Otro año. Un año que he comenzado con la tristeza que siempre me
producen estas fechas. Siento, cada vez más, que el tópico de que este pudiera
ser el último, se puede cumplir en este, y con ciertas garantías de certeza. Me
entristece la alegría de los demás y eso es realmente angustioso, cuando esas
muestras de felicidad no se pueden detener ni callar, y en eso creo que los dos
pensamos lo mismo.
Echando la
vista atrás, veo que nuestra vida ha pasado mil etapas. Etapas que supimos, con
mejor o peor fortuna, capear y sobrellevar. Momentos dolorosos y momentos muy
felices. Pérdidas irreparables y llegada de dos nuevas vidas a la nuestra, que
nos dieron un motivo, más que importante, para luchar. Me da verdadero dolor
esa desesperanza que se ha adueñado últimamente de nosotras. Me da una tristeza
infinita, cuando te oigo renegar de nuestra unión, esa que iniciamos llenas de
inocencia y un amor genial, contra el que nadie pudo nunca. Me da una tristeza
infinita, oírte decir que te arrepientes de haber tenido a nuestros hijos, tal
vez lo mejor que aportamos a esta unión y a la vida. Y me da esa tristeza
porque sé que lo dices desde el sufrimiento, desde ese resentimiento hacia esa
misma vida, que ahora te ha invadido y se ha
apoderado de ti.
Ya no nos
miramos como antes. Ya no tenemos ojos la uno para la otra. Te molestan las
caricias y los besos ya nos saben a nada. Algunas noches tengo miedo de que me
oigas llorar, cuando no duermo y todos estos pensamientos me atormentan en el
silencio de nuestro dormitorio. Me está dando mucho miedo, y una tristeza
enorme, el sentirte ya de otro modo, en otro plano. Con lo que me has gustado
siempre, con lo que has supuesto para mí en todos los terrenos de esta
vida, que no entendía sin ti, y ahora no
te reconozco. Se me está olvidando como eras antes, Ya no me miras a los ojos,
y bajas la cabeza cuando sientes los míos. Añoro tantas cosas de ti, que me
estoy perdiendo en un mar de dudas. Reconozco que no soy la que deseas, me doy
cuenta de que me siento incapaz de cambiar en muchas cosas, pero detrás de ese
ser que tú ves como indeseable, y que te amarga la existencia, esta esa mujer a
la que se le va la vida, y quiere marcharse de ella pudiendo sentir tus brazos,
tus ojos o tus labios de otro modo. Tal vez pida un imposible, y seguro que lo
que tengo es lo que merezco, pero bajo ese ser que no te gusta, sigue latiendo
el mismo corazón enamorado que latía nervioso junto al tuyo, en aquellos
inviernos abrazadas junto al fuego.
Que ha
sido de nosotras. Que nos está pasando. Ahora cuando más nos necesitamos, nos
estamos separando. Tal vez sea un mecanismo natural de defensa, contra el
sufrimiento que nos espera al pensar en la separación definitiva, en un futuro
no muy lejano. Pero yo no quiero morir sola, sabiendo que me quieres, pero que
serás incapaz de decírmelo y demostrarlo aunque solo sea cogiéndome una mano.
Si es así lo entenderé. Si con este comportamiento será menos duro para ti
dejarme marchar, lo admito.
Pero
siento también que no hay nada peor que la imagen que ofrecemos a nuestros
hijos, ellos no lo dicen, aunque sé muy bien lo que piensan, y sufren por ello.
A veces damos la sensación de una pareja que no solo no se quiere, sino que se
odia, que aprovecha el menor motivo para arrojarse un ultraje o un reproche.
Ellos han vivido casi toda su existencia a nuestro lado y saben que antes esto
no era así. Sus indirectas no nos gustan, pero no hacemos nada por cambiar esta
situación, y como ves no solo me estoy refiriendo a ti.
Imagino
que como yo, te habrás dado cuenta de que este es el primer año en que tras las
campanadas de Año Nuevo, no nos hemos besado. Los últimos años he ido yo a
darte ese primer beso. Este, aún no sé
por qué, no me ha salido. Pero ves, ahí estabas tú, como la otra parte que nos
hace seguir unidos y has venido a dármelo y a desearme un buen año, antes de
acostarte. Y tiene que ser un gran año, amor mio, porque nos lo merecemos,
porque aún no somos dos extrañas, porque sigo enamorada de ti y quiero que
vuelvas a sentir lo mismo. Ahora más que nunca resuenan muchas veces en mi
cabeza aquellas dos palabras que me dijiste una noche, y que jamás olvidaré:
“Quédate conmigo”. Y me quedé para siempre si, para siempre y así quiero seguir
contigo. Tal y como lo pienso, te pongo estas letras, que más que de la cabeza,
me salen del corazón. Sabes que te quiero, y por más que no sepa hacerlo bien,
si sé que te querré hasta el final de mi vida.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ricardo Rodrigo Lera - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Que lindo, pero muy triste, algunas veces pasa esto no dejemos que suceda hay que seguir manteniendo ese amor vivo, encendido para que no acabe nunca.
ResponderEliminarGracias Pily, ya ves que pienso como tu,
ResponderEliminarHola Ricardo, quisiera decirte que me gusta mucho como escribes. Me absorví de manera inmediata en tus dos relatos. Igual siento que quizás cargas con una pena de amor o de algún ser querido no lo sé. Pero siento que a través de tus relatos puedes transmitir esos sentimientos que te agobian y descargarte. Espero leer más de tus relatos y que a futuro estos expresen una alegría de tu corazón. Ya verás, pues la vida tiene sus altos y bajos...
ResponderEliminarSaludos!
Gabi
Querida Gabi
EliminarEn primer lugar un millón de gracias por apreciar mi modo de esribir y de acoger mis relatos. Si he de decirte, que me siento muy feliz, que mi vida esta llena de momentos maravillosos, y eso no quita para que los que nos gusta ver y vivir otras vidas, atraves de la escritura, no podamos ponernos en la piel de personas y personajes ficticios que expresen dolor y sentimientos de tristeza. Creo que el merito de cualquier escritor esta en poner en su corazon y en su boca, sentimientos que no son propiamente tuyos, y hacer creer al lector que son propias. Tengo ya los años suficientes, como para haber podido recolpilar en mi cabeza, miles de experiencias que han tomado vida a mmi alrededor. Un beso y de nuevo gracias por dedicar tu tiempo a sentirte parte de estos relatos. Ricardo
Hola Ricardo!
ResponderEliminarTengo que comenta xq tengo que hacerlo. Me encantaron tus relatos. Tanto el primero como este. Me gustaron xq son verdaderos y muy reales. Aveces entramos a leer para distraernos y reirnos un rato o simplemente para escapar un poco de nuestras realidades. Es por eso que creo que derrepente leí algunas criticas negativas. Pero te aseguro fervientemente que es un placer leerte.
Personalmente me agarraste con na guardia baja al tocar los dos temas qu as temo me pasen alguna vez. Buscar tanto y encontrar al fin y que se vaya. Y el desgaste de una relación hasta el punto de na perfecta descripción que hiciste en esta historia.
En fin mi quería. Espero leerte pronto. Las disfrute un monton!
Abrazos desde Paraguay.
Di.
Cuando uno escribe, una parte lo hace para uno mismo, pero la otra es para personas como tú. No te puedes hacer idea de lo que supone para alguien como yo que intenta reflejar la vida, tan solo con palabras dejadas sobre papel, intentando transmitir eso mismo que sentía al escribirlas. Gracias, muchas gracias. Espero me aceptes que estos dos textos, te los dedique a ti. Un abrazo desde España, mi linda lectora del otro lado del mar..
EliminarExcelente redacción Ricardo. Tenes una gran habilidad! Espero que nos regales muchas más historias.
ResponderEliminarNo sé si esto lo adoptaste como un pasatiempo o cual es tu motivo, pero para mi este blog es un cable a tierra y creo que la cantidad de mis comentarios no son suficientes para agradecer todo lo que debería a personas como vos que desarrollan esta imaginación. Asi que aprovecho la oportunidad para transmitir el apoyo a que continúen!
Gracias a vos por estos relatos y a todas las demas contribuyentes, administradora incluida!
Florencia de Argentina