Capítulo
Cinco.
Entraron
a un restaurante más acogedor que los típicos de comidas rápidas que abundaban
en la ciudad, las paredes eran ocupadas por gigantescos ventanales que
brindaban una agradable iluminación al lugar, varias mesas rusticas de madera
de distintos tamaños estaban distribuidos por el lugar las sillas eran amplias
y cómodas a pesar de ser totalmente de madera dándole al lugar una sensación
tranquila para comer; en el ambiente flotaba el delicioso aroma de la carne
asada y el murmullo tranquilo de los comensales acompañaba la atmosfera del restaurante,
se dirigieron a una mesa que estaba cerca de una de las ventanas –¿Qué deseas
ordenar?– pregunto Andy a la otra mujer.
–Lo
que tu pidas está bien para mi… si no es molestia me puedes mostrar donde está
el baño me gustaría usarlo–
Andy
le mostro el camino a Alejandra para luego dirigirse a las cajas a ordenar la
comida. Varios minutos después apareció un joven con una enorme charola que
contenía los platos con la comida servida para ellas.
Un
cómodo silencio las inundaba mientras ellas daban cuenta de las deliciosas
hamburguesas acompañadas de papas francesas además de medio litro de refresco
de cola servido en un enorme baso de vidrio con varios hielos en su interior
acompañando el obscuro liquido.
–Tienes
razón son las mejores Hamburguesas, de las más sabrosas que yo recuerde haber
probado en mi vida–
–Sí,
me encanta comer aquí, acostumbro venir seguido cerca está la universidad… aún
me sorprende no pesar más de cien kilos–
–Eres
joven, si tuvieras mi edad seguramente al mes de comerlas te sería más fácil
rodar que dar pasos–
Andy
se rio del comentario de la mujer –Segura estoy que las hamburguesas no están
en tu dieta–
–Ciertamente
no, pero creo que de ahora en adelante las voy a procurar más seguido, así que
si subo de peso y me pongo como barril va a ser tu responsabilidad– termino su
comentario con un movimiento amenazador de su tenedor además de un giño coqueto.
Para
Andy el gesto de la mujer no le paso desapercibido provocando un vuelco en su
estomago – ¿Vienes seguido de visita al
panteón?– dijo tratando desesperadamente de cambiar el tema.
–Antes
no, pero últimamente estoy empezando adquirir la costumbre– se inclino hacia
Andy para decir en un susurro –Voy sobre todo para ver que el contrato que
pague a ellos se cumpla… ya sabes flores frescas siempre– dijo en un tono claro
de broma.
–Espero
que esa no sea la razón por la cual las rosas que coloco en la tumba de mi
abuela desaparecen justo después de que las dejo– dijo correspondiendo a la
broma de la mujer frente a ella.
Alejandra
no pudo reprimir la risa por el comentario, en un acto inconsciente descanso su
mano sobre la de Andy y con el mismo tono contesto –Abra que vigilarlos–
Un
nerviosismo agradable invadió el cuerpo de Andy por el tacto y la cercanía de
la bella mujer sentada frente a ella, como ocurrió unos días antes en el bar
giro su mano para encontrarse y estrechar entre sus dedos la delicada piel que
cubría la mano de Alejandra, el contacto se prolongo algunos segundos más hasta
que triste la libero.
Andy
no lograba descifrar que era lo que Alejandra provocaba en ella, pero estaba
segura que le gustaba experimentar esa sensación; por su parte Alejandra sentía
un nerviosismo inusual por el contacto recién ocurrido y una llama parecía encenderse
en su vientre esparciéndose por las extremidades de su cuerpo, solo rogaba que
su rostro no la delatara.
Después
de una charla plagada de intercambio de bromas, roses y miradas prolongadas,
salieron del restaurante
–Hoy
podría ser un sábado más que perfecto, si aceptaras acompañarme al cine y yo
por supuesto no tuviera que ir a trabajar– dijo con una sonrisa triste.
Alejandra
asintió ante la idea de pasar más tiempo con Andy, descubriendo que ella
tampoco quería que la compañía mutua se acabara. –Pues aun tenemos tiempo para
buscar comer el postre–
La
cara de Andy se ilumino con una gran sonrisa por la idea que estaba surgiendo
en ella –Se donde esta nuestro postre– tomo de la mano a Alejandra y la dirigió
al otro lado de la calle, tomadas de la mano cruzaron el amplio parque rodeado
de robustos arboles, algunas bancas que eran cubiertas por la sombras de las
ramas de estos y el pasto aun verde en los jardines; en medio del parque había
juegos infantiles que por la hora del día no eran ocupados ya que ahí no había
sombras, caminaron hasta el otro extremo donde había una improvisada nevería
dentro de un camión viejo empotrado en unos muros de cemento, con varias capas
de pintura de color blanco y un joven atendiendo con un delantal blanco y un
gorro en su cabeza detrás de las reformadas ventanas de este.
–Hola,
me puede servir por favor una nieve de nueces combinada con vainilla– Andy giro
hacia Alejandra y se fijo que aun la tenía tomada de la mano, lentamente la
dejo libre apenada por no percatarse que la tenia sujeta, Alejandra por el
contrario parecía no haberse dado cuenta de que Andy la halla sujetado todo ese
tiempo y observaba entretenida la variedad de sabores inscritos en las
cartulinas dentro del camión.
–Yo
quiero una sabor cereza combinado con fresa si es tan amable– le dijo al joven
que de inmediato puso manos a la obra para la preparación, después de un minuto
estaba extendiendo a las mujeres los recipientes con el delicioso contenido
bañado además en chocolate y con una cereza coronando el de Alejandra y una nuez partida el de
Andy, a pesar de la protesta de la elegante mujer Andy pago las nieves y se
alejaron buscando una sombra para sentarse y disfrutar de su postre.
Llegaron
a una banca ubicada cerca de un hermoso y gigantesco árbol que daba una sombra
impresionante, se sentaron una al lado de la otra separadas por escaso
centímetros –No me parece justo que tu hallas pagado todo lo que he consumido
el día de hoy, me siento una aprovechada– comento Alejandra mientras contemplaba
el enorme recipiente eligiendo el lugar indicado para comenzar a disfrutarlo.
–La
próxima ocasión invitas tú– Andy se recargo en el respaldo, estiro sus piernas
hacia el frente con la nieve entre sus manos, tomo la pequeña cuchara plástica
que les habían dado y tomo delicadamente un poco llevándolo lentamente a su
boca –MMM… Dios esto es delicioso– dijo entre cerrando los ojos y pasando su
lengua por su labio inferior.
Alejandra
contemplo lo que la joven hacia impactada por la reacción que su cuerpo había
tenido por el acto de Andy, le pareció tan sensual que se asusto ante la idea
de encontrar seductora el comportamiento de la chica a su lado, imito lo que su
compañera comenzaba hacer y trato de distraerse probando el contenido de su
recipiente.
Andy
observaba de reojo la forma delicada de comer de Alejandra además del leve
temblor que veía en sus manos, – ¿Cómo está tu nieve? –
–Muy
rica hacía tiempo que no comía una que supiera de verdad a algo y no fuera tan
insípida– dijo llevando otra porción más a su boca.
–Tienes
que probar este– Andy llevo una porción de su nieve en la cuchara hacia
Alejandra para que lo probase. Alejandra un poco sorprendida por el gesto tardo
en reaccionar, pero luego se inclino hacia adelante para abrir la boca y dejar
que Andy le compartiera, muy lentamente tomo lo ofrecido con sus labios
disfrutando del sabor de la nieve derritiéndose en su boca y del destello que
ensombreció los ojos miel que le miraban atenta, eso provoco que su respiración
se volviera más pesada.
Andy
contemplo absorta la sensualidad natural de Alejandra sintiendo como una
excitación empezaba a recorrer su cuerpo, su boca se seco y de pronto el
oxigeno se hacía más denso, su estomago parecía que se voltearía al revés y una
necesidad invadió su ser, de tal forma que no podía apartar su vista de la
belleza que tenia frente a ella.
–Apuesto
a que te ha gustado– dijo torpemente
–Pues
si es muy rico pero esta mejor la mía– comento tratando de recuperar el control
de su cuerpo. Imito lo hecho por Andy y tomo un poco del recipiente entre su
mano y se lo dio para que ahora la joven lo probara. Andy cerró los ojos
mientras robaba de la cuchara la nieve y los abrió lentamente con una sonrisa juguetona
–Pues
si que tienes razón, está mucho más sabrosa la tuya– respondió con un parpadeo
nervioso de sus ojos.
Alejandra
no pudo contener la sonrisa por lo sugerente que sonó el comentario de Andy,
mientras un hormigueo atormentaba las puntas de sus dedos –Pero aun así quiero
comer de la tuya– se mordió el labio inferior nerviosamente mientras robaba mas
nieve del recipiente de la joven que la miraba con la boca entre abierta.
Andy
sentía que un fuego la consumía por dentro a pesar de que lo que comía era frio
sentía que su sangre era lava ardiendo y que buscaba una salida para
derramarse. Los siguientes minutos los pasaron sonriendo y robando la una del
recipiente de la otra hasta que terminaron su contenido; cuando terminaron se
pusieron de pie y dieron unos pasos hasta depositarlos en el cesto de basura
que estaba cercano.
Fue
Alejandra esta vez la que enlazo su brazo al de la joven y comenzaron a caminar
hacia la salida del parque en un tranquilizador silencio. Después del recorrido
hasta llegar de nuevo al panteón y acercarse a sus autos, Alejandra se paro
frente a un auto último modelo de lujo color gris Oxford, retiro su mano de la
de Andy para buscar torpemente dentro de su bolso la llave de su auto, por fin
las saco y desactivo la alarma de su vehículo, cuando Andy vio el parpadeo de
los focos delanteros amablemente abrió la puerta para que Alejandra ingresara
–La
he pasado genial. Gracias por tu inigualable compañía– dijo tímidamente la
joven
Alejandra
sonrió por el cumplido se giro para ver a la mujer que sostenía la puerta para
que ella entrase en el vehículo, antes de entrar decidió pararse en las puntas
de sus pies para alcanzar a darle un beso en la mejilla a la alta mujer, Andy
de forma automática inclino un poco su cuello para facilitar el beso de
despedida, Alejandra cerro sus ojos y deposito el beso lentamente sobre la
suave piel, Andy se separo despacio del contacto aferrándose con una mano del
techo del auto y con la otra de la parte superior de la puerta abierta, sus
ojos se encontraron con los verde intensos que la miraban con interés, sin
poderlo controlar bajo su cabeza para depositar un pequeño beso en la punta de
la nariz de la elegante mujer, maldijo para sus adentros no sabiendo si por el
atrevimiento o por la cobardía de no depositar el beso en el lugar que deseaba.
Alejandra se sorprendió por la respuesta de Andy y se quedo unos instantes más
mirándola con un incontrolable deseo de besarle, el miedo a lo que sentía pudo
mas, así que giro su cuerpo para colocarse en el asiento de piel de su vehículo
por temor a que sus piernas no la sostuvieran por más tiempo –Hasta pronto Andy–
–Cuídate
por favor– y cerró la puerta del vehículo haciéndose a un lado para que este
fuera puesto en marcha.
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ay que emocionnnnnn!!! he quedado casi q me caigo tambien agarrada de la puerta del auto esperando ese besooooo!! Habra que esperar al proximo!! q linda q linda se viene la historiaaa!!
ResponderEliminarGracias Black!!
Dany
BsAs
me gusto mucho el capitulo me parecio muy tierna la despedida.
ResponderEliminarMe gusta mucho la historia cada capitulo va definiendo mejor a los personajes, la forma escribir es muy simple de entender y entretenida felicidades a la autora. Lluvia. MEX D,F,
ResponderEliminarBuenisimo! no lo digo solo por la historia si no por la rápida actualización. Espero ver que mas encuentros tendran Andy y Alejandra.
ResponderEliminarSony24 (te saludo desde Colombia)
Tan lento, tortuoso y emocionante!! asi es como me gusta la historia que me de impaciencia por saber que pasara en cada capitulo.
ResponderEliminarComo siempre digo gracias por este aporte para anular la pereza y el aburrimiento.
Sony24
Caramba se hace desear...
ResponderEliminareste cap me encanta!
Saludos desde ARG.
genial historia
ResponderEliminarmiriam
bcs
Emocionante!
ResponderEliminarGracias Black Moon
:O!! esto definitivamente es a lo que en inglés se llama "slow burn". Por el amor de dios, estaba emocionada sin saber qué iba a pasar!... muy intenso, muy intenso u_u
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