Capítulo 67
—Vas a volverme loca —dijo Crystal mientras
los ocupados dedos de Laura pellizcaban y apretaban sus pezones.
—¿Ves lo que ayuda el jabón? —preguntó Laura
mientras volvía a acariciar los pechos antes de que sus pellizcos fueran
dolorosos—. Tal vez debería quedarme por aquí arriba un rato. —Abriendo sus
dedos cubrió los pechos de Crystal y los apretó—. Sólo para asegurarme de que
están limpios —dijo a modo de explicación.
—Estaba equivocada —dijo Cystal mirando
hacia arriba a Laura—. Eres una grandísima zorra.
—Una grandísima zorra que te ama —dijo
Laura, moviendo sus manos por debajo del agua otra vez, ésta vez llegando hasta
la curva de las piernas de su amante y abriéndose paso suavemente por entre los
rizos rubios—. Podría pasarme todo el día tocándote —confesó, disfrutando la
manera en que las caderas de Crystal se alzaron en respuesta a sus gentiles
caricias. Viendo las espesas burbujas tapando totalmente los pechos de Crystal,
sintió la necesidad de volver a visitarlos, pero cuando comenzó a subir sus
manos, notó sus muñecas sujetas en un firme agarre.
—Ya está bien —dijo Crystal retorciendo su
cuerpo hasta que estuvieron cara a cara. Antes de que Laura pudiera reaccionar,
se encontró a sí misma aplastada contra la pared de la bañera—. ¿Piensas que
eres la única que puede torturar? —Le preguntó mientras un insistente muslo
presionaba entre sus piernas.― Recuerda que yo fui stripper, y cuando se trata
de torturar, soy una experta.
—Oh, es tan agradable —señaló Laura,
rindiéndose felizmente a lo que su amante tuviera en mente.
—Creo que me gusta ésta idea de la bañera
—dijo Crystal deslizándose hacia abajo para frotar su mejilla contra el pecho
de Laura.
—Me alegro —dijo Laura, envolviendo a
Crystal con sus brazos para acercarla.
—Es endiabladamente pequeña —dijo Crystal mientras
intentaba retorcer su mano entre sus
cuerpos—. Necesitamos una bañera más grande para hacer esto.
—Realmente no —dijo Laura irguiéndose para
darle más espacio a su amante—. Únicamente necesitamos aprender nuevas
posiciones.
—¿Antes o después de que me ahogue?
—preguntó Crystal deslizándose hacia abajo y acariciando con sus labios el
suave estómago de Laura mientras sus dedos jugaban ociosamente sobre los pechos
de la escritora.
—Tal vez el baño no era tan buena idea,
después de todo —dijo Laura bajando sus brazos y subiendo a Crystal para
besarla.
—¿Por qué? —preguntó Crystal con fingida
inocencia mientras sus dedos apretaban los pezones de Laura—. ¿Hay algo que
querías?
—Sí, algo que tú haces muy bien —dijo Laura.
—¿Creí que lo que dijiste era que tan sólo
teníamos que aprender nuevas posturas? —contestó Crystal moviendo su mano
izquierda entre sus cuerpos y deslizándose por debajo del agua.
—No creo que haya una postura que sea cómoda
para las dos para lo que quiero hacer aquí adentro —dijo Laura, levantando su
rodilla para darle un mayor acceso a su amante. Jadeó cuando los dedos de
Crystal encontraron su objetivo.
—¿Crees que ya estamos suficientemente
limpias? —preguntó Crystal mientras sus dedos frotaban suavemente adelante y
atrás el lugar más sensible de Laura.
—Oh, sí —silbó Laura, dejando caer su cabeza
hacia atrás contra la pared y cerrando los ojos mientras sus caderas se movían
por voluntad propia.
—¿Quieres que salgamos? —preguntó Crystal,
moviendo sus dedos tentativamente hacia abajo, hasta situarse justo en la
entrada de Laura.
—Quiero….oooh —comenzó Laura cuando sus
caderas se alzaron mientras unos dedos la llenaban—. Oh, Dios, no pares,
cariño, por favor no pares—. El calor la consumía subiendo en espiral hacia
arriba hasta que Laura sintió comenzar las palpitaciones. En ese momento de
absoluta vulnerabilidad, ciegamente se
inclinó y atrajo la boca de Crystal a la suya. Crystal se mantuvo allí,
presionando profunda y fuertemente intentando hacerlo lo mejor posible para
prolongar el placer de su amante. No había otro mundo, ni familia ni amigos.
Todo lo que existía eran sus corazones y almas compartidas, declaraciones de
amor y devoción expresadas con sus cuerpos en lugar de con sus voces. Cuando
finalmente Laura trató de hablar, le salió apenas un chirrido y tuvo que tragar
y comenzar de nuevo—. No me puedo mover —dijo.
Crystal sonrió con autosatisfacción,
recorriendo con su dedo las clavículas de Laura.
—Algo así como lo que me haces tú a mí, ¿eh?
—Eso es diferente —jadeó Laura con su
respiración todavía sin normalizarse—. Normalmente tú puedes funcionar después
de todo. Yo no puedo mover un solo músculo.
—Entonces tendremos que quedarnos aquí —dijo
Crystal haciendo una mueca.
Laura la miró y frunció el ceño.
—Estás completamente encantada contigo misma
—dijo atrayéndola para besarla—. Te quiero.
—Yo también te quiero —dijo Crystal,
acomodándose de manera que su cabeza descansara sobre la curva del cuello de
Laura.
Pasaron minutos interminables mientras se
abrazaban la una a la otra en el agua fría hasta que Laura se estremeció y se
le puso la piel de gallina.
—El agua está fría —dijo despacio.
—¿Va siempre a ser así? —murmuró Crystal sin
levantar la cabeza de su suave almohada.
—¿Quieres decir si voy a responder siempre
así contigo? —preguntó Laura.
Crystal agitó su cabeza.
—Quiero decir… —hizo una pausa para
asegurarse de cómo expresar sus pensamientos con palabras—. ¿Sentirás siempre
lo mismo que sientes ahora por mí?.
Ignorando el frío por un momento, Laura miró
hacia abajo y levantó la barbilla de Crystal.
—No puedo imaginar no sentirme de este modo
contigo —dijo suavemente—. Lo significas todo para mí y el pensamiento de que
no estés aquí conmigo duele demasiado como para pensar en ello. Te quiero,
Crystal. Sé que suena egoísta, pero quiero todo lo que puedas darme y más.
Quiero ser la única a la que toques haciendo el amor y yo ser la única que te
toque. Quiero que seas lo primero que vea por las mañanas al despertarme y lo
último cuando me vaya a dormir. Quiero abrazarte cuando llores y reírme contigo
cuando estés contenta. Quiero ser tu caballero andante cuando necesites
protección y tu damisela cuando seas tú la que necesite proteger a alguien. No
quiero tan solo una relación contigo —dijo moviendo sus dedos para trazar el
contorno de los labios de Crystal—. Quiero una vida contigo.
Laura se alarmó cuando vio aparecer las
lágrimas en los ojos de su amante, pero rápidamente se dio cuenta de que eran
lágrimas de felicidad y abrazó a Crystal incluso más fuerte.
—Te quiero —dijo besándole la cabeza—. Y no
me iré a ninguna parte.
—Yo también te quiero —dijo Crystal,
esnifando mientras volvía a estar bajo control. Suavemente acarició el brazo de
Laura.
—Hey ¿A qué vino eso? —dijo Laura con
fingida indignación.
—Ya sabes lo que me haces cuando me hablas
de esa forma —dijo Crystal provocando la risa de Laura.
—Haces que me ablande tanto como el
suavizante de la ropa —dijo Laura. Sintió los labios de Crystal en su cuello,
la suave lengua deslizándose para probar su sabor. Gimió, sabiendo que no
podría resistir las caricias de su amante como no podía resistir sin respirar—.
Hay una bonita y caliente cama en la habitación de al lado —intentó.
—Uh huh —murmuró Crystal, moviéndose hacia
abajo para capturar el pecho izquierdo de Laura con su boca mientras su mano le
hacía compañía a su otro pecho.
—Crystal —llamó Laura, abriendo
automáticamente las piernas a pesar de su deseo de cambiar la acción a otro
sitio.
—¿Realmente quieres malgastar el tiempo con
las toallas? —preguntó Crystal con la boca llena de carne.
—No —estuvo de acuerdo Laura, importándole
un poco el hecho de lo mojadas que acabarían las sábanas.
—¿Entonces qué te detiene? —bromeó Crystal
mientras torturaba el pezón con sus dientes.
—¿Quién está siendo ahora la zorra?
—preguntó Laura mientras acariciaba la espalda de su amante—. Vas a ser mi
muerte.
—No antes de que salgamos de aquí y nos
metamos bajo las mantas —dijo Crystal mientras se levantaba y las burbujas se
escurrían por su cuerpo—. Hace frío aquí.
Laura se rió y buscó la mano de Crystal,
sabiendo que no dormirían hasta dentro de un rato.
****************
—¿Estás segura que éste es de la clase que
no pierde las agujas? —preguntó Laura mientras cargaban el enorme árbol para
meterlo en casa.
—¿Cómo puedo saberlo? —dijo Crystal—.
Espera, tengo que girar por aquí.
—¿Estás segura de que ese pie es
suficientemente grande?. No quiero que sobresalga.
—No va a sobresalir y el pie es lo
suficientemente grande —dijo Crystal mientras reculaba hacia la esquina
destinada al árbol de Navidad ¿Cuánto tiempo tenemos hasta que tengamos que
salir hacia el aeropuerto?
—El avión de tía Helen se supone que llega a
las 16:30 —dijo Laura—. Estás junto a la pared.
—Lo sé, aguanta, voy a ponerlo sobre el pie
y sujétalo mientras te vas acercando y levantándolo. Entonces lo sujetaré con
los tornillos y estará listo —dijo Crystal mientras se agachaba—. ¿Crees que
podemos decorar ésta cosa en las próximas dos horas?
—Eso espero, de otro modo vamos a obtener la
ayuda no solicitada de tía Helen —dijo Laura—. ¿Estás bien ahí abajo?
—Sí, sólo intenta ir acercándote despacio
—dijo Crystal—. Todavía digo que las luces tienen que ser intermitentes. De
otro modo, ¿por qué molestarse en ponerlas?
—Luces multicolores parpadeando —dijo Laura
desaprobando—. ¿Por qué no ponemos un Santa y un muñeco de nieve luminosos en el césped?
—Me gustan los Santa Claus luminosos
—protestó Crystal—. Vale, aguántalo ahí. Voy a sujetarlo al suelo.
—Son comerciales y feos —dijo Laura.
—Es Navidad, Mrs. Scrooge —dijo Crystal,
mientras se apartaba de debajo del árbol y se plantaba—. Suéltalo. —Se quedó
allí de pie pasando el brazo alrededor de la cintura de Laura—. Nuestro primer
árbol de Navidad.
—Es más grande de lo que parecía en la
tienda de árboles —dijo Laura.
—¿Es ese “más grande” bueno o malo?
—preguntó Crystal—. Dijiste que podía elegirlo y pensé que éste tamaño estaría
bien.
—Es un buen tamaño —dijo Laura de forma
tranquilizadora—. Sólo que no sé si tendremos suficientes adornos para cubrirlo.
Madre solo me dio un par de cajas de adornos y luces.
—No puedo creer que nunca antes te
molestaras en poner un árbol de Navidad —dijo Crystal, descansando su cabeza
sobre la parte superior del pecho de Laura.
—Cuando era como Jessie pasábamos los días
de una casa en otra. No tenía sentido preocuparse en poner un árbol en una casa
donde posiblemente no estaríamos. —Laura dio un paso atrás y abrió una de las
cajas que había encima de la mesita de café—. Y, por supuesto, nosotras no
vamos a estar la mayor parte del día aquí —escrutó el árbol—. ¿Cómo se puede
saber si es el tipo de árbol que pierde las agujas?
—¿Cuando un montón de ellas estén sobre la
alfombra.? —dijo Crystal—. No lo sé, llama a alguien y pregúntale.
—Peter lo sabrá —dijo Laura—. Espera a ver
lo que hace en Navidad.
—Michael dijo que se podría ver su casa
desde el espacio —dijo Crystal, mientras le cogía a Laura el cordón de luces—.
¿Cuántos tienes de éstos?
Laura miró la caja.
—Hay dos más como ese en la caja y otro con
bombillas blancas grandes. En la otra caja están las cintas y el resto de
adornos.
—Necesitamos más luces —dijo Crystal
convencida, mientras colocaba una tira de luces entre las ramas más bajas—. Tal
vez podamos ir a comprarlas después de recoger a Helen —dijo esperanzada. Laura
le ofreció esa mirada indulgente que significaba que ella ganaba—. Estupendo,
prometo no pasarme.
—Tu definición de pasarte y mi definición de
pasarse son dos cosas muy diferentes, estoy segura —dijo Laura, mientras
desenredaba una tira de luces—. ¿No deberíamos encenderlas y probar si
funcionan primero?
—Sí, eso tiene sentido —dijo Crystal
agachándose para enchufarlas. Luces rojas, verdes, azules y naranjas comenzaron
a brillar sobre las verdes ramas—. Ésta funciona. —La desenchufó y cogió la que
sostenía Laura—. Ésta también funciona pero no parpadea.
—Eso no es el fin del mundo —dijo Laura,
mientras seguía deshaciendo los nudos—. Además, creo que tienes que dejar que
se calienten un poco antes de que comiencen a parpadear. —Se agachó y rodeó los
hombros de Crystal con su brazo—. Y si no parpadean podemos comprar unas
nuevas.
—Me estoy comportando como una cría con esto
¿eh?
—Un poquito —dijo Laura con una sonrisa—.
Pero está bien. Creo que es muy mono —besó la punta de la nariz de Crystal y se
puso de pie—. Para ser honesta, no he estado tan excitada por la Navidad en años. El árbol
fue una buena idea.
Crystal se plantó también. Conectando el
final de una de las tiras de luces con el principio de otra.
—¿Te das cuenta que van a ser las primeras Navidades desde que era
niña que no voy a estar borracha?
—O colocada —añadió Laura.
—Te diste cuenta, ¿verdad? —miró hacia abajo
a la tira de luces que sostenía, inconsciente de la sonrisa que cruzaba por sus
labios—. No dijiste nada.
—Tú tampoco dijiste nada —dijo la mujer de
pelo negro—. Al principio no sabía si lo habías dejado o solo apartado de
momento. Creo que no lo has hecho en al menos dos semanas.
—Veinte días —dijo Crystal—. Y no lo aparté.
Yo sólo…—Se alzó de hombros—. No sé.
—Lo cierto es que no me estoy quejando —dijo
Laura.
—Esperaba que lo notaras sin tener que
decírtelo —sonrió abiertamente—. Oh venga, nunca terminaremos con éste árbol.
—Golpeando las manos de Laura dijo—: Suéltame y así podré terminar esto e irnos
a la cama—. Una vez libre del abrazo de su amante, rodeó el árbol con las
luces—. Ya está. Probablemente no sea tan bonito como el de tu madre o el de
Peter, pero servirá.
—No tiene que ser tan bonito como el de mi
madre o el de Meter —dijo Laura—. No es una competición.
***********
—Pensé que dijiste que no era una
competición —dijo Crystal desde su posición recostada sobre el sofá.
—Y no lo es —dijo Laura mientras movía los
adornos púrpuras… otra vez.
—¿Entonces por qué estuviste levantada toda
la noche?
—Porque el árbol no está simétrico —dijo
Laura dando un paso atrás—. ¿Ves?, todavía hay demasiado verde en ésta zona.
—Lo sé, y demasiado rojo en la parte de
arriba —señaló Crystal, habiendo escuchado a su amante señalar todas las
imperfecciones de su árbol desde que se levantara y la encontrara junto a él—.
¿A quién le importa?
Laura cuidadosamente sacó una bola verde del
árbol y la dejó en la caja.
—Ahora sabes la verdadera razón por la que
Jenny y yo nunca tuvimos un árbol.
—Te obsesionas demasiado, ¿lo sabías?. —Se
quejó Crystal mientras se erguía y estiraba—. Nadie se va a dar cuenta.
—Casi he terminado —dijo Laura—. Sólo
necesito mover algunos de los de la punta a éste lado e incluso quitar adornos.
Tampoco creo que sea una buena clase de árbol. Encontré varias agujas en el
suelo.
—¿Y qué esperabas si no paras de mover las
cosas de un lado para otro? —dijo Crystal—. Sé que el botón de esa tira de
luces no está donde la dejé ayer.
—Estaban demasiado bajas —explicó Laura
mientras colgaba un adorno en la rama—. Además, ahora está mejor.
—El próximo año vas a adornar el árbol tú
solita —dijo Crystal, mientras se levantaba y se dirigía hacia la cocina—. No
creas que no os he oído hablar a ti y a tu madre sobre… —hizo comillas con los
dedos—, el árbol perfecto. ¿Quieres café?.
—Suena bien, gracias —dijo Laura, poniendo
el último adorno y encendiendo las luces—. Ahí está. Perfecto —dijo, haciéndose
hacia atrás para inspeccionar su trabajo manual.
Crystal volvió de la cocina llevando dos
tazas de café.
—Está muy bonito —dijo, aunque pensó que no
había nada malo en la forma que estaba adornado la noche anterior—. Bonito e
incluso… ah…
—¿Ves cómo hay un equilibrio en los colores?
—dijo Laura orgullosa mientras cogía la taza de café—. Es simétrico y estéticamente
agradable a la vista.
—Está precioso —dijo Crystal—. El mejor
árbol que jamás he visto.
—¿Estás siendo sarcástica?
Cogiéndole la taza de café, Crystal dejó
ambas sobre la mesita auxiliar y atrajo a su amante para abrazarla.
—Es nuestro primer árbol. ¿Cómo podría ser
algo menos que el mejor?
—Te das cuenta que me estás dejando como una
compulsiva —señaló Laura.
—Lo sé —admitió Crystal—. Pero es nuestro
árbol y, obviamente te hizo feliz pasarte toda la noche trabajando con él.
—Lo hizo —dijo Laura juntando sus labios—.
Me alegro de que me convencieras de traer un árbol éste año.
—Yo también me alegro —dijo Crystal
disfrutando la sensación de sus cuerpos pegados—. Tendremos que hacer de esto
una tradición anual.
—Creo que ya lo hemos hecho —dijo Laura—. Te
quiero.
—Yo también te quiero —dijo Crystal
abrazándola más fuerte—. Gracias por mi regalo.
Confusa, Laura se inclinó hacia atrás y la
miró.
—Pero si Navidad no es hasta dentro de dos
días y escondí tu regalo en casa de Jenny. ¿Cómo sabes lo que es?
Poniendo sus brazos alrededor del cuello de
Laura para traerla más cerca, Crystal dijo…
—No me refería a ese regalo, pero gracias
por decírmelo, así puedo dejar de buscarlo por aquí.
—Entonces, ¿a qué te refieres?
—A este regalo —dijo besando la barbilla de
Laura—. Tú. Tu amor. Hace seis meses tan sólo existía y ahora… —La abrazó más
fuerte—. Ahora siento por primera vez que vivo.
—Todo lo que hice fue apoyarte —dijo Laura
suavemente y luego sonrió—. Yo únicamente iba moviéndome hasta que tú te
mudaste y lo volviste todo patas arriba. A mi tranquilo, organizado y pequeño
mundo entró ésta endemoniada rubia quien, a pesar de mis esfuerzos, robó mi
corazón. Tengo tanta suerte de que te hayas enamorado de mí como que yo me haya
enamorado de ti.
Crystal le sonrió alegremente y descansó su
cabeza sobre el pecho de Laura, mientras las brillantes luces del árbol
llenaban su visión.
—Entonces supongo que ambas tenemos suerte
—dijo—. Te quiero.
—Yo también te quiero —dijo Laura—. Siempre.
Y juntas estuvieron de pie bajo las
parpadeantes luces de su primer árbol de Navidad, sabiendo que habría
obstáculos que vencer, problemas que resolver, pero sobre todas las cosas, se
tenían la una a la otra para hacerles frente.
Siempre.
FIN
Historia Traducida por Alesita. Corregida por Abriles
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autor.
aaww... que buen final y que bonita historia me gusto mucho gracias por traducirla n_n
ResponderEliminardesde hace tiempo visito esta pagina y este es el primer comentario que hago..me encanto la historia.. no hubo noche en que no me mataran las ansias por leerla..quisiera que continuara jeje ..muchas graciass por su trabajo.. espero hallan muchas mas como esta historia que atrapa a cualquiera..muchos saludos...
ResponderEliminardesiree.. venezuela
aaaaaaaaaaaaaaaaaaa hermozoooo....
ResponderEliminargracias por la traduccion...
yfza
peru
oh...ahora si lloraré... el fin de mis dos historias preferidas... Wid y Cristal
ResponderEliminarHe disfrutado tanto leyéndolas, gracias, mil gracias por deleitarnos con estas historias, a Miler la autora y a Alesita y Abriles por la traducción y edición... este final merece un brindis.. ¡Salud!
Linda historia, gracias por la traduccion y todos lo esfuerzos por que la conocieramos. Una muestra de que el amor te cambia la vida. Carolina. F
ResponderEliminarGracias por la traduccion, una de las mejores historias..... me encantan los dos personajes y todo lo que tuvieron que vencer paara hacerse y ser una pareja hermosa.... :D
ResponderEliminarDesde argentina
Flor
Te felicito por esta increíble historia, la he leído de principio fin y en cada capitulo me emocionaba mas y el final fue excelente, me encanta el amor que se profesan. Espero volver a leer mas historias como esta.
ResponderEliminar- Maria -
Noooooo como q ya el fin aun tenia q seguir q mala onda pero pues ni modo
ResponderEliminarmil gracias a la autora y a las q traducieron esta hermosa historia.
saludos.lau mex.
Me ha encantado la historia la empecé a leer hace 3 días y no he podido parar hasta terminarla. Es super bonita y con un gran final. Gracias a la autora por escribirla.y más aún a Abriles que con su traducción nos ha permitido leerla más cómodamente. Muchas gracias desde España y un gran saludo.
ResponderEliminarAmor
La traducción fue de Alesita, yo sólo la corregí y la adapté para La Teta Feliz porque desde que empecé a leer esta historia en otro sitio, me cautivó y deseé que más personas pudieran disfrutarla. Me alegra mucho saber que el esfuerzo no fue en vano porque les ha gustado, y gracias por lo que me corresponde en su comentarios. Saludos de Abriles.
EliminarEmpecé a leer esta gran historia el viernes pasado, gracias a la recomendación de una amiga, aproveché las noches para leerla porque es el único momento en el que puedo leer tranquilamente, sin ser molestada por nadie...acabé acostándome el viernes y el sábado sobre las 7 de la mañana...hacía tiempo que no me enganchaba tanto a una historia, pero ha merecido la pena, jejeje. Gracias a la escritora y a la traductora por su gran esfuerzo y trabajo.
Hermosa historia y muy bien contada, ojalá la hicieran en una peli sería hermosa poder verla. Besos desde argentina
ResponderEliminarEstupenda historia de las mejores q he leído, es mas es mi segundo lugar entre las q he leído, de verdad excelente. Gracias a la escritora, Alejita, Abriles. Me encano
ResponderEliminarme encanto la historia..la verdades una de las mejores te felicito!!!
ResponderEliminarWow de verdad valio la pena las madrugadas que pase leyendo esta historia!....
ResponderEliminarAmo la lectura, y valoro demasiado historias como esta, aunque la vida real no es perfecta como estos escritos. Wow ojala la vida fuese asi de linda :(.
Confieso que no me gusto el final, porque? Porque esperaba que fuese mas lejano jumm..., creo que una continuacion quedaria perfecta, Donde halla otro encuentro con bobby y que cuente que ha sido de su vida, si siguio en las drogas, esa cena en familia me fuese gustado leer, o la cara de bobiita que pondria Cristal al abrir el regalo de Lau, o tambien me fuera gustado que tuvieran un hijoooo.. En fin, me encanto la historia! Valio la pena.. Besos, sos buena escritora, saludos desde Venezuela... Espero leer una nueva historia de esta bella escritora!
Soy tu fans, Daniela.
Para los que ignoran esté dato, la autora de este libro no es Abrille ni Alesita, que si bien han hecho un buen trabajo traduciendo y corrigiendo.
EliminarMe gusto mucho la historia, de verdad que quede conectada de principio a fin, y vaya trasnochadas que pase, ya que es el unico tiempo que tengo para leer... Las felicito y agradezco el tiempo que dedicaron para la traduccion, me encanto besos Ale (Colombia)
ResponderEliminarEn definitiva creo q todas las q leimod esta historia hemos trasnochado mas de un día. Woow pero bien q han valido la pena. Una excelente historia. Me encanto de verdad. Muy original súper entretenida, historia de vida muy reales q te mantienen los pies sobre en la tierra. Hermosa la historia. Me encantaron los personajes. En fin. Mis felicitaciones para la autora. Y para la traductora y para la q hizo posible q leamos aquí la historia. Gracias totales. Saludos desde Paraguay. Didi.
ResponderEliminarEs cierto, una gran historia que da para mucho más.Gran historia de vida, coraje, paciencia, tolerancia, compresión.Es realmente una historia de amor que, creo, nos enamoró a todas.
ResponderEliminarFelicitaciones a la autora, B.L.Miller, a la correción de Abriles y a la indispensable traducción de Alesita.
María en Buenos Aires.
Oye, autora, tu has subido esta historia a TodoRelatos? Si no es así, metete a TodoRelatos (desde Pc)
ResponderEliminarO a movil todorelatos (desde movil) y busca "corazon de crystal", imagino que se podrá denunciar.
Excelente historia.
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