La había
visto entrar. Aunque el tiempo que habían pasado afuera era relativamente poco
se los notaba distintos: John parecía tener la mirada de un hombre afortunado y
Naomi una mirada perturbada. Pero el hecho que mas llamó su atención fue la
mordida reciente en el cuello del novio de su alumna. Sabia que algo así podía
ocurrir, después de todo Naomi conoce a la perfección la academia y sus
rincones donde la gente no pasa a menudo. Pero la cara de Naomi reflejaba
incertidumbre y se pregunto el por qué, se cruzó torpemente con su mirada pero
su alumna solo se limito a ignorarla y sentarse.
La
siguiente semana fue igual. Naomi parecía hasta molesta en su clase y no podía
encontrar el maldito motivo. Sus pruebas que rara vez presentaba error
comenzaban a mostrar defectos. Algo la estaba afectando y su empeño escolar
empezaba a decaer. Se sentía molesta, quería ayudar pero cada vez que intentaba
acercarse aunque sea 1 metro, su alumna huía 1 kilometro. Tenia que encontrar
una manera pero las pruebas de admisiones de universidades se habían retrasado
y solo le quedaba 2 semanas hasta las mismas. El tiempo le pisaba los talones.
-¡Quita
esa cara pensativa!- su mejor amiga le tiraba una servilleta abollada
-¡Cris!
– devolvía el cuerpo volador.
-¡Vamos
K! me aburres – se levanto y lavaba su taza de café.
-¿Acaso
soy tu payaso?- pregunto divertida.
-No…
¿pero no éramos mas divertidas antes? – su amiga tenia un tono preocupado.
-Vamos…
no somos muy grandes que digamos – se levanto ella también e imitaba a su
amiga.
-¡Tienes
razón! – Se animaba nuevamente- pero
quita tu ceño fruncido – miraba desaprobándola- no sé que sucede – se acercaba
a ella- pero se solucionara ¿vale? – la abrazo y luego se dirigía a la salida del
departamento. Se detuvo en la puerta y se volvió a ella – envejecerás si sigues
así K… con tu cara y figura conseguirías lo que quieras – le estaba por guiñar
el ojo pero se fue por que un almohadón se estampaba en la puerta.
La
semana que había pasado era infernal, y para su mala suerte había encontrado a
su profesora dos tardes en su casa conversando con su padre en el estudio. En
su momento surgió la duda de que venga a comentarle sobre su desempeño escolar
pero lo descarto por que su padre en ningún momento pidió hablar con ella. Sin
embargo sentía la mirada de su profesora sobre ella, estudiándola y
analizándola. No la culpaba después de todo en las pocas pruebas que tomo en su
clase, se quedaba lo máximo que su corazón y mente podían soportar. Luego se
levantaba y entregaba la prueba aunque no estuviese completa. Eso de seguro
alertaba a su maestra ¿y que podía hacer ella? Si cada vez que entraba en su
clase recordaba sus rostros a escasos centímetros y como Kall la curaba en la
camilla. Cada vez que lo recordaba un impulso eléctrico recorría nuevamente su
cuerpo y le dolía de sobremanera el estomago. Sin mencionar que cada maldito día
de la semana que su hermano se presento para saber si iría a la estúpida fiesta
ella solo podía mirar a otro lado y esperar que el pecho no le doliera tanto.
Sabia
lo que sucedía, si seguía así todo iría de mal en peor; pero algo muy en el
fondo la consolaba. Harvard quedaba a unos kilómetros de distancia. La
universidad la alejaría definitivamente del embriagador aroma que había
memorizado de su profesora. Este amor no era de los que son correspondidos o
no. Era uno prohibido. Las relaciones entre alumnos y profesores son penadas
hasta con la cárcel para el docente. Ya había expuesto a Kall a una suspensión,
¿acaso también quería que la llevasen presa por su culpa? Aunque el corazón
cada vez que la veía, latía como loco, debía controlarse, no tan solo por ella
sino por Kall. Era lo mejor.
-Clase,
hoy es 15 de Septiembre – miraba a todos- como tengo entendido hoy es la gran
fiesta de fondos en la mansión Clark – su mirada se poso en Naomi que como
costumbre esta ultima semana la ignoraba- también sé que deben alistarse para
el evento así que la clase no pasara de las 5 de la tarde ¿entendido?
Todos
respondieron efusivamente, según su conocimiento esta fiesta era la más grande
en cuestiones de beneficencia. La palabra ‘’gala’’ era burda al lado de la
vestimenta que todos usaban para el evento. Inclusive los alumnos asistían, y así
formar lazos con hijos de importantes inversionistas. Todos jugaban un papel
sumamente importante y se empezó a cuestionar por qué Tom quería asistir con
ella.
Dio,
como era esperado, una prueba relacionada a leyes y ensayos sobre abogacía. Muy
pocos de sus alumnos habían elegido esa especialidad pero no por ser minoría
los discriminaría, en esencial quería ver el desarrollo de cierto alumno. Todos
estaban sumamente concentrados mientras ella tenía un expediente en sus manos.
De soslayo vio como Naomi dejaba la prueba en el escritorio y se dirigía a la
puerta. Sin decir palabra decidió seguirla. Salió de salón y la veía dirigirse
a la cafetería ¿para eso termino la prueba tan rápido? ¿Para ir por un café?
Algo definitivamente andaba mal.
-Naomi
– rogo mientras la agarraba – ¿a dónde vas?
-A
la cafetería- respondió en tono tan vacío que la lastimo. Ahora parecían
lejanos aquellos ojos azules de furia que alguna vez observo. No se había dado
la vuelta pero tampoco había deshecho el agarre.
-Por
favor – rogó una vez mas – dime que te sucede – entonces se dio vuelta y con lo
que se encontró fue peor que su anterior respuesta. Naomi tenía la expresión más
triste que alguna vez pudo ver en ella. Más triste que cuando se descubrió la
huelga.
-Aunque
te lo diga… -parecía debatirse si seguir o no, entonces bajo la mirada –no podrías
hacer nada – se deshizo del agarre y retomo su rumbo dejándola sola con sus
pensamientos.
Se
detestó por casi haber expuesto la verdad. Eso solo pondría a Kall en un lugar
muy incomodo. Lo mejor como se había repetido era callarse. Para ambas. Se
había tranquilizado después de tomar un capuchino doble y observar en el tv
plasma la danza de unos porristas en directo por un canal deportivo. Ya casi
había reunido todo el valor para volver a la case pero unas manos se cerraron
sobre sus ojos imposibilitándole la vista.
-Steeef,
quiero que me digas quien soy- la voz masculina fingía ser una femenina.
-Tom
-Hey!
– Soltó sus ojos y se sentó en el frente- te estas haciendo buena en esto-
fingía admiración
-Es
mucho más fácil cuando eres el único que me dice así – señalo Naomi
-Eso
es cierto- bromeó Tom – en fin… te necesito – Naomi no emitió palabra solo se
dedico a escuchar – necesito que lleves esto a tu profesora – le extendía una
tarjeta.
-Si…
- respondió Naomi levantándose – no lo creo.
-Pero
Naomi! – protestó
-No
me necesitas – tajo mientras se disponía a irse.
-Veras-
se dio vuelta por que la voz que siempre emanaba confianza ahora carecía de
ella- Kall es… - se estremeció al escuchar su nombre- digamos que podría ser la
indicada – y eso fue el golpe mas bajo que podría haber recibido.
-¿Y?
– apuro no entendiendo el punto y muy posiblemente por que le dolía hablar de
su profesora como interés amoroso de su hermano.
-No
quiero arruinarlo.
-Y
no lo harás – respondió mirándolo a sus ojos que ahora se llenaban de emoción –
ahora déjame en paz – soltó mientras se fue caminando. Lo mejor era así, se
repitió por tercera vez en el día.
Necesitaba
desesperadamente dejar de pensar en ella y el único método posible que se le
ocurrió era tan pendejo como ella misma. Pero al fin y al cabo capaz que la
olvidaría así. Solo necesitaba la ayuda a quien ya se la había negado.
Estaba
en la cafetería, en el sector privilegiado de profesores; donde parecía una
especie de cafetería social. Todos se hablaban entre si, bromeaban, y hasta
coqueteaban. Le daba cierto asco que ninguno prepare la clase y siempre que
veía una clase por la puerta se notaba el poco interés que tenían en sus
alumnos. Ojala el paso del tiempo no la convierta en lo que ahora parecían
restos de docentes respetados convertidos en robots repitiendo su clase de un
libro. Sin embargo el sentimiento quedo reducido a nada cuando su mente volvió
al encuentro con Naomi ¨no podrías hacer nada¨. La morena estaba tan convencida
cuando lo dijo que era muy posible que no pudiera hacer nada. Naomi era
inteligente, sabia hasta donde llegaban sus facultades como profesora y muy
seguramente ya había analizado la situación. Pero aquello no la desalentaba,
no. Ella quería ayudarla con todas las fuerzas de su corazón y otra vez se
pregunto ¿cuándo pararía? No podría ayudarla siempre en la vida.
Pero
si no hacia algo rápido, Naomi no conseguiría el puntaje máximo en Harvard
restándole la beca o peor aun, no calificaría para la universidad de
Massachusetts. Esto era estúpido, algo debía poder hacer, aunque se excediese
de su profesión como profesora. Siempre hay algo. Entonces decidió algo que no
creía posible que algún día pensaría.
-Bueno
– dijo quitándole el vaso – ¿no crees que es demasiado?
-Déjame
en paz – recupero su vaso – mentirosa – espeto luego de tomar todo su wiski
caro.
-¿Se
supone que es mi nuevo apodo? – pregunto sarcásticamente del otro lado de la
barra.
-Supongo
que te lo has ganado – respondió sarcásticamente y le sonrió – sírveme otro –
ordeno con semblante serio.
-
¿Qué te hace pensar que te serviré mas?
-Humm
– llevaba el dedo índice torpemente de una comisura de la boca al otro extremo
– ya se! – mientras parecía recordar – me ofreciste ayuda en cualquier momento
– la miraba con el azul penetrante.
- Y
es cierto – en tono de empatía- pero no esta ayuda- señalo la botella.
-¡Es
una ayuda para mi! – Respondió indignada – pero déjalo así – revoleo la mano en
cualquier dirección – me iré a otro bar, si no quieres servirme… - se estaba
preparando.
-No!
No! No… - parecía perder frente a Naomi – bien aquí tienes – le mostraba un
vaso de vidrio con dos hielos y wiski.
-Gracias
Mel – sonreía abiertamente pero se le notaba considerablemente la borrachera.
Naomi
había venido reclamando su ayuda, pero esto no era bueno. Si la tenia así un
tiempo más y caí la policía no tan solo clausurarían el local por vender
alcohol a menores sino que hasta Naomi podría ir presa.
-Y
John? – capaz que aquello la devolviese un poco a la realidad.
-Es
un maldito celoso- escupió.
-Me
refiero… ¿siguen juntos?
-Sí
– respondió mientras bajaba la cabeza.
-¿No
crees que todo esto te esta comiendo por dentro?-quizás si encaraba una
conversación seria ella se daría cuenta un poco de la realidad.
-¿Comiendo?
¿Todo? – se notaba que no entendía ni jota de la realidad.
-Tus
sentimientos por Kall – era mejor hacerlo como con una curita. De un tirón mejor.
- No
sé de que hablas – ahora si entendía pero quería desentenderse.
- No
puedes huir por siempre Naomi – le levanto el mentón para que la mirase y
entendiese la gravedad del asunto.
-Pues
mírame – dijo al momento que se llevaba el vaso a la boca y bebía todo el líquido
de un solo trago.
-¿Acaso
pretendes emborracharte todos los días? – Y levanto la mano evitando que
contestara – y no me interesa que tengas todo el dinero del mundo. No puedes
hacerlo y lo sabes.
-Lo
hare hasta que me valla a Harvard – respondió tímidamente.
Estaba
mirando desde un arbusto hasta que unas manos se posaron en su vientre y la
arrastraban hasta la proximidad de un cuerpo.
-Y
yo que pensé que eras un sueño – susurraba en su odio.
-¡Cristina!
– Se dio vuelta y ahí estaba su mejor amiga – ¿qué haces aquí? – pregunto
nerviosamente
-Trabajo
en los laboratorios Mollicia ¿lo recuerdas? – Señalando una gran estructura de
unos 50 pisos a su espalda y noto a su amiga en bata – la pregunta seria para
ti… ¿Qué haces aquí?-la miraba inquisidora.
-Eh….-
intento ganar tiempo pero no podía y tarde o temprano debía decirle a su mejor
amiga que sucedía – veras – esto iba a ser difícil – perseguí a Naomi a la
salida de la academia por que ella esta teniendo – se vio interrumpida.
-¿Naomi?
¿Naomi Clark?- ella asintió – ¿la misma que hizo que perdieras una clase, que
te suspendieran y la que salvaste por el ventanal de vidrio? – Pregunto
histéricamente y ella solo pudo volver a asentir – ya entiendo – dijo al cabo
de un minuto – la destrozaremos ¿verdad? – tenia un leve destello en sus ojos
castaños claros.
-¿Recuerdas
que estaba muy pensativa? Bueno Naomi ha estado decayendo su mejor promedio así
que decidí – empezó a agarrar su blusa por los nervios –seguirla hasta aquí
para intentar descubrir el motivo.
-¿ESTÁS
AQUÍ PARA AYUDARLA? –grito
-Es
lo que intento- bajo la mirada por que era obvio que a su mejor amiga no le caía
en gracia Naomi. Luego de haberlo afirmado, un silencio procedió la
conversación hasta que Cris volvió a hablar.
-¿Estas
segura de esto?
-Totalmente.
-Entonces
no tienes remedio – respondió mientras se escondía en donde ella anteriormente
había estado – ¿no la estamos observando? – y se alegró profundamente de que su
mejor amiga la apoyase. Por lo menos alguien no creía que estaba loca. Pero al
momento que se escondió los vio. A unos 100 metros unos inspectores se dirigían
claramente al local, acompañados de dos policías. Tenían que hacer algo o sino
entrarían y aunque no sabia que rayos hacia Naomi ahí dentro se podía hacer
sencillamente una idea por el cartel del bar.
-Tenemos
que actuar – le dijo mientras pensaba – bien, tú entretendrás a los inspectores
y yo a los policías mientras aviso a Alex sobre esto- estaba por sacar su
celular.
-¡Espera!
¿Entretener? ¿Cómo se supone que hare aquello? – Cris parecía más perdida que
nunca.
-¡Vamos
CRIS! Fuiste el mejor promedio en tu carrera por 4 años consecutivos ¿y no se
te ocurre como entretener a dos simples hombres? – entonces la cara de Cris
tomo un aspecto divertido.
-Esto
será interesante- dijo mientras se acomodaba la bata y destacaba su típico jean
ajustado – no hagas nada estúpido ¿de acuerdo K?
- No
lo hare – prometió.
Llevaba
más de dos horas aquí y no hacia más que tomar y tomar. Ahora su preocupación
no era la cárcel para Naomi, sino un hospital. Le quito el vaso y por mas que
se negase ella aguantaría. No quería que nada malo le pasase. Entonces entro un
cliente frecuente muy asustado.
-Oye
Mel- llamo su atención desde la puerta – allí hay policías y por el aspecto que
tienen se dirigen hacia aquí – dijo mientras parecía buscar sus cosas e huir de
allí y no lo culpaba. Alguien que este dentro de un bar con una adolescente
emborrachada no se iría fácilmente.
-Gracias
Bill – respondió mientras buscaba su celular nerviosamente – Mierda! No
atiende- hablaba mas consigo misma.
-Hey
– Naomi no parecía tener idea de la vida
– por que te agitas! Ven tomate un trago conmigo – agarraba la botella.
-Naomi
necesito que te pares y te escondas aquí atrás conmigo – le explicaba lo mas
lento que podía ya que la borrachera no la dejaría entender palabra.
-¿Acaso
quieres enseñarme cosas pervertidas? – bromeaba
-Puedes
venir por favor – rogaba por que viniese nomas, aunque sea esconderla. Total un
policía no podía revisar el bar sin autorización.
-Te
advierto que mi corazón ya pertenece a otra persona- decía mientras caminaba
detrás de la barra.
Rápidamente
visualizo como Cris se llevaba a los dos inspectores a una zona alejada del bar
pero los policías no parecían haber caído en la trampa de su mejor amiga y se
dirigían a la entrada del bar. Ella no era como Cris, no podía seducir, nunca
se le había dado bien y jamás pensó que lo necesitaría. Ahora se odiaba a si
misma. Debía alejarlos de una u otra manera. Un último vistazo a Cris que los
había encamino a su edificio y se dirigía a la puerta. Por lo menos no debía
preocuparse por ella pensó. Y entonces actuó.
Corrió
lo mas que pudo y se estrello con un de ellos que cayó quedando automáticamente
inconsciente. El otro se dio vuelta pero ella ya lo había envestido cayendo
inevitablemente ambos al suelo. Aprovecho la confusión del cuerpo que tenia
abajo y se levanto de un salto para salir a correr nuevamente. Llevaba su
propia cartera en la mano fingiendo haberla robado. Ahora todo se debatía si
era lo suficientemente rápida para llegar a la parada del metro que estaba a
unas 7 calles de distancias. Por lo menos mas rápida que el policía que la
seguía atrás de ella.
Esquivaba
obstáculos que se presentaban y de vez en cuando miraba para atrás y allí veía a
su perseguidor corriendo atrás de ella. Tenia una ventaja que claramente se
notaba. El policía medios dos metros y sus pasos eran muy descoordinados. Ella
media apenas metro setenta y en la universidad había estado en el equipo de
atletismo. Cosa que ahora brindaba sus frutos. Solo quedaban dos calles cuando
el semáforo se puso en verde para los autos. No tenia tiempo para frenar, solo
pidió a Dios no morir y empezó a serpentear los autos que con gran velocidad
lograban esquivarla pero uno acertó en su pierna derecha obligándola a caer
sobre el asfalto. No tenia tiempo para el dolor así que se paro y siguió. Había
traspasado la ancha calle pero el camino que dejó, el policía también lo
utilizó. Ahora solo quedaba una calle y con una suerte mística todos los
semáforos le permitieron el paso. Salto los andenes para pagar y cuando vio el
primer metro abrirse, se adentro en el pensando que la persecución había
terminado.
Pero
se dio vuelta y ahí estaba. El policía estaba igual o más cansado que ella pero
en el mismo metro. Las puertas se cerraron y el tren comenzó a avanzar. Huyo
por los corredores todo lo que pudo pero el policía se reincorporo y con una
sonrisa de satisfacción se dirigía hacia ella como acorralando la presa. Cerró
sus ojos pero nadie la agarraba y sintió al piso temblar. Entonces los abrió y
vio a Cris con la mano en alto y una botella.
-Me
dijiste que no harías nada estúpido – le reprocho su mejor amiga.
-Lo
lamento – y se dirigió a abrazarla por salvarle. El tren anuncio su llegada a
destino y ambas comenzaron a reír al saber que habían tomado el tren para su
apartamento. Noto las miradas de los presentes que exigían en silencio
explicaciones por un policía desmayado, por lo que agarro la mano de su amiga –
¿y tu que creías que no éramos divertidas?- le levanto una ceja
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autor.
Les habla o comenta, lo que seria una suerte de ¿autora? la palabra me queda muy grande, o al menos asi pienso yo. Constantemente estoy intentando mejorar mi escritura y eso tambien supone cambios a la hora de la redaccion, asi que espero expresarme bien asi pueden seguir la historia.
ResponderEliminarDisculpas a los que no puedan seguirme :S
Eugeene
PD: Muchas gracias a los que comentan y les gusta mi historia, todas las noches sigo pensando en Naomi y Kall y la mejor forma de juntarlas, para que ustedes queden felices asi como lo soy cuando escribo la historia :)
Sos la mejor de eso no hay dudas=) Me encantan todas tus historias! Besos! Gaby Arg
ResponderEliminaresta historia es INCREÍBLE...sos una genia Eugeene de verdad me gusta q aún no haya pasado nada y q la historia vaya de esta forma...mientras queden juntas q se tarde el tiempo q sea...GRACIAS en serio y lo único malo de esto es q sólo hay un capítulo por semana u.u pero bueno vale la pena la espera siempre
ResponderEliminarDanii de Costa Rica
Muy buena tu historia,unas de tus tantas seguidoras..,Saludos Julia
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