Capítulo
17
Ese
comentario no lo esperaba, así que falló en el intento de recargar el codo y
casi pierde el equilibrio mientras buscaba una postura de descanso. Provocando
que Izumi soltara la risa ante su cara de sorpresa.
-¿Estás
de broma, verdad?
-Es
en serio mamá ha insistido y mi padre la secundó. Así que nos esperan a cenar
el martes, claro, si para ti está bien y no tienes ocupaciones.
-¿Por
qué?
-¿Por
qué, qué? No quieres ir a cenar, mi madre cocina rico.
-¿Por
qué me quieren conocer?
-Porque
eres mi novia.
-¿Desde
cuándo?
-Jordan
me estas desquiciando con tus preguntas. Muy bien, -dejó a pepper a un lado en
el sofá y se acercó a ella, sentándose muy cerca. -Te amo, -tomando su mano y
llevándola hasta sus labios le dio un tierno beso en el dorso, -después de
haberte conocido por un tiempo, me gustaría preguntarte: ¿quieres ser mi novia?
-Lo dijo en tono serio con una ligera sonrisa que iluminaba sus hermosos ojos
verdes.
-Yo
también te amo Izumi. -Buscando la misma solemnidad del momento. -Sí quiero ser
tu novia.
-¿Con
todas las consecuencias que ese título conlleva?
-Felizmente
dispuesta. -Aseguró.
Izumi
tomó su rostro lo acercó y buscó sus labios, primero con un toque suave,
sintiendo la suavidad, luego hizo un poco de presión entreabriéndolos para
sacar la lengua y chuparlos, Jordan se vio obligada a darle acceso deleitándose
de su maestría, se dejó besar saboreando cada rincón de su boca, la respiración
empezaba a ser entrecortada por los gemidos que salían a medias de su garganta.
Se
separó con los labios hinchados después de un momento. Buscando su mirada.
-Te
amo Jordan.
-Te
amo Izumi.
Se
abrazaron e intercambiaron caricias tiernas, sus manos se encontraron y se entrelazaron, sus manos se veían bien
juntas.
-¿Puedo
hacer una última pregunta?
-Claro.
-¿Por
qué el martes?
-Porque
es el día que descansa Hiroki, él vendrá también a la cena.
-Oh!
de acuerdo.
Era
martes. Estaba un poco distraída no pensaba estar nerviosa, pero la verdad no
podía controlar esa sensación, cómo cuando estaba a punto de ser evaluada, o de
presentar algún proyecto. Era un hormigueo en su cuerpo. Había tenido clase con
los pequeños del homenaje y eso la había mantenido ocupada para no pensar en lo
que se venía por la noche.
-Profesora
Gavaldón…-la miraba la niña como esperando algo.
-¿Me
decías Mildred?
-¿Profesora
está usted bien? es que le he hecho una pregunta y usted no se ha enterado de
nada…-frunciendo el ceño.
-Si
me la repites, te lo voy a agradecer, -le dijo sonriendo.
-¿Sabe?,
usted estaba como mi tía Irene.
Y
dale con la tía Irene, pensó Jordan. -¿Cómo? -Le preguntó.
-En
la luna, a veces le hablo y no me contesta. Luego volteo a donde está su mirada
y veo a su novia platicando con mi mamá y así.
-Mildred
creo que con lo pequeña que eres, aún así tienes razón.
-Pequeña
no soy, voy a cumplir ocho. Pero entonces profesora…
-Es
cierto, ¿me lo podrías repetir por favor?
Al
salir al pasillo reflexionó lo de la pequeña, ni a los niños parecía
importarles el hecho de que estuviera saliendo con otra profesora. Llegó al
aula y no la vio, se asomó a la oficina
y estaba en cuclillas batallando con el archivero.
-¿Necesitas ayuda?
-Gracias,
ya lo resolví.
Se
acercó dándole la mano para ayudarla a ponerse de pie. La jaló con fuerza hacía
su cuerpo para que chocara contra sí.
-Profesora…
no temes que te vean aprovecharte de mi… equilibrio… -dijo cerca de su cara.
-Sólo
te estoy prestando mi auxilio, no seas mal pensada. -Se despegó y la invito a
salir al aula por si alguien pasaba. -Se me había pasado contarte algo…
-¿Sobre
qué?
-De
la universidad, me invitan a dar un par de temas en un taller, durante un fin
de semana, no es en la ciudad, y me he tomado la libertad de confirmar sin
pedirte tu anuencia… -la miró para ver su reacción.
-Corazón
tu puedes hacer lo que quieras, no me voy a interponer en ninguna actividad que
tenga que ver con tu desarrollo profesional, adelante sólo dime cuándo te vas y
cuándo vuelves y ya está.
-Me
he tomado la libertad de confirmar para dos personas, tú y yo.
-Oh!
-la vio sonreír. -¿Me estas llevando como acompañante?
-Claro,
les dije que eras mi novia.
-Pero,
¿eso no provoca ningún problema?
-En
otro tiempo tal vez sería un problema conmigo, ahora no me importa lo que
opinen, además otros ponentes irán con sus esposas. ¿Entonces estás puesta?
-Sí.
Será un placer acompañarte. En este momento te besaría, pero mejor lo dejamos
para después, -le cerró un ojo.
-Es
una promesa.
-Amor,
creo que has tenido una gran idea. A papá le gustan mucho los pasteles. -Le
dijo mientras entraba a su habitación.
-En
realidad no es un pastel, es más bien un pay, es ligero así que no caerá pesado
después de la cena. -Jordan se observaba en el espejo.
-Es
lo de menos, él es de postres, dulces y
todo eso.
-Y ¿Cómo me veo? ¿Estoy bien así o me cambio?
-Jordan
cariño, -se acercó por detrás manteniendo su cara a un lado del rostro,
mientras la veía mirarse por el espejo. -Es una cena informal, familiar, no te
preocupes, necesitas sentirte cómoda, además sólo a mi me tienes que gustar. -La
besó debajo del lóbulo muy cerca del nacimiento de su cuello.
-Entonces,
estoy lista.
-Estás
preciosa, ¿nos vamos?
Dejaron
el auto a unos metros de la casa, la ayudó a salir y luego recogió el pay que
compró para la ocasión. Caminaron tomadas de la mano, Izumi podía sentir una
ligera humedad de nerviosismo, pero no quiso decir nada para no atormentarla,
adelante vio el auto de Hiroki, se acercaron a la puerta y abrió.
-Hola
familia ya estamos aquí, anunció.
De
inmediato salió Hiroki de la cocina, con su gran sonrisa, alcanzó a ver detrás
de él, a una mujer delgada que le daba la espalda y se sacaba el mandil.
-¿Cómo
están mujeres? Hermanita estás preciosa, -dándole un par de besos. –Hola Jordan
bienvenida, se acercó para besarla también.
Escucharon
pasos desde la cocina y se giraron los tres.
-Hola
mamá, papá.
-Buenas
noches, que bueno que ya están aquí, dijo la mujer con una sonrisa, acompañada
de un hombre delgado de pelo gris. –oh! que amable has sido, -señalando el pay,
-Hiroki hazte cargo por favor. -Hiroki
lo retiró de sus manos para dejarla libre.
-Mamá…
papá… ella es Jordan Gavaldón… mi novia, -dejó salir despacio.
-Jordan,
bienvenida a nuestro hogar, yo soy Nayoko Oshiro, -se acercó para abrazarla y
besarla.
-Gracias
por invitarme.
-Jordan…
-pronunció su nombre llamando su atención, tenía la mano extendida al responder
al saludo, se acercó para besar su mejilla. Se veía más serio que los demás y
pudo descubrir de dónde venían los ojos de Izumi. -Tanto gusto, yo soy Román
Durán, por favor vamos a sentarnos un momento antes de cenar. -Y caminaron para
sentarse en la sala. Un segundo después llegó Hiroki para ocupar el sillón
individual.
-Izumi,
nos contó que te hiciste cargo del taller de biología en la escuela, ¿es así? -preguntó
el padre.
-Si
es cierto, el profesor Anguiano me recomendó para ocupar su puesto, debido a su
jubilación.
-Jordan
es Química fármaco-bióloga, papá y tiene una maestría en Biología Agropecuaria.
-Agregó Izumi, para ayudar con el currículum.
-¿Te
gusta trabajar con niños? -Preguntó la madre.
-Sí,
nunca lo había hecho, pero ha resultado una experiencia muy grata.
-¿Y
los niños en general?
-Oh!
sí me gustan mucho. -La madre pareció satisfecha con su respuesta.
-¿Qué
preparaste para cenar? -dijo Izumi tratando de desviar un poco la atención.
-Los
famosos fideos de la abuela, -se adelantó Hiroki, y fue el momento ideal para
romper con las preguntas que apenas iniciaban, así se fueron relajando un poco.
Cuando
pasaron a la mesa, el padre tomó el lugar a la cabecera, su esposa a la
derecha, Hiroki se iba a sentar a su izquierda y le pidió se acomodara cerca de
su madre, quedando Izumi a su izquierda y Jordan junto a ella.
Hiroki
fue por la comida para acomodarla en la mesa, mientras su padre servía vino y
la madre servía los platos, todo olía muy rico, mientras ellos estaban
atareados, Izumi pasó la mano para tomar la de Jordan, quién respondió con un
apretón. Había complicidad en sus miradas.
Mientras
comían se tocaron varios temas, en las que participaron todos opinando, hubo
risas, cuentos familiares de la infancia que avergonzaron a los hermanos,
cuando se sirvió el postre, elogiaron el gusto de Jordan, incluso su padre que
parecía más relajado después del vino, y además pidió una segunda porción de
pay. Al final de la noche todos reían.
Al
levantarse Jordan preguntó por el baño,
-Linda
acompaña a tu novia. -Dijo el padre.
-Sí
papá, ven cariño es por acá.
Siguieron
al fondo dando una pequeña vuelta, antes de abrir la puerta para Jordan, -la
abrazó y beso con un piquito -¿Estás bien?
-Ahora
sí, creo que ya bajó bastante la presión, pero tu padre es duro ¿eh?
-Debes
entender que siempre seré su pequeña, así ha tratado a mis novios anteriores,
excepto a Noah, se conocían por negocios y creyó que podría ser otra historia.
Pero está asimilando que yo te quiero a ti.
-Sólo
porque te amo, puedo entender eso. -La beso un poco más profundo.
-Izumi,
cuando vengas me traes un poco de agua natural, -gritó su padre.
-¿Te
espero?
-Ya
sé el camino. -Golpeó su trasero cuando se dio la vuelta.
-Ey!
-le guiñó un ojo, sobando la nalga.
Se
estaban despidiendo en la puerta, Hiroki y su padre no lograban ponerse de
acuerdo en algo.
-Mamá
estuvo muy rico todo, espero verte pronto, cuídate mucho. -Se dio la vuelta
buscando a los hombres.
-Gracias
por recibirme en su casa, lo he pasado muy bien. Le dijo a su suegra.
-Eres
una buena persona, muy inteligente, por eso Izumi te eligió. Y si ella te ama
para mi esta está bien. Cuídala mucho, puede ser muy frágil. -Jordan asintió. -Y
en confidencia me agrada que te gusten los niños. -Sonrió cerrando sus ya
estrechos ojos.
Ese
último comentario la dejó fuera de base, decidió corresponder a su sonrisa y
reflexionar sobre ello después.
Vio
a su hermano y padre abrazarla por turnos, Hiroki se adelantó para despedirse
de ella.
-Los
viejos lo están tomando bastante bien, no te quedes con la primera impresión,
-la abrazó dándole confianza.
-Oye
suéltala ya, que tu hermana te está viendo, -dijo el señor. Pasó un brazo por
los hombros de Jordan mientras los demás salían de la casa, -no creo que ningún
padre esté preparado para una noticia como ésta, sólo debo decirte que una vez,
hace tiempo creí perderla en un accidente, pero Dios ha sido muy generoso con
nosotros, pensé mucho en por qué la dejó vivir, probablemente el porqué esté
pasando esta noche.
Jordan
detuvo el paso y quedó sin palabras, se giró para verlo y él tenía una expresión
mucho más agradable que al inicio de la velada y estaba conmovido.
-La
amo.
-Es
suficiente para mi Jordan. -La abrazó y la dejó seguir a Izumi.
-Gracias.
Buenas noches. -Se despidieron.
-Amor…
estás un poco ausente, -acarició con su pulgar la mano que la sostenía, -¿todo
bien?
-No
podría estar mejor, comenzó siendo un caos, bueno así lo sentí, pero creo que
al final, todos coincidimos en algo… -le tocó el alto en el semáforo y la miró
profundamente… -en que te amamos y queremos que seas feliz.
-Oh!
cariño… -y se aguaron sus ojos, -yo también los amo. -Se puso en movimiento el
auto. -Te diste cuenta que a papá le gustó el pay?
-Es
que es delicioso, -sonrío. Escucharon sonar el teléfono y Izumi se apresuró a
contestar.
-Es
de con mis padres ¿olvidamos algo?, -negó Jordan con la cabeza. -¿Hola?… papá
dime… oh!... lo es… -volteó a verla conducir, -gracias por decirlo, te veo
luego, descansa.
-¿Olvidaste
algo? -La miró -¿qué…?
-Papá
dice que eres más bonita que Charlize Theron…
-¿Habló
sólo para decir eso? -Haciendo una mueca de asombro. Ese hombre es adorable, se
llevará bien con mi padre.
-¿Crees,
por qué?
-A
los dos les gusto, ja, ja.
-A
los tres nos gustas, corrigió Izumi, llevándose su mano a los labios.
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