CAPITULO 2
No volví a saber nada de ella hasta dos
meses después de nuestro encuentro,
cuando recibí un gran ramo de flores, un sobre
y una nota que decía:
“No sé si te acordarás de mí. Soy Sylvie Tissot y fuiste muy amable
conmigo el día en que falleció mi madre. Te mando en este sobre un par de pases
VIP para la premièrede la serie que he estado rodando, por si te apetece
acercarte. Después habrá una pequeña fiesta privada para todo el personal y sus
allegados. Quizás te apetezca acudir con un acompañante. Gracias de nuevo por
todo”
Observé los pases. Reconocí el
título. Llevaba un mes entero oyendo hablar a mi amigo Michael de
“Travellers” una nueva serie de ciencia
ficción que esperaba con ansia que estrenaran.
Pensé que era una ocasión inmejorable para darle una sorpresa a mi amigo
y le llamé para comentárselo. Ni qué decir tiene que enseguida empezó a
planear nuestra asistencia.
Cuando llegamos, Michael rebosaba de
alegría y yo empezaba a arrepentirme de haber ido, hasta que la vi. Estaba en el photocall posando para los
fotógrafos. La acribillaban los flashes de sus cámaras y no me extrañó. Sylvie
era una espectacular rubia, estilizada y con clase. Tenía su pelo recogido en
un elegante moño y la blancura casi inmaculada de su piel hacía que con el
maquillaje adecuado resaltaran mucho más sus perfectos rasgos. Un vestido largo
gris perla muy ceñido a su cuerpo ponía de manifiesto la voluptuosidad de su
generoso pecho. No podía quitarle los ojos de encima. Y así estaba, con esa
cara de idiota mirándola, cuando nos vio. Se dirigió hacia nosotros esbozando
una leve sonrisa.
Sylvie: Hola Amaia, me alegro de que hayas venido
(Se acercó y, para mi sorpresa meestampó un par de besos)
Amaia: Sí. Gracias por la invitación. Te presento a
mi amigo Michael Scott. Es un gran
aficionado a las series de ciencia
ficción y estaba deseando que estrenaran ésta
Michael: Encantado (Se estrecharon las manos)
Sylvie: Espero que la serie os guste. Ahora tengo
que irme, pero en la fiesta posterior estaremos más tranquilos, os podré
presentar a mis compañeros y podremos hablar. ¿Vendréis verdad?
Michael: Por supuesto: (Una vez se hubo marchado
Sylvie, mi amigo se volvió a mí con los
ojos muy abiertos) ¿Pero tú de qué
conoces a Sylvie Tissot?
Yo: Es una larga historia. Ven, vamos a entrar
Michael disfrutó tremendamente con el
pase del capítulo piloto de la serie y yo apenas podría decir cuatro palabras
sobre el mismo, ya que cada vez que Sylvie aparecía en la pantalla con ese buzo
negro metalizado que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel, no escuchaba
ni veía nada más que no fuera a ella. Cuando encendieron las luces la distinguí
entre los múltiples asistentes al evento. Su mirada se cruzó un momento con la
mía y me sonrió levemente de nuevo. La devolví el gesto. Debía quitármela de la
cabeza. Cuando la conocí tenía novio y no me atraen nada las heterosexuales. No
me gustan las causas perdidas. Tanto como odio el tópico de que las lesbianas
lo somos porque nunca hemos encontrado un buen macho, odio el argumento usado
por muchas de nosotras cuando dicen que
pueden convertir a cualquiera. Enrollarte con una heterosexual curiosa una
noche o diez no tiene para mi ningún interés. No es eso lo que busco en una
pareja. Así las cosas, procuré borrar su imagen de mi retina mientras Michael
tiraba de mi mano murmurando que debíamos dirigirnos a la fiesta.
La celebración era en una conocida
discoteca que había sido reservada por completo para el evento y a la que se
accedía únicamente con invitación. Para que no hubiera dudas, Michael blandía
las nuestras en su mano como si del santo grial se trataran y una vez
conseguimos entrar, no dejó de abrazarme, de besuquearme y de darme las gracias
diciéndome que le había hecho el hombre más feliz del mundo. Nos dirigimos a la
barra y pedimos un par de bebidas. Michael me preguntó si no me importaba que
él fuera a dar una vuelta a ver a quién veía. Le dije que no y me quedé sola en
la barra, preguntándome qué diablos se me había perdido a mi allí. Alguien tocó
suavemente mi hombro.
Sylvie: Hola. Por fin te encuentro ¿Qué te ha
parecido el episodio?
Yo (Improvisé): Muy interesante, la verdad. Te deja con
ganas de seguir avanzando en la historia
Sylvie: ¿Te apetece sentarte en aquellos sillones?
(Señaló un rincón de la discoteca)
Yo: Claro (Nos dirigimos al lugar y tomamos
asiento) ¿Cómo te encuentras?
Sylvie: Pues me está costando mucho hacerme a la
idea de que mi madre ya no está, pero supongo que esas cosas llevan su tiempo.
No he podido dejar de pensar en lo generosa que fuiste conmigo y nunca podré
agradecerte el que no me dejaras sola en aquel trance
Yo: No hace falta que me lo agradezcas más. Está
bien
Sylvie: La verdad es que no fue solo eso. Seguí tu
consejo de avisar a mis compañeros de la serie y en eso también tenías razón.
Se están portando estupendamente conmigo y estoy empezando a forjar ciertos
lazos de amistad con algunos
La conversación continuó fluida. Sylvie era una chica encantadora que hablaba
con un adorable acento francés que hacía que se encendiera la ternura en mi
corazón. Se nos pasó el tiempo volando y estuvimos tan a gusto que, cuando me
propuso tomar un café la semana siguiente me pareció natural aceptar. Así
empezamos a vernos. Así empezamos a ser amigas. Ella tenía necesidad de
verbalizar lo que le estaba pasando y yo , que soy de natural reservada, me
encontraba cómoda escuchándola hablar de ella y no teniendo que hablar
demasiado de mí. Fueron pasando los meses y nuestra amistad se fue estrechando
cada vez más. Yo tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no comérmela con los
ojos.
Ambas teníamos un par de semanas de
vacaciones. Cuando tengo un periodo
vacacional siempre aprovecho y me escapo a ver a mis abuelos paternos, que
viven enel País Vasco, en un pueblo
costero cercano a Bilbao. Mi amama y mi aitite (que es así como los llamo,
porque así se dice abuela y abuelo en euskera) esperan siempre impacientes mis
visitas y no les importa que de vez en cuando lleve a algún amigo o amiga. Así
que decidí invitar a Sylvie. Aceptó.
Llevo toda mi vida veraneando en el País
Vasco y tengo una cuadrilla de amigos y amigas con los que siempre he pasado
mis vacaciones. Sylvie se integró perfectamente y creo que lo pasó muy bien.
Faltaba poco para regresar a Toronto y habíamos ido con mis amigos a pasar un par
de días a un paraje en la costa francesa donde se podía acampar. Nos gustaba la
playa y el surf y nos habíamos juntado al menos media docena de tiendas de
campaña. Yo compartía una con Sylvie. Habíamos pasado un estupendo día de playa
y al atardecertodavía retozábamos en las toallas. Estábamos sentados en círculo
charlando, cuando alguien me levantó del suelo como una pluma, me empezó a
besuquear y se dirigió conmigo corriendo hacia el agua. Me asusté y me giré.
Era mi primo Ander, que ya estaba metido en el agua hasta la cintura conmigo en
brazos. Me soltó para hacerme una aguadilla. Y cuando pude sacar mi cabeza del
agua, me colgué de su cuello besuqueándolo a mi vez. Era mi primo favorito y
vivía en Londres. Hacía mucho que no nos veíamos.
Yo: ¡Hola! ¿cuándo has llegado?
Ander: Hace unas horas. Salió un trabajo de última
hora en Bilbao, pedí venir y ya ves, me
he escapado solo para estar contigo. Mañana temprano tengo una reunión, así que
solo estaremos juntos hoy.Sé que tú te
vas mañana a la tarde y yo me iré a la mañana temprano. Pero hace mucho que no
nos veíamos y tenía ganas de dar un achuchón a mi prima favorita
Yo: ¡Menuda sorpresa más agradable me has dado!
¡Tenía muchísimas ganas de verte! (Me colgué de su cuello otra vez)
Estuvimos un rato en el agua charlando y
jugando, salpicándonos y prodigándonos muestras de cariño. Ander había sido mi compañero de juegos desde que
éramos niños. Cuando salimos del agua,
saludó a nuestros amigos y yo me di cuenta de
que Sylvie no estaba. Me acerqué a la tienda de campaña y me dijo que le
dolía la cabeza, que no se encontraba muy bien y que iba a descansar. A la hora
de la cena fui a ver si le apetecía algo y me dijo que no quería comer nada,
que se quedaría descansando en la tienda de campaña. No le di más importancia. Hicimos una pequeña fogata en la playa y
estuvimos charlando y riendo. Yo estaba feliz de haber podido ver a mi primo,
pero me fastidiaba no habérselo podido
presentar a Sylvie. Seguro que le hubiera gustado. Cuando me acosté, ella dormía. Me levanté pronto para despedir a Ander y Sylvie se levantó después todavía con migraña (eso me dijo). Recogimos todo, volvimos a casa y allí
cogimos las maletas que habíamos dejado preparadas y tomamos el vuelo de
regreso a Toronto. Hizo el viaje en silencio y yo me quedé preocupada, pensando
que quizás estaba incubando alguna enfermedad.
Al día siguiente de regresar a Toronto la
llamé para ver cómo se encontraba y me dijo que mejor. Le propuse ir al cine y
me contestó que debía hacer un viaje a Quebec
por motivos de trabajo. Le dije que me llamara cuando volviera. Mientras
tanto, decidí hacerle con las fotos que había hechoun álbum digital para que
pudiera recordar nuestras vacaciones juntas. Una semana después, todavía no me
había llamado. Le mandé varios
mensajes a su teléfono móvil, pero no
los contestó. Yo seguía sin darle excesiva importancia al hecho de que no se
hubiera puesto en contacto conmigo, pero tras varios intentos de llamarla y
unos cuantos mensajes más que nunca fueron respondidos, me quedó claro que algo
no estaba bien. Pero ¿qué?. ¿Qué había pasado?. ¿Qué había hecho yo para
ofenderla o para enfadarla? Me empezaba
a parecer profundamente injusto que me tratara así. No entendía nada. Un par de
intentos más de llamarla y media docena de mensajes sin respuesta después,
decidí darme por vencida. No me gustaba que jugaran conmigo. No había hecho
nada malo, nada para molestarla, nada para ofenderla, sino todo lo contrario.
Desde que la conocí siempre quise agradarla y verla feliz. Me gustaba
muchísimo, pero jamás le había insinuado nada para no ponerla en un compromiso.
Sylvie ni siquiera sabía que yo era
lesbiana. No la había presionado, no la había acosado. No entendía nada, pero
mi corazón se deshizo y se rompió en mil pedazos, tanto o más que cuando Maya arruinó
nuestra vida.Con Maya, al menos, supe el
porqué.
Un mes después, llegaron los álbumes
digitales que había encargado. Lloré como una estúpida al revisarlos, al
recordar el cariño con el que había decidido hacerlos. Uno para ella, otro para
mí. Iguales. Eran unas preciosas fotos en las que se nos veía felices
compartiendo decenas de pequeños momentos. Guardé el mío en un cajón y envolví
el suyo en un paquete. Se lo remití por correo con una nota.
“Me pareció buena idea hacer este álbum para recordar unas deliciosas
vacaciones que pasé con quien creía que era mi amiga. Haz lo que te parezca con
él. Encerrarlo en un rincón de tu casa, como encerraste nuestra amistad en
algún rincón de tu alma, es una opción”
En los siguientes días me volqué en mi
trabajo. Llevaba dos días enteros sin salir del hospital. Lo prefería porque
así mantenía mi cabeza ocupada y evitaba pensar en ella. Necesitaba ir a casa a
ducharme y a descansar un poco. Al poco de llegar a mi apartamento alguien
llamó a mi puerta. Cuando abrí allí estaba ella.
Sylvie: ¿Puedo pasar, por favor?
Yo: Pasa, si quieres (Me retiré para que entrara)Aunque no creo que haya mucho que tengas que
hacer aquí ya
Sylvie: Creo que te debo una explicación
Yo: En su momento la esperé casi
desesperadamente, pero ahora, si te digo la verdad, ya no me interesa lo que tengas que decirme
(Hablaba mi orgullo. Hablaba mi soberbia)
Sylvie: Amaia, lo siento. Lo siento de verdad. He
sido una estúpida y no he sabido gestionar lo que me estaba pasando. Te he
perdidoporque no he sabido ser generosa contigo como tú siempre lo has sido
conmigo. Me enamoré de ti. Eso me pasó.
Me enamoré de ti. Cuando fui consciente de ello, me asusté. Pensé que podía
controlarlo. Por eso me fui contigo de vacaciones. Pero fue peor el remedio que
la enfermedad. Cada día que pasaba
contigo era más consciente de ello. No quise decirte nada, porque eso hubiera podido
empañar nuestra amistad y pensé que me bastaría con tenerte a mi lado, con
reirme contigo, con hablar contigo. Y así fue durante las vacaciones o por lo
menos durante la mayor parte de ellas. Te veía reir, te veía disfrutar y yo
estaba a tu lado para hacerlo contigo. No puedo describirte la felicidad que
sentí. Pero luego te vi con aquel chico. Te vi reírte, juguetear, abrazaros y
no pude con ello.
Yo: Ese chico era mi primo
Sylvie: No lo
sabía, pero es lo mismo, lo cierto es que en algún momento encontrarás a un
hombre al que querer y que te quiera y yo tendré que ver cómo le miras, cómo le
abrazas… y pensé que no podría soportarlo. Pensé que no podía seguir siendo tu
amiga…Pero me muero, Amaia. Sin ti, me
muero. Déjame arreglarlo. Déjame ser tu amiga. Este estúpido enamoramiento se
me pasará y todo volverá a ser como antes. No puedo vivir sin ti. Olvida todo
lo que he dicho, olvida todo lo que he hecho, por favor. Déjame compensarte. Se
mi amiga otra vez
Yo: Nunca dejo que nadie me rompa el corazón dos
veces. Y tú hiciste estallar el mío. Eramos
amigas por encima de todo. No me merecía lo que me hiciste
Sylvie: Tienes razón. Tienes razón. Quiero que me
perdones
Yo: Y yo quiero seguir con mi vida, Sylvie
Sylvie: Pero…
Yo: Estoy cansada. Llevo muchas horas de guardia
en el hospital y necesito descansar. Ya has dicho lo que tenías que decir. Te
agradezco la sinceridad, pero no tengo nada más que hablar contigo.
Salió de mi casa y me quedé sin poder
siquiera asimilar lo que me había dicho. Me había dicho que se había enamorado
de mí y no la hice ni caso. No le dije
que yo también la quería. No la dije que la perdonaba. No la abracé. Mi orgullo
pudo mucho más que nada. Estaba cansada. Estaba dolida. Continué con mi vida y
no quise mirar atrás.
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Que tonta u.u' siendo que sylvie de le declaró ahs!...
ResponderEliminarAh, el orgullo. Si no fuera por él, yo misma hubiera aprovechado más de una oportunidad en esta vida. en fin. Y Amaia, se sintió muy herida. Veamos si te gusta cómo sigue
EliminarQueeee amaia porque hizo eso yo la comeria a besos cada ves mas interesante la historias esperó el próximo capitulo
ResponderEliminarSupongo que lo ha hecho porque se sintió muy herida. Y después de la decepción con Maya, tiene el corazoncito frágil.
EliminarGracias por comentar
esto se puso candente ... empiezan mal... espero terminen bien...muy buen capitulo
ResponderEliminarLo bueno de las cuestas arriba es siempre cuando terminan. Entonces, o llaneas o bajas. Y eso suele ser más agradable.
EliminarUn abrazo
Por cierto, gracias a la administradora por cambiar el título. Ese juego de palabras "Pase lo que pase", ya lo veréis si seguís leyendo la historia, tiene relevancia en la trama y para mi era importante que apareciera bien.
ResponderEliminarMuy amable Jjaxxel.
Amaia tiene recelo de las mujeres y mas de las heterosexuales es orgullosa...pero ella esta enamorada de Sylvie.Vamos a ver que sucedera con ese amor pq Sylvie muere por ella y se lo dejo saber nuy claro.Expectante por el proximo capititulo...
ResponderEliminarTienes razón. De entrada Maya la dejó tocada y las heterosexuales le dan un poco miedito. Habrá que ver si Sylvie es solo de las curiosas o de las que descubren que eso que siempre les faltaba, era porque no buscaban en el lugar correcto. Un saludo
EliminarPero q malo es el orgullo ahora sera tarde para hablar con ella y decirle q ella le pasa igual
ResponderEliminarSe pone interesante, espero el próximo capitulo
M.S (galicia)
Ya te digo que es malo. A veces te pierdes oportunidades en la vida or dejar que hable tu orgullo y no tu corazón. A ver si le dura.
EliminarUnha aperta M.S.
Quiero más......
ResponderEliminarMuy hermoso capítulo
Pues todavía hay unos cuantos capítulos y varias cosas por pasar. Algunas buenas, otras no tanto... Espero que, mañana más y mejor, Griselda
Eliminarmuy interesante,....desde el inicio ...habra que esperar el siguiente capitulo haber como sigue
ResponderEliminarEspero seguir manteniendo tu interés. Gracias por comentar.
EliminarWuao creo Amaia actuó asi no por orgullo si no por miedo a sufrir nuevamente a ella le gusta mucho Sylvie y hata creo que ya esta enamorada pero su miedo a volver a sufrir esta por sobre todo hasta la confesión de Syvie que esta enamorada de ella no la deja ver mas haya de lo que ella deja ver su corazón pero ya pensara con calma en todo lo que le dijo Sylvie y se dará de cabezazos y ira o llamara a Sylvie y le pedirá perdón y también le confesara lo que siente ella si me dio penita ahora con la pobre Sylvie que no es fácil para alguien que creyó tener su sexualidad definida y alguien de tu mismo sexo ye robe los pensamientos cada segundo del dia esta parejita ya encontrara el camino para llegar a entenderse dejar los miedos y dejar entrar al amor
ResponderEliminarSegundo capítulo excelente Despistada un abrazó desde Chile esperando el siguente capítulo
Es una mezcla de todo. que es recelosa con las mujeres (su experiencia con Maya, la dejó tocada), y que Sylvie, todo hay que decirlo, lo ha hecho muy mal. Pasó de ella y Amaia está herida, con razón. Veremos si es capaz de ver más allá del momento...
EliminarGracias Gladys por comentar la historia. Me gusta cómo te metes en la cabeza de los personajes.
Despistada la verdad es que yo creo bueno es mi opinión Sylvie no todo lo ha echo mal ella no podía saber que Amaia era lesbiana y cuando la vio con el primo pensó que ahí no podría llegar lo mismo que pensó Amaia de ella cuando supo que tenia un novio ellas tienen que volver hablar y decir todo lo que sienten y dejar esos miedos porque ambas sienten miedo Sylvie por todo lo nuevo de sus sentimientos no es fácil estar en su lugar y Amaia por esa decepción que tuvo pero en la vida mientras tengamos un corazón que late dentro de nosotras hay que arriesgar mas si es por amor la vida te das oportunidades y hay que tomarlas con el alma Despistada
EliminarUsted escribió la historia conoce el desarrollo de los personajes yo solo trato de analizar y comprender la historia. Jajajaja jajajaja y si me gusta meterme en tu cabecita jajajaja
Un abrazó desde aquiiiiiiii Curicó Chile
Jejeje demasiado buenoooo el capitulooo me encanta, y amaia dios el.orgullooo es el.peor enemigo de las relaciones
ResponderEliminarEs verdad. ¡Cuántas cosas dejamos de hacer y decir por orgullo!. Es más fácil cuando el corazón puede a la cabeza. Aunque yo también soy partidaria de un poquito de orgullo (un poquito de amor propio). No sé qué opinarás tú
Eliminar...vaya que complicación... El orgullo es tenaz... A ver que hará ahora nuestra doctorcita... En sintonía para el próximo capítulo, saludos Despistada, Atenea Palas!!!
ResponderEliminarEs verdad, el orgullo casi siempre lo complica todo. pero Sylvie no ha actuado bien. Y es bueno que se de cuenta de que ha metido la pata. Un saludo
EliminarHola, Despistada.
ResponderEliminarVamos a ver a dónde nos lleva esto. Espero no ser demasiado troll, pero la verdad es que el orgullo a veces es necesario. :)
También creo que un corazón destrozado es buena tierra para una alegre historia de amor. Que a lo mejor no es tan alegre, pero sí entretenido.
Saludos.
PD. Qué gusto leerla.
Estoy contigo. Un poquito de orgullo es necesario, si no todo el mundo nos daría a derecha e izquierda. Mucho orgullo, la verdad no sé. A veces las ramas no dejan ver el bosque. Quiero pensar que intento mirar más allá. Cuando alguien se excusa, por lo menos hay que darle una vuelta a la idea de perdonarle.
EliminarNo sabes la ilusión que me hace leerte por aquí, después de la deliciosa historia que nos regalaste. La disfruté muchísimo.
Un abrazo