El ansiado día llegaba, yo me encontraba de lo mas nerviosa ese día, pensaba en como romper las barreras que aun quedaran y así poder entregarme de lleno al placer en compañía de Roxana,. Después de las habituales indicaciones y reglas quedamos solas, nadie nos molestaría, durante toda la tarde y por lo menos hasta la media noche. Primero comimos, al estar solas en casa teníamos mas libertad, música a todo lo alto, pizza, refresco, televisión prendida al mismo tiempo, etc. Si nos lo propusiéramos podríamos andar desnudas (que interesante sonaba eso).
Como a eso de las cinco o seis de la tarde Roxana me dijo que iba a preparar todo, que ella me llamaría cuando todo estuviera listo, yo no aguantaba mas y pensando en que seria mayor problema el que al momento de que Roxana me tocara yo explotara en un orgasmo, me dirigí hacia el cuarto de baño y me dedique a calmarme un poco, estaba ahí con mis panties a la altura de las rodillas, con las piernas bien abiertas y mi blusa por encima de mis pechos, desfogaba todo el calor que tenia dentro mientras sentía que Roxana estaba por arriba haciendo no se cuantas cosas.
Una vez repuesta un poco salí hacia la sala, comencé a seleccionar un disco pues e que anteriormente estaba ya había terminado cuando de pronto escuche que Roxana me llamaba.
- Marlene... sube, ya esta todo listo -
Frente a la puerta de su habitación estaba Roxana, me inquietaba como estaba vestida, traía un short pequeñísimo, por detrás los bordes cruzaban en diagonal sus redondas nalgas, podía apreciar que no traía pantie alguna, por arriba tenia una camiseta cortita, la cual con mangas pequeñas que solo apenas tapaban sus hombros, sus caderas al descubierto y su ombligo mostrándose incitador, todo su cabello recogido en una cola de caballo, muy cómodo solo para estar en casa.
Algo ocultaba por detrás en sus manos, me tomo de los hombros y me dio vuelta, paso una mascada de seda negra y la coloco en mis ojos, yo iba a protestar, pero ella me cayo mis labios con un dedo, mi lengua se movió y como si fuera a decir algo lamí solo un instante la yema del dedo de Roxana.
-Es una sorpresa- me dijo
Me volvió a dar vuelta y sentí que abrió la puerta, -Entra- me dijo, al momento me dio una palmada en mi trasero y agrego -lo vas a disfrutar-, no sabia bien a que se refería. Di unos pasos dentro de la habitación y escuche como cerro la puerta.
-Ahora puedes quitarte la venda- al instante comenzó una música sensual y romántica, yo estaba extasiada, ahí tenia su habitación en semipenumbra, solo algunas velas encendidas, algunas veladoras aromáticas, de las persianas entreabiertas se colaba un poco de luz de la falleciente tarde, sobre de su cama una toalla y a los pies de esta una bandeja con agua, unas tijeras, crema de afeitar y un rastrillo femenino. Estaba tan absorta de todo esto que ni me di cuenta de lo que Roxana hacia.
Me gire para agradecerle lo que había hecho por mi y la vi ahí con una toga de esas de las que se usan en las graduaciones, ese color morado la hacían lucir mas incitante, yo solté una carcajada al verla de esta peculiar vestimenta. Roxana también rió y luego de serenarse un poco tomo un poco de seriedad y con sus palabras me indico que era el ritual de los pubis afeitados, que era un club al que no todos podían entrar.
Comenzó a desnudarme, sus manos abrieron el primer botón de mi camisa, una camisa sin mangas y que anudaba la parte baja alrededor de mi cintura.
-Que haces, es la parte de abajo la que me vas a arreglar-
-Si, pero es requisito el que estés completamente desnuda- agrego con su tono solemne
-Ok, tu sabes lo que haces, y como debo llamarte. O sigues siendo Roxana mi...-
-Solo Rox- me interrumpió
Siguió con sus dedos desabrochando los botones hasta que llego y deshizo el nudo de mi camisa, yo no traía sostén así que al momento mis pechos estaban libres.
-Mmmmhhh... nada mal, están en su punto, comprobare su firmeza y su suavidad-, ahora yo la dejaba hacer pues todo me agradaba mas como parte del juego, aunque estaba deseando que lo hiciera no se lo mostraba abiertamente, como dije todo era parte de un juego.
Con sus manos comenzó a estrujar mis senos, redondos y firmes, casi del mismo tamaño que los de ella, sus palmas acariciaban mis pezones y los sentían crecer debajo de ellas.
-Si, veo que son perfectos, firmes, de piel suave y saben responder cuando son tocados, de ahí continuo con mi minifalda cuando la tuve abierta comenzó a levantar el borde inferior, me dio vuelta y la levantaba, dejaba al descubierto mi trasero, lo tenia expuesto a su mirada, con mi pantie cubriendo apenas mis nalgas. Luego me volvió a colocar de frente a ella y comenzó a tirar de mi falda hacia abajo, ahora solo estaba cubierta por mis panties, yo sentía que mis jugos empezaban a salir, luego se arrodillo frente a mi y levantando un pie me quito mis sandalias, luego la otra, ella desde abajo tendría una vista magnifica, quizás tanto como la que yo tenia, su toga se había hecho un montón de tela y se desacomodaba, por lo que tenia una vista profunda dentro de ella, mi excitación creció cuando me di cuenta de que estaba desnuda debajo de esta, alcanzaba a ver como sus senos estaban libres, sus pezones estaban completamente erectos.
Arrodillada como estaba paso sus dedos por debajo de los elásticos de mis panties y los comenzó a deslizar, su cara estaba frente a mi entrepierna, por lo que cuando bajo la entrepierna de mis panties y la doblo hacia fuera, un delgado hilito de mi flujo se quedo unido de mi vulva a la tela, Roxana levanto su cara y sonriéndome me di cuenta de ese brillo en su mirada, ahora lo tenia claro, las dos teníamos un plan para tener a la otra.
Mi pantie ahora se encontraba entre sus dedos, la tomo y la coloco sobre de su almohada, como en muda ofrenda a alguien. Me llevo hasta la cama y me sentó, con sus manos abrió mis piernas y ahí estaba yo, chorreando de jugos y dispuesta a que Roxana me tocara, así como yo lo había hecho.
Primero me recorto por completo los vellos largos, los tomaba entre sus dedos y los recortaba con las tijeras, en cada movimiento sus dedos pasaban como por accidente sobre de mis labios. Luego que estos estuvieron cortos, me mojo con una toallita humedecida en el agua caliente, para luego colocarse un poco de crema de afeitar sobre de su mano, la coloco directamente sobre de mi vulva y la esparció, mas que esparcirla parecía que me masajeaba con la palma de su mano.
Me encontraba yo como mudo ofrecimiento, mi entrepierna abierta cubierta con esa crema como si de un pastel se tratara. Roxana fue pasando la maquinilla de afeitar por mis ingles, por mis labios, a momentos enjuagaba un poco la crema sobrante en mi cuerpo, mis labios quedaron limpios de vellos, me mojaba con la toallita pero por dentro estaba yo bastante mas mojada, luego en lugar de dejar el triangulo que en ella adornaba, me dejo una especie de "V", una delgada hilerita de vellos cortitos. Yo me imaginaba que era referente a la victoria, pero no sabia de quien era la victoria.
-Ya esta, No es divina??-
-Si, creo que si, pero te falta...-
-Que falta??- me decía con cara de ingenua
-Falta... mmm... mas abajo...-
-Aun no te decides- y agrego -bueno, es momento de instruirte un poco mas-
-A que te refieres?-
-Veras, a algunos chicos les encanta que usemos palabras mas comunes, o mas vulgares, según te parezca-
-Como cuales?- inquirí yo
Mientras colocaba su dedo índice directamente en mi anito me dijo -Esto es el culito!!- , yo me sentía un poco cohibida, no era que no lo supiera, sino que no lo acostumbraba, pero desde luego que era algo excitante hablar "sucio", como Roxana le llamaba.
-así que, que es lo que falta??-
-Bueeeno... falta... el... culito...-
-Ves no ha sido tan difícil-
Entonces comenzó a pasar la navaja por ahí, las sensaciones eran tremendas, sus dedos limpiaban los sobrantes de la crema y me masajeaba al mismo tiempo. De mi vulva brotaba un hilito que llegaba hasta... mi culito. Limpio por completo mi entrepierna con la toallita y ahí lo tenia, todo mi pubis recortado. Los dedos de Roxana se paseaban por mis labios, sintiendo mas claramente el contacto con sus dedos, saco una crema y la esparció sobre de sus dedos, -Para que no te irrite- comenzó entonces a esparcirla sobre de toda el área recién afeitada, ahora sus dedos se movían libremente por toda mi vulva, con el pretexto de embadurnarme la crema. Sus dedos se movían de arriba hacia abajo por mis labios, los tomaba entre sus dedos y los separaba, dejando salir una mayor cantidad de mis jugos, en un momento dado paso la yema de su dedo índice sobre de mi clítoris que pugnaba por sobresalir. Me sentía en la gloria, Roxana me estaba masturbando.
Primero sentí como sus dedos acariciaban la entrada de mi vagina, luego iba acariciando mas profundo, mis manos ahora pasaban sobre de mis senos, los juntaba y los soltaba, los movía para masajearlos, tomaba las puntas de mis pezones y los frotaba, todo mientras Roxana me iba penetrando. Ahora sus dedos entraban y salían de mi vagina, mientras el dedo pulgar me acariciaba el clítoris erecto, a momentos me dejaba llevar por el placer y cerraba los ojos. Roxana me estaba llevando a la cima del éxtasis a pasos agigantados, fue casi al mismo tiempo que las dos dimos un fuerte gemido que pareció casi un grito, mis caderas se movían al encuentro de los dedos de Roxana, sin yo darme cuenta ella se había estado masturbando al mismo tiempo que me lo hacia a mi. Nos movíamos con la misma intensidad de nuestros respectivos orgasmos.
Pronto nos recuperamos, solo para fundirnos en la batalla que nos esperaba.
Roxana se levanto y se llevo las manos a los broches que sujetaban su toga, esta se deslizo en un silencio reinante hasta el suelo, dejándola completamente desnuda, ahí la tenia yo, como toda una diosa, desnuda y con esa figura de invitación al sexo, al pecado. Yo me levante de la cama y me coloque frente a ella, nada había por decir, nuestras bocas se encontraron a medio camino, nuestras manos surcaban el cuerpo de la otra, encontrando esas formas que tanto anhelábamos. Nuestras lenguas ahora se unían en feroz batalla, entraban y salían de una y otra boca, nuestros pezones se frotaban unos contra otros.
Roxana me atrajo hacia si llevándome con ella hasta la cama, se recostó y me indico que me recostara sobre ella, atrajo mi cuerpo hacia arriba y ahí tenia lo que su boca buscaba, mis senos fueron lamidos y besados, mis pezones eran aprisionados entre sus labios y los succionaba, mis manos se posaban sobre de sus pechos y los frotaba, ahora sus pezones eran míos. Empecé a bajar para llegar a sus pechos. Mi lengua imitaba todo lo que había hecho su lengua sobre de mis senos. Redondeaba la aureola que rodeaba sus pezones, erectos al máximo. Sus manos pasaban sobre de mi cabello y me incitaba a continuar con mis caricias.
Mi lengua comenzó a bajar sobre de su vientre llegue a su ombligo y lo lamí hasta hartarme, quería saborear esa vulva que me enloquecía, no sabia como empezar, la miraba absorta, como esperando que el tiempo se detuviera por un instante y quedarme con esa visión.
De pronto mi lengua salio y empecé a lamer, solo me detuve al escuchar las palabras de Roxana.
-Espera, yo te digo como-
-Ya lo has hecho tu antes Rox??-, aunque quizás la pregunta salía sobrando me excitaba la idea de saber que tan excitante era Roxana.
-Algunas veces, si-, y agrego -mira ve lamiendo mis labios suave al principio, saborea el interior, mis jugos y vuelve a mojar mi vulva.... si... si... así...-
Mi lengua obedecía todas las indicaciones que ella me daba, se movía como si fuera la misma lengua de Roxana.
-Ahhhh.... ahora comienza a tocar mi clítoris... suavecito... aaaahhhh.....-
Luego comencé por experimentar con algunas cosas que había visto que le habían agradado. Mi lengua comenzó a meterse dentro de su vagina, la movía dentro y la sacaba, para luego llegar a su clítoris, combinaba todos estos movimientos sacándole gemidos, casi gritos, podíamos liberarnos ahora que estábamos solas.
-Mmmmmhhh.... que bien... lo haces.... sigue así.... espera.....- levante mi cara, pensé que algo había hecho mal, pero continuo -Ven súbete sobre de mi, colócate a la inversa de mi-
Estaba enloquecida, Roxana me iba a lamer.
-Ahora si, continua con esa lengua, lo haces tan rico-
Creí morir cuando sentí su lengua pasando sobre de mis labios vaginales, los lamía y se chupaba mis jugos, se os bebía, -Que pasa?, cómeme la almejita, es toda tuya-, me excitaba sobremanera como se expresaba Roxana con ese tono tan soez.
Mi lengua ahora serpenteaba sobre de su vulva y la metía dentro, su lengua hacia lo mismo con la mía, me comía mis labios y los separaba para insertar su lengua profundo, al momento en que sentí sus dedos que entraban dentro de mi vagina recordé algunas cosas que quería probar.
-Rox.... ahhhh... lame..... mi culito-
-Si nena, ya vez que es tan fácil llamar las cosas por su nombre?-
Su lengua experta se tensaba alrededor de mi esfínter, la apretaba queriendo explorarlo sus dedos se movían al mismo tiempo que su lengua recorría todo el canalito de mis nalgas. Mi lengua no se quedaba inmóvil y trabajaba su vagina, llena de sus jugos, los lamía y me los comía con mis dedos fui abriendo sus nalgas y ahí encontré ese agujerito qué se apretaba y soltaba en un delicioso guiño. Mi lengua ahora subía y llegaba a su clítoris mientras que mi dedo índice comenzaba a abrirse paso dentro de su culito, totalmente lubricado por los chorros de flujos que ahí llegaban, se metió por completo y comencé un lento vaivén entrando y saliendo. Mi culito recibía lo suyo y esos dedos me enloquecían, su lengua ahora masajeaba mi esfínter y se metía rápidamente.
-Me vengoooooo..... Vente conmigo Marleneeee....!!!!-
-Yo también llegooooooooooo......!!!!!!-
No se que me daba mayor excitación, el sentir que tenia mi orgasmo o que le producía tal orgasmo a mi querida hermana Roxana.
Sentía como nuestros cuerpo se agitaban en un delicioso movimiento de arriba y abajo, como si estuviéramos copulando, nuestros sexos estaban que se mojaban cada vez mas a causa de nuestros orgasmo, me bebía todos los jugos que de la almejita de mi hermana salían, era fascinante el sentir y saber que mi hermana me daba el mismo placer que yo le prodigaba a ella. Nuestros orgasmos se sucedían uno tras de otro, no tenían fin, cuando creía que terminaba otro mas surgía para entregárselo por completo a la cara de mi hermana, asimismo Roxana me entregaba la delicia de un orgasmo interminable.
Nuestros cuerpos se tranquilizaban y se recomponían un poco luego de la tempestad fuimos girando nuestros cuerpos para encontrarnos de frente, nuestros cuerpos sudados y nuestras caras empapadas de los jugos de la otra, nos besamos convidándonos de los jugos de cada una, lamíamos nuestros labios, nuestras mejillas y saboreábamos nuestro deseo en la boca de la otra.
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Hoy me dejo con la voca abierta
ResponderEliminarMe gusta la historia,pero eso de pensar que Roxana es su hermana mientras lo están haciendo....da un poco de repeluz ;-)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, eso de que con la hermana da mucho repeluz.
ResponderEliminarYezi
hermanas uuff,, que exageradamente hentai es esta historia XD
ResponderEliminar¡¿CÓMO?! ¿AL FINAL ERA SU HERMANA? PERO QUÉ MENTE TAN PERVERTIDA... TODO ESTABA BONITO HASTA ESTE FINAL TAN DESASTROSO. CREO SINCERAMENTE QUE ESTE TIPO DE HISTORIAS NO ES PARA ESTA PÁGINA.
ResponderEliminarLO SIENTO, UNA HUMILDE OPINIÓN DESDE PERÚ.
Pienso igual que barbaridad!!! De pronto y hasta la puede editar la autora, y hacerle un final menos catastrófico.
ResponderEliminarSe podria decir q eran amigas casi como hermanas pero aun asi estubo bien...!!!
ResponderEliminarHERMANAS!!!!!!!!!!!!!!!!! Uff!!!!!!!! qué manera de malograr una buena historia, qué bárbaro y después nos quejamos cuando los heterosexuales nos tildan de pervertidas, con relatos como estos hasta yo les daría la razón, de verdad qué decepción...
ResponderEliminarHipócritas. Vendéis la idea del amor libre y luego os alarmáis por algo tan sencillo como el amor entre dos hermanas. ¿Qué hay de malo en ello? Dos hermanas, dos personas que se conocen como ninguna otra. ¿Qué es lo que os inquieta: que una mujer coma el coño a otra o que esas mujeres resulten ser hermanas? En la naturaleza no existe tal distinción, es una barrera más creada por el hombre. Pero no dejáis de ser hipócritas: defendéis vuestra libertad como lesbianas pero sois tan cerrados y aviesos como esos que nos condenan por ser lo que somos: hijas del amor libre. Siempre y cuando sea en consenso y no se falte el respeto a la otra persona: ¡¡¡viva el amor libre!!! Sin tapujos ni ataduras.
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