su placer, recordó como
esa misma tarde esa imagen le había producido mil sensaciones y el miedo que
había sentido, ahora seguía con las mil sensaciones incluso más, pero ya no
sentía temor, ahora sentía el deseo de apoderarse de ella y hacerla suya para
siempre.
Atrapó sus labios sin miramientos, sin miedos, con
toda esa pasión que fluia por sus venas, y mientras la besaba y atrapaba su
lengua con la suya, cayeron en la cama. No pudieron evitar reírse, para luego
de nuevo empezar con los besos, el vestido de Lucy estaba ya en el suelo y
Kasia solo llevaba los pantalones, pero ahora molestaban, así que Lucy pasó su
mano por el torso desnudo de su amante hasta llegar a los botones, que uno a
uno fue desabrochando, luego con la ayuda de Kasia le empujó la ropa hasta que
quedaron en igualdad de condiciones.
Sus cuerpos ardían al tacto, sus manos abrían
corrientes de fuego en su piel y sus labios eran los encargados de apagarlas.
Kasia empezó a juguetear con el lóbulo de la oreja de Lucy, como si supiera que
ahí estaba su punto débil, parecía que habían hecho eso mil veces, se conocían
con tal intensidad, que podían adivinar que le daría placer y que no. La lengua
de Kasia recorría la oreja y el cuello de su pareja, mientras las manos de Lucy
aprovecharon para despojarla del resto de las prendas, ¿para que llevar nada
cuando lo que deseas es la total desnudez? Entonces le dio la vuelta y se puso
encima, para poder verla, la contemplaba y no podía dejar de maravillarse de su
belleza. Sintió la imperiosa necesidad de besarla, pero no lo hizo en su lugar
acercó sus labios a su pecho y empezó a lamer su pezón con mucha suavidad, lo
que produjo en Kasia un gemido de placer. Sabia que iba por buen camino, así
que no se separó de sus pechos, hasta que Kasia la obligó a mirarla.
Kasia: - Te quiero.
Lucy: - Y yo también.
No hubo más palabras, se fundieron en un beso y
acoplaron sus cuerpos, sentían la humedad de la otra, el ardor. Kasia bajó la
mano hasta el centro de sus piernas, llegando donde sabia haría estallar a
Lucy. En cuanto ella notó el contacto no pudo evitar gemir y abrazarse a Kasia,
jamás pensó que alguien le haría sentir tanto. Su cuerpo se movia involuntariamente
buscando mayor contacto de esos dedos que la estaban enloqueciendo, la sentía
dentro de ella, moviéndolos, notaba como con cada movimiento toda su alma se
estremecía de placer. Kasia empezó a ir mas rápido, no quería hacerle daño solo
darle el mayor de los placeres, y entonces apartó su mano. Lucy la miró sin
entender, le costaba respirar, ¿por qué paraba ahora? Era como si le estuviera
pidiendo permiso para algo, y se lo dio, en ese punto podía hacer con ella lo
que quisiera. Y así fue, la obligó a tumbarse, besó sus pechos, su tripa, sus
piernas y finalmente llegó donde quería. Al primer contacto de la lengua de
Kasia Lucy creyó morir y esta vez de verdad, nunca le habían hecho eso, ni
siquiera cuando algún chico le había propuesto hacerlo, pero con ella era
diferente, sabia que lo hacia solo por ella, para darle todo lo que podía.
Cerró los ojos mientras notaba como la humedad de la boca de Kasia se mezclaba
con la suya propia, y de pronto notó como llegaba al máximo placer, no podía
aguantar más, tenia que gritar! Y gritó. Kasia levantó la cabeza con una
sonrisa, sabía que jamás había sentido algo así, y ella tampoco lo había
sentido nunca. Poco a poco fue subiendo por el cuerpo desnudo de Lucy hasta
acomodarse en su pecho, donde reposo la cabeza y cerró los ojos.
Kasia: - ¿Estas bien? -le preguntó aun con los ojos
cerrados-
Lucy: - No -levantando la cabeza para mirarla-
Kasia: - ¿No? -¿asustada, muerta de miedo, se
arrepentía?-
Lucy: - No Kasia, no estoy bien, bien no alcanza a
decir como estoy, no existe una palabra que describa como estoy, ¿feliz? ¿Emocionada?
¿Contenta? Te quiero -besándola-.
Kasia: - Y yo a ti Lucy -besándola de nuevo-
Lucy: - Por cierto… -dándole otro beso-
Kasia: - ¿Qué?
Lucy: - Ahora me toca a mi hacer que te sientas
bien, ¿no?
Kasia: - mmm bueno… -sonriendo- si quieres…
Lucy: - mmmm ven aquí cordera -riéndose mientras
empezaba a besarla-
Kasia: - ¿Cordera? -Poniéndose encima suyo- ¿como
que cordera? ¡Ahora veras! -empezando con las cosquillas-
Lucy: - ¡No, no para! -zafándose de ella y logrando
darle la vuelta para luego empezar de nuevo a besarla-
Pero todo ese dolor que sintió, que aun sentía al
cerrar los ojos, se fue al volverlos a abrir, porque a su lado dormía ella. No
pudo evitar sonreír, después de todo, una pelea la había traído aquí, así que
supongo que a veces la única manera de llegar a perder el miedo es sacarlo con
algo de dolor y mucho amor. Kasia abrió los ojos y la descubrió mirándola.
Kasia: - Buenos días.-sonriendo y feliz de ese
despertar-
Lucy: - buenos días.
Pasaron el domingo tranquilas en casa, ambas
necesitaban tranquilidad, además no les apetecía compartir su estrenado
sentimiento con nadie del exterior. Decidieron ensayar las escenas del día
siguiente, aunque ya se las sabían. Lucy estaba sentada en el sofá y Kasia en
el suelo, apoyando su cabeza en las piernas de Lucy, ambas leían en silencio,
mientras se cogían de la mano y inconscientemente ibas acariciándose con los
dedos, en ese instante eran puro amor reflejado en todo su cuerpo.
Lucy: - bueno, ¿empezamos?
Kasia: - Venga.
Lucy: - En esta escena estamos en SALA1, tú miras
la tarjeta con expresión de preocupación, entonces yo me siento a tú lado y
digo mi frase “parece que solo quedamos tú y yo” y tú respondes… ¡Y tú
respondes! ¿Kas?
Kasia: - ¿Qué? -volviendo de sus pensamientos-
Lucy: - ¿Ni me estabas escuchando, verdad? -algo
molesta-
Kasia: - Pues no lo siento… estaba pensando…
Lucy: - ¿En qué? -más molesta aún-
Kasia: - Pues pensaba que hace como media hora que
no me has dado un beso -girándose y besándola- y que no puede ser que estemos
tanto rato sin besarnos -volviéndola a besar-.
Lucy: - Ya… -besándola de nuevo- pero debemos
aprendernos la escena para mañana -recibiendo un nuevo beso- ya sabes lo
importante que…
No pudo terminar la frase porque Kasia atrapó sus
labios y empezó a profundizar más en el beso, luego lentamente se fue poniendo
encima suyo, sin dejar de saborear los dulces labios de su chica, que ya no
oponía ninguna resistencia a sus besos. Entonces se separó un poco, la miró
intensamente y dijo.
Kasia: - Podríamos ensayar la escena del beso de
nuevo, creo que es la que mejor nos sale -sonriendo-.
Lucy: - Idiota! -dándole un golpe en el brazo y
acercándose a ella para besarse de nuevo-.
Kasia seguía encima de Lucy, besándose
apasionadamente, las manos iban y venían por debajo de la ropa, que aun
permanecía en su sitio por la simple incomodidad de levantarse y quitársela,
ambas sabían que tenían responsabilidades, que al día siguiente había rodaje,
lo que en el fondo quería decir volver a una vida real que no sabían qué les
deparaba. No habían aun hablado de su relación, de cómo iban a llevarla, Kasia
era consciente que para Lucy no iba a ser fácil, tampoco para ella, no había
querido salir del armario en la serie con sus compañeros por evitar rumores y
ahora, ahora no sabía cómo actuar. El beso fue haciéndose más suave y calmado,
Kasia recostó la cabeza en el hombro de Lucy, debían hablar, entonces la miró,
que guapa era, dejó un tenue beso en sus labios y
Empezó la conversación.
Kasia: - Lucy, qué vamos hacer a partir de mañana? -sabía
que esa pregunta se la hacía ella también y noto como su pecho se llenaba de
aire para luego soltarlo en forma de suspiro-.
Lucy: - No lo sé Kasia, yo quiero estar contigo, me
encanta y no quiero renunciar a nada de esto -besándola-, pero pensar en que
todos lo sepan… me asusta.
Kasia: - A mí también… -sonriendo-
Lucy: - ¿Qué? -sin entender la sonrisa de Kasia-
Kasia: - Nada, es que iba a llamarte cariño -poniéndose
roja- y no sé si debo…
Lucy: - Claro que debes! -sentándose para poder
mirarla a los ojos- Tú y yo estamos juntas, eso es lo único que ahora está
claro en mi vida. Ayer, ¿cuando entré de nuevo al bar a buscarte, recuerdas?
Kasia: - bueno no quiero acordarme mucho, pero si.
Lucy: - Ya, el caso es que no entré solo a buscarte
-cogiendo su mano- entré porqué había comprendido lo que realmente quería y
quiero… te quiero a ti, quiero estar contigo, aprender contigo, crecer contigo,
ser tu novia, tu chica y tu cariño, y espero tú quieras lo mismo…
Kasia: - Sí, claro que sí, quiero todo eso y más! -besándola
feliz de oír las palabras de Lucy-.
Lucy: - ¡Qué idiota!
Kasia: - ¡Oye! Idiota no es un mote cariñoso ¿eh? -riendo-
Lucy: - Y mañana, pues simplemente seguir como
hasta ahora, siendo muy buenas amigas y poco a poco iremos viendo, ¿no?
Kasia: - ¡Cualquiera diría que la lesbiana con
experiencia eres tú! -tumbándose recostada a su lado-
Lucy: - bueno, no tengo experiencia con chicas,
aunque no puedes quejarte -riendo- pero sí sé lo que quiero y lo que no, me da
mucho miedo que la gente nos juzgue, nos señale o nos dé la espalda por
querernos -poniéndose algo seria- y también me preocupan los rumores, piensa
que en el fondo somos personajes públicos, la gente nos conoce, aunque por
ahora no mucho gracias a dios.
Kasia: - Ya… pero como has dicho, iremos viendo,
por ahora me conformo con estar así contigo el tiempo que podamos, sin prisas,
sin presiones, solas tú y yo.
Lucy: - Tú y yo, que bien suena eso... nunca me
había sentido así con nadie, soy feliz! -riendo- Soy feliz contigo… -besándola-
Kasia: - Y yo contigo cariño -riendo por haberlo
soltado pero feliz-.
Lucy: - Deberíamos ensayar, cariño -sonriendo le encantaba
como sonaba esa palabra ahora mismo, como sonaba refiriéndose a ella-.
Kasia: - Ya, pues en eso tienes razón, cariño -riéndose-
Lucy: - Creo que es mejor dejar el cariño un rato
cariño… o le cogeremos manía -riendo-
Kasia: - ¡Pues si!
Lucy: - Bueno ¿por qué escena íbamos? -cogiendo los
papeles-
Kasia: - Pues creo que… -poniéndose encima suyo- tú
llegas por el pasillo, me miras, me coges por la cintura y me besas…
Lucy: - Y eso está en el guión? -poniendo sus manos
por debajo de la camiseta-
Kasia: - ¿Pues claro, por quien me tomas? -bajando
lentamente hasta estar a escasos milímetros de los labios de Lucy- yo soy una
actriz seria… -besándola apasionadamente-.
La semana estaba siendo de lo más intensa, sin
tiempo para nada, entre los rodajes, la mayoría con el grupo, y sus compromisos
varios, llevaban tres días sin poderse ver fuera del trabajo. Esa tarde tenían
una escena las dos a solas, la cual ambas se morían de ganas de rodar y luego
el resto de la tarde libre para ellas. Tenían planeada una cena romántica en
casa y luego una película, no les apetecía salir, sino estar las dos solas el
máximo de tiempo posible, pero antes debían rodar la escena.
Director: - ¡SILENCIO!
Jenny: - Parece que solo
quedamos tú y yo… -sentándose en el taburete a su lado-
Emma: Si. Eso parece.
Bueno pues yo también me voy.
Jenny: - Sí, yo también.
Vaya historia, ¿no?
Emma: - No me puedo sacar
esa imagen de la cabeza.
Jenny: - ¿Alguna vez
habías visto un muerto antes?
Emma: - No, ¿y tú?
Jenny: - A mi abuelo,
pero estaba ahí tumbado y parecía el mismo de siempre.
Emma: - Bueno,¿ pues yo
me voy.
Jenny: - ¿Y cómo vas a ir
a tu casa?
Emma: - Andando o en
autobús.
Jenny: - Bueno… si
quieres yo puedo acercarte en coche.
Emma: - Ok.
Jenny: - Ok.
Director: ¡¡CORTEN!! Perfecto chicas!! Mañana
rodamos los exteriores, así que por ahora hemos terminado con vosotras.
Kasia: - Has estado genial -sonriéndole-
Lucy: - Y tú también -aun sentada en la barra y
aprovechando que nadie mira para acariciar su mano-
Kasia: - Lucy… -acercándose para susurrarle al oído-
¿y si vamos a tu camerino? -levantándose con una enorme sonrisa-
Lucy: - ¡Espera! -yendo detrás-
Entraron al camerino de Lucy; y Kasia se abalanzó
sobre su chica para besarla, realmente la deseaba como nunca había deseado a
nadie.
Kasia: - No sabes cómo te he echado de menos.
Lucy: - Y yo a ti mi amor, pero debemos ir con
cuidado, no podemos hacer esto aquí… -sin poder prácticamente hablar por los
besos de Kasia- Kas por favor…
Kasia: - ¿Quieres que pare? -apartándose un poco-
Lucy: - ¡No! -besándola apasionadamente-
Kasia tenía las manos metidas por debajo de su
camiseta y no dejaba de besar el cuello de Lucy que sabía la volvía loca.
Mientras que Lucy había empezado a desabrocharle el pantalón, las dos tenían
urgencia de la piel ajena, necesidad de las otras manos. Se dejaron caer en el
sofá que tenía ahí y empezaron a profundizar en los besos, Kasia había llegado
a los pechos de Lucy y los acariciaba aun por debajo de la camiseta, lo que
producía en Lucy unos leves gemidos sofocados por la boca de su compañera y
amante. Lucy metió las manos por dentro del pantalón de su chica y justo
entonces…
Selina: ¡Uy! ¡Perdón!
Selina, que compartía camerino con Lucy y que en
teoría estaba rodando su escena, entró pillándolas. Las dos se quedaron
heladas, lo último que querían era que pasase eso, que todo el mundo se
enterase de que estaban juntas no solo en la ficción. No estaban listas para
afrontar esa realidad, pero ahora la realidad les acababa de caer encima.
Selina salió del camerino cerrando la puerta, entonces las dos se sentaron en
el sofá.
Kasia: - Joder…
Lucy: - ¿Y ahora qué vamos hacer? -tapándose la
cara con las manos-
Kasia: - No lo sé… -acariciando su espalda-
Lucy: - Si es que te lo he dicho Kas! -poniéndose
en pie-
Kasia: - ¿Qué?
Lucy: - Te he dicho que no debíamos, que aquí no!
Pero tú…
Kasia: - ¿Como que pero yo? Te recuerdo que hemos
sido las dos, ¿eh? ¡Yo puede que haya empezado pero la que me ha tirado al sofá
has sido tú!
Lucy: - Si, pero si tú no hubieras empezado yo no…
Kasia: - Así que la culpa es mía? -Poniéndose en
pie enfadada- ¡genial Lucy! -saliendo del camerino aun más enfadada y entrando
en el suyo-.
Estaba sentada en la mesa mirándose en el espejo,
aunque en realidad no estaba viéndose a ella, sino a Lucy, su cara de pánico,
luego vio a Selina, Lucy tenía razón debían ir con más cuidado qué idiota era a
veces. Se puso en pie, sabía que había dos cosas que debía hacer, la primera disculparse
con su chica, la segunda hablar con Selina. Abrió la puerta del camerino y se
encontró cara a cara con Lucy, parecía que había llorado, sin pensarlo la
abrazó y se metieron en su camerino de nuevo.
Lucy: - Lo siento… -llorando- no quise darte la
culpa a ti.
Kasia: - No, la que lo siente soy yo -abrazándola
aun más fuerte-, no debí ponerme así, en parte tenías razón debemos ir con más
cuidado.
Lucy: - Ya pero hemos sido las dos, yo me moría por
estar contigo -separándose para mirarla- no quiero que pienses que no quería
estar contigo.
Kasia: - Cariño, sé que querías, ¿cómo lo voy a
dudar? -dándole un beso- te quiero, y no quiero que nos peleemos.
Lucy: - Yo también te quiero… ¿pero qué vamos hacer
con Selina? -sentándose en la silla-
Kasia: - Pues hablar con ella, pedirle que por
favor no se lo cuente a nadie, no creo que lo haga si se lo pedimos.
Lucy: - De acuerdo -limpiándose las lagrimas y
sonriendo-, nunca me habían pillado con nadie… ¡qué vergüenza!
Kasia: - Pues a mí sí, una vez en la playa… -dándole
un beso- un día te contaré esa historia, pero ahora busquemos a Selina, ¿te
parece?
Lucy: - Vale y luego nos vamos, que creo me apetece
muchísimo ver esa película en tu casa… -sonriendo y besándola de nuevo-
Kasia: - Bueno, pues no perdamos tiempo o no
llegaremos -besándola otra vez-
Lucy: - Sí debemos irnos… -alargando el beso y
abrazándola para acercarla más a ella-
Kasia: - Cariño… -dándole un beso corto- nos van a
pillar otra vez… -notando las manos de Lucy debajo de su camisa-.
Lucy: - No… tu compañera de camerino ya se ha ido,
la he visto salir y he cerrado por dentro esta vez… -desabrochando el sujetador
de Kasia-
Kasia: - En ese caso… -besándola mientras ambas se
tumban en el sofá- ¿pero si nos pillan será culpa tuya, eh?
Lucy: - Si… -empezando a desnudar a su chica- toda
mía…
Kasia estaba encima de Lucy, desnuda de cintura
para arriba, besándola, empezando quitar esa separación en forma de ropa, que
le impedía notar la piel ardiente de su chica. Lucy le desabrochó los vaqueros,
mientras Kasia empezó a lamer sus pechos, al fin podía saborearlos. Ya no les
importaba si las pillaban, en ese momento nada las habría frenado de hacer el
amor, de sentirse la una a la otra como un solo cuerpo. Las manos agiles de
Lucy, bajaron el vaquero de su chica y esta se lo acabó de quitar, mientras
Kasia desabrochaba la falda para hacer la misma acción. Pronto las dos estaban
desnudas, tumbadas en el sofá y llenas de un deseo irrefrenable. Sus cuerpos se
movían completamente en sincronía, marcando la más bella de las melodías, Lucy
atrapó el pezón de su amante y empezó a saborearlo, tiraba de él sin hacerle
daño, produciéndole un increíble placer, entonces la empujó y ambas cayeron al
suelo, pero no se separaron, ahora era Lucy la que estaba encima, donde quería
estar. Seguía lamiendo y mordiendo los pezones de Kasia, mientras sus caderas
no dejaban de moverse, cada roce, cada contacto era un relámpago de placer que
las cruzaba de arriba a bajo. Entonces la miró, y como pidiéndole permiso la
besó apasionadamente, se disponía a recorrer su cuerpo hasta el centro de toda
pasión, cuando Kasia tomo la cara con sus manos y con la mirada más apasionada
que jamás había visto Lucy, simplemente le dijo.
Kasia: - No te muevas.
Entonces la tumbó en el suelo, para estar de nuevo
ella encima, le dio un beso y se dio la vuelta, ahora las dos podrían sentirse
y hacer sentir a la otra. Kasia empezó lentamente a saborear a Lucy y Lucy hizo
lo mismo con Kasia, era algo increíble, sentirse las dos a la vez así, no
habrían podido describirlo con palabras, simplemente estaban compartiendo lo
más intimo y más precioso que tenían y lo hacían al mismo tiempo. De manera
sincronizada aunque sin quererlo, sus lenguas iban acelerando su movimiento, ya
no quedaba mucho, pronto llegarían a ese clímax del cual no querían alejarse
nunca. Y entonces pasó, con movimientos espasmódicos y algún gemido
incontrolado, las dos pudieron subir al cielo y luego bajar de nuevo a sus
cuerpos agotados y extasiados. Kasia se dio la vuelta de nuevo y se abrazaron,
no se podían creer lo que acaban de hacer, no por el cómo, sino por el donde.
Pero qué más daba eso ahora? Nadie las habría podido arrebatar la felicidad que
sentían.
Kasia: - Deberíamos ir hablar con Selina -dijo aun
con la respiración acelerada-.
Lucy: - Pues si… aunque yo ahora mismo no me puedo
mover -riéndose-
Kasia: - Yo tampoco -acoplándose a su cuerpo-,
podemos simplemente descansar unos minutos y luego buscarla, ¿no?
Lucy: - Será lo mejor. -dando un beso-
Eran las 10 de la mañana, Kasia entró por la puerta
del set y a lo lejos vio a Selina, ahora era su oportunidad para hablar con
ella, se acercó rápidamente y con una sonrisa se puse delante de ella.
Kasia: - Hola.
Selina: - Hola -sonriendo también-
Kasia: - ¿Podemos hablar un momento?
Selina: - Claro Kasia.
Kasia: - En… -susurrando- privado?
Selina: - Pues si será mejor, pero no hace falta
que susurres eh?
Kasia: - Vale.
Se metieron en el plató donde representaba que
había un aula, para poder hablar tranquilamente, Kasia tenía miedo de que
Selina ya le hubiera contado a alguien lo suyo con Lucy, no era el momento de
afrontar eso, aun estaban empezando y debían afianzar su relación primero.
Selina: - Bueno ¿y de qué quieres hablar?
Kasia: - Pues… yo es que… verás… -estaba más
nerviosa que cuando hizo el primer casting para la serie-
Selina: - ¿Es por lo de Lucy? -sentándose a su lado-
Kasia: - Si, me gustaría pedirte que no se lo
cuentes a nadie.
Selina: - No lo haría nunca -sonriendo- la verdad
es que pillaros así fue un poco fuerte, pero es vuestra vida y si queréis estar
juntas pues por mi está bien.
Kasia: - Nos queremos mucho, pero es pronto.
Selina: - Ya, te entiendo… mejor de lo que crees…
no diré una palabra, eso sí con una condición… -Kasia puso cara seria- ¿cuéntame
cómo fue? ¿Como es que os enamorasteis?
Kasia: - No puedo hablar por ella – sonriendo - pero
yo en el mismo instante en que me la presentaron me enamoré… yo, bueno a mí me
gustan las mujeres -poniéndose algo roja- pero no he querido decirlo aquí para
ahorrarme cotilleos… y Lucy es impresionante… sus ojos, su sonrisa, su manera
de pensar, podemos estar horas discutiendo sin ponernos de acuerdo en algo, o
hablar de cualquier tema, no me canso de oír su voz y… -mirando a Selina que la
estaba escuchando con una sonrisa- ¿qué?
Selina: - Nada… estaba pensando en que realmente
estas enamorada hasta las trancas.
Kasia: - Pues sí -sonriendo como una tonta-, creo
que nunca me había sentido así por nadie.
Selina: - Me alegro mucho Kasia, ¿y ella?
Kasia: - ¿Qué quieres decir?
Selina: - ¿Ella siente lo mismo por ti?
Kasia: - Pues sí, supongo, me quiere… ¿por?
Selina: - Por nada mujer, solo preguntaba.
Se pusieron en pie porque les tocaba rodar en poco
rato y aun tenían que cambiarse, pero antes Kasia le dio un abrazo a Selina,
necesitaba agradecerle su comprensión.
Kasia: - En serio muchas gracias.
Selina: - No me las des, al fin y al cabo somos
amigas, ¿no? Además, ¡cuando se sepa podré decir que fui la primera!
Kasia: - Pues si -riendo- bueno pues ahora nos
vemos -saliendo del aula-.
Se metió en su camerino con una sonrisa, le había
sentado genial poder contarle a alguien lo suyo con Lucy, sabía que era mejor
ir poco a poco, pero le costaba no poder hablarlo con nadie. Estaba en sus
pensamientos cuando llamaron a la puerta.
Kasia: - Pasa!
Dennis: -Eys Kas, ¿como te va?
Kasia: - Hola Dennis!
Dennis: -Niña, qué pasa contigo?
Kasia: - Conmigo? -sin entender-
Dennis: -Pues sí contigo, hace semanas que no
quedamos, no sé nada de ti, solo cuando trabajamos ¡y encima me cuenta un
colega que te vieron en el “Sherezade”!
Kasia: - Si bueno fue algo improvisado…
Dennis: -¿Y con quien fuiste?
Kasia: - Pues… con una amiga Dennis.
Dennis: -Con Lucy no me digas más.
Kasia: - Si.
Dennis: -Si es que lo sabía, bueno para la próxima
acuérdate de tu amigo, Dennis al que tienes abandonado como un perro -riéndose-.
Kasia: - Lo siento… quieres que quedemos esta tarde
¿y nos tomamos un café? Tengo algo que contarte, algo importante.
Dennis: -Bueno, pero tendrá que ser mañana, ¡hoy
tengo una cita con Paolo!
Kasia: - ¿Paolo? -con cara de sorpresa- ¿El mismo
Paolo que yo conozco?
Dennis: -El mismito… ¡ays Kas no te lo puedes
imaginar es una fiera!
Kasia: - Mejor no me lo imagino -riendo- ¡no
entiendo cómo eres así!
Dennis: -¿Así?
Kasia: - No sé, abierto… no te importa que nadie
sepa que eres gay, no te asusta.
Dennis: -Claro que me asusta, pero es que no puedo
cambiar quien soy y por mucho que me esconda sigo siendo yo… y tú sigues siendo
tú… -sonriendo-
Kasia: - Ya… creo que los únicos que sabéis quien
soy eres tú y Lucy… -sonriendo al nombrarla cosa que a Dennis no le pasó
desapercibido-.
Dennis: -Bueno, bueno, pero eso no es malo… ¡oye
que te toca rodaje en el coche hoy así que vete ya!
Kasia: - ¡Cierto! Bueno ¿entonces mañana?
Dennis: -Mañana -saliendo del camerino- ¡te quiero
loca!
Kasia: - ¡Y yo a ti loca!
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