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Danza entre lobos - Cristalsif - 37

Danza Entre Lobos

Capítulo 37

Familia es...  II


Silencio, abrumador y pesado como la noche sin luna que se cernía sobre todos. Entró a su propia casa como un ladrón, casi escondiéndose en las sombras sobre los objetos que proyectaban el fuego de la chimenea y un tímido candelabro encendido cerca del techo. Así la vió, sobre el sofá de la sala principal, cubierta por una manta que reconoció en el acto como la propiedad de Kano, el mediano estaba preocupado al otro lado de la habitación hablando con el abuelo, seguramente buscaban una alternativa para llevar a Nina ante el curandero de la zona. La joven yacía acostada, la inconsciente figura de su cuñada más que dormida en grave estado, era la recordación de sus más recientes descuidos y errores. A un lado de la durmiente, estaba su querida hermana sosteniendo la mano cuyos nudillos se miraban magullados, casi había olvidado cuántos rostros golpearon esas manos aquella tarde, cuántas sillas evadió y qué tantas otras cosas se rompieron en medio de aquella confrontaciones que no planeó, incluso pensó que saldrían airosos teniéndole a su lado, era la persona más digna que había encontrado entre los hombres de Fukka y el único inconveniente real con Kuga, era ese... Nina Kuga no era un hombre.


Tensó la mandíbula, vió la realidad con esa horrenda mancha de escarlata y polvo en la cabeza de la joven morena, los demás no estaban muy seguros de su despertar en lo próximo de las horas. Taro apenas escuchaba el agua caer dentro de un cuenco de madera, mientras su esposa apretujaba un trapo para escurrirlo y procurar limpiar la sangre seca, antes de poner algo de alcohol, estimaba aquella mujer la necesidad de acudir por aguja e hilo para coser. Así la culpa atenazó al mayor de los rubios, si hubiera sido más precavido o prudente, ella no hubiese tenido que ponerse en medio, pero un puñetazo en la mandíbula lo envió al suelo antes de que tuviera la ocasión de culparse un poco más. Allí estuvo más consciente de todo a su alrededor, entonces elevó la vista para encontrarse con los ojos glaucos de una mujer que por muy poco contenía su ira.

-¡Tu deberías estar en su lugar!- Natsuki no pudo esconder por más tiempo su encono, poco le faltaba para repetirle el gesto a su familiar político.

-Natsuki... esa no es la manera- Dijo Shizuru posando su mano sobre el hombro de su amante, esperando que el gesto fuera suficiente para aplacar los enardecidos ánimos de la Kruger, quien se contenía por muy poco.

-Lamento que tuvieras que ver eso de mí... pero- Volvió a mirar al mayor de los hermanos. -No creas que no he visto tu desprecio por Nina, no tenías que hacer esto para decir no, después de todo la que tiene que decidir es ella ¿No es así?- Natsuki señaló a Erstin que ni siquiera les prestaba atención, ella solo tenía ojos para la muchacha aparentemente dormida. Maya había dejado de limpiar mirándoles, evidentemente enojada con la Duquesa, si no estaba de acuerdo con los actos de su marido, tampoco iba a ser partidaria de que esa mujer lo golpeara solo porque sí.

Taro bajó la mirada, aún con la quijada entumecida. -Ella me demostró hoy que puede proteger a mi hermana mucho mejor que el más entrenado de los guardias de la comandancia y esa es la verdad. Lo siento- Dichas esas inesperadas palabras, Natsuki guardó silencio como si hubiese sido desarmada por completo, a la par que Maya sonrió tenuemente. El Ho suspiró sin intención de replicar el golpe, su conciencia lo agradecía, era el castigo que buscaba su alma atormentada pues en el fondo era un hombre honorable y orgulloso, a la fecha jamás había aceptado un soborno o había omitido un delito solo por conveniencia. -Me descuidé a mí mismo, sí... yo debería estar ahí en su lugar, pues ella se puso en el mío cuando alguien me atacaba por la espalda, pero en este oficio es algo a lo que se está expuesto cada día, así que jamás debí aceptar que me acompañara en primer lugar- Negaba con la cabeza, y sólo hasta ese momento la Kruger y los demás pudieron ver los moretones que no disimulaba ya la oscuridad.

Maya acudió más que preocupada junto a su esposo y le dió un beso, uno como no se hubiera visto entre los dos hacía semanas, culminado aquel momento entre ambos, Taro se puso de pie y erguido cuan alto era volvió la vista sobre Natsuki, Shizuru y Arika. -¿Cómo puedo remediar mi falta? Si no puedo más que agradecer a la suerte y a Nina, el estar aquí con ustedes este día... sé que a mí no me hubieran dejado ir de no ser por ella- Maya apretó entre sus manos el brazo de su amado, ya tendría el hombre que explicar muchas cosas cuando estuvieran a solas.

-Lo primero sería llevarla con un médico ¿Por qué no acudiste allí primero?- Inquirió Kano con extrañeza.

-Ella no estuvo de acuerdo... ¿Sabes lo lejos que vive Krause?- Ahora que lo decía en voz alta, realmente parecía una estupidez.

-Tenía un corte enorme en la cabeza y ¿Tú le haces caso?- Reclamó al fin la silenciosa Erstin, cuyo temor no escapaba de la vista de todos.

-Natsuki... ¿Tú podrías?- Preguntó tímidamente Shizuru, para confusión de los allí reunidos. -¿Sanar sus heridas?- La castaña había oído de labios de la abuela Sanae que ella había curado con magia el veneno de la flor de Quimera que le dió a beber Tomoe alguna vez.

-¿Eres curandera?- Musitó abrumado Kano, ya nada más podría decirse de la Duquesa para enaltecer su grandeza un poco más, o es que verían sus ojos más maravillas venidas de sus manos.

-No... Yo desconozco ese oficio- Musitó cohibida una preocupada Natsuki, cuyos ojos glaucos no se apartaban de Nina.

-La flauta mágica...- Recordó el anciano Christoph con esperanza en su faz. -¿No puede usted hacer lo mismo que su padre?- Añadió casi con la ilusión de un niño pequeño.

-No... lo sé- Natsuki no estaba segura de poder hacerlo, había usado el encanto del violín con Shizuru hacía ya unos meses, pero qué mala suerte podía tener si alguien tan valiosa había caído en medio de una pelea y no contaba ya con la maldición sobre su espalda. -Hace mucho tiempo que...-

-Por favor... se lo suplico Alteza- Murmuró Erstin, que no veía más esperanza que esa, pues cada minuto que corría tenía la sensación de estar más cerca de perder a Nina y ese era un lujo que no estaba dispuesta a darse ¿Cómo vivir sin la luz de su sonrisa? ¿Cómo admitir siquiera la idea de no ver sus ojos una vez más?

-No comprenden... nadie quiere ayudar más que yo, Nina es... prácticamente una hermana para mí- La Kruger sostuvo entre sus dedos la mano de su esposa, que se notaba tan confundida como todos. -Pero no siempre funciona... “y cuando ese poder no hace nada, entonces sabes sin duda alguna que el destino pretende arrebatarte lo más querido”- Cerró sus puños hasta hacer blancos los nudillos. -Ahora no sé si pueda ser de alguna ayuda...-

-Pero intentar es siempre lo que debemos hacer ante la duda, no cercenes la esperanza de sus corazones, ni del tuyo- La gentil voz de Shizuru llegó al oído de Natsuki quien suspiró y asintió suavemente. -Iré por tu violín, toma asiento y guarda la calma ¿Está bien?-

Sin más, la castaña de Tsu se apresuró a subir al segundo piso de la casa de los Ho, donde pudiera llegar a la alcoba de las dos, buscar entre sus pertenencias y traer consigo el Stradivarius de Natsuki. Sin embargo para la morena, cada segundo después de que su esposa se fuera en busca del dichoso violín, se convirtió en un pequeño infierno. Cumplió su voluntad, tomó asiento frente a Nina e inhaló como si por un momento el aire no llegase a sus pulmones, la última vez que la magia de su melodía no tuvo efecto en una persona, ella finalmente falleció y ya le parecía espantosa la palidez en la cara de la menor. -“Vamos... despierta, por favor”-

-¿A qué se refería antes Kruger?- Christoph no pudo contener su curiosidad y tomó la oportunidad que le brindaba la pequeña ausencia de la joven Fujino. ¿Por qué la portadora de un gran poder temería usarlo si es justamente en beneficio de su propia sangre que lo haría esta vez?

-De nada me sirvió la magia, cuando era hálito de vida de mi madre el que pendía de un hilo y no la pude salvar... aquella vez le imploré respuestas a la diosa y ella me dijo que el destino que ha sido fijado no puede alterarse, que la vida que se ha de extinguir, se apaga sin importar quién o qué, quiera revertir el efecto de la muerte... le temo a ese poder por esa razón, abuelo, si no puedo curarla entonces significa que ella va a morir irremediablemente y es algo que no quiero saber tan anticipadamente- Casi mordía sus uñas mientras estrechaba las manos en posición de plegaria.

Todos guardaron silencio, comprendiendo la disyuntiva que se presentaba ante la Duquesa, entendió entonces Christoph que de su relato sobre la flauta mágica, Takeru había escondido ante él aquella nefasta posibilidad sobre la vida de su nieta, era como jugarse a la suerte el destino de alguien o anticipar los deseos de los dioses, espantaba la sola idea. -La mortalidad es un aspecto inherente a lo que significa ser humanos, cada día es un regalo y no puede despreciarse ese regalo, el no querer ver la fatalidad y las penurias del mundo, no las hace inexistentes... ten presente eso, pequeña-

Así y después de un breve silencio lleno de calladas cavilaciones, volvió Shizuru a la sala con la funda del violín en las manos, a diferencia de todos los que sí habían escuchado de la boca de la Kruger sus temores, la castaña miraba esperanzada a su esposa. Diligentemente extrajo el precioso instrumento, tomó el arco y lo posó sobre las manos de la pelinegra.

-Si te tuvieras la mitad de fe, que yo te tengo... no dudarías ni un momento y sin embargo, no olvides nunca que yo estoy aquí, siempre a tu lado- Dijo la castaña antes de apartarse para darle el espacio a su interpretación.

Natsuki observó el violín, respiró con el afán de encontrar la calma que se le escapaba, notó entonces el brillo del anillo en su anular y la voz de Shizuru en sus oídos, ya no estaba sola como la última vez que falló. - “Juro Mikoto que si me haces esto otra vez... me voy a buscar otra diosa para adorar”- Blasfemó a causa de la angustia.

Si para Natsuki la idea de no ser capaz era tormentosa, la sola sospecha que habían suscitado las palabras de la Kruger se hacían tortura en la mente de Erstin. Ella no era capaz de expresar una sola palabra, pero estaba segura que de haber podido sacar algún sonido de su garganta sería uno de espanto. Tembló cuando la primera nota del violín se deslizó en el aire y a ella le siguieron otras tantas, la hermosa composición inundó los sentidos de todos, con una confortable sensación de paz de la que carecían hace unos momentos; la melodía fue ascendiendo en complejidad y tonalidad, pero no había nada fuera de lo común salvo por el hecho de apreciar la belleza de tan sublimes sonidos, el arco se deslizaba casi pasionalmente sobre las cuerdas y vibraban estas para emanar una armonía como ninguna, ella no se detendría, no se rendiría aunque la angustia llenase los rostros a su alrededor, solo porque su remanso de paz la miraba. No supo del tiempo que pasó entre el inicio y el clímax de la tonada, pero cerró sus ojos y suplicó dentro de sí, con el anhelo que no sabe morir. -“¿Por qué me lo has arrebatado? ¿Qué tengo que hacer para que lo devuelvas? Por favor... haré lo que pidas...” -

-“Yo no te arrebaté nada... observa con detenimiento, porque la que es virtud natural no se puede retirar”-

Natsuki estaba segura de haber sentido algo extraño dentro de ella, conocía la voz... hizo caso de ella, al abrir los ojos vió un centenar de líneas doradas moviéndose alrededor de sí, no había cesado su melodía y no se detendría ya al notar que aquellos hilos de luz comenzaban a envolver a Nina ante la miraba incrédula de los Ho. Todos contemplaron la maravilla de un poder que la mente no podría comprender, pero que agradecían con sinceras alabanzas a sus dioses, incluso Taro que era algo escéptico tenía la quijada prácticamente desencajada, mientras su mujer, Maya,  se abrazaba a él por puro reflejo, pues no había visto nada tan hermoso, algo que solo se podía apreciar en el cielo nocturno durante las heladas; sí, veían sus ojos una aurora boreal con brillos dorados extendiéndose por toda la sala de su casa, las preciosas luminiscencias los envolvían a todos con una calidez que alcanzaba hasta el más frío corazón, así y con el resplandor, se iban los dolores de sus manos fatigadas por los esfuerzos de ese día. Taro ya no sentía los hematomas en su cara, ni entumecida su quijada, pero no se preocupaba ni percataba de él mismo... no cuando veían sus ojos azules, cómo su joven cuñada comenzaba a flotar en el aire a unos cuantos centímetros de la superficie de aquel mueble que le dio sustento, a su lado y sin soltar su mano, estaba Erstin igualmente abrumada, la joven rubia pudo ver sombras negras apartándose del cuerpo de su amada y a los hilos adentrarse como energía pura dentro de ella. El arco y el violín yacieron en contacto durante algunos minutos más, el tiempo y el sonido gentil continuaron su labor, pero Natsuki no se detuvo sin importar cuantas gotas de sudor comenzaron a caer de su frente, o cuan entumecidas comenzó a sentir las manos, hasta no ver que el último espectro abandonara el cuerpo de Nina no disminuyó su ahínco, notas tan intrincadas y veloces, que solo al final, se alargaron como el eco de una pequeña despedida.

La tonada concluyó dejando dentro de todos, una sensación de plenitud y una memoria inolvidable, los hilos de luz se deslizaron en direcciones distantes hasta desaparecer. De todo, lo único audible para ese momento era la respiración agitada de Natsuki, que no pudo sostener más tiempo el instrumento entre sus dedos y que Kano atrapó por puro reflejo, mientras Shizuru sujetaba a la morena por la cintura. -Te dije que podías- Murmuró ayudándole a tomar asiento.

-¿Y Nina?- Cuestionó intentando levantar la cabeza, a decir verdad, no esperaba sentirse tan extremadamente cansada, todo lo que quería era asegurarse de que ella hubiese sanado y después dormir al menos dos días seguidos.

-Respira mucho mejor... su fiebre bajó casi por completo y ya no veo la herida en su cabeza...- Respondió Erstin más que agradecida.

-¿Ahora si me creen que la flauta mágica existe? Bueno... Lord Takeru era el mágico en ese entonces jejeje- Acotó Christoph recordando la incredulidad de algunos, si apenas los niños tomaban en serio su relato cada vez que lo contaba.

-Ahora sí, abuelo... ahora sí- Admitió Taro avergonzado, mientras Maya se reía un poco entre dientes para no indisponer al gruñón de su marido.

-Tienen que admitir que se escuchaba muy increíble hace tiempo- Kano se sentía más que vital, si hasta las ampollas de sus manos habían desaparecido. -Pero ya que hoy hemos visto tantas cosas impresionantes, si me dices que puedes volar te lo creería- Miró a la ex lobuna con bastante interés.

-No... Yo no puedo volar jejeje- Natsuki se rascó la cabeza algo apenada.

-¿Volar? ¿En serio Kano?-

-¿Qué? No me digas que nunca has soñado con eso... entonces no tuviste infancia Taro- Se quejó el mediano.

-Vaya, también sanaste hermano- Señaló Erstin con alegría, en efecto la cara del terco rubio estaba en perfecto estado.

-Es cierto, no tienes ni un solo cardenal- Maya estaba más que sorprendida y contenta.

-Gra... gracias Kruger- El rubio realizó una venia muy pronunciada. -Por todo...-

-Bueno dejemos lo solemne, hay que llevar a Nina a la habitación para que continúe reponiendo sus fuerzas. Y ya que lo grave pasó ¿Podríamos comer algo? Muero de hambre- Preguntó Arika, que si bien estuvo muy silenciosa durante aquellos instantes de tensión, contuvo la respiración casi todo el tiempo y solo cuando supo que su amiga estaba bien recuperó sus funciones motoras y biológicas normales, entre esas su apetito. Todos se miraron por un momento y luego nadie pudo contener las carcajadas que emanaban limpiamente de sus gargantas.

-Ya vamos... ¿Verdad Shizuru?- Maya se volvió a ver a su compañera de labores caseras, pero ella no había soltado a la pelinegra ni un solo momento, en verdad parecía que la Duquesa caería dormida en cualquier instante.

-¿Me das un momento? Natsuki no se ve bien...-

-Solo es cansancio... en serio- Negó todo lo que le fue posible e incluso se puso de pie para acudir a la mesa ante la incredulidad de Shizuru.

-Nosotros cuidaremos que no se desmaye o algo así, pero es necesario que se alimente antes de ir a la cama, no sería prudente que enfermara por un pequeño descuido, si se nota que tiene la salud de roble- Arguyó Christoph para dar algo de sosiego a la bella de Tsu y notando que en parte, Natsuki era bastante cabezota con algunas cosas.

-Gracias, abuelo... la verdad no quiero que pase hambre- Shizuru sonrió y fue junto a Maya para servir los alimentos que ya habían preparado en la tarde.

-Kano, lleva a Nina a su habitación... no parece que vaya a despertar hasta mañana...- Ordenó el anciano a su nieto.

-Deja que yo lo haga, es lo menos que puedo hacer- Intervino Taro, a lo que el señor de la casa asintió.

El de canos cabellos se alegraba de todo corazón que el más terco de sus nietos por fin hubiera aceptado a su futura cuñada, pero vaya que tenían que pasar cosas extremas para que aquel testarudo entrara en razón. Christoph sonreía porque de ese modo su familia no se desintegraría con las nupcias de Erstin y la señorita Kuga, muy al contrario, se haría más numerosa. El rubio tomó en sus brazos a Nina con la ayuda de Kano y en cuestión de nada se encaminó con dirección del cuarto de Arika para dejar a la joven reposar

-¿Abuelo?-

-¿Si Erstin?-

-Por favor, deja que pueda velar por ella esta noche...-

-Pero sabes que no es apropiado hija mía...- No pondría en tela de juicio la virtud de la joven, aunque...

-Te lo pido, para que cuando despierte yo sea lo primero que vea... si no es así, entonces de qué puedo servirle, es mi posición si es que espero ser una digna esposa, ¿Lo comprendes abuelo?-

-¿Con argumentos semejantes como decir no? Lo comprendo. Sin embargo mi niña, has de saber que una digna esposa sabe esperar el momento y la ocasión, la paciencia es también una virtud necesaria del matrimonio y por ahora se ha logrado bastante con la aceptación de tu hermano Taro, no deshagas entonces los esmeros que sangre le han costado a la señorita Kuga- Dijo por bajo antes de acudir a la mesa donde Maya y Shizuru ya servían los platos, Kano afortunadamente estaba distraído mirando a Natsuki y preguntándole qué otras curiosas habilidades tenía.

Largo suspirar fue aquel. -Lo entiendo abuelo- Musitó la de celeste mirar antes de alcanzarlos en la mesa.

Lo restante de aquella velada, pasó entre un confortable silencio y el acostumbrado movimiento rápido de cucharas de Arika y el abuelo, pareciera que ella y el mayor hubieran pactado una silenciosa competencia de comida a lo que les reñía Maya por tal falta de modales. Natsuki recibió en cambio los cuidados de su mujer, quien le dió de comer a cucharadas como si tuviera algún tipo de impedimento físico, por lo que la Kruger no cambió el color rojo en las mejillas hasta que la cena fue concluida. Los niños por su parte jugaron un rato más con Edekan en la casa antes de irse a dormir y más tarde, cuando todos acudieron a sus habitaciones para recibir el merecido descanso, Erstin no tomó la palabra de Christoph, en medio de la penumbra nocturna abrió con cuidado la puerta de su habitación, vió al leal can de su familia montando guardia como cada noche, pero esta vez y con astucia, se las había ingeniado para guardar su porción de pavo para dársela a Edekan y evitar entonces que ladrara. La rubia arrojó el jugoso pernil a unos cuantos metros de su puerta y el canino no pudo más que seguir a sus instintos, saltando sobre la presa.

La joven Ho tomó la oportunidad para escabullirse a la espalda del animal y apresurarse a llegar al cuarto donde Nina debía estar descansando. Logró llegar a la puerta, la abrió en el acto y se adentró en el cuarto, Erstin tenía en mente convencer a Arika para cambiar lugares pero se encontró con los cabellos conocidos de otra mujer, cuyas manos desnudaban el torso de una inconsciente Nina, una espina de celos agudizó dentro la rubia.

-¿Qué haces aquí?- La Ho se cruzó de brazos molesta sin dejar de observar con reproche a su cuñada.

-Lo... lo mismo podría preguntarte- Cuestionó Maya con tono sorprendido, después respiró y usó un tono maternal con la indignada Ho. -Yo, solo vine a lavar un poco las manchas de sangre y polvo que se le quedaron, sabes que podría enfermarse después.- Explicó para no dejar lugar a incómodas interpretaciones. -Pero ¿Sabes lo que pasaría si tus hermanos se enteran de esto?- Reprochó Maya más que preocupada por el proceder de la menor.

-Para serte franca estoy aquí justamente porque mi hermano no cumplió su promesa ¿Por qué yo debería cumplir la mía entonces? Además, de verdad ¿Te quedarías tú en tu cuarto si el lastimado hubiese sido Taro?-

-Él es mi esposo ante la diosa... no es lo mismo- Se defendió Maya. -Nosotros compartimos la misma habitación...-

-¿Y qué crees que va a ser ella de mí?-

La joven madre de Saya supo que no tendría la ocasión de ganar esa discusión a Erstin, así que le tendió el paño que estaba usando para limpiar el rostro de Nina. -Tiene el sueño pesado ¿Sabes?-

-¿Por qué lo dices?- La herrera lavó la prenda y luego tomó asiento sobre el lecho en el que yacía su querida novia.

-No se despertó ni siquiera cuando le saqué la cazadora de encima y estuve a esto de quitarle la camisa-

-¡Maya!-

-Shhh... Sería un problema que Minoru y Kiara despertaran- Tuvo que taparle la boca a su cuñada antes de que armara un escándalo. Maya solo se atrevió a soltarla cuando tuvo la certeza de que cuidaría el volumen de su voz.

-No es justo... no es justo que intentes desvestir a las prometidas de otras personas- Se cruzó de brazos la menor sin dejar de mirar malamente a la otra mujer.

-Yo no tengo esos intereses Ers... pero es claro que ella necesita abrigarse un poco, además, su ropa está húmeda por la nieve derretida ¿Comprendes?-

-Sí, pero yo lo haré y tú te irás prontamente a ver como esta mi hermano, tu marido... es por él por quien debes preocuparte- Ante la confusa expresión de Maya, la de zafirino mirar se explicó. -Es bastante estricto y sé que no lleva bien lo que pasó, ahora vé ¿Sí?-

-No hagas que me arrepienta de esto ¿Sí?- Maya se levantó y se acercó a la puerta. -Arika vendrá en un rato, así que tenlo presente, ella duerme aquí- Dijo antes de salir y perderse rumbo a la habitación que compartía con Taro.

Una vez a solas, la joven Ho tomó asiento en la cama y procuró completar la labor iniciada por Maya, deslizó cuidadosamente la tela húmeda sobre la frente de su querida doncella. La miraba con adoración absoluta, sentirla de esa curiosa forma para prodigarle al fin el cuidado amoroso que traía alivio a su angustiado ser. Si pensar en la idea de una herida tan mortal como para poner en riesgo su existencia había bastado para hacerle sentir el perder la cordura, ahora simplemente contemplar su rostro pacíficamente dormido, era como alcanzar la calma plena. Deslizó la manta que la cubría hasta la altura de su cintura y notó que en efecto su ropa estaba húmeda, que esa camisa traslucía su piel y vendas en otras tantas partes, daños ajenos a su conocimiento, no evitó fruncir el ceño. Con paciencia retiró cada botón, envolvió en sus brazos a la dormida mujer para poder retirar la tela de su torso, tanto camisa como vendas desaparecieron para ser reemplazadas por aquella manta. Con el paño, limpió cada espacio de nívea piel en un gesto de infinita delicadeza, conoció por su tacto la firmeza de los músculos formados por cada esmero o batalla, pero era su piel tan pura y suave como si mancillara el pañuelo lo prístino de un ser tan hermoso. Erstin estaba maravillada por la oportunidad de una contemplación tan sublime, pero conservaba dentro de sí una sensación culpable por tomar ventaja de la ocasión, para ver y sentir a la dama que tantas veces le pareció inalcanzable y etérea como una fantasía onírica.

Sonrojada más allá de los límites posibles se mordió los labios, ¿Cómo era posible ser tan hermosa? Una injusticia divina era el que Nina estuviera inconsciente, tener la ocasión de contemplar su torso desnudo por obra de la casualidad. Erstin negó con la cabeza y volvió a cubrir del frío nocturno aquella nívea piel, aunque ya tenía grabada a fuego aquella imagen. Seguían los pantalones y tenía la sensación de que sería mucho más difícil atinar el pulso bajo la manta, era mejor no ver o toda la sangre se acumularía en alguna parte de su cuerpo y eso no sería bueno, la Ho tragó saliva y después tanteó el cinto con sus temblorosos dedos, se deshizo pacientemente de cada una de las prendas, limpió diligentemente la piel expuesta y por último, volvió a cubrir la desnudez de su amada con un pijama.

Erstin no recordaba haberse expuesto a una tentación semejante a lo largo de una vida, bajó la vista sobre la apacible faz de la hermosa Nina. -Como el sueño más bello, siempre que te miro más anhelo siento y sigues dolorosamente lejos de mi mano, así que si robara de tus callados labios un beso, ¿sería ruin?- Con sus celestes ojos puestos sobre las nacaradas mejillas de la Kuga, se deslizó y posó en los labios de la dormida un casto beso.

En cuanto se apartó de su amante Erstin sintió sobre su cuello la mirada de alguien, al volver la vista hacia la puerta, encontróse con Arika, quien le sonreía. Un bochorno como ninguno le llenó por dentro y por fuera a la altura del rostro.

-Perdona... no he querido interrumpir, pero debí imaginar que estarías aquí junto a ella...-

-Tan obvia soy-

-No... Pero es lo que yo haría en tu posición, si pudiera-

-Pareces triste aunque sonrías Srta. Sayers- Tan rápido como esas palabras fueron dichas Erstin comprendió lo indiscreto de tal expresión. -Aunque, ¿Qué podría saber yo? Seguramente me equivoco- Intentó rectificar.

-Arika... dime Arika simplemente...- La castaña caminó hasta quedar cerca de la hábil herrera, tomó asiento en la silla dispuesta junto a la mesa de noche a un lado de la cama donde Nina dormía como si no hubiera un mañana. -No te equivocas... como tú hace un tiempo, yo solo veía de lejos a esa persona. Te aseguro que no he querido escuchar tu íntimas confesiones... no miento, pero fueron hermosas palabras las que dijiste- La Sayers acarició con gentileza la frente de su amiga de la infancia. -Nina es muy afortunada; aunque no pueda oírlo hoy... lo sabrá pronto, por ahora te recomiendo volver a tu cuarto antes que alguno de tu familiares sepa de esta pequeña escapada, odiaría tener que volver al plan original...- Guiñó el ojo con un gesto divertido.

-¿Cuál plan original?- Erstin miró con interés a la joven capitalina.

-Ya sabes, secuestrarte por la ventana y huir al galope de caballos, para después perderlas de vista en el horizonte con nubes de arrebol de fondo, acudir al sitio de encuentro para verlas casarse a escondidas-

-Se oye tan bonito...- No escondería la ilusión que la palabra casarse le producía, pero esto se debía fundamentalmente a la persona con la que soñaba compartir el altar y que ahora dormía pacíficamente en su cama.

-Sí, luego Nina me golpeó en la cabeza, le gustaba mi idea eso te lo aseguro... pero, no tenía bien visto apartarte de tu familia tan egoístamente, dijo algo sobre hacer la cosas bien, y ahora que lo pienso, creo que te gustaría ser entregada en el altar por tu hermano o por tu abuelo, tener a personas importantes para ti en ese momento y no un par de encapuchadas mal vestidas- Arika asentía con gesto de sapiencia. -Claro que todavía te puedes fugar si quieres... pero si se trata de hacer las cosas bien, entonces deberías ir a tu cuarto sin que nadie lo note y yo te prometo cuidar de ella hasta que despierte-

Erstin rió un poco antes de asentir y encaminarse a su habitación, no sin antes darle un beso en la frente a Nina, deseando que se recuperara pronto. Ya en el pasillo y con paso sigiloso, cavilaba para sí misma una vez más, -Sólo debo ser un poco más paciente-  Tomando ventaja de que Edekan se había dormido logró arribar a su habitación sin mayores inconvenientes, lo cual agradeció a la Diosa, tanto así, como el milagro que habían contemplado sus celestinos ojos en el mágico sonido de un violín encantado.

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-Maya no va a estar muy de acuerdo Taro... ¿En serio es ahí?- El menor de los hermanos rubios, contempló con cierta contrariedad y curiosidad al capitán de la guardia civil, cuyo ceño casi siempre pétreo, estaba enarcado incapaz de esconder algún disgusto desconocido para el más joven. Ambos jinetes cabalgaban parsimoniosamente sobre los humildes caballos del señor Christoph, los dos se dirigían al lugar donde el Conde Dai Artai les había indicado llevar la espada del “Cisne de plata” que la querida Erstin había culminado desde el día anterior.

El camino, que era vívidamente recordado por Kano a razón de experiencias previas menos afortunadas, delató con prontitud el lugar de cita y no pasó demasiado cuando sus ojos de azul verduzco atisbaron en la distancia la morada de la Srta. Julieth, aquella casa de citas convenientemente dispuesta a las afueras del poblado de Fukka, el lugar ideal para esconder de la vista de todos las acciones menos honrosas.

-Indudablemente es... un vulgar pervertido- Se lamentó el más joven una vez llegaron frente a la edificación, que bien parecía un palacete digno de un burgués adinerado. Aunque la vista exterior fuese tan presentable como la de cualquier noble, no ignoraba ninguno lo que acontecía de puertas hacia adentro de aquel antro de perdición.

-La excentricidades de un hombre como él no deben extrañarte Kano... sabes que sus particulares gustos no son un secreto entre los que le conocen, así que ¿Dónde más tendría la ocasión de probar la inocente carne de las que a mala hora se convertirán en meretrices? Se prudente, cuanto más pronto entreguemos su pedido y más rápido nos marchemos a casa, más tranquilo voy a sentirme- Taro bajó del caballo, buscó en las amarras la envoltura de la espada y la desprendió para llevar el arma ante su próximo propietario.

-Entonces, ¿Por qué aceptaste que nuestra hermana forjara una espada para él siendo alguien tan indigno?- El más joven se apresuró a bajar de su caballo y abrir las rejas del portón para poder pasar. No había vigilancia en la puerta, porque a nadie se negaba la entrada a la casa de Julieth Nao-san, otras circunstancias serían al llegar a la puerta principal donde unos hombres robustos custodiaban el ‘buen comportamiento’ de los asiduos clientes de las mesalinas.

-Porque no soy estúpido, pequeño hermano... Los nobles nunca son de fiar, pero más vale no hacerse enemigo suyo, suelen ser muy rencorosos- Murmuró el primogénito de los Ho, salvando con paso tranquilo la última distancia del caminillo empedrado.

-Todos... ¿Eso piensas de los Kruger también? Pensé que...- El de ojos acuamarinos tomó el hombro de Taro con fuerza, casi molesto. -Nina casi dio su vida por ti, aún no despierta después de lo que pasó y Natsuki... ella ha expuesto sus secretos con la honestidad que no se ha visto ni del más humilde amigo-

-Kruger se ha ganado mi respeto, Kuga será un digno esposo para nuestra hermana... dejémoslo de ese tamaño Kano...- En respuesta, el de iris azul retiró con fuerza aquel agarre.

-Aún estás reticente- El más joven de los Ho ya se preguntaba cuántas más pruebas tendrían que superar las doncellas de aquella casta para merecer su confianza. -Eres un intransigente-

-Y tú... deja de mirar en la dirección equivocada- Taro se detuvo, era prudente mantener su conversación lejos de los oídos inescrupulosos, una vez dentro tendrían que cuidar incluso sus pensamientos.

-No te entiendo- Kano frunció el ceño con extrañeza.

El rubio mayor suspiró con resignación. -Somos hermanos y no estoy ciego, no desvíes la mirada ni tu interés sobre la Duquesa, ella está fuera de tu alcance ¿Comprendes?-

-No sé de qué hablas- Kano desvió la mirada abochornado.

-Es una suerte que no use vestidos, ni tampoco parezca muy femenina a primera vista... de otro modo tú estarías en serios problemas, entonces no permitas que su calidez y la belleza que tanto gusta esconder bajo esas prendas, te encandilen sin remedio-

-Yo conozco mi lugar, no tienes que decirlo y no olvido que ella es una mujer casada, no confundas mi curiosidad y admiración con...-

-Simplemente te lo advierto, pero me alegra que seas realista, vamos entonces- Taro no quiso discutir más, ya había dicho y advertido lo que pensaba desde el primer día en que la Duquesa arribó a la casa Ho. Su malestar no se limitó solamente a la presencia de Nina aquella noche, sino también la de Natsuki sobre quien sentía un recelo por el efecto que tenía sobre su familia, la admiración excesiva de su abuelo por el agradecimiento de un acto tan lejano en la memoria de todos, una parte de él no había creído en los relatos del anciano hasta el momento de verla ejecutar aquel extraño ritual. Pero las cosas cambian, aceptar ideas sobre los incomprensibles hechos golpeaba dentro de Taro como la patada de un caballo, como si admitir secretamente aquellos nuevos pensamientos fuera un sacrilegio, así que simplemente aceptaba las cosas como eran para tener una vida tranquila.

Kano guardó silencio y se ocupó de amarrar las riendas de los corceles en el lugar provisto para tales fines justo a un lado del barandal exterior. Se aproximaron a la puerta y sin la necesidad del primer toque, el picaporte giró desde adentro dándoles paso, un hombre fornido les señaló la sala contigua al salón principal donde normalmente y más tarde, los ‘caballeros’ seleccionarían a sus consortes para pasar al menos una noche de fantasías y delirios lujuriosos. Con el sol todavía en el centro del cielo, era claro que los más discretos arribarían con la complicidad del velo nocturno. Los hermanos Ho se miraron brevemente antes de cruzar la puerta, una vez adentro pudieron apreciar que en toda la sala de abundante espacio, sólo una jovencita danzaba frente al Conde Dai Artai mientras este consumía manjares de una mesa abundantemente surtida, a su derecha e izquierda silenciosos yacían unos hombres cuyos rostros cubrían prendas argitas.

Nagi hizo  un ademán y tanto la música como la danza cesaron. Se puso de pie y caminó con dirección de los rubios. -Sean bienvenidos ¿Gustan probar bocado? O serían otros sus apetitos- Sonrió ladinamente al notar el interés que Kano le prestaba a la jovenzuela.

-No hace falta. Hemos venido expeditamente a traer la espada del Cisne tal como lo solicitó, mi Lord- Sin perder tiempo, Taro extrajo la espada de su espalda y la tendió diligentemente ante el noble de blancos cabellos.

Nagi tomó la espada por la empuñadura y procedió a evaluarla con rapidez. -Buen equilibrio, balance perfecto, un diseño orfebre de la más alta estima...- El de ojos escarlata sonreía como un niño con juguete nuevo. En un pestañeo despojó de un vaporoso velo a la bailarina y con un corte ascendente, la hoja cortó la tela sin ningún tipo de dificultad.

-Un filo sublime... dé mis felicitaciones al herrero- Murmuró apreciando la dirección de la hoja milimétricamente alineada. Todas y cada una de las joyas dispuestas exquisitamente.

-Así será- Taro se cuidaba de hablar lo indispensable nada más. -Se lo haré saber-

-Disculpen ¿Dónde están mis modales? Tomen asiento... ¡Darsiv! Trae el justo pago de estos honorables caballeros- Ordenó el Conde y uno de los custodios, el más bajo, desapareció raudo por la puerta en busca de los honorarios mencionados.

Un silencio sepulcral se formó en la sala, la espera de aunque solo segundos se antojaba eterna para Taro, el instinto le gritaba marcharse sin ningún pago a cambio del trabajo de Erstin, pero se mantuvo quieto y calmo, no era razonable no cobrar por los esfuerzos de su hermana menor, no tenía el derecho a desistir de tal cosa. Otra historia vivía Kano, sus ojos no se apartaban de la doncella argita cuyo baile cesó nada más arribar por orden de un funesto amo, se maravillaba de la bella feminidad y la figura de embrujo que ostentaba la doncella, sin embargo lo más cautivador de la dama era sin lugar a dudas, sus intensos ojos esmeraldas. No dejaba de pensar sobre la ignominia que seguramente vivía la muchacha, tensaba la mandíbula de solo suponer que ella contaba con casi la misma edad que Erstin, silenciosamente vió que tomaba asiento a un lado del conde y se quedaba tan quieta, como si el mundo se hubiese detenido a la par que la música, verla impávida observando la distante ventana de la habitación como el pajarillo que ansía volar fuera la jaula que le aprisiona, era como sentir una mano negra estrangulando por dentro su pecho.

-Gustas el placer de poseer a esta mujer, ¿Muchacho?- Evidentemente el de ojos sangre no pasó por alto este detalle.

-No...- Musitó Kano casi como un acto reflejo, abochornándose en el acto por la excesiva atención que prestó a la chica y ante la mirada acusadora de su propio hermano, ya sin darse cuenta que la joven posó sus ojos sobre él con algo más de interés. -... se lo agradezco, pero no...-

-Je, eres el primer hombre que desprecia a Sherezade ¿Acaso no es lo suficientemente bella? O Prefieres consortes varones-

-Nada más alejado de la realidad, la joven es verdaderamente bella, mas no podría obtener sus favores si para la ocasión ella no es mi esposa- Respondió Kano bastante apenado.

-Un hombre capaz de respetar a una prostituta... Eso significa que aún queda honor en este mundo ¿Verdad?- Nagi levantó los hombros con desinterés, antes de volver la mirada sobre Sherezade y hacer un ademán para que la dama se aproximara, así el conde le prodigó un beso pasional, sin cuidado, solo lujurioso y al final la mordió hasta lastimarla, pero la morena no musitó queja alguna. Apenas fue mudo testigo el labio en cuya herida una gota de sangre se deslizó por la barbilla femenina.

-Entre los miembros de nuestra familia, claro que sí- Refutó Kano más que indignado, casi queriendo levantarse para darle una paliza al desagradable Conde.

-A callar... Kano- Taro bastante más controlado, quiso alejar la atención del noble sobre la jovencita y su hermano. -Conde Artai ¿Por qué de entre los numerosos orfebres de nuestro poblado solicitó una prenda tan valiosa a una joven e inexperta jovencita?, somos humildes y estoy seguro que pudo encontrar mejores herreros en los alrededores... “Sin mencionar lo evidente de su interés por retrasar nuestra partida”- Taro no dijo en voz alta sus últimos y más preocupantes pensamientos.

-Interesante... es bastante suspicaz- Nagi sonrió ampliamente, aún así se tomó la molestia de explicarle a los dos rubios. -La señorita Ho, su bella y estimable hermana, posee una habilidad combinada; un herrero puede hacer armas resistentes pero no hacerlas lucir tan hermosas, un orfebre puede hacer lucir preciosa una empuñadura y una hoja lustrosa con diseños intrincados, pero jamás cuidar el balance del arma, el filo o la resistencia... sólo un herrero orfebre como la nieta del gran Christoph Ho podría, después de todo, su querido abuelo ya solicita un merecido descanso, uno que un servidor estaría dispuesto a pagar-

-Se lo agradezco, su señoría... pero es la responsabilidad de un hombre el ver por su familia, y en nuestro caso, mi hermano Kano y yo nos ocuparemos de eso, no mereceríamos haber nacido varones si no podemos con nuestras manos brindar tal cosa-

Nagi observó entonces que el mayor de los dos Ho no sería para nada fácil de convencer, inmediatamente cambió su estrategia. -Me han hablado del honorable capitán de la guardia, un hombre que no ha aceptado un solo soborno en casi ocho años, cuando entró a la fuerza civil de Fukka, supongo que por eso Lord Takeru movió sus influencias para que lo ascendiera rápidamente-

-Le aseguro que no he solicitado recomendación alguna a ningún noble de Fukka, ni de ningún otro lugarteniente en las cercanías- El de ojos zafiro frunció el ceño con molestia. Cada mérito en su vida lo había logrado a base de esfuerzo y eso se esmeraba en inculcarle a sus hijos a base de ejemplo.

-Eso lo sé...- La sonrisa del Conde se amplió. -Y es una pena escuchar eso, con el apoyo adecuado usted podría vivir cómodamente con su esposa y sus dos hijos sin la necesidad de exponerse a semejantes riesgos. Por otra parte, lo he pensado mucho, ha sabido esconderse la belleza de su hermana en los trajes de un herrero, pero es francamente preciosa según cuentan los rumores, si tuviera entonces la ocasión de agradecer su trabajo y compensarla como es debido, socializar un poco para que seamos amigos cercanos...-

Taro apenas contenía su ira ante el ponzoñoso tono que empleaba el aristócrata, pues no ignoraba la intención real de aquel gañán para con su hermana, la flor de su inocencia sería tomada vilmente y desdeñada después. El capitán de la Guardia refutó con aplomo. -Eso no es posible señor, no es propio de una dama prometida en matrimonio verse con otros hombres para socializar-

-Oh es una pena. Pero los felicito en verdad, por el dichoso acontecimiento ¿Y quién es el afortunado?- Parecía no haber forma de disipar la atención de Nagi, quien estaba contento de saber más y más de unos humildes campesinos, como los referirían los nobles de la zona.

-Uno también de noble cuna, señor- Taro intentó no revelar demasiado, necesitaba apartar la atención de aquella serpiente ponzoñosa de su familia.

Pero Kano fue bastante más imprudente. -Un miembro de la familia Kruger-

Instantáneamente se hizo visible el interés del Artai. -Me sorprende enormemente, no sabía de otro varón en la casta de los Kruger si tenemos en cuenta que han nacido todas mujeres-

Taro frunció el ceño. ¿Cómo sabía el Conde el secreto de Natsuki? Si al parecer se cuidaba tanto de no revelar más de la cuenta a extraños. Al Ho no le gustaba nada lo que se hilaba en aquella conversación, ansiaba poder irse sin causar un gran revuelo.

-Bueno, es un Kuga- Y cómo odiaba el mayor que el más joven Ho no midiera sus palabras, pese a sus advertencias y desconfianza, Kano era bastante más inocente y hacía poco que había entrado a la fuerza, por lo que no había visto todas las bajezas y crueldades que él sí a lo largo de sus años de servicio. Doncellas violadas por otros con más poder económico, asesinos, ladrones de la dignidad y la virtud de las personas, la codicia que había convertido a hombres honestos en borregos capaces de todo por el valor de unas monedas.

-Hermano...- Intentó recordárselo con un bajo tono de voz, al verse los ojos zafiro y verde azules, comprendió tarde el error cometido.

-No es propiamente dicho un noble, pero es sí, seguramente un hombre rico- El de largos cabellos blancos y ojos sangría quiso decir algo más, pero su sirviente el diligente Darsiv ya volvía con el respectivo pago en una bolsita de cuero. Una mirada asesina le fue dirigida y el encapuchado se detuvo en su lugar, temblando casi imperceptiblemente. -Ya ven lo penoso que es tener empleados desatentos... ¿No te dije acerca de no volver en un rato más?-

Darsiv depositó la bolsa con el pago a los pies del capitán de la guardia, pero este ni siquiera pretendió tomarlo. -No me interesa el pago, ni sus favores, prefiero declinar-

Nagi se puso de pie, lejos de solicitar a Sherezade el servir su copa, esta vez lo hizo por sí mismo. -Sí señor, je... el honesto y humilde Taro Ho... tal vez debiste dejar la espada en mi puerta... debió ser un regalo de tu humilde casa para mí, pero entonces habría tenido que ir a buscarte cerca de los que te son más preciados y no queremos eso ¿Verdad?-

-¿Me amenaza a mí o a mi familia?- El rubio mayor se puso de pie seguido por su hermano, tensó cada músculo en la extensión de su cuerpo, mostrándole al conde la fuerza contenida por sus puños cerrados. Después de todo para el oficio al que se dedicaba, el zafirino tenía que poder combatir cuerpo a cuerpo a más de un rufián.

-Yo jamás dije eso ¿O sí?- Nagi sabía que ante el menor movimiento de su invitado, todo su séquito de sirvientes intervendría en su favor. -Pero es un problema para mí el que tú y los de tu casa sean tan incorruptibles, debiste aceptar la parte amable del acuerdo, una riqueza suficiente para darle descanso a tu anciano abuelo, lujos y vestidos para tu esposa, educación para tus hijos, pero no... Incluso aquí está tu caballeroso hermano despreciando los placeres que ni siquiera puede imaginar en su pueril estado de inocencia, uno que no es un hombre ni tiene cómo demostrarlo...-

Kano quiso golpear una vez más al conde, pero Taro extendió su brazo con un ademán que solicitaba su quietud, él no perdía de vista los movimientos de los demás hombres en la habitación, pensaba en las posibilidades bajo sus capuchas y no le gustaban. Tampoco había sido tan tonto como para acudir indefenso a una reunión con un hombre tan poco honorable, tenía un arma escondida bajo su ropa y un puñal en la parte de atrás de su espalda bajo el abrigo, podría tal vez salir airoso si sabía jugar sus cartas pero debía darse tiempo y al parecer a Nagi le agradaban los monólogos. -¿Entonces qué interés puede tener un hombre como usted, en personas tan humildes como nosotros?-

-He visto, he sabido que tienen visitantes en casa... ilustres personas están bajo su techo y yo quiero que hagas algo por mí, un insignificante favor... Trae ante mí a la preciosa esposa Di Kruger, la bella Shizuru merece la ocasión de volver con los suyos, apartarse del truculento acuerdo que Lord Takeru impuso a su familia-

-No podría tomar a la esposa de otro si ella no pide su libertad... no me parece haber visto nada relacionado con el acuerdo del que habla- Taro frunció el ceño mientras Nagi comenzaba a mostrarse menos pacífico a cada palabra, más inquieto, más amenazante.

-La señora es devota con el Duque, su sentir dista de lo que dice... la señora parece feliz- Añadió Kano, tratando también de disuadir la intención del Conde.

Con voz sapiente Taro quiso inclinar las cosas a su favor. -Pero, si es tan precaria la situación. ¿Por qué no lo pide usted mismo? Seguramente los Kruger acepten ir a una recepción, las fiestas entre nobles son bastante frecuentes y si tanto desea hablar con la señora Di Kruger...-

-Astuto en verdad, veo que no eres un saco de músculos sin cerebro, realmente me encantaría que me sirvieras con la misma lealtad que le ofreces a esos monstruos- Nagi comprendió entonces que la falsedad o la diplomacia no servían de mucho ante aquel testarudo.

-No son monstruos...-

-Jeje, eso piensas pequeño Kano ¿Por qué no le piden a Natsuki Kruger que se quite la máscara que siempre lleva en su cara?- Ambos rubios se miraron confundidos por un momento. -¿Por qué alguien que merece tanta de su confianza esconde su rostro de ustedes?-

-Tal vez tiene una fea cara...- Kano levantó los hombros, no es como que él lo creyera en primer lugar. -Una deformidad de nacimiento-

-No finjas la estupidez que no tienes muchacho...- Reprochó el Artai con una expresión de molestia, casi como siseando con una lengua bífida.

-No haremos lo que solicita, así que si es todo cuanto ha de decir... nos vamos- Taro quiso darle la espalda a Nagi y apresurarse a la salida, sin embargo Darsiv y otros dos se pusieron frente a los dos hombres rubios.

-Ho, Ho... Ho. Dime, qué aprecias más en este mundo. Tal vez a la devota esposa cuya pasión y amor están puestos sobre ti, un hombre frío y poco afectuoso; el niño cuyos ojos lo miran con tal admiración, como el más grande entre los hombres; o la preciosa criatura cuyas indefensas manitas apenas tienen fuerza para envolver uno de sus dedos, incluso la hermana que estás dispuesto a entregarle a los aliados de los demonios que rondan este mundo-

-No te atrevas o te juro que...- Taro estuvo tentado sacar su arma y disparar, pero no saldrían de allí vivos, eso seguro, en ese caso ¿Quién cuidaría de la familia?

-Haz caso de mí y yo me aseguraré del bienestar de tu familia entera. Además de compensarte grandemente- Nagi suavizó el tono de su voz. -Te aseguro que no pondré en riesgo su integridad, pero es natural tener un aliciente para contener a la bestia de Fukka, Los Kruger, padre e Hija son monstruos y tú, así como todos los habitantes de Fukka lo verán, entonces comprenderás que hiciste bien en poner a salvo a la señorita Fujino- El Artai bebió la copa de un solo trago, luego sonrió y asustados contemplaron los Ho, como su boca parecía manchada de un tono escarlata como si de sangre se tratara.

-Si salgo de aquí, si traigo a la señora ante usted... dígame que me protegerá de la ira de aquellos a los que llama monstruos, perecer bajo su mano o la de ellos, ¿Qué oportunidades me deja eso?-

-No Taro...- Kano no podía creer que su hermano traicionaría la promesa realizada por su familia.

-Yo cuidaré de ti, mi ejercitó cuidará de ti y de los tuyos... verás amigo mío que serme leal es mucho más benéfico... pero no me mires así muchacho, el idealismo no te llevará a ningún lado, así que seamos un poco más prácticos- Nagi centró su atención en el menor de los dos rubios, cuya ira no se escondía a la vista en la expresión de su cara. -Cuando sea Rey, tocarás el piano en mi corte. También conocerás que puedo ser piadoso, hoy decido que le perdonaré la vida a Nina Kuga para no enlutar la dicha de su joven hermana, sin embargo, no olviden nunca... que si me traicionan a mí... Kano y Taro Ho, yo enviaré tras de ustedes y los tuyos una plaga más mortífera y brutal que aquellas que puedan vislumbrar en sus más oscuras pesadillas...-

-¿Cómo es posible...?- Kano no daba crédito al conocimiento que tenía el Conde de los acontecimientos más privados de su familia.

El conde sonrió más que divertido, mientras Sherezade bajaba la mirada con pesar. Nadie cuestionaría la autoridad del Lord, solo por motivo de lo peligroso que eso sería. -No me tomes por un tonto, soy un enemigo más mortífero y conozco cada movimiento suyo, tengo ojos en todo lugar-

-Pero no puede moverse un ejército tan rápido, además Kruger no deja a solas a la señorita Fujino ni un solo momento- Informó Taro buscando la forma de escapar al pedido del Conde.

-Alabo tu ingenio, te aseguro que crearé una buena distracción y te proveeré del transporte más rápido que puedas imaginar. Después de todo, yo poseo algo mucho más poderoso en mi mano y que compartiré contigo para tu protección- Los anillados dedos de Nagi fueron tendidos ante los ojos incrédulos de los dos hombres, dos cadenas de plata con un dije que sostenía un cristal negro. -Tomen mi regalo y vean que no miento... eso es mucho más decir de lo que pueden apostar por los Kruger-

Kano y Taro tomaron el obsequio del Conde con disgusto, apenas pudieron disimularlo en sus pétreas expresiones. La cadena no era en sí una joya muy lujosa, pero el noble lo entregaba como si fuera un tesoro en extremo valioso.

-Darsiv... haz una demostración- Musitó Nagi y con un ademán de su mano lo apresuró a hacerlo.

El encapuchado retiró con pesar el velo de su rostro, dejando ver que era un muchacho en cuya barbilla aun no nacía la incipiente barba de los hombres antes de alcanzar la adultez. Era moreno, de ojos miel casi ambarinos, delgado y con negros cabellos, la parte izquierda de su cabeza estaba rapada, mientras que del otro lado una larga melena culminaba en intrincadas trenzas adornadas con chaquiras rojas, no era difícil deducir que se trataba de otro argita con bastante parecido a la bailarina llamada Sherezade, ya que además del evidente lazo consanguíneo, ambos contaban con dos tatuajes idénticos, ella en el costado hasta la cadera y él en el temporal derecho hasta el cuello, era una oración arcana, dedujo Kano con prontitud al notar que era un lenguaje cuneiforme. El jovencito comenzó a recitar un extraño rezo en lengua desconocida; de la voz de aquel que no se veía para nada amenazante, emergieron destellos púrpura que mágicamente se transcribieron sobre la superficie del cristal, comenzando este a vibrar y brillar con propia luz.

-Kiosuke, manifiéstate...- Musitó suavemente Darsiv al finalizar su rezo.

Cuando parecía que el extraño rito no sería nada más que para asustar a los supersticiosos, un agujero se formó de la nada sobre el suelo, en realidad dicha apertura estaba a una altura de un centímetro sobre la superficie y no rozaba la baldosa de color verde olivo, pero que desde la posición de Taro y Kano, se veía como un abismo sin fondo. Así, de las profundas sombras emergió entonces una criatura cuyo aspecto parecía originalmente el de un mono humanoide con blanco pelaje, la extraña criatura contaba con cuatro ojos en vez de dos y uno adicional en la frente, grandes colmillos sobresalían de su boca, estaba cubierto con una armadura de aspecto samurái sobre su torso, mientras que la parte inferior de su cuerpo desvelaba bajo los pantalones rasgados, unas patas largas con garras temibles; aquel ser tenía las dimensiones de un hombre adulto y fornido, lo cual era suficiente para intimidar incluso al capitán de la guardia de Fukka.

-Este espécimen es pequeño, pero no se dejen engañar, puede destrozar a un escarabajo martillo con el corte de su espada celestial... ya que Kiosuke es el legendario mono blanco de la corte de los Tenoh- Musitó Darsiv con suave pero indiferente voz, no le preocupaba demasiado hacerse creer de los dos rubios.

-Antiguas leyendas... nada más- Kano intentó no dar valor a lo que veían sus ojos. Si lo dicho fuera verdad, Darsiv tenía el control sobre un ser sobrenatural tan antiguo como la creación del mundo en manos de los dioses.

-Una leyenda que puede cortarte a la mitad, yo tendría más respeto en tu posición- Advirtió Darsiv mirando de mala forma al menor de los Ho. -Mi Slave se contiene de matarte solo porque mi voluntad se lo impide-

-Haz caso de mi hermano, no seas tonto o imprudente...- Aconsejó Sherezade con expresión molesta, lo cual avergonzó al antes pianista.

-De qué va a servirme este objeto...- Taro levantó el dije en su mano, si la piedra podía convocar un monstruo tenía el inconveniente de no saber cómo hacerlo, así que de nada le serviría para protegerse. -Yo no puedo convocar seres de agujeros mágicos-

-Los Slave temen el poder de la piedra sobre su voluntad... no necesitas invocar ninguno, revela la piedra y la criatura se apartará de ti sin hacerte daño. Te será de gran utilidad cuando envíe a mis Slave para distraer a la Duquesa, de ese modo podrás traer a la doncella ante mí y no temas, porque entonces el monstruo se revelará por fin-

-Así será...-

-Pero...-

-No me avergüences más... vamos a casa- Musitó Taro tomando la bolsa con el pago de la fabricación de la espada.

-No olviden señores Ho, que si para entonces su lealtad ya no me pertenece yo me olvidaré de la promesa que hice sobre el bienestar de los suyos y cientos de criaturas como esta no se detendrán a causa del cristal que les obsequié- Nagi sonrió sabiendo que el mayor de los dos no olvidaría sus palabras. -En tus momentos más privados recuerda esto Taro, que por causa de la maldita familia Kruger y que uno de los suyos posara sus ojos sobre tu pequeña hermana, tú... el hombre más honesto de Fukka, tuviste que faltar al honor y a la dignidad-

Hubo un prolongado silencio sin que el rubio contradijera al peliblanco, simplemente le dió la espalda y se dirigió a la salida, pero esta vez ninguno de los serviles de Nagi detuvo su paso.

-Baila… ¡Baila! Sherezade… Enloquece a mis sirvientes con tu danza singular- Nagi estaba eufórico y no solo por la ingesta de un cuarto de botella de sake, tenía al fin la carta del triunfo entre sus manos.

Ciertamente fue lo último que escuchó Taro mientras se dirigía a la puerta casi jalando de la mano a su hermano quien aún no reaccionaba, una vez llegaron al lugar donde habían atado los caballos, subieron en ellos y galoparon lo más rápido que pudieron hasta llegar a la entrada del Wintergreen.

-¿Lo harás?- Kano bajó del caballo y observó a su hermano mayor.

-No tengo otra opción, si solo se tratara de hombres... he aprendido a manejar a tipos problemáticos, no a monstruos. ¿Sabes cuántas veces han amenazado a mi mujer y a mi familia?- Las duras palabras de Taro hicieron callar los reproches del otro Ho. -Muchas... y jamás nadie ha podido acercarse ni un poco, jamás lo has sabido ni nadie de la familia, pero vi en sus ojos una maldad capaz de enfriar la ira más resuelta... sé que no se tentará el corazón porque no le importa nada además de sus ambiciones y tiene esas criaturas, lamento decirlo pero no soy tan tonto para ganarme un enemigo así-

-Sería como traicionar a la familia... ahora son parte de ella-

-A quien protegerás Kano... a nuestras hermanas, al abuelo... ¿A tus sobrinos o a mi esposa?- Reclamó el primogénito ya sin esconder su molestia.

-No es justo...- Arguyó a regañadientes el más joven.

Taro suspiró con resignación. -La vida no es justa...- Era una lección que como adulto tenía que aprender. -... así paga la diosa mi honestidad, tantos años de lealtad ¿Para que un maldito aristócrata amenace mi mundo entero?-

-Perdona hermano...- Kano comprendió al fin la magnitud del predicamento que vivían, quizás una parte de él se negaba a aceptar tan oscuras circunstancias ya que al haber visto la brillante magia de Natsuki, le había llenado de esperanzas, de ilusión, como si fuera posible

El de zafirina mirada mantuvo el ceño fruncido. -Hagamos lo que debemos hacer y roguemos porque... el Conde respete su palabra sobre la señora Di Kruger, nadie siente más frustración que yo. Así que te lo pido hermano... uno de los dos llevará a la señora y así nuestra familia estará a salvo de sus monstruos-

Una mirada bastó, Kano sintió la angustia de Taro y al mayor le transmitió su preocupación. -Lo prometo- Esas palabras sellaron el principio de momentos lúgubres, que los dos jamás olvidarían.


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33 comentarios:

  1. Que nos tenias en sequia mujer uiuiui esto se pone muy interesante y me da animo ,una sanacion ,una tentacion y una traicion zassss T.T

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    1. Jajaja no habria encontrado una mejor forma de resumir este capitulo. Muchas gracias por tu lectura. querida Maria.

      Abrazos,

      Cristalsif.

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  2. Waoo capitulo nuevo :D que feliz.. es en verdad adictiva tus relatos. Hacen que tengas yn cumulo de sentimientos. :( como podrá Natsuki proteger a Shuzuru si ya no cuenta con el poder del "lobo" ? Esperando la continuacion con ansias

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    1. Mmm no te puedo responder eso sin espoiler, Asi que por ahora te dos las gracias por tu lectura y me alegra que fuera de tu gusto.

      Att.

      Cristalsif.

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  3. Ayy que cosas planeará nagi? Escalofríos me da tan solo pensar que pueden hacer daño a las chica kruger :( que desesperación noo. Como siempre un capitulo intenso, grac8as por la entrega y el tiempo que das tus fieles lectoras :)

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    1. Es con amor, jeje como todo lo que hago. No puedo revelar los planes de nagi, sin embargo verán que esta es apenas la punta del iceberg de sus intenciones. Despues de todo una historia es grande no solo por lo magno de sus heroes si no también la magnitud del villano y Nagi esta a la altura de la villanía jejeje.

      Abrazos,

      Me alegra que te guste, me robas una sonrisa.

      Att:
      Cristalsif.

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  4. Como siempre tus escritos son magicos, espero todo salga bien las chicas se merecen paz, para vivir su amor

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    1. Pero en el fondo sabemos querida Lizeth, que sin las complicaciones de la trama, no habria historia que contar jejeje

      Abrazos.

      Cristalsif

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  5. Que intriga por Dios! Me como las uñas de no saber que más sucederá. Gracias :)

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    1. Gracias por tu lectura, jeje creo que de alguna manera siempre queda todo en suspenso, no sé, siempre los dejo en un punto donde acaba el capitulo y queda en veremos, no es de maldad pero no lo puedo evitar. Ya veremos que pasa en lo proximo, solo digamos que va a subir de nivel.


      Abrazos.

      Cristalsif

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  6. muy buena la continuación, pero por favor no desaparezcas tanto tiempo amamos la historia

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    1. Les aseguro que no me voy porque quiera, sigo escribiendo a cada momento libre que tengo, incluso en mi celular. Sin embargo tardo, me gusta revisar, me gusta escribir con calidad y eso, lamentablemente significa tiempo. Lo unico que puedo decir al respecto es que no tengo en el olvido mis historias, le trabajo de a pocos a cada una. Y todos esos momentos valen la pena, al imaginar sus expresiones, sus emociones, el disfrute que pueda ocasionar una lectura.

      Att.

      Cristalsif

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  7. Hola Cristalsif tengo una curiosidad enorme! en tus 3 historias, la mayor parte de tus personajes tienen los mismos nombres porque? obviamente con distinta trama. He de decirte que ya Natzuki o shizuru me encantan en cualquier lugar o circunstansias ^_^
    :D las amoooo y la ultima historia de Tempus vitae tengo tentación de leerla pero se me hace muy poquito y voy a querer más y más, que me desesperaré lo sé. Jeje bueno esperando la conti cya do puedas GENIA

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  8. Rayos tener traicion desde adentro es lo peor pobre natsuki como protegera a su damicela. Esta en un punto complicado ahora ya sin sus poderes lobunas sera mas complicado. Suplico que no hagas sufrir a zuru.
    Un capitulo hermoso ojala no tardes mucho en actualizar

    Con cariño Maria Rene

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    1. Saludos querida Maria Rene,

      Perdona mi tardanza, pensaba bien que responderte. Lo primero es agradecerte la lectura y alegrarme por tu gusto. SI admito que me puse un pequeño reto sobre como postular las cosas ahora que Natsuki carece de la maldición, pero hey por amor las personas hacen grandes cosas.

      Besos y Abrazos

      Cristasif.

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    1. Saludos, Mashiro se encuentra en el castillo de Windbloom, con su padre y su esposo.

      Cordialmente,

      Cristalsif

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  10. Ya que el conde nagi esta al tanto de sus pasos de nuestra exlobuna. Me imagino que debe saber que ya rompio esa maldicion al menos en el aspecto fisico. Ahora bien como una simple mortal quien protejera a natsuki y como ayudara a su amada? O dios no aguanto tanto esperar u.u

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    1. Nunca se olvide que no solo había una bestia en Fukka, por otro lado es particular ya que cuando Nagi refirió su conocimiento dijo "Tengo ojos en todo lugar", se refiere a los Slave, los cuales en realidad están confinados a Fukka. En este aspecto, el poder de Nagi esta limitado a Fukka debido a la diosa.

      Esto se alude (y digo porque no es spoiler) cuando anteriormente hable de Mai y Mikoto, se exponia que la Diosa no puede abandonar fukka, basicamente ella custodia Fukka y es la razón de fondo por la cual ha pasado 400 años encerrada en un espacio geografico especifico, claro que en muchos de los casos de las deidades Japonesas, estan vinculadas a ciertos espacios físicos que los representan, sin embargo nada les impide ir de un lugar a otro. En el caso de Mikoto, se queda pero a mantener encerrados los Orphan.

      Pero en esencia es decir, no, Nagi ignora lo que hizo Natsuki fuera de Fukka ya que sus ojos no pueden salir de Fukka y se preguntaran, bueno y porque no enviar personas? Porque las personas son rastreables, detectables, para alguien con el olfato de un lobo sería fácil saber que le asechan... y Nagi ha procurado ser lo más discreto posible a la vista de los Kruger.

      Espero haber dejado este punto claro, abrazos.

      Cristalsif

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  11. Cristalsif se me hará larga la esperaa
    :( de leer la próxima entrega tuya con una excelente calidad en tus escritos en verdad tus historias son mis favoritas se me pone una sonrisa enorme cuando veo que has subido un capítulo :D de esta intensa, hermosa, misteriosa, e intrigante historia, siempre a la expectativa de lo que vendrá. Gracias por no dejar de lado y seguir actualizando y otra vez gracias por decir que tardas (aunque nos desesperemos "algunas") pero que lo haces porque quieres entregar algo excelente ;)

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  12. Me encanta la historia pero me faltan los capítulos del 30 al 35 me gustaría que los publicarán gracias. Patricia desde España.

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    1. hace rato q están publicados debes buscarlos en el indice D

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    2. Los busque pero nada y me sabe mal porque estoy un poco perdida del 36 que publicó hace poco.

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    3. http://latetafelizplus.blogspot.com.co/search/label/Danza%20entre%20lobos aquí aparecen todas las entradas de danza entre lobos.

      Espero te sea de utilidad.

      Abrazos.

      Cristalsif.

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    4. http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2015/10/danza-entre-lobos-cristalsif-30-parte-2.html
      http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/02/danza-entre-lobos-cristalsif-31.html
      etc etc... busca INDICE D Y SALE TODAS LAS HISTORIAS CON D, y las publicaciones de cada historia

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  13. Ay dios moriré de esperar .. Querida Cristalsif te lo ruego, danos el regalo de navidad anticipadamente de tus capítulos ^^ jeje , en serio son lo mejor de lo mejor, te soy sincera recién comencé a leer esta historia el mes de septiembre y terminé de leer todas tus historias que has publicado en este blog, en verdad me fascinó y dejé de último "Danza entre lobos" porque tenía extensos capítulos e intuí que si los otros eran así de excelentes este no sería la excepción, no sé si eres escritora o es tu talento innato, me sumergiste en la historia buscaba en mi mente los lugares que describías para vivirlo como una película que nunca vi pero mis imaginaciones me llevaban al relato que cada capitulo pasaba y pasaba.tuve tantas dudas y preguntas desde el primer capítulo. Me hubiera gustado comentarte desde el inicio alentarte, animarte, agradecerte, que si pudiera te daría trabajo solo para que expreses tu arte plasmado en libros jeje soy egoísta no lo sé, tal vez. He leído cada comentario de las otras lectoras y todas las respuestas que dabas y resolvías mis dudas. Bueno ¿que sería de una lectora que no agradece a su escritor favorito? no muy buenos lectores creo jeje
    Hasta la próxima entrega, saludos
    Att. Catalina

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  14. Buen día Jjaxxel, podrías por favor revisar el índice de esta historia.
    La chica tiene razón pues el cap 28 no existe y solo aparecen los caps hasta el 31, además de que al tratar de ingresar a estos no es posible.

    Mil gracias

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  15. http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2015/02/danza-entre-lobos-cristalsif-28.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2015/02/danza-entre-lobos-cristalsif-29.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2015/10/danza-entre-lobos-cristalsif-30-parte-2.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/02/danza-entre-lobos-cristalsif-31.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/05/danza-entre-lobos-cristalsif-32.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/06/danza-entre-lobos-cristalsif-33.html 33 y 34 (en el mismo link)
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/06/danza-entre-lobos-cristalsif-35.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/07/danza-entre-lobos-cristalsif-36.html
    http://latetafelizplus.blogspot.com.ar/2016/07/danza-entre-lobos-cristalsif-36.html Este es el 37
    Ya los revise y salen bien.... no entiendo porque no los ven.

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    1. Disculpa, no me explique bien, el inconveniente se presenta es cuando buscas en el celular, y ahorita en el pc miramos que el 29 no aparece.

      Disculpa tantas molestias n_nU

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  16. es muy contradictorio tal vez como se ha sentido taro al respecto con las amenazas del conde nagi, haber como lo resuelven en este acuerdo que parece ¨traicion¨ con los kruger, ademas no creo que sea tan fácil que shizuru se la lleven al conde, sabemos que posee poderes dentro de ella misma así que dará una buena pelea (si la provocan), lo que me aterra son los diamantes negros que tienen colgados los hermanos Ho, si bien natzuki no tiene el poder del lobo pero es una buena guerrera, me resulta que si hay confrontaciones puede quedar muy herida, quisiera saber más de la historia de nao me parece a mí que ese odio que tiene no es culpa de natzuki? bueno es complejo, ella estaba enamorada pero natzuki no? o hubo interferencias en la relación? me intriga su odio-amor. Más momentos románticos entre mi suki y zuru bueno ya me entiendes jeje ^_^, antes que se acerquen las tormentas que ya se ve venir, lo que me intriga es cuando sorprenderás con la noticia de lo que lleva zuru en el vientre? a suki primero, luego la familia entera, y después las lectoras (me imagino está embarazada no?). Saludos cristalsif eres excelente en lo que haces en verdad, esperando como siempre la conti.....

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    1. Tendria que canalizar y aprender a usar sus poderes, casi se vuelve al lado oscuro pensado que murio natsuki. Ahora que ya se unio el lazo verdadero de amor y que fruto a ello esta embarazada es sumament peligroso para el cachorrito que la secuestren, la unica forma de hacerlo es amenazar con que nagi le pueda hacer algo malo o matar, de ser asi no tendria de otra.
      Hay mucha tela que cortar aun. Obsequia otro cap como regalo de navidad.
      No se olvide seguir cristalsif con la historia tempus vitar

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  17. A mí "criterio" esta historia es sin duda la MEJOR! sin lugar a dudas y de todas las historias que he leido en distintos blogs sobre estos mismos personajes. Tu historia cristalsif es exquisita, en verdad se disfruta la lectura de cada cap.

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  18. DE VERDAD ESPERO QUE ANTES QUE FINALIZE ESTE AÑO HAYA CAPI DOBLE NAVIDAD Y PROXIMO AÑO NUEVO (SOY ADICTA A ESTA HISTORIA) PORFA SI PUEDES (NO TE SIENTAS PRESIONADA) >_< :) ADIÓS

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