Capítulo 8
Los Ángeles
Gabriel y José bajaron a la
tierra, ambos se encontraban sentados en el sillón cuando Ana y Ariel entraron
al departamento… Por supuesto, que los jóvenes no sabían ni presentían la
presencia de estos dos ángeles allí.
-¿Qué va a pasar José? Tú
viste el futuro de ellos… Ya dime… - Le pregunto Gabriel a su amigo.
-Ya lo verás…
-Ay, no seas malo… ya dime…
¿Acaso Sofía esta enamorándose de esa chica tan linda, Elena?
-No sé si esta enamorándose
de ella, o está tratando de alejarse de Ana para olvidarla…
-No te hagas el tonto… tú ya
sabes…
-Gabriel… - Hizo una pausa,
mirando a Ariel y a Ana que besándose se metían en cuarto… - Los tortolitos se
dispones a tener sexo, mejor salgamos a dar una vuelta…
-Uy justo cuando la cosa se
ponía buena… me cambias de canal…
-Gabriel volemos – Dijo José
y automáticamente chasqueo sus dedos y ambos aparecieron en la calle… frente a
un auto… y dentro del coche se podía observar a Sofía y Elena hablando.
-Gracias por sacarme de casa
– Le agradecía Sofía a Elena.
-No fue nada, la verdad,
estaba aburrida la cena…
-Es qué… - No terminó su
frase, sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Ya lo sé… duele – La abrazo
dulcemente. Y en silencio Elena le acaricio tiernamente el cabello mientras
Sofía lloraba desahogándose en los brazos de su amiga.
-Ya no puedo más – Exclamó
entre sollozos…
-Debes alejarte de ella, es
imposible olvidar a alguien si vives a su lado… - Le contesto Elena – Porque
mejor no nos tomamos unos días y nos vamos a la casa de mis viejos en
Bariloche…
-Nooooo, Bariloche nooooooo
– Respondió algo alterada y secándose las lágrimas Sofía.
-¿Por qué? Mi padres tienen
casa en la vera de un cerro… no sabes lo hermoso que se ve el lago Nahuel
Huapi.
-Es que el fin de que viene
que es largo por lo del feriado… Ana y Ariel se van a Bariloche…
-Mierda, que puntería la
mía… Perdón, no sabía.
-Ana siempre quiso conocer
Bariloche, y Ariel le comento de viajar y ella consiguió que le dieran dos días
libres en el trabajo y a eso le suman los días no laborables… así que casi una
semana se la pasaran allá.
-Sofía… de verdad, debes
tomar distancia de ella…
-Se van a casar… y se irán a
vivir juntos… - Las lágrimas volvieron a caer…
-Ya basta… hablemos de otro
tema… porque hablar de ella no sirve para nada… te duele más…
Las dos jóvenes continuaron
hablando, Elena siempre trataba de llevarla hacia cualquier tema para que no
hablara de Ana.
…
Mientras tanto, Gabriel y
José observaban la situación…
-Tenemos que hacer algo –
Exclamo Gabriel y chasqueo sus dedos… y en un segundo ambos ángeles se
aparecieron en sus antiguas oficinas en el cielo.
-¿Para qué me traes aquí? –
Preguntó José mientras veía como Gabriel buscaba su tablet y comenzaba a
escribir en ella - ¿Qué buscas?
-Quiero saber cuál era el
destino original de ellos… - Mientras observaba en imágenes el futuro original
de Ana, Analia, Sofía y Ariel….
-¿Pero eso en que puede
servir de ayuda?
-Ya cállate… déjame ver…
-Estás ganando tiempoooo,
estás ganando tiempo… - Le comento José riéndose…
-¿Para qué? – Pregunto
Gabriel…
-Para saber qué hacer,
porque no tienes ni la más puta idea de cómo carajo podemos ayudarlos…
-Menos mal que con esa boquita
los ángeles no comemos.
Gabriel siguió observando el
futuro original de los jóvenes… mientras José callado también miraba.
-Ahora sí… - Grito Gabriel…
-¿Ahora sí qué?
-Qué ahora sí se cual era el
futuro que debían vivir… y el futuro que se ha cambiado…. Sabemos que el destino de Ana era morir….
-Pero en su lugar murió
Analia.
-Así es…. Ariel tenía como
destino sufrir la pérdida de su gran amor, Ana…
pero con el paso de los años, un nuevo amor llegaría a su vida… y podría
ser feliz. Sofía por su parte ella se refugiaría en Analia llorando su primer
amor y poco a poco se daría cuenta que su amor verdadero es Analia y serían
felices….
-Y comerían perdices…
-¡Qué tonto!
-Sí, Soy tonto… ese era el
destino escrito por Dios… Pero no está sucediendo eso…
-Es que el diablo metió la
cola seguro… porque ahora tenemos tres futuros inciertos… o más bien… Ariel va
camino a ser feliz con Ana… y Sofía va camino a sufrir… Analia en el cuerpo de
Ana, no será feliz, porque se encadenara a Ariel… no está rescribiendo su
futuro… Esta siguiendo el camino de la vida de Ana.
-¿Y por qué crees que el
Diablo metió la cola aquí?
-Ya sabes, que siempre se
mete en la vida de los humanos y le encanta cambiarles el destino… para que al
final de su camino elijan el infierno en vez de la luz del cielo.
-Para, Para… que no creo que
Ariel o Sofía elijan el infierno…
-Pero si no lo elijen les
hará vivir el infierno en vida…., una cosa es sufrir en la vida para aprender
el significado del amor y otra es sufrir por sufrir porque al diablo se le
antoja hacerte sufrir…
-¡Qué sabio te estás
poniendo Gabriel!
-No soy sabio, recuerdo las
clases que me diste cuando era un novato y nunca me puse a pensar que eran
importante…
-Pensar en muy importante
-Pues ahora debemos pensar
cómo hacer que el destino que ellos se reescriban tenga un final feliz aunque
en el medio de ese camino que deban transitar deban sufrir un poco.
-Veamos cual es el futuro
que ahora se vislumbra… - Dijo José quitándole la tablet a su discípulo y escribiendo en ella para que aparecieran
los futuros de los jóvenes.
-Lo que no cambia es que
Ariel sufrirá… y Sofía igual…
-Ya está sufriendo Sofía –
Comento José – Ariel por su parte se siente súper feliz y va camino a una
tragedia…
-Debemos lograr que no
viajen…
-Espera… - Y volvió a
escribir en la tablet buscando información.
-¿Qué quieres saber?
-¿Cuál es la fecha de
ingreso al cielo de Ariel…? – Al tiempo que la información aparecía en la
pantalla de la tablet y José gritaba – Lo sabía… Es el Diablo el que está
jugando con sus destinos… - Y señalando una fecha en la tablet le mostro a
Gabriel… quien entendió.
-El diablo provocara un
estúpido accidente y hará lo mismo que hizo antes… Ariel morirá en lugar de
otra persona…
-No… Lo dejara en coma… Que
es peor… pues podrá atrapar su alma en su cuerpo durante años y hacerlo vivir
un infierno… y cuando le llegue la fecha de ingreso al cielo… lo soltará…
-Eso no es justo…
-Por eso debemos buscar que
Ariel se aleje de Ana… que se desenamore y que viva mientras esperamos que
aparezca esa mujer que estaba escrito en su destino…
-¿Te das cuenta que cada vez
que metamos la mano en el destino, el diablo intentara algo también?
-Sí… pero bueno… será un
trabajo de nunca acabar…
-Amigo a pensar… algo se nos
tiene que ocurrir… el jefe cuenta con nosotros…
Y ambos ángeles se sentaron
a pensar…
Ana
Termine de armar las valijas
mientras Ariel se ponía mimoso conmigo… No podía creerlo, conocería Bariloche…
siempre había querido ir, pero me perdí mi viaje de fin de curso a esa ciudad
cuando termine la secundaría y pensé que jamás iría… pero ahora sí… junto al
hombre que dentro de medio año se convertiría en mi esposo… Era una mini luna
de miel…
Estaba ansiosa… y como
siempre ella se mete en mis pensamientos…y es que en estos días he visto poco a
Sofía, siempre encuentra una excusa para salir, llega tarde o se mete en su
cuarto y me ignora. No la entiendo… éramos tan amigas, y de un día para el otro
se la pasa evitándome. Esa Elena tiene mucho que ver en esto… porque siempre
está saliendo con ella o hablando por teléfono… o chateando… No la aguanto… me
da celos… Se supone que son amigas, pero creo que hay algo más, pero no
entiendo porque no me lo quiere contar.
Hasta Ariel la nota extraña… y me pregunta a cada rato por su hermana… y
aunque ha tratado de hablar con ella, tampoco ha conseguido nada… nos está
evitando a los dos…
Ariel sale del baño y me
avisa que saldrá a buscar algo, no sé qué… por estar pensando en Sofía no lo
escuche… solo lo sentí besarme y salir del cuarto… Por mi parte, unos minutos
después salí a la sala y me encontré con Sofía que estaba sentada en el sillón…
metida en su notebook…
Me acerqué callada… y me
senté en el sillón de enfrente… la miré… podría quedarme horas mirándola, era
tan hermosa… Ella me vio y solo hizo una pequeña mueca como si me sonriera.
-¿Y tu chica? – Le disparé
directo…
-Eh… ¿Qué? – Ella algo
sorprendida no reacciono – No te entiendo.
-Digo… Elena…
-Ah, Elena… supongo que en
su casa… o no sé.
-Sofía – Tenía que
preguntárselo, debía sacarme la duda que me estaba carcomiendo por dentro –
¿Sales con Elena, no???
-No creo, tiene una cena
familiar… - Se hizo la tonta…
-No te hagas, Sofía… Ya no
confías en mí… pensé que era tu amiga… - Le conteste enojada mirándola fijo.
-¿Es qué no entiendo?
-¿¿¿¡¡¡Desde cuándo eres
tonta Sofi!!!??? O debo decir, déjate de hacer la tonta…
-Ana, ya, ok… yo no me hago
la tonta…
-Entonces dime… ¿Estás de
novia con Elena?… ¿Salen?… ¿Tienen algo?
-¡Ah, Bueno! ¡¡¡Algo más
para insinuar!!!
-Te he visto como la miras,
¿me vas a decir que no te gusta Elena?
-Sí, me gusta, pero sólo
somos amigas… - Me lo confirmo y sentí el corazón detenerse por un segundo… No
sé qué cara habré puesto… por qué ella me miro algo extrañada - ¿Te pasa algo
Ana?
-No, No – ¿Qué podía
decirle?, Que estaba celosa, sería admitirle que me gustaba ella… y eso no
puedo confesarlo… es algo que debo guardarme muy dentro…
-¡Estás algo pálida! ¿No
estarás enferma?
-Tonterías, me siento re
bien – Le contesté y me pare para irme a la cocina a prepararme un café… Tenía
que salir de su vista, no quería que me viera, creo que mi cara podía
delatarme…
Sofía
Ana se ha comportado muy
rara hoy, si no fuera que se que me quiere como amiga y que soy sólo yo la
estúpida enamorada pensaría que la vi expresar celos con su mirada cuando le
dije que Elena me gustaba. No sé para
que se lo dije… está bien que es verdad, pero no llegaré a nada con ella, somos
amigas… además… Elena está en otra… no quiere enamorarse, sólo quiere pasarla
bien…
En dos días se irán a
Bariloche y pasare casi una semana lejos de ellos, creo que me servirá para
hacerme a la idea de que debo alejarme definitivamente de su vida… Debo pensar
bien las cosas, tengo que poner en orden mi cabeza, y ponerme una meta…
Olvidarla, cueste lo que cueste.
Mientras pensaba y al mismo
tiempo intentaba revisar mis correos y mi Facebook, el teléfono sonó, no era mi
celular así que no me preocupe… Mire hacia la cocina y Ana contestaba el
llamado… y de pronto la vi caer al suelo desvanecida… corrí asustada a
socorrerla…
-Ana, Ana – Dándole
palmaditas en su cara para que reaccionara, le costó pero abrió los ojos… - Te
dije, estás pálida…
-Ari… Ariel – El nombre de
mi hermano salió de su boca como un quejido.
-¿Qué pasa con él? Ana… Ana
– Le pregunte mientras la sacudía pues se estaba desmayando de nuevo… de pronto
me percate del celular y como un murmullo se escuchaba una voz “Señorita,
Señorita… ¿Está usted bien?” Sin soltar a Ana, tome el móvil y conteste…
-Hable, ¿Quién habla? – La
persona del otro lado se presento como oficial de la policía… me pregunto quién
era, y al decirle mi nombre me contesto contando lo que le había dicho a Ana… y
pude entender porque se había desmayado… en realidad estaba en shock. –
Señorita, me está escuchando… ¿se siente bien?
-No, no… ¿Dónde está?
No sé como hice, pero apenas
corte la llamada, volví a intentar despertar a Ana, y esta pudo incorporarse
algo aturdida. Llame a mis padres y les conté lo sucedido. El tiempo volaba…
agarre de la mano a Ana y casi sin hablar las dos salimos disparadas hacia el
hospital.
Los Ángeles
¡Se nos adelanto el muy
desgraciado! – Grito Gabriel mirando como en un quirófano los médicos luchaban
por salvarle la vida a Ariel, quien había recibido dos disparos en el pecho en
un asalto.
Todo había sido muy rápido,
Ariel entro a la joyería, debía pasar a buscar el anillo que había elegido para
regalarle a Ana… y en eso estaba cuando tres ladrones entraron al local y
amenazando a los presente comenzaron el atraco… todo iba bien… nadie se movía,
y los asaltantes parecían tener todo controlado… pero un cliente ingreso al
negocio y al darse cuenta de que estaban robando intento volver a salir y los
ladrones se asustaron y comenzaron a dispararle… en medio, entre los ladrones y
este cliente intentando huir, se encontraba Ariel. Quien sin darse cuenta
recibió dos impactos de bala en su pecho y cayó al piso desangrándose.
-No puede morir – Dijo José
a su lado…
-Su pulso está cayendo…
nooooooo
-Aguanta Ariel, debes vivir…
no es tu momento – Le decía Gabriel parado a su lado… mientras los doctores lo
intervenían para sacarles las balas… pero era inútil… un proyectil había
perforado su corazón y se había alojado en el pulmón… Los médicos se miraban
unos con otros, no daban el brazo a torcer, y seguían luchando… querían
salvarlo…
-Sus latidos - Menciono José.
Ariel estaba sufriendo un
paro cardio respiratorio…
-No morirá – Dijo Gabriel –
No es su momento.
-Se está yendo… No lo
entiendes, si muere antes… - José se agarro la cabeza con su manos…
-No volverá a pasar lo mismo
de Analia… Él no morirá… - Exclamo Gabriel.
-Al menos en el caso de él,
podríamos devolverlo a la vida en su propio cuerpo…
-Lo tenemos – Grito un
médico – Podemos mantenerlo estable, pero es necesario un trasplante de
corazón.
-Esperemos que reaccione…
parece fuerte…
José y Gabriel suspiraron
aliviados al escuchar que los doctores le habían salvado la vida…
Inmediatamente se movilizaron a la sala de espera ya que sabían que allí
estarían Ana y Sofía…
Apenas se aparecieron en la
sala, se encontraron con Ana llorando en los brazos de su cuñada. Los padres de
Ariel venían corriendo por el pasillo, muy asustados. Un Doctor se acerco a
ellos y les comento el estado de Ariel… Lo único que podían hacer era esperar a
conseguir un corazón. Ellos habían hecho todo lo que habían podido…
No era muy agradable ver la
tristeza en el semblante de todos los presente en esa habitación. Ana estaba
desconsolada y abrazada a Sofía lloraba como una niña…
-¿Y ahora qué hacemos? El
diablo no nos dio ni tiempo para nada… -Preguntó Gabriel.
-El diablo sabe que nosotros
queríamos impedir el accidente en Bariloche por eso hizo lo que hizo ahora…
-Pero si muere, lo pierde,
no lo entiendo…
-Al diablo no le importa
nada… sólo quiere ver como sufren. Debe haber cambiado sus planes…
-No es justo, que él sepa
más que nosotros…
-Nada es justo en la vida –
Se escucho la voz de Dios.
-Señor…
-No se culpen, no ha sido
culpa de ustedes, el diablo siempre quiere cambiar los destinos… es su manera
de molestarme.
-¿Cómo podemos luchar contra
él sí, se nos adelanta?
-Adelantándose ustedes a
todo lo que él pueda llegar a pensar en hacer… es como una partida de ajedrez,
deben pensar en todas las movidas, sí el mueve para acá, o para allá, como
deberían moverse ustedes…
-Sólo díganos, ¿Ariel
morirá?
-No, no el diablo no lo
quiere muerto…
-Y entonces…
-¿Qué fue lo que pensaron
que haría con Ariel después del accidente que había planeado que le ocurriera
en Bariloche?
-¡Lo dejará en coma! –
Exclamo Gabriel – Debemos encontrar la manera de que reaccione.
-El reaccionara, despertara,
pero no ahora… céntrense en el futuro original… recuerden, el destino está
escrito de antemano, pero los humanos son quienes deciden qué camino tomar, de
qué manera llegar a todo lo pactado.
-Destino original – Se dijo
a si mismo Gabriel en voz alta – Sufrir y con el tiempo encontrar un nuevo
amor…
-Lo tengo – Grito José… -
Ahora necesita un corazón… a buscar un donador…
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"Uno dice, dios dispone y llega el diablo y todo lo descompone" que interesante historia me he leído todos los capítulos y espero el siguiente para ver el giro en el destino de los personajes, saludos a la autora es una historia muy original que sale de lo convencional (^__^)
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