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Qué hubiera sido si... (2) - Vero0278


Valeria
Hoy no hay mucho movimiento en mi  trabajo de cajera, eso me da tiempo para perderme en mis pensamientos. Y  pienso, que mi vida está llena de… qué hubiera sido si… si me preguntan porque… 





creo que es porque la vida que he vivido no es la que mi corazón quería, sino la vida que querían los demás, y que alguna vez yo creí, más cómoda y sencilla, pero olvide que las apariencias engañan, porque aquello que no se hace con el corazón, tarde o temprano se convierte en la peor de las torturas… porque se pierde el sentido, y esa vida se queda vacía… se pierde el ¨bien supremo¨… aquellos que todos conocemos como los momentos que nos hacen felices... se debería decir que el nacimiento de mi hija fue un buen momento, pero no lo fue, mi esposo y mi madre murieron en un accidente ese día… Aunque reconozco que mi hija se convirtió en la razón de mi vida, desde entonces.
-  ¿Cuándo y dónde fuiste feliz por última vez? – Preguntó Don Juan, un retirado profesor de filosofía, cliente del mercadito… y la imagen de Valentía, mi primer y único verdadero amor, sonriendo, abrazándome en aquel baño, apareció frente a mí... Encontrarla en aquella fiesta fue un sueño de no creer… tantas veces había soñado con volver a tenerla frente a frente, que en ese momento, por un instante creí estar alucinando…
Marta, mi jefa, a hablado con el profesor sobre mi supuesta depresión, esa mujer cree eso porque no tengo más vida que mi hija, desde que enviude –…anoche don Juan… -  el hombre no pregunto mas nada, simplemente se limito a sonreírme y antes de irse dijo
-  En la vida siempre nos toca vivir momentos difíciles, que nos derrumban, y es entonces cuando se debe decidir;  si quedarse ahí o levantarse…
Y recordé lo difícil que fue seguir… cuando valentina se fue…. Durante meses solía ir a aquel lugar apartado de la plaza, donde siempre nos encontrábamos, al principio con la ilusión de encontrarla allí… luego cuando mi corazón comprendió que no volvería, lo hacía para estar a solas con los recuerdos, reviviendo nuestro amor.
Me case con aquel novio, ¨el novio perfecto¨,  que ella tanto odiaba, después de 10 años. Marcelo no conocía bien nuestra historia… aunque estoy segura de que algo sospechaba…. Cuando me quede sola, él fue mi compañero, un buen amigo, y con el correr del tiempo, de tanto fingir se me hiso costumbre… En fin… creo que después de aquel golpe me levante ¨media zombi¨, pero me levante e hice bien los deberes; fui una novia ejemplar, me case cuando el creyó que era hora y cuando quiso hijos quede embarazada…
Luego aquel accidente… otro golpe que marco mi vida… y a pesar del dolor, volví a levantarme gracias a mi hija… así que sin dudar puedo decir que yo elijo levantarme…  
Ahora que ella ha vuelto, que nos reencontramos, espero que llame para volver a vernos, sé que es loco, pero me siento como si tuviera 15 otra vez, llena de ilusiones, aunque también siento miedo e incertidumbre, tantos años, hace que la gente cambie. Pero algo en su mirada, el abrazo… seguro que a ella le pasa lo mismo que a mí…   
Muero por salir del trabajo, para llegar a casa y encontrar noticias de ella… es que ya no quiero vivir esta vida vacía… ya me case de no estar bien. Y puede que sea tarde para volver a empezar, pero como dicen por ahí… ¨más vale tarde que nunca¨… y lo importante es que aunque me equivoque y las cosas no salgan bien, al menos habré intentado...  

Al llegar a casa, Valentina corrió a mis brazos como cada día…
Valentina – mami… mañana la profe de natación va a pasar a buscarme, porque va dar clase igual, no importa que sea feriado… tenemos que practicar para la competencia…
Valeria – aja… bueno… entonces habrá que acostarse tempranito… - ella contesto con movimiento afirmativo – ve a prepararte para una buena ducha… enseguida te alcanzo…
Mientras  Valentina se dirigía al baño, revise el celular y me encontré con un mensajito de… ¡hola! ¿Cómo estás? … número desconocido… – ¡tienes que ser tu!… - no sabía qué hacer; si contestar el mensaje o llamar. Fielmente me arme de valor y llame…  - ¿Hola?... – dije de un arrebato, al escuchar que contestaban la llamada

Valentina
El sol entra por la ventana de la habitación, anunciando el calor de verano, un nuevo día me espera. Me doy vuelta, con la única intención de escapar de la luz para volver, a ese sueño donde estaba, entre los brazos de Valeria, pero ya es tarde, el sueño se fue,  abro mis ojos para mirar la hora. Entonces encuentro aquel papelito con un número de teléfono, y descubro que en realidad paso, nos rencontramos, nos abrazamos, y sé que ella también me has extrañado, que aun hay  algo de aquellas niñas de 15 años enamoradas por primera vez, de aquel amor que se nos quedo a medio vivir. Con el papel en la mano, cojo el teléfono dispuesta a dejarle un mensaje. Quiero escribir algo especial… mmm… fue bueno volver a verte… quiero volver a verte… ¡no muchas vueltas!.. ¡Hola mi amor! ¿Como estas?... ¡no expongo mucho!... ¡hola! ¿Cómo estás?... mmm… muy simple….aaahhh ¡ya!… si sigo así no voy a mandar nada… ¨quien no arriesga no gana Valentina¨… y ya estoy cansada de perder… así que escribo es simple mensaje. Solo quiero que sepas que estoy pensando en ella,  no todo el tiempo, solo un poquito – jeje… eso ni yo me lo creo – ¡Y ya!… debo sacarla de mi cabeza o me denunciara por acosarla con el pensamiento…
Esa mañana me dedique a terminar de pintar la casa que herede de mi padre, mientras desayunaba un café y miraba la ¨hora¨ en el celular. Pero nada, la mañana paso sin noticias de ella y entre recuerdos de aquellos años juntas. Me resultaba difícil creer todo esto. Hasta hace unas semanas atrás solo eras mi pasado, mi secreto mejor escondido, aquel inolvidable primer amor, aquellos besos y abrazos… que tantas veces busque volver a sentir con otras personas… pero jamás lo conseguí… hasta anoche… que te tuve en mis brazos otra vez…
En eso pensamiento estaba cuando escuche sonar el teléfono -  ¿hola?… -  atiendo el teléfono con el corazón a mil y la ilusión de que sea ella
Desconocido - ¡Hola!….la estamos llamando de la compañía móvil para ofrecerle…. – no pude evitar la decepción de no escuchar su voz.  Dije que no me interesaba, y corte…Entre el calor, el olor a pintura, los pensamiento y los recuerdos, la cabeza parecía estallar en cualquier momento, por eso decidí que lo mejor era darme una ducha.
El teléfono volvió a sonar mientras me relajaba bajo una buena ducha fría  – ¿hola?... – escuche al contestar la llamada y mi corazón reconoció su voz antes que mi celebro, mire el número en la pantalla para asegurarme que es ella…
Valeria – mi nombre es Valeria… ¿con quién tengo el gusto de hablar?...
Recordé que en el mensaje no me identifique y ella no tiene mi número. No sabía quién era, y esa idea me divirtió, así que decidí jugar un poco – con alguien que te piensa… - de inmediato me arrepentí de lo dicho, pero otra parte de mi, decía que era hora de la verdad y dejar de perder tiempo
Valeria – mmm….una mujer que piensa en mí… ¿Quién será?...
Valentina -  podía escuchar su risa suave y imaginármela con su hermosa sonrisa – ¿Dime cuantas de esas mujeres que piensan en ti?, te llevan tatuada en la piel y en el alma…como yo -  sentí un nudo en la garganta, que hiso que mi voz se quebrara. Me sentía como alguien que se lanza a una piscina sin agua  
Valeria – solo hay una… tu… Valentina… - su voz también se quebró y desee estar a su lado para abrazarla.
Valentina  - Después de un silencio, lleno de recuerdos – Valeria… me gustaría verte... ¿qué te parece si cenemos esta noche?... – Tras esa pregunta me quede con el corazón en la mano, porque como quien dice… ¨la suerte estaba echada¨
Valeria – no tengo con quien dejar a Valen… pero… ¿si no te molesta?… ¿podríamos cenar las tres en casa?…
Mi alegría era inmensa, por un momento volví a sentirme una adolecente – ¿dime donde y a qué hora?…
No soy de arreglarme mucho, pero quería estar bonita para ella, algo que a medida que pasaban las hora menos conseguía. Me veía todos los defectos, en mi rostro encontré mas arrugas que una vieja de 80, esos condenados rollitos de la cintura, y la barriga estaba más inflada que nunca… ¡¡aaahhh!! Tenía que dejar de mirarme en el espejo, o terminaría en la cama mirando una peli, cancelando la cena con cualquier escusa… y eso no me lo iba a permitir… Finalmente entre la poca ropa que tenía en la valija de viaje aun, encontré un vestido sencillo, pero elegante, apropiado para la ocasión…
Cinco minutos antes de la hora acordada estaba en su casa tocando timbre, hecha una bola de nervios. Me recibieron la pequeña Valentina y su perra ¨chiquita¨ así se llamaba, pero era dos veces más grande que la niña. Valeria estaba terminando de cambiarse, desde el fondo la oí decir que entrara, pero con esa perra mostrándome los dientes y gruñendo, la verdad preferí esperar afuera…
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Cuando Valeria se presento, debido a la belleza que sus ojos veían, a Valentina se le aflojaron las piernas, de tal modo que debió agarrarse del marco de la entrada para no caer. Esta vez fue Valeria, quien la abrazo con todas su fuerza, para oler su perfume y susurrarle al oído -…me parece mentira que estés aquí… te he extrañado tanto… - luego le dio un suave beso, en el cuello, que erizo la piel de Valentina.
Valentina -  también te extrañado… -  susurro en su oído, y sintió la gran necesidad de acomodarse en su hombro atrapando su olor, el mismo, que la trasporta al pasado, siendo capaz de despertar aquel dulce y viejo amor.
El llamado de su hija las trajo al presente -  ¡ma!… la hoya escupe espuma…
Valeria se soltó con desgana, para dirigirse a la cocina. Valentina se ofreció para ayudar, pero ella no la dejo ni acercarme a la cocina, diciendo que era su invitada de honor, y que esperara en el living.
Sobre la mesita central había papeles y crayones de todos colores, la pequeña le mostro a Valentina su ¨obra de arte¨. Mientras la perra se echaba en el medio de las dos, dejando bien en claro, que la protegía a la niña con su vida… y sus dientes… La niña dijo que había dibujado un lago y que quería un pato pero no sabía cómo hacerlo. Entonces mientras su madre preparaba la cena, Valentina le enseño a la pequeña como dibujar un pato, al mismo tiempo que poco a poco se enamoraba de ella. Aunque debía admitir que la pequeña se había robado el corazón, desde el momento en el que entro a aquel baño confundiéndola con Valeria.
Durante la cena Valeria hablo sobre su matrimonio, el accidente, la dolorosa muerte de su madre y su esposo, su lucha por salir adelante con la niña, las peleas con su hermano por la herencia de su madre, las culpas, los miedos. Valentina no podía dejar de escucharla, y admirarla por su fortaleza. Ambas quedaron atrapadas en esa química que siempre las había unidos, era como si el tiempo no hubiera pasado.
Al terminar de tomar aquel vino tinto, tras una larga sobremesa, la pequeña se encontraba durmiendo en brazos de Valentina, y la perra junto a sus rodillas reclamándole más carisias. Vale llevo a su hija a la recamara. Luego se dirigió con dos café a la galería, donde se encontraba Valentina contemplando de la noche más hermosa de verano, llena de estrellas y con la luna llena de testigo.
Valeria  -  Llevo toda la noche hablando de mi… no te seguiré aburriendo mas… te escucho… vamos cuéntame…
Valentina -  mmm… primero tu no me aburres… segundo no hay mucho que contar… y tercero es tarde… y mañana trabajas… -  dijo ella tratando de  escapar
Valeria -  mañana es feriado no trabajo… y que no tengas nada que contar después de 15 años no me lo creo… -  un silencio incomodo se adueño de un momento, hasta que ella pregunto - ¿Cuál es la verdad? – Valentina miro con expresión de no entender su pregunta -  …algunos dicen que volviste para vender la casa que heredaste, otros que te quedaras…
Valentina -  jaja… no sabía que se decían esas cosas… - muy al azar pregunto - ¿Qué más se dicen? – Valeria bajo la mirada y no dijo una palabra, estaba claro que no era algo bueno o lindo - ¿Vale, que dicen?
Valeria - …Dicen por ahí que has vuelto, después de vivir un infierno de matrimonio, que casi te matan a golpes. Aunque también dicen que abandonaste a tu marido como lo hiso tu madre…
Después de ese comentario a Valentina se le borro la sonrisa algo falsa que mantenía, entonces comenzó a hablar de su vida; de su matrimonio lleno de infidelidades, apariencias, en un principio, con el correr del tiempo se les sumaron, las intolerancias y malos tratos…
Valeria al escucharla contar aquello, sentía la necesidad de tenerla entre sus brazos. Ambas podían ver que la vida las había llevado a pasar por diferentes situaciones difíciles, que las había hecho crecer y madurar como personas.
Valeria -  ¿entonces volviste para empezar de nuevo?… -  pregunto mientras dejaba la taza de café vacía a un costado, sentándose más cerca, despertando todos los sentidos de Valen
Valentina –…solo estoy aquí porque el ultimo recuerdo de felicidad y paz, lo tengo aquí… -  se lo dijo mirándola directo a sus ojos llenos de nostalgia –… en tus brazos…  
Tras un fuerte suspiro Valeria junto su frente con la de ella – sabia que ibas a volver…-  dijo sin pensar, con una voz casi inaudible y ya Valen no pudo contener las lagrimas, ella la beso tiernamente, justo donde se encontraba aquella lagrima.
Valentina apoyo mi cabeza en su pecho, y se quedo escuchando cada latido de la mujer que mas anhelaba su alma -  ¿alguna vez te has preguntado… que hubiera sido si…?   
Valeria -  un millón de veces cada día en estos años…
Valentina – levanto la cabeza para mirar sus ojos –... no se tu… pero yo ya no  quiero vivir con el… que hubiera sido si… ya quiero que pase…- la sintió ponerse y reír nerviosa -  … quiero vivirlo… - se quedo a un suspiro de sus labios.
Valeria beso suavemente sus labios rojos, sin poder evitar que su cuerpo temblara por completo de alegría, y luego con una seguridad que desconocía -  ven… vamos a mi cama… -  se levanto y tiro de sus manos para que la siguiera.
Valentina
Tanto tiempo había pasado entre nosotras, sin embargo parecía que hubiera sido ayer. La primera vez que nos vimos desnudas, entonces eran sus manos las que sudaban. Ahora las que sudaban eran las mías, mientras le quitaba la blusa. Después de que nos quitáramos los calzados. Ambas sonreímos, cuando le di dos besos; uno en el medio de su boca sonriente, otro en su comisura. Ella sosteniendo mi cara con las dos manos, se apodero de mi boca y sin dejar de besarnos con pasión, una pasión que poco a poco se nos hacia mas incontenible, la lleve a la cama. Valeria comenzó a acariciar mi espalda, subiendo con delicadeza mi vestido, tome sus manos y la invite a tomar mi culo con firmeza. Me despegue un poco para acariciar desde su abdomen hasta sus pechos agitados, preso de su sujetador, pase el dedo sobre su piel al borde del sujetador, y fui testigo de cómo se le erizaba la piel. Nos volvimos a besar, mientras ella tiro, para sacar el vestido, por arriba de mis hombros, pude ver en su mirada esa mescla de amor y deseo. Luego me quito el sujetador para apoderarse de mis senos con sus manos, haciéndome sentir como crecía en mi la humedad, pegue mi pierna a su sexo y sentí el calor que emanaba de ella, hice lugar para desprender el pantalón y me hice un poco al costado para meter mejor mi mano. Antes de hacerlo nos miramos a los ojos y comenzamos a besarnos otra vez, con sus manos en mis senos y la mía encontrándose con su sexo fue un beso intimo y sexy Era encantador reconocer su lengua y dejar que junto a la mía encontraran su ritmo mientras mi mano seguía adentrándose en su sexo. Metí la punta de mis dedos en su vagina e hice presión hacia arriba presionando su clítoris con la palma lo que provoco un gemido espontaneo en ella
Valentina -  ssshhhsss… la niña… - susurre junto a su oído.
Valeria -  antes mis padres… ahora la niña… - contesto ella con su voz entrecortada – comencé a mover mi manos sintiendo su excitación crecer a través de su respiración en mi boca – me la pagaras…  - me dijo contra mis labios dándome una sensación triunfal y de mayor excitación.
La observe el rostro y sus ojos estaban entrecerrados con una expresión concentrada. Se le marcaban levemente los músculos de cuello. Comencé a besarlos, a lámbialos y cuando sentí que comenzaba a descontrolarse, me apodere de su boca para apagar sus gemidos en mi garganta, mientras mi mano se mojaba por completo. Nos quedamos inmóviles por unos minutos escuchando como se calmaban nuestros latidos.
Valeria me hiso rodar en la cama dejándome debajo. Mientras se levantaba quitándose el pantalón y sus prendas intimas decía - ¡dios!…no tienes idea de cuánto te e extrañado… me encantas… - dije, en ese momento me quito la única prenda que aun tenia. Nos quedamos desnudas mirándonos, si dudas el tiempo dejo sus huellas en nosotras, pero el amor seguía ahí, intacto – te amo…- dijo con su mirada llena de amor
Valeria
Después de confesar mi más profundo amor por ella, con esas dos palabras… te amo… sentí que no  era suficiente, quería que lo sintiera… poco a poco me incline sobre ella, y besando el ovulo del oído -  me encanta ese perfume a lavanda, ese siempre me hiso recordarte… me encanta tocarte, y sentir como se te pone la piel de gallina… – para entonces mis manos acariciaban casi sin tocar entre sus pechos -  me encanta… besar tus pechos y ver lo erectos que se ponen tus pezones… - decía al mismo tiempo que con mi boca y lengua jugaba con sus pezones. No puedo evitar gemir – ssshhhss… la niña… - ante mi comentario ella rio. Sabía que le iba hacer pagar y con creses. La sentí estremecer mientras descendía besando su abdomen, y lentamente fui acercándome a su sexo, para entonces ella estaba muy excitada -  me encanta... tu sabor… - en ese momento la acaricie y abrir sus labios vaginales para encontrar su clítoris hinchado y ansioso. Un gemido ahogo con la almohada cuando metí mis dedos lo más profundo que pude. Y la venganza comenzaba sin piedad. Acerque mi boca, mientras curvaba los dedos en su sexo haciendo que su cuerpo se arqueara, mi boca se metió en su clítoris, e inconscientemente tomo mi cabeza con sus manos presionándola, quería llevarla al paraíso más placentero, pero no tan rápido así que, de repente quite mis dedos dejándola al borde del orgasmo. Me miro desesperada, entonces con una sonrisa picara y llena de satisfacción dije – la venganza… es un plato que se come bien frio… - subí sobre ella, sintiendo cuanto le costaba respirar, inmovilizando sus brazos a los costados de su rostro rojo de pasión, y comencé a frotar muy suave nuestros sexo, besando su cara, sus labios, cuello, los hombros - ¿dime? Que sientes… - su cuerpo me decía lo que ella sentía, pero necesitaba escucharla de sus labios...
Valentina me miro con los ojos lleno de pasión y de amor –que estoy renaciendo… que estoy viva… que me completas… que te ame, te amo y te amare por siempre… - vi sus ojos llenarse de lagrimas, su voz se quebró. Nos besamos con el dolor de tantas ausencias, con nuestro amor, que nos daba vida, y sobre mis labios continuo - te juro que no se… cómo le hice para vivir sin ti todos estos años... - Su cuerpo desesperado comenzó a moverse marcando un ritmo más acelerado.
Valeria – respirando… amor mío…- conteste siendo más una confesión que a una respuesta. Y con sus ojos entornados, su piel brillante cubierta de sudor, su boca sexy e hinchada de tanto besarnos y su pecho agitado… me robo, el aliento. Abraso con sus piernas mi cintura haciendo que nuestros sexos tomaran más contacto. Excitándome más de lo que ya estaba, como el calor, el movimiento y el rose de nuestros sexo mojado. Encontré los ojos cerrados, respirando por la boca más bella que nunca. Abrió sus ojos y me descubrió espiándola, regalándome la más hermosas de las sonrisas, comenzó a moverse más rápido, la abrace fuerte pegando nuestras bocas mientras empezábamos a acabar. Su orgasmo fue largo y los gemidos vibraron dentro de mí, haciendo que yo tuviera otro orgasmo casi al mismo tiempo.
Ni en mis mejores sueños habría imaginado que la noche terminaría así; basándonos suavemente, saboreándonos, reencontrándonos, amándonos, hasta quedamos dormidas bajo las sabanas…

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Valentina despertó sintiendo la cama vacía y por un segundo pensó que todo lo vivido había sido un sueño, pero cuando abrió sus ojos y se encontró en aquella cama, se dio cuenta que no había sido un sueño, era inevitable sonreír de felicidad, porque al fin estaba donde siempre había querido estar…
Valeria la vio despertar desde la puerta de la habitación, llevaba el desayuno en sus manos - ¡buen día!..- dejo el desayuno sobre la mesita de noche y se dirigió a ella con la mas radiantes de las sonrisas, y la beso en el tatuaje bajo la nuca, fue un beso lleno de ternura y cariño – te he preparado de desayuno un café con unas tostadas y mermelada ¿aun te gustan?
Valentina parecía no despertar del sueño de su vida, no podía dejar de sonreír, aunque todo era hermoso, también era algo nuevo y que no sabía muy bien cómo manejar la situación, ni como seguirían las cosas, se sentó en la cama  cubriéndose con las sabanas – si aun me gustan…pero creo que sería mejor que me vaya antes de que despierte tu hija…
Valeria -  ya es tarde, ella despertó hace un rato… y se acaba de ir a natación… - dijo mientras le entregaba la tasa de café y se disponía a ponerle mermelada a una tostada – y te dejo saludos… estaba muy contenta de que te quedaras conmigo…a mi ángel no le gusta que me quede sola...- dijo mientras entregaba una tostada con mermelada -  aunque si tienes algo importante que hacer…puedes irte… no pienso atarte a la cama
Valentina no podía dejar de escucharla, mientras tomaba el desayuno, todo lo que estaba viviendo le parecía tan irreal – mmm… - mientras dejaba media tostada y la tasa sobre la mesita de noche - aunque ganas no te faltan… ¿verdad? - dijo mientras la atraía hacia ella, para besarla y comprobar que no era un sueño…
Valeria – más que a la cama, quiero atarte a mi… - tras un suspiro - me haces tanto bien… - comento mientras acomodaba un rebelde flequillo largo de Valentina detrás de la oreja.
Valentina dejo caer las sabanas que cubrían la desnudes de su cuerpo, colocando las manos de Valeria en su pecho  -  no me iré a ningún lado… te amo… –
 Valeria la beso, sin reservas, reencontrándose con eso labios por milésima vez, su adición mas reciente y placentera. Mientras se quitaba aquella vieja camiseta que se había puesto para preparar el desayuno y mandar a su hija a natación susurro– no más de lo que yo te amo a ti…
Valentina se acomodo sobre ella y mientras la llenaba de besos y carisias - quiero oírte gritar mi nombre….y cuanto me amas…. A menos que no quieras que los vecinos se enteren -  dijo esto último mirándola expectante a los ojos
Valeria – ¿qué vecinos?... – ese comentario hiso que Valentina le regalara una sonrisa llena de felicidad porque a partir de eso momento no importaba nada más que su amor y esa mañana le dieron rienda suelta al amor por primera vez…
Desde aquel reencuentro no hubo más… que hubiera sido si… porque  a partir de esa noche se atrevieron a hacer realidad cada unos de sus sueños, a vivir el más dulce de los romances, sin miedos, ni tabúes, con respeto, cariño y mucho amor. No hubo más…que hubiera sido si… porque frente a cualquiera de las posibles alternativas, la vida que llevaban juntas, sin dudar, era la mejor opción… el bien supremo… la felicidad… el arriesgar  y salir campeona de la vida misma…
FIN

Con todo mi cariño dedicado a quienes pidieron un desenlace… espero que lo haya disfrutado
Gracias a teta feliz y a cada una de ustedes por estar ahí.




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