Zahara - July. MC - Capítulo 25

CAPITULO 25

Pasaron los días Mía seguía igual, nuestra hija cada día crecía mas y se lo estaba perdiendo; en cuestiones a Zahara mi madre decía que estaba adoptando una actitud muy molesta, insoportable me llego a comentar, lloraba por todo, gritaba, se enojaba, era imposible razonar con ella y un poco la entendía; Mía no podía estar con ella y yo tampoco pasaba mucho tiempo con mi niña debido a que estaba en el hospital con su mami, mi pequeño borreguito nos extrañaba, tanto como nosotros a ella pero ¿que podía hacer?,

el punto es que yo quería traer a Zahara al Hospital pero no me dejaban, no era un lugar adecuado para ella, decían, y tal vez tenían un poco de razón pero… que no el mejor lugar para un bebe es con su madre sea cual sea ese lugar, yo sabía que de igual manera Zahara como Mía se necesitaban pero como hacer entender a todos aquellos que me impedían traer a mi borreguito con su mamá, como explicarles que lo que Mía necesita es a su hija, como su hija la necesita a ella, yo no podía hacer nada, mis ganas, mis fuerzas se iban disminuyendo lentamente, estaba tan cansada, pero algo no me dejaba desfallecer, algo en mí se aferraba a estar ahí, algo que no puedo explicar, no sé si mi Fe o mi esperanza de que ella despertase o miedo de que no lo hiciese, no sé que era, pero seguía ahí y seguiría ahí hasta que despertara.

Estaba leyéndole el periódico a Mía y de pronto entro su madre, Victoria, me vio, regreso su vista a su hija para caminar rumbo a la cama, yo me levante y camine a la puerta para darles un poco de privacidad, Victoria reviso un par de cosas, su expediente, se sentó a la orilla de su cama por lo que decidí salir de la habitación y dejarlas solas; sabía que Victoria no se quedaría mucho tiempo por lo que espere afuera, cerca de la puerta, al Victoria salir me vio, se para frente a mí y dijo;

-Tenemos que hablar… eh estado platicando con un Neurólogo, tenemos una idea… la cual no es necesario que te explique… el punto es, sino despierta con esto, me temo que tendré que irle quitando paulatinamente todo lo que la mantiene viva para ver si reacciona, sino…

-Está bien.

-Cuando despierto espero cumplas tu promesa.

-Si eres tu quien la despierta adelante, lo cumplo pero sino, olvídate.

Se giró y se fue yo regrese donde Mía, acerque una silla, tome su mano para empezar a decirle;

“Amor necesitas despertar ya, eh dejado que te tomes tu tiempo, pero amor, tu hija te necesita, Zahara está mal, sabes te extraña tanto, esta incontrolable, no quiere a nadie, Marcela, ya basta despierta, porque no puedes dejar a tu hija sencillamente, simplemente no, no puedes… así que mañana que traiga a tu hija quiero que despiertes y la veas, ok, es un ultimátum Marcela Guerra, aparte no puedes tener todo el mundo pendiente de ti, Lía a renunciado a su empleo en Francia, bueno le dieron permiso sin goce de sueldo o algo así, tu madre no se ha despegado y sabes que su hospital no este, tienes que organizar nuestra boda, y digo tienes porque tienes yo no me pienso entrometer en nada, tenemos que volver a casa, tienes el despacho abandonado… por favor Mía, por favor despierta, ya no sé cómo pedirlo, como pedírtelo, que decirte, por favor”.

+

“Hola coda, ¿cómo has amanecido hoy?... estás horrible Marcela Guerra, que voy hacer contigo eh, hoy viene tu hija y no querrás que te vea así, sabes, Berenice armo todo un complot con enfermeras, médicos, con todo el mundo para que hoy pueda pasar Zahara verte, esta algo loca tu mujer, dice que lo que necesitas es a tu hija, sentirla para que ya despiertes, sabes, Zahara te extraña mucho, bueno a ti y Bere, tu porque estás aquí y pues tu mujer también, no las ve mucho entonces esta sensible, es icreible lo inteligente que es para su edad cada dia me sorprende mas, esta hermosa hermanita, te ah quedado divina, es perfecta, pero creo que eso ya lo sabes verdad, y he encontrado en que se parece a mi… pero ya lo has de saber no?... pues si… no se come cualquier cosa, déjame decirte que tiene un gusto muy exquisito que ya lo iremos desarrollando con el tiempo… me imagino que papá ya vino a charlar contigo un poco, sobre lo que piensa hacer nuestra madre, Mía ya despierta, porque si tú no estás aquí… tienes tres personas que no sabríamos lo que haremos sin ti… y está bien, voy a ser completamente franca, Zahara es pequeña puede reponerse, yo… tu me enseñaste a ser fuerte y a superar cualquier adversidad pero Bere… a Bere no se lo enseñaste Mía, si tú te vas se le va la vida contigo, no la puedes dejar, porque este último tiempo no tienes ni una pequeña idea de todo lo que se ha descuidado, y no quiere escuchar a nadie… ya despierta por favor… tu mujer tiene un severo problema de autoridad, jaja, le gusta mandar a todo mundo pero no le gusta obedecer, no hace caso de las indicaciones del médico, de su madre, de su padre, sus hermanos, de nuestro padre, nada, no hace caso de nada, ya está en un punto en que a todo te dice que si pero no hace nada, te extraña mucho y yo también sabes”.

+

Era un Miércoles por la tarde, estaba en casa con mi pequeña, pareciera que el mundo me mentía cuando me decía que estaba insoportable, porque no era así, porque conmigo se comportaba como lo que es, mi angelito, no quería separase de mí, jugaba, comía bien, todo como debe de ser, pero el problema era irme, mi madre decía que desde que despertaba y no me veía empezaba un llanto casi incontrolable, desesperado que solo Lía era capaz de controlar; pero hoy no fue así, hoy me quede hasta que despertó, no lloro, simplemente me extendió sus bracitos y me sonrió, hoy era el día en que la llevaría al hospital no importa quién me lo impidiera, yo iría y ella conmigo, ya estaba todo fríamente calculado, la única persona que me apoyo fue cole diciendo: “pues bien pepino es hora de hacerle frente a nuestra madre…” después de mucho meditar dice; “mmm y si te parece, mejor le decimos a mamá que voy a llevar a Zahara a mi casa con las nenas, y así no la enfrentamos, es que la última vez que la enfrentamos no fue nada divertido” yo reí y accedí a su oferta puesto que tenía razón, la última vez que nos enfrentamos a mi madre estuvimos castigados cerca de dos meses, y nos fue bastante mal, por lo que yo Salí primero rumbo al hospital sin dar muchas explicaciones él saldría después, para no levantar sospechas; cerca de 30 minutos después de que arribe al hospital llegaron ellos, Lía y yo los esperábamos, hoy era el día, el todo por el todo, ya lo tenía todo planeado, un par de enfermeras me ayudarían a pasar a mi bebe, cuando la veo llegar con su tío, después de ponernos de acuerdo las enfermeras, el médico interno, el padre de Mía, Lía y yo, nos dirigimos rumbo a su habitación nos costó bastante lograr llegar a la habitación pero ahí estábamos, por fin, el padre de Mía me entrego a Zahara, le dio un beso y antes de salir de la habitación me dijo;

-Pase lo que pase nunca dejes a estas mujeres, que son tuyas de nadie más, no importa lo que digan, ¿está bien?

-Gracias.

Lía, Zahara y yo entramos, nos acercamos a la cama donde estaba Mía, nuestra hija no hacia ningún movimiento… “mira amor, te traje una sorpresa…aquí está tu hija que te extraña tanto” me acerque, puse a nuestra pequeña en la cama, ella se quedó muy quieta, mirando a Mía, no hiso ningún movimiento, de pronto veo como empiezan a salir lágrimas de los ojos de Mía y empiezo a escuchar un sonido característico proveniente del electro, tomo a Zahara rápidamente en brazos, se la doy a Lía y le ordeno que salga de ahí, salgo del cuarto  y empiezo a llamar a los médicos, antes de que pudiera hacer cual movimiento ya estaban todos ahí, cuando quiero entrar otra vez a la habitación una enfermera me impide el paso me mira y me dice “por favor, no pelees conmigo, ve a la sala de espera”, cierra la puerta en mi cara y yo me quede ahí parada, siento como me jalan del brazo, volteo y es mi hermano diciendo “venga pepino, vamos a la sala de espera”, caminamos hacia ya y ahí estaba Lía jugando con Zahara, cuando me ve, me pregunta… “¿qué paso?”, “no lo sé” pasaron las horas hasta de espera, Cole se había llevado a Zahara a casa, así que solo nos quedamos Lía y yo en el hospital.

-Sabes, tienes que descansar.

-Lo sé, porque sino mi saludo bla bla bla…

-No, no me refería a eso.

Volteo a verla con cara de interrogante - entonces, ¿por qué lo dices?

-Porque te ves fatal, de verdad, estas horrible, cuando mi hermana te vea se desenamora de ti pero inmediatamente, es que tendrías que verte, eso de encantadora pff, Mía estaba equivocada y es que no te conocía así jaja.

Ese comentario provoco que empezara a reír y lleve mis manos a la cara para luego decirle - gracias por estar pequeña.

-No podría estar en ningún otro lado.

-Lía… perdóname.

-¿Por qué lo dices?

-Porque si yo no hubiera traído a tu hermana aquí ella no estaría ahorita en este hospital.

-Ah no pues, siendo así, pide perdón también por muchas otras cosas.

-¿Qué?

-Sí, tú dices que si no hubieras traído a Mía aquí ahora no estaría en este hospital, entonces pídeme perdón porque sino hubieras aceptado tener una cita a ciegas con ella tampoco estaría aquí, sino le hubieras pedido que se casara con ella, tampoco estaría aquí… - respiro muy profundo - lo que me refiero Berenice… es que fue un accidente, no fue algo que puedes controlar, Mía es la mujer más feliz que conozco gracias a ti, tiene la hija más genial del mundo, esta perdidamente enamorada de ti, eso tampoco lo podías controlar pero paso, y te aseguro que si le hubiesen anticipado esta situación la volvería a vivir sin modificar nada, bueno solo tal vez el hecho que tardaste 3 años para pedirle que se casara contigo, jaja es broma, pero ya enserio, ella hubiese decidido seguir el mismo camino, porque te ama como jamás amo a nadie, bueno excepto a Zahara pero es diferente, tienes que entender que Mía te eligió, por ser quien eres por todas las decisiones que han tomado, que has tomado, ella no cambiaría nada en lo absoluto… oh, ¿acaso tu si cambiarias algo?

-Tal vez.

-No, no Berenice no te atrevas a culparte por esto, porque no es tu culpa y no cambies, ni decidas cambiar nada cuando ella despierte porque entonces, si le romperás el corazón y ese día tendrás que vértelas conmigo.

-Ven acá - la atraje hacia mí para abrazarla - te prometo que yo siempre hare lo que considere mejor para ellas, siempre.

-Lo mejor para ellas eres tú.

-A veces lo dudo un poquito.

Yo solo sonreí y seguí abrazándola, de pronto llega el médico interno;

-Ey chicas, ya pueden pasar a ver a Mía.

-Gracias Felipe.

Caminamos rumbo a la habitación, Felipe tenía una cara de tonta felicidad y no sabía porque era, cosa que me extraño, dos tres enfermeras también me veían igual, estaba empezando a creer lo que me dijo Lía, en verdad me veía horrible y provocaba la risa de todo el mundo o que, al entrar veo que están los padres de Mía  ahí, con cara de felicidad, cuando estoy por preguntar qué es lo que pasa escucho esa voz…

-Hola amor.

Yo me quede parada mirándola, era verdad, no estaba soñando ella estaba despierta y estaba hablando conmigo, ella… yo… mis ojos se llenaron de lagrimas tan rápido, no pude moverme, no podía hablar, no podía hacer nada, de pronto veo como Lía corre a sus brazos, la abraza y la besa, yo sigo sin poderme mover, siento un golpe en la espalda por parte del padre de Mía y luego dice; - “venga muévete Berenice, que tienes demasiado tiempo esperando este momento”, - yo sigo sin poderme mover, de pronto escucho a Lía que entre llanto dice, - “Dios, te amo tanto, que bueno susto que nos pusiste tonta sobre todo a esa mujer… - volteo a verme -, ok, vamos a darles unos minutos” - veo como Lía besa su frente, toma a sus padres y los saca de la habitación, yo no podía dejar de llorar o mejor dicho mis ojos, no paraban de lagrimar, tampoco podía moverme, ella estaba ahí, despierta hablando conmigo y yo solo podía llorar.

-Te ves horrible mi amor... prometo que si pudiera ir a por ti en este mismo instante, lo haría, sin ningún problema, pero no puedo levantarme, por favor mi amor ven.

Limpio mis ojos con mis manos, con una de ellas tomo mi boca respiro profundo y le digo - promete que nunca me vas a dejar.

-Bere.

-Promételo.

-No puedo… amor, mi amor yo no puedo prometerte eso, por favor ven.

-Te extrañe tanto.

-Por favor acércate, te necesito yo…

-Yo no sabía qué hacer, que pensar, que sentir, si a ti te pasa algo o nuestra hija, a mí se me va la vida contigo sabes, eres mi vida entera, y aunque una vez te dije que no te necesitaba, ahora no es así, te necesito en mi vida, en mi despertar, tú me acostumbraste a ti… a tu locas manías… como despertar con el aroma del café, a nunca salir de casa sino eh desayunado, a comer, cenar en familia, a jamás quedarme horas extras en la oficina porque son horas de mi hija y tuyas, a verte dormir, a que me despiertes con un beso cada mañana, a por más que te diga que dejes dormir a Zahara en su cuna, te levantes a media noche y la traigas a nuestra cama, a tu loca obsesión de que nadie es lo suficientemente capacitado para cuidar a Zahara, a tus regaños, a tus ordenes,  a tu aroma, a tu comida, a tu piel, tu boca, tus ojos, tu cabello, a ser de ti y tu de mí, Dios…- le decía con tantas lágrimas en mí, no podía parar de llorar - Mía, te amo más de lo que jamás había imaginado yo…

-Venga aquí.

Me acerque lentamente, tenía miedo de que no fuera verdad, de que solo fuera un sueño, cuando estoy a su alcance me toma de la cara y me besa tiernamente para luego decirme… “no es un sueño… te amo tanto” recargo mi frente con la de ella y empiezo otra vez a llorar, pero que me pasaba; ella como puedo me abraza, después de unos minutos, me acuesto de lado, enseguida de ella para poderla ver ella se pone frente a mí, y empieza a acariciar mi cara y cabello “lo siento tanto”, yo no le digo nada, no sé qué decirle, solo quiero verla con los ojos abiertos, tocándome, solo eso, era suficiente para mí, no necesitaba más, no quería más, solo tenerla ahí, para mí, nada más para mí, “perdóname…”, “no, no me pidas perdón Mía, no fue tu culpa, fue mía, yo no debí dejarte sola ni, debí haber ido por ti, yo lo siento tanto, perdóname por ponerte en riesgo, por favor, te prometo que no volverá a pasar, eres…” “ey, ey, ey, Berenice, no, espera, no fue tu culpa, fue un accidente, en el cual ni tu ni yo tuvimos control, amor si yo hubiese sabido que pasaría esto, no salgo de casa, así que si tu lo hubieras sabido, no me hubieras dejado sola, mi amor, por favor tranquilízate, no pasa nada, no fue, tu culpa, de verdad Berenice, quiero que te quede claro que no es tu culpa” tal vez ella tenía razón, pero si un poco era mi culpa, de igual manera no iba a discutir con ella porque siempre perdía, este día solo quería quedarme ahí, con ella, después de bastante tiempo ella empezó a cerrar sus ojos… “no, no por favor, no te duermas, por favor, Mía quédate conmigo…” ella respiro profundo sonrió y dijo “aquí estoy contigo ya, no voy a ningún lado, solo que estoy muy cansada Bere, necesito descansar” justo cuando estaba a punto de contestar entro Lía, lo que provoco que Mía se enderezara y yo me levantara de la cama, ellas se sonreían ampliamente… “venga Bere, vamos a fuera, Mía tiene que descansar…” yo no dije nada, bese la frente de mi mujer, seguido de su labios le sonreí y camine a fuera, Lía le lanzo besos y me siguió.

+

-¿Mamá, qué fue lo que paso?

-No lo sé, Lía, entro en crisis, se colapsó su sistema nervioso, entro de urgencia a cirugía, una vez que realizamos todo el procedimiento fue a recuperación, yo fui con ella como siempre, para esperar que pasara la anestesia y verla despertar, por eso estaba ahí, de pronto, cuando el límite de tiempo para que se agotara la anestesia se cumpliera, me gire para salir y escucho cuando dice “agua, necesito agua”, casi en un susurro, me giro inmediatamente, la veo, empiezo a revisar todos sus signos y me dice “mamá necesito agua”, después de eso empiezo a llorar y la abrazo, ella me dice “que pasa mamá” me le quedo viendo, no la interrogue pero al parecer no tiene noción de cuánto tiempo ha estado en coma.

-¿Y eso es malo o bueno?

-De entrada es malo, pero aun no lo sé.

+

-Eey hola hermanita, ya despertaste, ¿cómo estás?

-Me duele todo, absolutamente todo.

-Jajaja pues déjame decirte que has entrado más a cirugía estas últimas semanas que en toda tu vida.

-Nunca había entrado a cirugía

-Pues por eso lo digo tontis.

-Jajaja aaaah no, me hagas reír.

-Lo siento… sabes tuve mucho miedo.

-Lo sé… Lía necesito que me digas que está pasando, que ha pasado, Dios, necesito saber de mi hija, donde esta, como esta…

-Ella esta hermosa, grande, fuerte, te extraña demasiado.

-Y yo a ella, me muero de ganas por verla.

-Pues ayer antes de que despertases estaba aquí.

-¿Qué?, cómo…

-Tu encantadora prometida se alió con medio hospital para que pudiera pasar… ella haría cualquier cosa por ustedes.

-Lo sé.

-Y en realidad ella es quien me preocupa, no desde que estas aquí, no duerme bien, no come bien, se ha movido lo menos posible de tu lado.

-¿por qué han permitido eso?

-Porque tu linda prometida es sumamente testaruda, no entiende razones, es terca, obstinada y quiere hacer su santa voluntad…. Aaaah…. Respiro…. Respiro… lo lamento, pero es una lucha constante con ella.

-Me imagino.

-No, no tienes ni idea, ella solo te hace caso a ti y a Zahara.

-Gracias por cuidarlas.

-También son mi familia.

-Lo sé.

Me dirigía donde Mía quería ver si ya estaba despierta, al entrar me toco con ella y su hermana charlando, al verlas sonrió inmensamente… “ey has despertado ya” ella de igual manera me ve y sonríe “si y tú has dormido algo” por el comentario de Mía volteo con una mirada fulminante a Lía, le sonríe nerviosamente dice “bueno…. Pues será mejor que me valla, bye cuñis hermosa”, ella se fue, sonreí y voltee a ver a Mía…

-Y bien, por qué no te has cuidado.

-Quién lo dice.

-¡¡¡Bere!!! - me dijo con un tono de súplica.

-Jaja te extrañaba tanto.

-Lo sé, ese efecto causo… me muero por ver a Zahara.

-Shhhhhh no digas esa palabra.

-Lo lamento, no era mi intensión…

-Solo no lo digas por favor.

-Te amo.

-Eso sí dilo mucho que me ha hecho tanta falta.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® July MC Derechos Reservados

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