Después del partido de basketball, perdí contacto con
Keely y su hermano, en la escuela estaban lo proyectos de fin de año y eso nos
tenía entretenidas todo el tiempo, bueno por lo menos a mi, por que un día
normal, Esperanza se sentó a mi lado tenía una mira extraña.
- Mira- dijo entregándome un sobre rosa – me lo dio
Keely, no se porque- fingió confusión y me quede viendo el sobre en mis manos,
mientras sentía algo en mi pecho que me oprimía lentamente, no quería abrirla,
pero dude que fuera de ella, si me estaba engañando lo sabría al ver la letra,
así que me decidí y abrí el sobre en donde encontré una carta de ella, era su
letra podía reconocerla, levante la mirada para verla y aun tenia esa cara de
mentirosa. Leí la carta y me lleno un sentimiento de celos, como era posible
que le allá escrito una carta contándole de su admiración hacia ella, como era
posible que lo hiciera, ¿tanto me odiaba?
- valla, le caíste muy bien- la mire y sonreí tratando de
que mi enojo no se notara, pero sé que eso fue imposible por que ella tenia ese
aire triunfante, por suerte sonó la campana y nos metimos al salón, recuero que
ese día no tenia ganas de nada, solo quería ir a mi casa a bailar eso me
tranquilizaría.
Días después trate de olvidar el incidente, y decidí no darle importancia, en mi ya crecía cierto
resentimiento hacia Esperanza. Unos días después nos encontrábamos en clase,
acostumbrábamos sentarnos de lado de la ventana en donde los alumnos del salón
vecino, en aquel tiempo eran de 1ro, no tenían clases y una chica se acercó junto a ella, esta
chica se quedo observando lo que hacia en su libreta, Esperanza se encontraba
dibujando letras tipo graffitti, aun que de esto no tenían nada, me parecían
realmente simples, no prestaba mucha atención en ellas pero pude entender que
le haría uno con su nombre, tiempo
después me contó que estaban saliendo, eso me sorprendió y lo primero que pensé
fue “esta chica son de las que si alguien le gustaba hacia todo lo posible por
tenerlo”, de eso la envidiaba un poco.
En mi segundo año de preparatoria, surgieron tantas cosas
que no recuerdo cual fue el orden de ellas, Esther le celebrarían sus XV años
en unos días aquí fue cuando probé mis primeras cervezas, tenia esa curiosidad
de saber a que saben y que se siente, creo que esto es típico a esta edad, fue
el comienzo del cambio en vida, no me disgustaba su sabor y sentía como poco a
poco mi cuerpo empezaba relajarse, después de 5 cervezas pequeñas estaba muy
relajada, la fiesta acabo sin percances ni alborotos, yo me fui mi casa junto
con Esperanza y al día siguiente tenia una leve jaqueca.
Después de eso cada fin de semana íbamos a un lugar a
tomar unas cervezas, y empezó mi vicio por el alcohol, al principio solo eran
hasta 6 cervezas pequeñas, pero después fueron aumentando las porciones. No
recuerdo cuantas veces nos quedábamos
después de la escuela y llamábamos a nuestras casas que llegaríamos tarde por
que estábamos en los proyectos, cuando en realidad estábamos en la casa de
Esperanza tomando, no solo eran cervezas, comprábamos botellas de licor y nos
terminábamos toda, siempre estaba
consiente, realmente mareada pero nunca hice algo indebido, reía, bailaba,
abecés sacaba ese enojo que supongo estaba guardado en mi interior y que en mis
5 sentidos no liberaba. Mis calificaciones bajaron considerablemente, mi vida
estaba convirtiéndose en un completo desastre pero no me importaba.
En una ocasión la chica de Esperanza pasaba para ir a
verla, pero me reconoció y se quedo conversando conmigo, me hacia preguntas sobre
mi, yo como buena chica le contestaba respetuosamente. Cada vez que iba a
visitar a esmeralda pasaba a conversar, la platicas eran sobre la escuela
y cosas triviales, pero una ocasión me pregunto cosas diferentes, como si yo
era igual que Esperanza, si tenia novio o novia, no estaba dispuesta a contarle
mis cosas a cualquiera, así que cambie
el tema cuando me lo pregunto. Una semana después, Esperanza me pidió de favor
que le dejara una carta a su novia, no tenia excusa alguna para poder zafarme
de tal favor, la verdad así que no me
quedo de otra que llevarle la carta a aquella chica. Al llegar a la casa de
esta, toque la puerta y tardo unos minutos en abrirme, esa chica me producía
una extraña sensación de esas las cuales pareciera que escuchases una vocecilla
que te dice que te alejes, cuando abrió la puerta se asomo aquella chica quien
estaba realmente extraña, tenia puesto una licra negra que le llegaba hasta la
mitad de las piernas y una playera sin mangas color blanca en la que se nota su
brasier negro, por un segundo me bloquee al verla, pero al ver su mirada, aquella vocecilla pareciera que me gritaba,
era un mirada provocadora.
- aaa eres tu, a que se debe tu visita- y sonrió
maliciosamente.
- vengo a entregarte algo de Esperanza- tome mi mochila y
empecé abrir el cierre para sacar la carta.
- pasa, hace calor- tenia una sonrisa que no me inspiraba
confianza.
- no gracias solo vine a entregarte esto- y saque la
carta y se la di, mi imaginación estaba traicionándome o en verdad sentí que al
momento de que toma la carta uno de sus dedos acaricio los míos.
- pasa, también quiero que le des algo a ella- se adentro
a la casa y como el sol estaba en su punto me empezaba arder la piel por el
calor, así que pase solo después de la puerta, supuse q ese era su cuarto en
donde dormía ya que estaban lo que parecía sus pertenecías de otro lado del
cuarto estaba otra puerta mas en donde se apreciaba una sala y llegaba la chica
quien caminaba descalza por su cuarto, traía una bolsa negra y me la entrego y
me quede viendo aquel paquete, cuando alce la mirada para despedirme ella ya
estaba a menos de 5 centímetros de mi yo impulsivamente me fui hacia atrás pero
ella seguía avanzando hacia mi, hasta que llegue a la pared, ella tan cerca de
mi que podía sentir su aliento trate de zafarme de esa situación pero ella me
tomo de las manos con una fuerza mayor a la mía.
- Se que te gusto- sonreía maliciosamente, mi cabeza
estaba bloqueada.
- estas mal, apártate- intentaba forcejear pero ella me
superaba en fuerza y cuando pude liberar una mano ella me jalo provocando que
quedar mas junto a ella, con su mano libre tomo mi cabeza y la jalo hacia ella
teniendo como consecuencia que mis labios se posar en los de ella. Estaba hay
inmóvil mientras ella movía sus labios en los míos, ese fue mi primer beso, el
primero en todo mi existir.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Yosuen Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Hola Yosuen, tu historia me encanta, have mucho, y estoy esperando el proximo cap. con ansiedad, pro favor sube cap. Yosuen: Att: V
ResponderEliminarMUY INTERESANTE TU HISTORIA, ME HACE RECORDAR VIEJOS TIEMPOS.
ResponderEliminarOJALÁ LA CONTINÚES.
SALUDOS DESDE PERÚ.