Aun no recobraba mis sentidos, al incorporarme en la cama
note la oscuridad en aquella habitación, unas intensas ganas de vomitar me
invadieron y salte de la cama en un acto feroz ya que si no llegaba al baño
sería un problema, me encontraba
sostenida sobre la caja del inodoro solo un pensamiento vino a mi mente
–No vuelvo a tomar así-- al salir del
baño apenas si podía caminar, aún estaba mareada a causa de tantas copas de
aquel vino, me senté en la cama sosteniendo mi estómago ya que si no lo hacía
sentía que regresaría una vez al baño, estaba perdida en mis pensamientos cuando sentí una golpe en mi espalda, gire despacio a
deteniendo en la cara de aquella chica que estaba al parecer profundamente
dormida.
/-/-/-/-/-
-Lo siento, como te dije no puedo ver nada de ti, además
de que si estoy en un estado inconveniente no puedo ver el de nadie- suspire pesadamente y aleje mi
mano de ella quedándome en silencio unos instantes y observando su cara de
disgusto – Sé que piensas que es una mentira o que simplemente es un cuento, ya
tu hermano me lo había advertido, así que dejémoslo así, no quiero seguir con
esto, estoy segura que algún día podré demostrártelo- mostré una media mueca de
una sonrisa.
- ¡Ayy! Eres desesperante ¿sabías? –Exclamo quedamente
sin dejar de ver su copa la cual estaba casi por terminarse, tomo la botella
lentamente llenando la mía y después la
suya sonriendo divertida, – espero que
así sea, necesito pruebas o pensare que tienes problemas, jajjaa – otra vez aquel
incomodo silencio, estaba a punto de articular palabra pero ella ya tenía su
siguiente pregunta– Una más, ¿en verdad lograste superar tu amor por mí?, digo
soy una chica realmente hermosa y considero que no es posible olvidarme –
aquella chica no dejaba de impresionarme a cada rato, ¿dónde guardaba todas
esas cosas?, estaba claro que estaba siendo influenciada del por el alcohol
para soltar aquello con tanta tranquilidad.
- Creo que debemos dejar de tomar, estás diciendo puras
incoherencias – sonreí divertida
- no me cambies el tema y contesta- se llevó nuevamente la copa a su boca sorbiendo una
buena cantidad de vino- o acaso ¿tienes miedo? – arqueando una ceja de manera
retadora.
- Si, si logre superarlo – me acomode en el respaldo de
la silla y dije sin inmutarme –fue difícil no te lo niego, pero lo conseguí y
eso es algo que debo celebrar – dirigí mi copa hacia ella, en forma de un brindis- Vanidosa- sonriéndole. Termine la
copa y mi organismo estaba pidiéndome que desechara aquella sustancia, me
levante de aquella silla de metal para dirigirme al baño sin antes decirle –ahorita
vuelvo, ni una más hee, que ya nos vamos– la observe sonreír y girar hacia otra
parte ignorando mi comentario por completo. Al regresar Keely estaba recargada
sobre la silla con los ojos cerrados, la tome del hombro notando un suspiro
pesado.
- ¡Genial! – dije en un susurro, puesto que aquella chica
se había quedado dormida, pague la cuenta y trate de despertarla dándome cuenta
que estaba fuera de sus sentidos, se levantó con dificultad murmurando cosa que
no logre comprender – vamos no me hagas esto – la tome de la cintura para que
no se tambaleara, conforme íbamos caminando por las calles casi vacías fui
sintiéndome cada vez más mareada y con mucho esfuerzo llegamos a mi casa, sin
saber cómo llegamos a la cama cayendo en un sueño profundo.
/-/-/-/-/-
Sonreí pesadamente sintiendo mi cabeza explotar, tenía
que lograr dormir otro rato, me recosté sintiéndome incomoda ya que sentí
el estómago revolverse, opte por estar
de lado y quedar frente Keely quien estaba profundamente dormida –quiero ver tu
cara cuando te despiertes, no te la vas a aguantar—sonriendo y quedándome poco
a poco dormida. Me lleve una sorpresa cuando ella se levantó como si nada,
maldiciendo por la hora que era, era demasiado tarde, tomo su celular pidiendo
disculpas he informado que se encontraba enferma así que no podría asistir a la
escuela, me incorpore en la cama observándola sorprendida, como era posible que
no tuviera ni un solo síntoma de la cruda con aquella cantidad de vino que tomo, la observe detenidamente y en un acto
veloz corrió hacia al baño, escuche atentamente como devolvía lo que había
ingerido, me recosté en la cama con una sonrisa de satisfacción y deje salir
una carcajada.
-¡cállate!- grito desde el baño lo que provoco que riera
más, sintiendo que mi estómago volvía revolverse he incorporándome de golpe en
la cama – karma mi querida amiga, karma – dijo viéndola en la puerta del baño y
ahora la que corría hacia el inodoro era yo, escuchando una carcajada desde la
recamara.
Como estaba claro que ni una de las dos tenía ganas de
hacer algo, fuimos al restaurant en donde Erick en donde nos llevamos un sermón
y varias regañinas, pero ambas reíamos a pesar de los síntomas tan espantosos
que padecíamos.
Las semanas pasaban y la amista entre Keel y yo crecía al
menos yo lo sentía así, ahora pasaba a casa cuando peleaba con Adrián o
simplemente porqueestaba aburrida, veíamos películas de todo tipo, de vez en
cuando Erick y Mónica se nos unían, asiendo relajo de todo tipo.
-Déjame en paz, por favor – escuche un grito proveniente de aquel callejón, trate
de ignorarlo creyendo que se trataba de una pareja en discusión- estas loco- al
escuchar nuevamente aquella voz familiar no pude evitar acercarme y observar delante de mí a
Mónica y Adrián quien la sostenía de su cintura mientras ella apoyaba sus manos
sobre el pecho de él, ambos fundidos en un beso y sin mirar más me fue de aquel
lugar, estaba enojada, furiosa caminaba rápido y pesado no sabía que pensar,
atravesaba aquel parque son algunas personas.
-¡YAEE! – Mónica estaba gritándome y me pare en seco para
después verla con evidente enojo, ella me miro asustada - ¡No es lo que
piensas!
- Entonces ¿qué
es? – Conteniendo mi enojo, dando un pausa – es mi amiga, él es su novio y tú –
di otra pausa respirando, mientras enfocaba su cara confundida y asustada -
¿qué diablos estabas pensando?
-No pienses mal, por favor- respiraba agitada - fue él,
el me a acosado desde hace tiempo, por favor cree en mi- vi derramar una
lagrima sobre su mejilla, y mire hacia otro lado, confundida y reaccionando,
¿Por qué estaba tan enojada?, ¿qué provocará que estuviera de esa manera?,
volví a mirarla aun enojada y tomé su brazo, la mire a los ojos y ella devolvió
la mirada confundida, di un suspiro pesado y tome su mano deseando que aquello funcionara.
Sentía como se dilataban mis pupilas y una imagen paso por mi mente en donde
estaba Mónica feliz mirando a Erick, viendo aquella linda sonrisa que ya
conocía, imágenes de él era lo único que pasaban por mi mente, y por ultimo
Mónica triste y asustada mientras, de tras de ella aquel hombre despreciable
con una sonrisa nada amigable. Me separe de su mano lentamente aturdida, mi
respiración era rápida y me senté en la banca que se encontraba cerca, coloque
mi mano derecha sobre mi frente y me recargue en el respaldo, dando un suspiro
pesadamente.
-¿por qué no dijiste nada antes? – la mire y aún seguía
confundida, tomó asiento junto a mí, bajo la mirada
– Porque pensé podía sobrellevarlo, pero se complicaron
las cosas y no sabía qué hacer- seguía con la mirada baja y gran silencio nos
invadió – ¿vas a decírselo? – la mire y moví mi cabeza negativamente.
-nosé, por ahora no, tengo que asimilarlo bien –suspire
una vez más y deje caer mis manos sobre mis piernas- ¿Cuándo piensas
decírselo?, a Erick- observe su mirada
confundida sonreí levemente – que te gusta y lo que sientes por él.
-¿Qué? - soltó
exaltada, me miró fijamente -¿cómo lo?- dirigí mi mirada al frente.
- magia- sonriendo levemente- lo ocultas muy bien, de no
ser por – mire mi mano – no me hubiera dado cuenta. Aquella fue una tarde muy
larga, le conté lo de lo especial que era, no daba cabida en aquella y estaba
igual de impresionada que estuvo Erick cuando se lo conté, le conté con detalle
lo sucedido hasta la incredulidad de Keely. Del sueño extraño que me atormentaba
de vez en cuando y de que existen parámetros para tener un visión.
- ¿Haciendo cuentas? – Keely se recargo en mi espalda dándome
un susto.
- ¡hooo, Dios!, me asustaste- vi su expresión divertida y
regrese a mis deberes – dame unos segundo ya casi termino- después de un rato
estábamos platicando plácidamente, escuchamos como entro Mónica, quien al ver a
Keely se limitó a saldarnos desde ella y hacerme señales para que saliera.
- No puedo, aun no estoy lista – la mire dándole una
sonrisas con fin de tranquilizarla- no me siento bien, hoy tuve una jornada
pesada, puedes explicárselo por favor- asentí con la cabeza.
- Pero algún día tendrás que enfrentarlo hee- viendo una
media sonrisa de su parte y alejarse para ingresa en el taxi- Cuídate – ella
sintió y observe como se alejaba. Al ingresar vi las miradas de confundidas en
ellos – tenía que irse, no se sentía muy bien, Erick se levantó para ir por
unas botanas.
- es mi imaginación o me está evitando desde hace unas
semanas- mire a Keely disimulando mi impresión.
- es tu imaginación, ha tenido mucho trabajo últimamente
y está cansada- se me quedo viendo curiosa e incrédula
–Están ocultándome
algo – acerco su rostro al mío lo que provoco que me fuera hacia atrás, al
sentir su mirada amenazante desvié la mía – mírame, que ocultan.
-nada– articule miro entrecerrando sus ojos y en un acto
rápido se fue hacia atrás mirándome fijo abriendo su boca como si hubiera
descubierto algo.
- ¿no me digas?, que se enamoró de mí.
- ¿queé?- la veía alzando una ceja y no daba credibilidad
a lo que había dicho- ¡Noo!
- ¡No puede! – regresamos a ver a Erick quien había dicho
fuertemente consternado.
- ¿te gusta? -
dijimos al mismo tiempo y yo
embozando una sonrisa de oreja a oreja, mientras él se ponía rojo por primera
vez y sin pensarlo nos carcajeamos mientras el mostraba una cara de enojo. Las
risas continuaron por un rato hasta que la mía desapareció en el momento en que
observe como entraba aquel hombre y se acercaba a Keely dando un beso en los
labios, Keely se sonrojo levemente y se giró rápidamente hacia mí para
encontrarse con una mirada llena e ira dirigida a aquel hombre, no lo soporte
más y me dirijo con furia hacia la cocina, apreté los puños sintiéndome
impotente sin saber qué hacer.
- hey panterita, tranquila- se me quedo viendo Erick
indignado – Dime ¿qué paso?- suspire, sabía que no era buena idea contarle.
- ya sabes, me cae en la punta del hígado- mirando la
pared.
- Lose, pero no estas así por eso, así que dímelo- se
recargo en el mueble sin dejarme de ver – solo espero que no te ellas enamorado
de nuevo de mi hermanita- alce las cejas por lo que había escuchado.
-Nooo, Dios como pues pensar eso – dije alarmada y el me
miraba indignado.
- Ok, me has dejado claro que no, entonces dime porque-
sin dejar aquella cara de indagación y me dispuse a contarle todo viendo como
su expresión cambiaba conforme le relataba. Cuando termine tenía una cara de
enojo que no le había conocidoy en un impulso trato de salir de la cocina
dispuesto a no sé qué.
- heehehe alto tigre, ¿A dónde piensas que vas?-
tomándolo con fuerza del brazo.
- a romperle la cara a ese – sé que do callado
conteniendo su ira
- ¿y qué? piensas darle sartenazos – dije tratando de
distraerlo pero, se me quedo viendo fastidiado - yo también quisiera, pero ese
tipo e un mastodonte, nos haría papilla en un instante- Erick se centró y
tranquilizo. Después de un rato entro Keely alarmada.
-¿Qué pasa con ustedes?, primero Mónica, luego tu- me
señalo- y tú también – señalando a Erick, ambos nos veíamos con ojos bien
abiertos- ¿Se han vuelto locos?- respiro profundo- afuera de aquí.
- Pero la botana – dije con timidez
- yo la llevo- dijo con molestia en su voz y sin más
salimos de la cocina para ver aquel tipo sentado como si nada, al sentarnos
todos otra vez, se apreciaba un ambiente tenso, en donde las miradas molestas
dirigidas a Adrián no se cesaban por parte de Erick y mías, las cuales eran
contrarrestadas por las de Keely quien tenía la habilidad de hacernos desviar
la mirada a otro lado. Erick era el más molesto y no podía disimular su enojo,
hasta que el tipo de fastidio de eso y expresó su molestia.
- Niño bonito deja de verme o pensare que quieres
problemas.
- El problema eres tú aquí, déjame dejarte claro que no
me agradas para nada y que solo te he soportado
por mi hermana, pero mi paciencia se acabó, así que te pido amablemente
que te vallas de aquí-nos lo quedamos viendo atónitas
- ¡Erick!- expreso Keely- ¿Qué te pasa?
- Lo siento pero no puedo soportar a este tipo- Keely se
me quedo viendo esperando una respuesta. Andrés se puso de pie y en tono molesto
se dirigió a Keely.
- vámonos mi amor- y Erick se levantó en un instante, lo
que me llevo a sostenerlo con fuerza de sus cintura.
- Por favor siéntate- dije susurrando y el obedeció
molesto, mientras veía como Andrea abandonaba el restaurant y Keely hizo señas
para que me acercara, me acerque lo suficiente a ella para escuchar en un
susurro.
- Tienes que decirme qué les pasa- tenía una mirada
asustada – sé que no es momento, así que ya nos veremos después- sin pensarlo
le dio un pequeño abrazo y le susurre al oído.
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