Capítulo 9
Entre el cielo y la tierra… ¿nada está escondido?
*Asura Tredyan*
La luna cómplice de aquella noche mágica comenzaba a
palidecer con los primeros rayos de la mañana en un cambio drástico que no
tardaría más de 15 minutos, el amanecer más hermoso de toda mi vida, no
precisamente porque observara los rayos naranjas del sol fuera, fue
particularmente porque había pasado toda la noche observando el rostro de mi
amada Aleth, lo acaricie un par de veces con cuidado de no despertarla. Yo no
encontraba palabras para describir lo que una "niña" logró hacerme
sentir. Aun cuando quedo claro que nuestros cuerpos ya habían sido de alguien
más y sentí celos un momento, preguntándome quien se robo su pureza, esto no
opaco para nada el amor que compartimos, pues segura estoy que era la primera
vez que las dos hacíamos el amor. Definitivamente ninguna amante podría igualar
la intensidad, la dulzura o el sentimiento de aquel momento, ya la idea de
desprenderme de ella resultaba la cosa más idiota que pudiera pasar por mi mente,
pero... sigo temiendo.
Suspire y volví a mirar aquella faz tranquila que me había
robado mil suspiros esa noche, la mire con adoración, contemple su sonrisa de
satisfacción aun dormida y sentí de pronto un tenue temor de perder todo
aquello. Volveríamos a Tokio esa misma mañana, restaba ya apenas medio mes para
la boda, las invitaciones ya fueron entregadas la semana pasada y yo realmente
comienzo a dudar de si hacerlo o no. Suspiro, cierro los ojos… oh como me
gustaría irme de aquí, dejarlo todo y llevarte conmigo Aleth.
Un susurro se me escapó. -Pero lo prometí a mi padre en su
lecho de muerte- Temblé de ira, de dolor, no imagina mi padre la lapida que
puso sobre mis hombros.
Aleth se removió entre mis brazos y aunque comprobé que aun
duerme, en su mohín disgustado por un momento pensé que había sentido mi
malestar como suyo. Mire el reloj, aun hay tiempo volví a concentrarme en la
belleza de la feminidad de mi amor, desnuda bajo las sabanas.
Escuche algo removerse en las cercanías, tome otra parte de
la sabana y deje a mi Aleth dormida en el lecho dándole un beso en la frente,
en la salida de la tienda busque en mi maletín un arma que nunca apartó de mí.
Salí sigilosamente sujetando mi sabana y cubriendo con ella mi arma. Había
dejado claras órdenes a los guardas que nadie pasara a mi tienda después de
cierta hora.
-Veo… que hermosa luces esta mañana- Un movimiento rápido y
el intruso tiene mi arma apuntándole entre ceja y ceja. -Ten cuidado preciosa…
no se te escape un tiro-
-Ganas no me faltan…André, mas aun si añades la actitud de
anoche… no oses tocar a ninguna de mis estudiantes- Dije frívolamente. -Tú
siempre olvidas que esta es una alianza por conveniencia donde cada quien
obtiene lo que quiere… tú una suma importante de dinero, yo… mi venganza-
-Lo sé… lo sé Asura- Se cruzo de brazos y yo me ocupe de
bajar el arma aunque no deje de estar alerta.
-Dime a lo que has venido, sería raro que te tomaras tantas
molestias, te gustan los trabajos fáciles… así que habla-
-ya conseguí la gente suficiente para tu teatrito, los
padres ficticios, cronogramas, mercenarios…-
-Eso pudiste decírmelo por celular…-
-No… no, no… soy un profesional, no querrás que quede
grabado en algún lado esta clase de conversaciones… podrías ir a la cárcel, no
sé si me explico- Su tono sarcástico era sumamente irritante.
-Bien, pero eso no es suficiente… que otra cosa no me has
dicho-
-Habrá que reemplazar a Evan… y eso costara un poco…
digamos que Brief, fue a enviar saludos a su familia en el más allá y se quedo
saludando-
-Sabes que para eso solo tienes que hablar con Freiya… ella
es la encargada de los traslados interbancarios… así que no pierdas el tiempo y
vete-
-Y perderme la vista de ti semidesnuda después de lo que se
nota fue una noche apasionada. Dime quien es el suertudo, ¿uno de los guardas?
O…- Se rió de pronto para mi molestia. -No me digas que te tiraste a la mocosa
Zyden-
-Mi vida privada no es asunto tuyo, no hagas que te llene
de agujeros… es fácil pagar por servicios de hombres como tú-
-Está bien… solo te diré que esta clase de venganza es ruin
incluso para alguien como yo… me hubieras dejado matarla y creo que hubieras
sido más gentil con la mocosa- Se dio vuelta dejándome desconcertada. -Y no… no
es tan fácil encontrar hombres que le vendan su alma al diablo como yo…
señorita- Dio la vuelta para irse.
Levante el arma con amplios deseos de disparar, lo tuve en
la mira hasta que desapareció en la espesura del bosque. Sus palabras no
resultaban nada comprensibles, ¿Por qué menciono a Aleth? ¿Cómo sabe su nombre?
-¿Asura?- La suave voz de mi somnolienta mujer me erizo la
piel por un momento, si ella hubiera llegado antes…
-Dime amor mío- Sonreí como si nada y camine a su lado, su
cuerpo también estaba cubierto apenas por la sabana.
-¿Porque te fuiste?- Me miro cual perrito bajo la lluvia,
incluso su voz estaba acorde a la labor de enternecerme.
-Solo salí por algo de aire-
-Te extrañe en la cama, sentí… frío…- Por primera vez vi en
todo su esplendor la inocencia de Aleth, todo a causa de estar entre dormida y
despierta. -¿Eso significa que es hora de irnos?-
-No… aun tenemos un par de horas- La sonrisa ante la
noticia me dejo sin pensar por unos momentos, tonta mirándola.
Se miro a sí misma para corroborar que no tuviera nada malo.
-¿Por qué me miras así?-
-Porque… adoro verte feliz… porque estás adorable así- Se
sonrojó y yo me reí de contento, que efecto mágico tienes en mí, mi amada
Aleth… todo problema, todo mal se me olvida con tu sola presencia.
-0-0-0-
*Aleth Zyden*
Deje caer la maleta sobre la sala de la casa, padre no
estaba y la noticia me cayó muy bien, no deseaba que me arruinara el buen ánimo
tan pronto. Pero entonces el ama de llaves de la casa se me acerco. -Señorita
su padre le ha dejado dicho que separe su agenda el día de mañana cerca de las
7 de la noche para una cita de la que él ya le hablo con antelación- Sonreí,
así que ¿insiste en mostrarme a su seguramente prostinovia?
El ama de llaves me hizo una venia, solicito a las damas de
compañía que recogiesen mis pertenencias, las llevaran a mi cuarto,
desempacaran y lo ordenaran todo. Agradecí con un asentimiento y una sonrisa.
Saque las llaves de mi moto, este mismo día dejare claro al mundo o bueno a
cierta persona en su defecto que yo solo pertenezco a una mujer.
-0-0-0-
Aunque aun me dura la euforia de aquella noche tan dulce
que mi cuerpo aun recuerda, no evito la sensación de que lo que haré se va a
poner difícil. Abren las puertas de la mansión Kaname donde Yuki ya me espera.
Ella se arroja a mis brazos como si no me hubiera visto en un par de años o eso
da a entender y me llena de culpa el que voy a arruinar su contento. Retiro la
cara para evitar su apasionado beso.
-¿Hey… acaso no me extrañaste?- Diría que sí, sí no supiera
que pensaras que es esa clase de extrañar con implicaciones sexuales.
-Tengo que hablar contigo… seriamente-
-Va… vamos a mi cuarto- Creo que lo nota, pero no suelta mi
mano ni se enoja por mi desplante… oh que difícil será esto.
Ya en su cuarto, con puerta cerrada con segura y yo
esperándola en una silla para no dar chances en la cama, ella se acerca de
igual modo, pone una silla frente a mí y me mira como esperando a que le hable.
-Bueno… yo… yo tengo que decirte algo muy importante… antes
que nada quiero que sepas que lo menos que quiero es herirte…- Un beso me calla
el discurso.
-Lo sé… se que nunca me harías daño- Lo dijo con toda
convicción. Rayos ¿Por qué es tan difícil con las amigas-novias?
-Yuki… eso me temo ya lo hice… yo te falle… ¿comprendes?-
La miro con recelo esperando la cachetada.
Lo razona por un momento, parece comprender, suspira, me
mira. -¿Y tanto escándalo porque te tiraste alguna chica en el campamento?- Lo
dijo como si no importara el hecho de que me acosté con otra, me lo dice con total
tranquilidad.
-¿Por qué no te enojas?- Se me escapó la pregunta con
escepticismo.
-Aleth… se que eres una persona muy sexual, en cuanto supe
que no podría ir al campamento contigo, asumí el hecho de que quizás… te haría
falta eso… tú me entiendes- Le apenaba incluso explicarme aquello.
Me quede de una sola pieza. -¿Estas diciéndome literal que
no te importa que me tire a otra?- Casi era indignante, ¿Qué clase de noviazgo
teníamos entonces? -“¡Aleth! Enfoca, vas a romper con ella, eso es irrelevante”-
Me dije a mi misma recordándome la misión impuesta.
-Claro que me importa… es solo que si yo no puedo dártelo,
tampoco puedo exigirte nada y es la misma regla para mí de modo que estamos
iguales- Sus manos bajaron por mis muslos, sin mucho preámbulo a mi intimidad y
yo gemí sorprendida, pues aun estaba sensible de la noche con Asura. -Pero
puedo compensarte…-
Me avergonzó por completo la situación, intercepte la mano
de Yuki antes de que me lo hiciera ahí mismo. -Yuki no quiero… ¡no quiero!-
-Pero ¿Por qué no?… no me digas que te lo hizo mejor que yo
porque ahí si me empiezo a enojar contigo- Se mostró al fin molesta.
Metete con la competitividad de una mujer y ahí lo tienes.
Demonios. Por otro lado no entiendo cómo es que dio por sentado lo que paso
como si leyera el letrero en mi cara que dice: ‘Hice el amor con mi alma
gemela’.
-Yuki yo… solo vine a decirte que ya no puedo estar junto a
ti por más tiempo…-
-¿De nuevo quiere irse tu padre, porque sabes que yo
puedo…?-
-No es por eso… no lo es- Me levante de la silla
apartándome de sus peligrosas manos. -Quiero dejar de ser tu pareja… no te pido
que seamos amigas porque sé que no es posible… pero no es porque me vaya a
ningún lado… es… que hay alguien… más-
-Aleth ya te perdone que te tirases a otra chica, ¿Qué más
quieres de mí?-
-Lo siento Yuki… la quiero a ella, la… amo… a esa persona-
¿Qué más podría decir? Ella lo entendió entonces, su
expresión cambio a una de dolor que definitivamente me hizo sentir basura, unos
instantes lloro de pie torturándome en la culpa, poco después fue contra mí
dándome una bofetada, insultos fueron y vinieron, finalmente se calmo, volvió
contra mí pero esta vez intento seducir lo que no quería perder, aquello no era
otra cosa que una obsesión.
Me la saque de encima, pidiéndole mil disculpa, la deje en
su cuarto y me fui de allí, temiendo un poco que me buscara después, luego
pensé… ¿y si se venga de mí? No… no hay nada que ella pueda hacer o eso
imagine.
-0-0-0-
*Asura Tredyan*
Estaba demasiado nerviosa para ser una simple cita más con
aquel despreciable ser. -Me cuesta cada vez más- Golpee mi escritorio con mayor
frustración, hoy la cita con aquel hombre aborrecible y ya no sé cómo voy a
fingir delante de él si apenas puedo tolerar las arcadas que me dan de solo
pensar en un beso. Dolía la idea de mancillar la huella que habían dejado los
besos de mi amor en mis labios y en mi piel. No puedo pensar en nadie, no puedo
ver atractiva a ninguna otra mujer u hombre y Zeth en particular es aun más repugnante
por ser el asesino de mi padre.
-Solo un poco más- La voz de Freiya me reconforto. -No
debes llegar tarde a tu cita…-
-Lo sé… - Terminaba de arreglarme pensando en que apenas
pasaba el fin de semana, sin poder verla y ya la extrañaba lo indecible. Justo
hoy tuve el día libre en la oficina y con sinceridad estaba deseando trabajar
para tener excusa de verla.
-Yo me voy a reemplazarte en el instituto… tu disfruta tu
tarde, sé que es horrible en compañía de aquel tipo pero… saca el mayor partido
posible-
-Lo sé… información, información-
-Eso y te evitas la noche de bodas así que anímate- Sonó a
regaño la frase de Freiya.
-No me recuerdes cosas tan feas… arruinas mi buen humor-
Si, pase todo el fin de semana con esa sonrisa que se ampliaba cuando Aleth
quien al fin y aquella mañana me pidió mí numero para llamarme, pasamos horas
hablando en la tarde de cada día y aun así no paraba de extrañarla. Descubrí
cosas interesantes sobre sus gustos, la sensibilidad de Aleth, pero algo
desconcertante es que nunca… nunca menciona a su familia.
-Baja de tus nubes… que ha llegado por ti- Me despertó
Freiya. -Al menos no tienes que fingirte enamorada, eso te está saliendo
natural, solo que trata de encausarlo-
-Tú lo dices tan fácil-
-No gruñas Asura-
Pase de ella y camine a la puerta donde unos cabellos
negros y ojos verdes me esperaban con una radiante sonrisa, por un momento he
imaginado un cabello más largo, unas facciones más finas y en mi cara la
expresión de contento más sincera afloro.
-Qué guapa estas cuando me sonríes así Asura- La voz
masculina de aquel hombre me saco de la mi ensoñación, no lo entiendo ¡¿Cómo
puedo alucinar con este tipo y pensar en mi amada?!
-Es tu efecto sobre mí- Que difícil decir algo así.
-No lo dudo- Un beso corto y yo ya quiero vomitar, que día
tan terrible pinta este.
-¿Bueno a donde vamos?- Pregunto para desviar el tema.
-Reunión con el sacerdote, cena en la noche… por cierto…
invite a alguien importante a nuestra cita, prometo desagraviarte la
intromisión luego… pero es importante…- Pareció incomodo o nervioso, quizás
estoy pensando demás. Mejor para mi, no intentara besarme frente a visitas.
-Como digas querido- Que falso suena eso…
Ingreso al auto y este comienza su recorrido hacia la
iglesia donde recibiremos el sermón del padre. Que aburrido… oh como quisiera
estar contigo Aleth, pero en poco tiempo seré libre para ti, falta poco… mi
amor.
-0-0-0-
*Aleth Zyden*
Caminaba por el pasillo del instituto muy solitaria aunque
era una tarde de llovizna yo sentía una tranquilidad enorme en el pecho, al fin
paz, ya me había liberado del compromiso con Yuki, soy una persona libre para
amar a la mujer que se robo mi corazón desde el momento en que la vi, padre no
me ha vuelto a determinar para nada, ya es bastante genial que le tenga de buen
ánimo su novia, quien lo hubiera imaginado… Cupido ha tenido bastante trabajo
últimamente.
Tenía un ánimo maravilloso, pero mi semblante cambió en
cuanto vi a Yuki que caminaba con un grupo de amigas que no le conocía, que
rápido se acoplo a mi ausencia, sentí alivio por ello. Pensé pasarla de lado,
cuando ella se despidió de las demás y me sonrió, la mire extrañada, las demás
chicas siguieron su camino, mientras ella espero hasta que yo pasara cerca
suyo, sin embargo yo seguí mi camino y sin dar más de cinco pasos sus voz
cantarina me trajo unas palabras que…
-¿Te invito la Directora a su boda?- Regresé sobre mis
pasos helada de la impresión.
-Es una broma de mal gusto Yuki- La mire fieramente.
-Me extraña que siendo tan ‘intimas amigas’ no te lo haya
dicho siquiera- Por primera vez pude ver el animal rastrero que era la que se
llamó mi mejor amiga.
-Si quieres vengarte de mí por lo que paso lo entiendo,
pero que te inventes semejantes patrañas es caer muy bajo, incluso para ti-
Contenía mi molestia en mi puño cerrado.
-Así que todo es verdad… los rumores-
-¿De qué rayos hablas?-
Se rio ampliamente, aunque un dejo de dolor asomo en su
cara. -Que tienes algo con ella, cuando me dijeron lo que vieron en el campamento-
Aun parecía incrédula, pero a quien le importa Yuki… la reputación de Asura…
-¡¿Qué vieron?!- Grite precipitadamente.
-No demasiado… algún coqueteo… tu espanto solo me corrobora
que paso a mayores- Me mordí los labios maldiciendo mi obviedad.
Rebusco en su bolso, saco lo que parecía un… periódico.
-Ahora sepas que se va a casar… para que de mi palabra no dudes nunca más…- Lo
levanto en mi cara, pero todo lo que pude ver fue algo que decía ‘El Matrimonio
Más Sorprendente Del Año` y la foto de Asura en el papel, cuando quise saber
quien me la robaría Yuki lo retiro. -¿Ya lo ves? Es una mentirosa de la misma
calaña que tú… tal para cual… te engaño ¿comprendes? Eres su juguete tal como
yo lo fui de ti, el destino sabe cómo mover sus fichas… y si tan solo supieras
quien será su esposo- Que sonrisa siniestra.
Esposo…. no es cierto ¿verdad?… no… no puede después de…
no.
Mire de nuevo a Yuki, todo me pareció irreal, mi cuerpo
temblaba, entonces sentí algo húmedo en mi cara, note un dolor tan agudo en mi
pecho que casi podría jurar que oí mi corazón desmembrándose en mi interior. Me
lleve la mano al pecho, no diferenciaba el dolor físico del sentimental, pero
podía jurar que mi corazón biológico tampoco la estaba pasando bien.
-¡Aleth!- Intento tomar mi hombro espantada, quizás
preocupada por mí… no, a ella nunca le importe, igual que nunca le he importado
a nadie.
-¡ALEJATE DE MÍ!- Manoteé su mano con tal fuerza que nos
hice daño a las dos. Levante la cara y deje caer la mano en mi corazón a un lado,
tolerando por poco el dolor. -¿Querías vengarte? FELICIDADES… lo has hecho de
la mejor forma, ahora solo vete y cuida no morderte no sea que te mate tu
propio veneno-
-Aleth yo no…-
Le di la espalda y camine, casi corrí hasta la puerta de la
dirección donde aquella a la que con arrepentimiento seguía amando tenía que
estar. Yo era vil, Yuki tuvo razón, merezco este castigo si es el pago por el
juego en el que me deje perder a razón de mi padre, pero suplicare perdón de
rodillas solo para que ella me diga que aquello es un montaje, una mentira de
Yuki.
Abrí la puerta sin preguntar, pero en el despacho encontré
tan solo a Freiya Tsukawa. -¿Dónde está Asura?-
-¿Ya no te ocupas siquiera de saludar?- Me miro con cierto
reproche.
-No tengo tiempo para eso… dime donde esta-
-¿Es su día libre recuerdas?-
-¡Con un demonio!-
-¿Qué te pasa Zyden?… esas no son actitudes de una señorita
del instituto…-
-¡No me vengas con esas estupideces!-
-¿Porque estas tan alterada señorita?-
-Como si no lo supieras Tsukawa- Mencione con tono herido.
-No sé de qué me habla en verdad Zyden- Se puso a la
defensiva.
-Es de vida o muerte tengo que hablar con ella… ¿entiende?-
No… yo quería una explicación solo de Asura.
-Pasadas las 8 llega a su apartamento, si gustas te doy la
dirección-
-No es suficiente- Supe que ella no me daría su ubicación,
no podía significar otra cosa que ella estaba con él. -Tengo que verla ya…-
-No sé donde esta Zyden- Sentí la mano de Freiya en mi
hombro intentando animarme, pero que falso era todo, que feo es el mundo cuando
te quitan el velo de la cara.
-Gracias… debo irme- Salí corriendo del despacho, me moví
hasta las sombras de la esquina del pasillo y marque con desesperación su
número en un lugar silencioso. Tengo que saber que pasa, pero antes que nada
-“Aleth finge que no sabes nada”-
-0-0-0-
*Asura Tredyan*
Un día eterno no solo por la ausencia de Aleth si no
también la presencia de aquel ente despreciable, lo evadí con éxito toda la
tarde que el sacerdote nos repetía una y otra vez que el amor esto, el amor
aquello, era desesperante, casi culposo para mí, pero fue excusa suficiente
para decir que respetáramos al representante eclesiástico, escape de las
insinuaciones de Zeth gracias a ello.
Ahora restaba la cena, iba de su gancho, él me lucía como a
un adorno, se sentía orgulloso de eso, yo tan solo fingía no saberlo.
Así cuando llego el mozo con la carta, el timbre de mi
celular con la canción que había escogido especialmente para ELLA, se escucho.
-Discúlpame amor… en un momento vuelvo, estaré de acuerdo en que pidas por mi
esta noche… como siempre- El asintió y yo camine apresuradamente rogando que
Aleth no me colgara antes.
-Hola mi chica hermosa- Dije nada más contestar.
-Hola mi Asura- Note un tono agitado. -¿Qué haces?-
-Cenando- Respondí casualmente.
-¿En casa?-
-No, en el restaurante- Todo fue tan mecánico que tarde en
reaccionar. -y tú… ¿Qué haces?- Había sido impertinente decirle donde estaba,
teniendo a mi prometido tan cerca.
-Voy camino a casa ya terminó la jornada académica, tengo
muchos trabajos que hacer… ojala alguien le enseñara a Matsuda que nosotros
necesitamos también tiempo para la vida social- Esas palabras me tranquilizaron
lo indecible, su tono jovial… todo estaba bien ¿Verdad?
-Veo… pobrecitos… luego veré el programa académico, lo
prometo- Dije sonriendo.
-Sería genial… es una tirana- Adoro cuando se pone así, es
tierna de quejica.
-Amor debo dejarte ir… el mesero espera…- Mencione al ver
la impaciencia de Zeth. -Te amo-
-Yo también te amo… adiós- Algo en su tono de voz al final,
y tuve un raro presentimiento… ¿me estaba mintiendo? No es posible… de ningún
modo.
-0-0-0-
*Aleth Zyden*
-Maldita sea tengo con que pagar… ¡déjeme entrar!-
-Pero señorita… no puedo dejarla entrar… no así-
Ciertamente salir en mi moto bajo la lluvia no fue buena idea.
-¿No?- Busque en mi bolso tenía más de la mitad de mi paga
como secretaria, esa que había reservado para comprarle un regalo a ella.
-Toma- El joven mozo dudo al ver la suma, yo no perdí tiempo y le arroje el
dinero en la cara, mientras el reaccionaba corrí dentro del restaurante.
Busque con sigilo por instantes que me parecieron eternos,
cuando definitivamente iba a darme por vencida mire a un rincón iluminado por
románticas velas, casi me pareció el deja vú de aquella tarde mágica en que me
trajo a este lugar, el vino, la cena, su sonrisa, la poesía…su cabello rubio….
¡Un momento! Ese cabello es… de Asura. El vacío en la boca de mi estomago por
haberla encontrado casi ocasiono mi desmayo en aquel lugar, paso a paso ya sin
que me importara ser vista camine entre la mesas, silenciosa fui ante la
extrañeza del publico por ver a una estudiante hecha miserias, empapada y
caminando como idiota un paso tras otro en un lugar demasiado fino para mí en
estas fachas.
La tortura se hizo lenta pues mis piernas no querían
llevarme con ella por primera vez desde que la conocí. Las miradas puestas
sobre mi llamaron la atención de los habitantes en la mesa, su brillante
cabello hizo mil ondas mientras ella se volteaba para ver a la causante de los
murmullos. Su delicada sonrisa, su semblante contento se esfumo como un sueño y
solo quedamos mirándonos.
**Estoy soñando…
es una pesadilla, no… no puedes estar aquí**
La figura detrás de ella se levanto de su asiento, no
quería verlo aun, mírala Aleth, solo a ella. Sin embargo la voz grave de un
tono conocido me trajo a la realidad.
**Se conocen…**
-Que haces aquí y en esas fachas… ¡¿Qué pasa contigo
niña?!-
** ¿Cómo te
atreves a gritarle? Basura… no… el ser despreciable resulté ser yo…**
-Hola… papá- Sentí otra vez las lagrimas escapándose. -Lo
siento… llegue un poco a deshora- Dije con la voz quebrada notando que justo en
aquel lugar en unos 15 minutos Zeth me había citado para que conociera a su
futura esposa, como es posible que no atara cabos…
**NO… no puede ser
tan cruel el destino… porque me reclama el dios de los cielos… antes de que
cometa mi fechoría… ¿lloras por mi culpa verdad? Es el infierno no abrazarte,
será mi tormento… el que ahora sabes la verdad**
-Hija…- Por una vez en años él pareció conmovido por mí.
Pero ya nada era realmente importante, cada segundo ahí de pie era como morir.
**Aleth… te
pierdo… yo lo siento no quise nunca causar tu llanto**
-¿Tienes una hija?- Escuche de pronto la voz de asombro de
Asura cuyos ojos me pareció vi húmedos un momento, quizás una ilusión óptica.
-Lo siento amor… era… lo que estaba por decirte- Nervioso,
raro verte nervioso padre.
Amor… amor… cabrón de padre me gasto y tú… tú Asura Tredyan
que clase de mujer eres… eres una… Sentí la cólera llenarme por dentro, de la
fragilidad al hielo en mi derruido pecho, recompuse mi expresión.
**No puedo quitar
la vista de ti, tu amargura es ahora más honda, y aunque tu cara vuelve a ser
una máscara, tus ojos… sus ojos en tu cara, siguen siendo las puertas de tu
alma… me ves tal cual soy y solo encuentro desprecio en tu mirar**
Tome un pañuelo puesto sobre una mesa vacía, para secar mi
rostro. -Mis disculpas por la intromisión, estaba planeada mi llegada un poco
más tarde, pero me inquietaba incumplir la cita en lo difícil del tránsito-
Peine mis cabellos desordenados con mis manos, me saque la chaqueta y que poco
me importo que la camisa negra del uniforme se pegara de mi cuerpo a causa de
la humedad.
-No… hay… problema- Dijo ella poniendo su cara de Póker.
-Siéntate Aleth- Obedecí con la mala suerte de quedar
demasiado cerca de ella para tolerarlo. Moví la silla para quedar en medio de
los dos.
**Te apartas y es
mi culpa…**
-Si gustan no interrumpo demás y les permito pasar la
velada romántica a solas- Quiero irme, es veneno compartir tu aire Asura.
**No te vayas… por
favor**
-Quédate… es justo que conozcas a tu futura…-
-No padre… ella será tu esposa, sin ofender pero ella no es
nada conmigo, lo demás es cosa de ustedes dos- Lo último lo dije mirándola
directo a los ojos, tú no lo sabes Asura, pero ya no queda dentro mi ningún
corazón.
**Aleth… no… no me
digas eso… no**
-Discúlpenme… debo ir al tocador- Se levanto sin escuchar
respuesta y en cuanto quedo fuera de nuestra vista sentí el agarre fuerte en mi
brazo.
-Si lo arruinas mocosa… te aseguro que lo pagaras caro-
-No hay más que pueda perder…-
-Tú no sabes la sentencia que has firmado- Ya no me importo
el tono mortuorio de su voz.
-No… tú no sabes nada Zeth… nada de mí- Me solté de su
brazo con fuerza y me ardía la piel bajo la tela.
Ella volvió en silencio, uno que se torno muy incomodo, los
mozos trajeron la cena y prácticamente no comí nada.
-Que tienes Aleth… casi no has probado bocado y eso que es
tu comida favorita- Que buen mentiroso.
-Bueno es que ayer termine con mi novia…- ¿Sin secretos no?
Asura me miro incrédula.
**De que hablas…
Aleth…**
Dulce cinismo. -Disculpa… espero que no te moleste mi
homosexualidad- Aunque padre me dedico una mirada asesina, pude ver la espina
clavada en ella también.
-Porque has roto con Yuki… hija- Que absurdo intento de ser
un buen padre, pero quizás, eso me sirva por esta vez.
**Yuki… esa chica…
la de lentes el día en que te conocí… ¿así que eran algo más que después de
todo?**
-Además de pésima en la cama, aburrida fuera de ella…
posesiva conmigo y mi juguete por negocio, pensaba que había una flor que todo
merecía la pena… creo que me equivoque… pensar que dejaría cualquier cosa por
ella… ¿Qué tonta no crees?- Sentí que mi mascara se rompía otra vez, que mis
barreras no las había puesto con firmeza, porque una lagrima escapo.
**No puedes hablar
en serio… te miro y no me pareces tú… miente, di que es una broma… no puedes
parecerte tanto a él… no puedes…**
-Aleth que…- Que fácil se cae tu mascara padre, cuando la
ira no puedes disimular en tu cara.
-y tú… ¡tú maldita sea! te casas con él… que es tan vil
como yo… que juega con la gente… allá tú a tú suerte- No pude evitarlo, dios
sabe el precio de mis palabras, pero si te casas con él, al menos escógelo
sobre mi sabiendo quien es.
-Vete…- La voz de Zeth me erizo la piel.
-No…- Asura me miro angustiada, aun con miedo… pero la
ignore…
-Así sea- Me levanto de la mesa, sin verla, les doy la
espalda sabiendo que dejo una guerra detrás, ya sabiendo que ellos no ven mi
cara puedo llorar, así hasta salir a la calle donde el cobijo de la lluvia
remoja mis penas y oculta las lágrimas.
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Este capitulo me dejo con ganas de saber mas, quisiera que las horas pasaran volando para saber que ocurre en el proximo capitulo . Atte. Maria - Mex
ResponderEliminarOMG ... Dios mio que cruel esperando con ansias el proximo capítulo
ResponderEliminarEmocionante y magnifico como siempre, cada vez mas interesante,animo!
ResponderEliminarC/c
que desastre, debe ser horrible darse cuenta que la mujer que uno ama se va a casar y mas con el padre de uno. quedare ala espera de mas.
ResponderEliminarBuen capitulo.....sigue asi n.n
ResponderEliminarPor favor, sube los demás por favor <3
ResponderEliminarEsperar hasta noooooo!!!!!!!!!
ResponderEliminarEspero con ansias el próximo capítulo... Por favor, por favor
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