Complemento Perfecto - Elsky - 7

Capítulo 7

Movió la mano buscando el teléfono, tecleó y esperó. No contestó. Se levantó. Tenía que saber que estaba pensando. Se levantó y salió de casa. Buscó la numeración lentamente, se acercó y pulsó el timbre, después de unos minutos sin responder, decidió que no estaba, pues si es necesario esperaré, se sentó en el escalón cerca de la puerta, aún traía su ropa de yoga, así que se le facilitó sentarse. No pasó mucho cuando vio a un perro pararse frente a ella moviendo la cola y con la cabeza de lado.

Pepper permanecía parado, algo no estaba bien, detuvo su trote y caminó hasta ver que sucedía, entonces la vio.

-Hola, lamento venir sin ser invitada. Con una media sonrisa, ahora pensaba que no había sido tan buena idea, después de todo, estaba muy seria.

-Sentado pepper y el perro obedeció. -Se acercó con la llave en la mano para abrir la puerta y una vez abierta hizo un ademán y el perro corrió al interior. -Pasa por favor ¿Estás bien?

-No pasa nada, sólo pasé a saludar. -La vio entrar y seguir hasta la cocina, -¿gustas un vaso con agua?

-Gracias, si. -Ese pantalón legging le quedaba perfecto, su playera estaba sudada, muy sexi pensó. -¿Corres todos los días?

-Procuro hacerlo. -Le entregaba un vaso. -Ven vamos al sofá. -Cuando Izumi se sentó pepper se paró en sus rodillas. -Abajo pepper, disculpa es poco maleducado, regreso en un segundo voy a cambiarme.

Cuando salió de la habitación, la imaginó cambiando su blusa y se acaloró un poco, tomó de su vaso para hidratar su garganta, además pudo observar a detalle que el perro había sufrido algún accidente, mientras el perro no dejaba de verla.

¿Qué estaba haciendo en casa? Esto le pareció raro, un tanto desconcertante, en la escuela se podía contener, pero este era su terreno… se sacó la playera, se lavó su rostro, cambio el sostén y se puso una playera blanca, respiró hondo y salió de la habitación. Los encontró a ambos sin perder detalle como esperando que el otro se moviera…

-Tú también corres? -señalando su ropa, se sentó en el sofá del frente.

-No, hago yoga cerca del centro comercial. ¿Qué le paso? -Sin señalarlo no fuera que le arrancara el dedo.

-No lo sabemos con seguridad, el veterinario dijo que probablemente fue una pelea, según me explicó cuando lo adopté, es muy noble, pero como nunca recibo visitas, seguro que se comporta así porque le pareces extraña, no es agresivo ni nada. ¿No te gustan los perros?

-Le preguntó.

-Nunca he tenido, excepto peces, los tengo en casa y en la oficina ya los has visto.

-Si no te molesta puedes hacerle una caricia cerca de la oreja o bajo el hocico, eso le encanta.

Acercó la mano para acariciarlo y efectivamente comenzó a entrecerrar los ojos de placer.

-Es muy suave y tierno.

-Ahora te advierto que lo más probable es que no te lo saques de encima. -Se hizo un silencio. El perro se acostó a los pies de Izumi.

-Jordan lo que pasó hoy en tu laboratorio… quiero disculparme por haberte molestado, tal vez me excedí… y quisiera que todo estuviera bien… se retorcía las manos preocupada sin levantar la vista… no volverá a repetirse lo prometo.

-No… guardó silencio… no me molestó, -se apuró a decir, -sólo que está fuera de lugar… -apoyó los codos en sus rodillas y tomó su cabeza peinando su cabello. Se levantó y se sentó junto a ella. -Me gustas Izumi tú lo sabes, desde el momento que te vi, pero no puede ser… somos colegas, he tenido esa experiencia anteriormente y ha sido un desastre… en verdad que lo lamento, yo no puedo pasar por esto de nuevo. -Terminó de decir y ya los ojos de Izumi se estaban aguando.

-Está bien, lo entiendo. Gracias por decirlo. -Se puso de pie y el perro se levantó también, caminó a la salida. -Entonces te veo mañana en la escuela, recuerda que tenemos el ensayo, descansa, buenas noches. Salió y cerró la puerta suavemente.

Pepper se quedó viendo la puerta cerrada moviendo la cola.

-Ven aquí no va a volver. -El perro no se movió. -De acuerdo quédate ahí entonces. -Se levantó pesadamente para irse a bañar, mañana sería un día pesado.

-Oh! Hiroki, ha ido muy mal, me ha dicho que no quiere nada conmigo. La escuchó sollozar a través del auricular.

-Cariño no te pongas así, mira ahora estoy muy ocupado pero te prometo que iré a verte al salir de aquí, quieres? -La escuchó decir que sí. -¿Aún dejas la llave dónde mismo? De acuerdo apenas me desocupe estaré contigo.

Vio el teléfono y lo dejó bajo la almohada, sus lindos ojos estaban irritados de tanto llorar, nadie nunca había roto su corazón, siempre salió con quién quiso, los chicos la seguían, la invitaban a salir, nunca le faltó con quien bailar en una fiesta, y ahora que si estaba enamorada, la habían mandado a casa con las manos vacías.

Sintió que la abrazaron y la colonia le dijo que se trataba de su hermano, de nuevo sollozó y comenzaron a salir las lágrimas. Se quedó quieta mientras la consolaba acariciando su cabeza.

Cuando despertó el olor exquisito inundó todos sus sentidos, pero luego su corazón le dolió, esta vez la comida de Izumi, no daría resultado. Sus ojos le dolían, se levantó directo al baño, salió de la habitación completamente arreglada, Hiroki ya desayunaba y tenía el periódico abierto en la pequeña mesa.

-Siéntate hermanita, ya te sirvo, recogió un poco, le trajo su plato y un café humeante, aquí tienes princesa.

-No lo entiendo, todo iba bien Hiroki, el problema es que no quiere salir conmigo porque trabajamos juntas, y no pienso llorar, ya no, ella no quiere y punto, no la forzaré.

-Lo dices en serio y te creo, sólo espero que eso no te amargue, te encantan los niños y trabajar en la escuela te sacó adelante una vez, así que si quieres puedes hacerlo de nuevo, será una colega más.

-Puedo hacerlo. Dolerá un poco pero saldré adelante. Por cierto esto esta delicioso, llevando un bocado a la boca, gracias por venir hermanito.

-Siempre que me necesites.

Decidió llegar al aula y encontró a Ivonne, firmando la nómina de la quincena.

-Que bien, ya depositaron entonces, estaba necesitando una inyección en mi cartera. -La besó en la mejilla. Dejó el bolígrafo y se lo pasó a su amiga. Buscó su nombre y firmó al costado.

-Gracias. Oye que te pasó te ves cansada. Te reprobaron en trigonometría?

-Larga historia. Pero no es el lugar luego te cuento. ¿Te busco a la hora del almuerzo, de acuerdo?

-Sí, pero puedes ir a mi oficina porque no pensaba salir al comedor.

-Te veo al rato, bye.

Llegó a su oficina, lo que nunca hizo antes, cerró las persianas de su oficina que daban al pasillo. Tenía que revisar el capítulo de la primera clase, pues ayer no tuvo tiempo, escuchó el timbre los chicos no tardarían.

Notó la luz en la oficina, pero extrañamente las persianas estaban abajo, por lo que no pudo verla al pasar. ¿Y qué esperabas que te estuviera esperando en el pasillo para darte los buenos días? Se quedó de pie enfrente, hasta que escuchó a algunos chicos que comenzaban a tomar sus lugares. Dejó su bolso, se puso la bata y salió para recibir a su clase. Después del timbre para salir al almuerzo, se asomó a su aula y no la vio, tal vez con los profesores, tampoco la encontró, decidió dirigirse al comedor al no verla, decidió tomar la charola y sentarse con otros colegas.

-Hacía rato que no venías Izumi san. Te sirvo un poco de mi pastel de carne.

-Sabes que casi no como carne.

-Pero tiene bastantes vegetales, así que no te caerá mal. Toma asiento querida. Te noto apagada amiga, que te pasó.

-Lo resumiré, me enamoré y no soy correspondida.

Tosió pues ya había dejado un bocado en su boca. Tomó un poco de agua y esperó a recuperarse un poco.

-¿Cuándo pasó esto? ¿Por qué no me dijiste nada, se supone que somos amigas? Me has dejado al margen de tu vida amorosa.

-Deja los dramas, no pasó ni pasará nada. Por primera vez me lancé y al final no obtuve nada, bueno eso es todo, dame un poco de ensalada también, hoy mi consuelo será la comida.

Dejó a Ivonne sin palabras, solo se dedicaron a comer, en un momento hablaron sobre las actividades de los niños para el festival homenaje, el sábado era la cita, el profesor Anguiano y su familia estarían presentes, así como los papás de los pequeños.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Elsky - Derechos Reservados

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