El lunes llegó y con el la rutina. Como todas las mañanas, Paula
desayunó con su padre y Marcos, solo que esa mañana, la rubia recogería a su
novia.
–
Chicos me voy para
la facultad- dijo con amplia sonrisa.
–
Dale un beso a mi
nuera de mi parte- se despidió Hugo.
Condujo hacia el piso de Marina que ya la esperaba en la puerta. Hoy
iba preciosa: vaquero pitillo con roturas, camisa blanca y americana y
bailarinas beige. Se montó en el coche y le dio dos besos a su novia.
–
Cada día vas más
guapa a clase, ¿me tengo que poner
celosa?-dijo la rubia bromeando.
–
Me pongo guapa para
ti- le contestó con un leve rubor en sus mejillas.
–
Me encanta cuando
te pones colorada. Te ves tan tierna- se mordía el labio- mejor nos vamos… que
me muero por besarte.
Se dirigían a la facultad entre risas y caricias. Paula no soltaba la
mano de su morena.
Cuando llegaron las esperaban las chicas. Julia y Lucía iban de la
mano.
–
Buenos días
tortolitas, ya creía que no veníais, os hacía en tu casa, ya sabéis,
aprovechando la mañana- dijo Macarena levantando las cejas. Las chicas rieron.
–
Maca, no todo el
mundo esta pensando constantemente en sexo- dijo Lucía mientras se reía por el
comentario de su amiga.
–
¡Y mira quien lo
dice! La que no ha salido en todo el fin de semana de casa de su novia y que
estaba tan ocupada que ni contestaba mis mensajes. ¡Ah! y por mucho maquillaje
que uses, ese chupetón que tienes se sigue viendo- hizo que las dos chicas se
sonrojaran.
–
Tú lo que tienes es
envidia- le dijo riéndose Paula.
–
Pues si Paulita, un
poco, aquí las cuatro emparejadas y yo aquí de farolillo alumbrándoos. Ese
estúpido de Alex se esta resistiendo demasiado- dijo fingiendo estar enfadada.
–
Siempre tienes la
opción de pasarte a la otra acera- bromeó Julia cosa que las hizo reír.
–
Jajaja puede que
cuando se acaben todas mis opciones, aunque siempre esta la opción de
Marquitos, ¡seríamos cuñadas Marina!
–
¡Eso ni lo
sueñes!-dijo Paula fingiendo enfado- Anda vamos a clase antes de que Maca siga
con sus planes de embaucar a mi hermano.
Las chicas entraron a clase, Lucía y Julia iban de la mano, no les
importaba que sus compañeros viesen que eran pareja, todo lo contrario que
Paula y Marina que iban andando con Maca entre ellas dos, sólo se brindaban
sonrisas y miradas cómplices. Al llegar se sentaron juntas como siempre. Marina
veía como sus otras dos amigas se besaban sin importarles que pensaran o
dijeran sus compañeros. Se sentía mal por negarle a su chica la oportunidad de
expresar sus sentimientos en público pero el temor que sentía por ser descubierta
era mayor. Aún no estaba preparada para dar ese paso. Miró a Paula y esta le
sonrió. ¿Cómo una persona le podía hacer sentir tan feliz con una simple
sonrisa? Se preguntaba la morena, que creía que eso sólo pasaba en los cuentos
de hadas.
Al finalizar las clases se despidieron de sus compañeras y
emprendieron el camino de vuelta a casa. Después de un pequeño silencio Marina
preguntó:
–
Cariño, ¿a ti te
importa que no nos besemos en clase o no nos tomemos de la mano?
–
Me encanta como
suena eso cuando sale de tus labios- le dijo con una amplia sonrisa -No me
importa preciosa, cómo te dije el sábado: haremos lo que quieras y cuando
quieras, sólo quiero que estés cómoda a mi lado y por supuesto feliz, ¿por qué
lo preguntas?
–
Y lo soy a tu lado-
entrelazó sus dedos y besó el dorso de su mano- Porque Lucía y Julia lo hacen
y, no sé, no quiero que te sientas mal.
–
Por supuesto que no
pequeña, claro que me gustaría, pero te puedo asegurar que no hay persona en la
tierra más feliz que yo en este momento- ¿Cómo no se iba a poner Marina como un
flan con esas palabras?
Siguieron charlando hasta que llegaron a casa de Marina y se
despidieron.
Los días iban pasando y cada día Marina se daba cuenta de lo que
quería a Paula, ya no había ni un ápice de duda, la quería tantísimo que sería
capaz de decirle que la ama, pero ella, tan vergonzosa y tímida, no se atrevía.
Febrero llegó y con el San Valentín. Era un día entre semana por lo
que las chicas tenían que ir a clase. Paula fue a por la morena y cuando esta
se dispuso a entrar en el coche se encontró con una caja de bombones en su
asiento, la cogió y se sentó.
–
Preciosa, Feliz San
Valentín - le dijo Paula sonriendo.
–
Feliz San Valentín
cariño- le contestó sin apartar la mirada-gracias por los bombones, me
encantan, aunque no se si deberías habérmelos regalado, me los comeré todos y
me pondré como una vaca y me dejarás-rieron.
–
Que tonta, es
imposible que yo te deje, además unos bombones no van a afectar a ese cuerpazo
que tienes- mirándola con una chispa de lascivia en su mirada, las chicas aún
no habían tenido relaciones y la rubia ardía ya en deseos.
–
Yo también te he traído
una cosita- dijo buscando en su bolso del que sacó una pequeña caja- Feliz San
Valentín-le dijo con una amplia sonrisa.
Paula abrió la cajita y dentro de ella había un anillo de plata,
estilo alianza con un dibujo en su alrededor y en la parte de dentro una simple
M.
–
Es precioso
cariño-dijo con una gran sonrisa mientras se lo ponía- dios, muero por besarte,
es perfecto, gracias.
–
Mejor nos vamos,
que yo también me muero por besarte.
Las chicas fueron para clase y se encontraron con Macarena.
–
Hola tortolitas-
las saludó Macarena
–
Hola Maca ¿y las
chicas?
–
Julia se ha llevado
a Lucía a un spa y luego tienen una habitación de hotel, así que ni están, ni
se las espera hasta dentro de por los menos dos o tres días.
–
¿Dos o tres días?-
dijo Marina asombrada.
–
Eso es lo que me ha
dicho Lucía- suspiró- odio este día, ya estoy harta de ver ramitos de flores y peluches,
hubiese sido mejor ni venir- dijo mirando al cielo. Paula rió ante este gesto.
–
No seas tonta,
todos los años te pasa igual, cuando tengas novio seguro que deseas que llegue
el día- abrió la puerta del coche y buscó algo en el asiento de atrás, de el
sacó una rosa blanca perfectamente arreglada con un papel de corazones y se la
ofreció a Macarena- pero mientras tanto ya sabes que yo siempre seré tu
Valentín.
Macarena, con una gran sonrisa, la cogió y se abrazó a su amiga dándole
besos.
–
¡Tonta!, creía que
te habías olvidado- Sin dejar de darle besos agarrada a su cuello.
–
Cómo me iba a
olvidar- decía la rubia riendo.
–
¡¡Paulita te quiero
tanto!!
–
Y yo a ti
renacuaja, anda vamos para clase.
Las tres chicas fueron para clase, Marina estaba muy callada todo el
rato, había sentido celos. Una parte de ella sabía que no tenía por qué, pero por
otra parte se llenaba de inseguridades: ¿Por qué le había regalado una rosa?
Ella creía que antes de salir el trato especial solo lo había recibido ella,
pero en realidad no era así, ¿será que Macarena la había rechazado y por eso lo
había intentado con ella? Todas esas preguntas le rondaban la cabeza en las
horas de clase. La mañana terminó y las tres chicas se montaron en el coche,
hoy llevarían a casa a Macarena, que feliz con su rosa, se montó atrás. La casa
de Macarena estaba en dirección contraría a la de Paula y Marina y un poco
apartada, por lo que el camino de vuelta sería mas largo. Llegaron y se pararon
en frente de una gran cancela, Macarena sacó un control remoto de su bolso, que
al accionarlo hizo que la gran cancela se abriese dando paso. Macarena vivía en
una bonita urbanización con grandes y lujosos chalets. Cuando llegaron asta la
puerta de entrada en la que las esperaba una mujer de unos cuarenta años. Las
tres chicas se bajaron.
–
Paula cariño- la
mujer se abrazó a ella- me ha encantado el ramo de flores y la cesta de fruta,
he llamado a tu madre y me ha dicho que este año los habéis elegido Marcos y
tú, son preciosos.
–
No es nada María-
le contestó con una gran sonrisa.
–
Mamá mira esta es
Marina, la novia de Paula, Marina ella es María, mi madre.
–
Encantada- se
dieron dos besos.
–
Maca me había dicho
que eras muy guapa, pero se ha quedado corta, que ojo has tenido pillina- le
dio una palmada a Paula, mientras esta se reía al ver el sonrojo de su novia-
–
Gracias señora.
Usted que me mira con buenos ojos.
–
¡Marina no soy tan
vieja! Ni usted ni mucho menos señora, si podría salir con vosotras de fiesta, llámame
María- Marina asintió riendo por el comentario-Ah! Y por lo que veo tú tampoco
te has quedado sin regalo ¿no?- señalando la rosa de Macarena.
–
¡Eh! Que te crees,
¿que tú eres la única que va a tener regalo este día? Aunque tú este año no
puedes tener queja.
–
¡Ninguna! Y la que
tampoco debe tener queja es Marina.
–
¿Qué?- Dijo la
morena extrañada, lo que hizo que Paula mirara con los ojos abiertos a María
para que entendiese que debía de callarse.
–
Paula tesoro no
hace falta decir que Marina esta invitada a la cena de esta noche- cambió de
tema.
–
Gracias por la
invitación, luego te aviso, ahora nos tenemos que ir, no quiero que Marina
llegue muy tarde y la regañen.
–
Esta bien, tened
cuidado.
Se despidieron las dos chicas y emprendieron rumbo a casa de la
morena, la cual, estaba más callada que de costumbre.
–
Cariño, ¿estas
bien?- le preguntó Paula al ver que la morena no tenía intenciones de hablar.
–
¿Por qué le regalas
a Maca todos los años un rosa? ¿Y a su madre?- los celos no la dejaban
disimular su enfado.
–
Así que es por
eso…es una larga historia preciosa.
–
Aun queda rato para
llegar a casa así que tienes tiempo de sobra- dijo cruzándose de brazos.
–
Esta bien gruñona-
suspiró- yo conocía a Macarena desde que estábamos en la escuela y ya cuando
entramos al instituto nos hicimos amigas las cuatro, pero yo con ella ya tenía
una gran amistad, iba todos los domingos a su casa, su antigua casa, a pasar el
día y ella se quedaba cada dos por tres en la mía a dormir, éramos
inseparables. Pero ese año, el que empezamos el instituto y conocimos a Julia y
Lucía, Macarena comenzó a estar rara, no era la misma, pasó de ser una niña cariñosa,
alocada y que no paraba de hablar, a ser una chica triste, callada. Me ponía
muchas excusas para que no fuese a su casa y cada vez estábamos mas alejadas,
yo intentaba que no fuese así pero ella no me dejaba que me acercase a ella, no
sabía por qué podía ser: porque ahora la compartía con las chicas, porque el
cambio del colegio al instituto le había afectado, no tenía ni idea que le
pasaba, y yo también comenzaba a estar igual que ella, me sentía mas triste
cada día que la veía mas alejada de mí y mis padres lo notaban. Un día ella
faltó a clase, la llamé para ver si estaba enferma o le ocurría algo, pero su móvil
me daba apagado. Después de unos días sin venir a clase, la directora llamó a
su casa para ver que le pasaba y al día siguiente vino a clase…tenía un pequeño morado en el pómulo, era ya
pequeño, pero se notaba que había tenido mayor tamaño y que estaba medio tapado
con maquillaje. Yo intente acercarme a ella, pero ella no me dejó, me dijo que
no era nada, insistí y como respuesta me dijo que la dejara en paz y que no
quería saber nada de mí. Ese día llegué llorando a casa y se lo conté todo a
mis padres, les pareció muy extraño todo lo ocurrido. Mi madre llamó a María,
ya que a causa de nuestra amistad se había hecho amigas, pero no contestaba a
ninguna llamada. Ese día, sin decirles nada a mis padres, me monté en un bus y me fui para su casa,
cuando llegue, toque a la puerta durante un buen rato hasta que por fin me
atendieron. Me abrió la puerta su padre, estaba a mi parecer, raro, tenía un
olor muy fuerte, que luego supe que era a alcohol, y se tambaleaba con cara de
enfadado. Me dijo que qué coño quería y que si mis padres no me habían enseñado
a no molestar, yo me asusté y le dije que sólo quería ver a Maca, el me dijo
gritando que no y que me fuera a casa y cerró la puerta pegando un portazo. En
ese momento yo le mande a mi padre un mensaje de texto diciéndole que estaba en
casa de maca y que su padre estaba muy raro, que no me dejaba verla, que me
había cerrado la puerta y que iba a volver a intentarlo. Al volver a hacerlo,
después de un rato, su padre me volvió a abrir la puerta, muy enfurecido me
cogió de la camiseta y me tiró hacia dentro de la casa, estaba como ido, no era
el hombre que yo conocía. En el salón vi a Macarena, que no paraba de llorar y
a María, que tenía la cara llena de moratones y un labio rajado.- los ojos de
Marina se abrían como platos, no se podía creer lo que estaba escuchando-
Estaba aterrada, pero al verla así fui corriendo hacía ella que, al verme,
lloraba aún mas y me pedía que por favor me fuese o él me haría daño. Su padre
al oírla le gritó que se callara y vino hacía ella y la agarró del pelo. Yo le
dije que por favor que parase, pero ese hombre no atendía a razones, tiró a
Macarena contra el suelo y se dio un gran golpe que la dejó inconsciente. María
y yo no parábamos de llorar, él nos gritaba que nos callásemos y salió del
salón, en ese momento aproveché y saqué mi móvil, mis manos me temblaban, pero
como pude llame a mis padres, que ya venían en coche para allí, llorando les
dije lo que estaba pasando, que viniesen por favor, que Macarena no
reaccionaba. Mis padres llamaron a la policía y no tardaron mucho en llegar,
pero por desgracia ese desgraciado llegó antes. Al verme con el móvil en la
mano, me empezó a gritar y me dio una bofetada, María, aunque estaba
destrozada, se puso entre él y yo y se llevó la peor parte. Gracias a dios
llegaron mis padres y la policía, que al no abrirles la puerta, la tiraron
abajo. Rápidamente, lo separaron de María y lo esposaron. Yo gritaba que por
favor que ayudasen a Macarena, que tenía los ojos entornados y no reaccionaba.
Después de unos largos minutos apareció la ambulancia y se llevaron a las dos.
–
No me lo puedo
creer- Decía Marina con la cara completamente desencajada. Le parecía imposible
que esa chica tan llena de vida y tan feliz hubiese pasado por ese infierno.
–
Por suerte, Maca
sólo tenía un golpe en la cabeza, nada importante, apenas estuvo unos días en
el hospital, pero María…-una lágrima
recorrió la mejilla de la rubia- María pasó en el hospital tres semanas.
Ella tenía, aparte de los moratones y el labio reventado, varias costillas
rotas que casi le perforaron un pulmón y algunos daños internos-Marina estaba
luchando por no llorar y mas al ver que su chica aún estaba afectada por algo
que pasó hace años. Se estaba sintiendo muy culpable por hacer pasar a Paula
por el mal trago de revivir los hechos otra vez-la única familia que ellas
tenían eran los abuelos por parte de su padre, por lo que estaban solas. Cuando
Maca salió del hospital, se vino a casa y dormía conmigo. Todas las noches
lloraba asta que se quedaba dormida y yo la consolaba. Cuando María salió del
hospital también se vino a casa, ninguna de las dos quería estar allí, donde
habían vivido ese infierno. Nos enteramos de que los malos tratos llevaban ya
tiempo, pero que no eran constantes y que sólo era a María, que los sufría en
silencio. Su marido había perdido mucho dinero que le había dado su suegro en
la bolsa y a causa de eso había empezado a beber y a maltratarla. Después de
unas semanas no solo bebía si no que también se drogaba y ya fue cuando empezó
a gritarle y a pegarle a Macarena también. Vivieron con nosotras unos meses,
mientras que condenaban a su padre, que gracias a dios, entró en la cárcel. Su
abuelo, que antes de eso ya repudiaba a su hijo por ser un vividor y por gastar
tontamente su dinero, quería mucho a Maca y a María y dijo que ese hombre ya no
era su hijo. Les dio casi toda su fortuna a las dos para que no les faltase de
nada y María invirtió, con la ayuda de mi madre, parte de ese dinero en abrir
una tienda de ropa y complementos, la cual tuvo muchísimo éxito lo que hizo que
pudiese abrir, con el paso de los años, seis tiendas mas y amasar una gran
fortuna. Antes de eso, María compró la nueva casa y se mudaron a ella y justo
el día que terminaron la mudanza, coincidió que era San Valentín. Su madre nos
invitó a una cena esa noche para agradecernos todo lo que habíamos hecho y mis
padres le llevaron un ramo de flores por San Valentín y yo a Maca una rosa
blanca- Paula sonrió ante ese recuerdo y las lágrimas de Marina a esas alturas no
paraban de salir, en parte por la triste historia y en parte por haberse
comportado como lo había hecho, se sentía muy tonta-Y desde ese San Valentín,
todos los que han pasado después hemos hecho lo mismo: vamos a cenar a su casa
y yo le regalo a Maca una flor y mis padres a María-Las chicas habían llegado a
su destino, Paula aparcó el coche en frente del portal de la morena- Y yo creo
que ya entiendes muchas de las cosas, para mí Maca es mi hermana y la quiero
como tal, no le gusta estar en casa sola porque aún tiene miedo y por eso se
queda conmigo a dormir cuando no esta María. Desde que se fueron de casa
hablamos todas las noches antes de dormir, por dice que si no, no duerme a
gusto.
–
Que gilipollas he
sido- decía Marina secándose las lágrimas-yo pidiéndote explicaciones y tú solo
eres la mejor amiga que se puede tener, cómo puedo ser tan estúpida- se tapó la
cara con sus manos.
–
¡Eh! cielo- la
consoló- no pasa nada de verdad, no estoy enfadada. No es malo que quieras
saber.
–
Pero es que, Aff...,
¡joder!, es nuestro primer San Valentín y yo lo jodo con mis putos celos, si es
que no se puede ser mas paranoica y idiota que yo- hizo que la rubia se riese.
–
No seas tonta amor-
al escuchar esa palabra Marina quitó sus manos de su cara para mirarla-Si San
Valentín sólo acaba de empezar. Me gustaría que esta tarde te vinieses a casa,
para celebrarlo, tu…yo…una peli… y Maia- las dos rieron- ya tenia ganas yo de
ver esa sonrisa que me vuelve loca- Marina estaba haciendo un esfuerzo
sobrehumano para no besarla, esos ojos azules no eran de este mundo- y luego ir
a cenar a casa de Maca, en familia.
–
Preciosa no se si
podré- volvió a tornar su cara en tristeza- pero te prometo que lo intentaré.
¿Me perdonas por lo de antes?
–
No hay nada que
perdonar preciosa, sólo quiero que no te quepa ni la menor duda de lo mucho que
te quiero-le dio un beso en la mejilla- ¿Cómo podía subirla a las nubes con
solo palabras y un casto beso en la mejilla?, definitivamente, estaba loca.
–
Te a…-abrió los
ojos al ver lo que iba a decir-eh…umm. te hablo luego para confirmarte, me voy,
te quiero, le dio dos besos rápidamente y se fue para casa completamente roja.
Paula se quedó muy sorprendida ¿Iba Marina a decir lo que ella también sentía? “No puede ser”, se decía
sí misma, negando con su cabeza mientras se iba para casa.
La que iba a estar de un momento a otro mas sorprendida era Marina
cuando entrara por la puerta de casa.
Nota:
Hola chicas! Sólo quiero agradeceros todos los comentarios que habéis ido
dejando en cada capítulo. También disculparme por el capítulo 9 y 10 que no me
había dado cuenta que habían quedado tan cortos, pero bueno, un poco de intriga
tampoco esta mal ¿no? xD Además, espero haberlo compensado con el capitulo 11 y
12. Quiero también, pedirles disculpas de ante mano, porque puede que los
siguientes capítulos se retrasen un poco, estoy muy liada con la facultad, pero
en cuanto tengo un rato libre lo dedico a la historia para que no os quedéis
sin el siguiente capitulo. No dudéis en comentar diciéndome lo que os parece la
historia y espero que os este gustando tanto como a mi escribirla. Un saludo
desde Andalucía. ;*
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autor.
Bueno preciosa tranquila se le espera me encanta su historia
ResponderEliminarMe traes intrigada, pero excelente waooo...... Besos desde santo domingo
ResponderEliminarGracias por el compromiso que le pones a esta gran historia y bueno xfa que sigas nos tenes atrapada realmente besotes
ResponderEliminarHe disfrutado cada capítulo, muy bella tu historia.... no sé por qué intuyo que viene una gran prueba para Marina y Paula.
ResponderEliminarÉxitos con tus estudios
un fuerte abrazo!!
Divino el capitulo... muy triste y bonita la historia de maca... cada dia me encanta mas la historia y gracias por estos capitulos mas larguitos...
ResponderEliminarQue hermosa historia, felicidades escribes muy lindo, esta historia me tiene realmente atrapada, porfi no vayas a demorar, saludos. :*
ResponderEliminarEn menos de una noche leí la historia hasta donde va y me encanta definitivamente, la intriga me va a matar :))
ResponderEliminarVale (Colombia)
Me encanta tu historia mmmmmm xoxoxx
ResponderEliminarmuy padre la continuación
ResponderEliminarEl primer capitulo de esta historia no me llamaba a continuar leyendo pero poco a poco me fue enganchando esta historia hasta el punto q es una de mis favoritas, siempre dejas los capitulos con ganas de mas, gracias por compartir la historia con nosotras.
ResponderEliminar: ) M.S (galicia)
Es muy linda tu historia, sufro al saber que tardaras en publicar nuestra dosis diaria pero bueno. Geniallllllll Besos
ResponderEliminarEncima d andalucia?. No q me enamoro! Jajajaj
ResponderEliminarBellicima!!!. Me muero por leer mas. Gracias. Da -Argentina-
ResponderEliminarLeo cada día el nuevo capítulo. Me encanta cómo se va construyendo la historia.
ResponderEliminarMuy bonita tú historia, felicidades por tu manera de escribir y desarollo de la historia, haces q uno se enganche con ella, ojala y tengas el tiempo para combinar tus quehaceres y puedas seguir subiendo capitulos , un abrazo
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