Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Escruadrón de Elite - Jjaxxel - 6


Capítulo 6


Los próximos meses, Laura, se la pasó peleando con ella en el departamento. En el trabajo la entrenaba y hasta se podría decir que le enseñaba como ser una buena policía. Pero cuando estaban a solas… Cruzando la puerta de su departamento cambiaba su carácter, la ignoraba y eso a Laura la sacaba de sus cabales, y la enfrentaba y es cuando otra vez discutían por todo y por nada.


¿Qué me pasa? ¿Por qué me está gustando tanto pelear con ella? Y es que siempre después una tonta discusión le sonreía. Y los ojos le brillaban… En ese maldito instante siempre le ganaba. Pues Laura perdía, se quedaba embobada por su sonrisa y su mirada. Y no lo quería admitir. Pero Stone le estaba gustando. Si no por qué pelearla. Por qué buscar que le sonriera. Había encontrado la forma de que no la ignorara, la manera de robarle una estúpida sonrisa. Aunque siempre fuera la sonrisa que marcaba su triunfo. No le importaba perder, sólo quería verla sonreír. Ya no era simplemente Sara la única que podía hacerla reír. Ahora ella lograba eso… Podía hacerla enojar tanto para que la enfrentara… y cuando lo hacía sabía muy bien que le ganaría, que perdería bajo ese encanto suyo que nunca se dio cuenta que tenía.
Hacia finales de Diciembre logró un permiso para pasar Navidad y Año nuevo con sus padres, y logró despejarse un poco del trabajo, del entrenamiento y de Stone… Aunque siempre se le cruzaba en su pensamiento su Oficial entrenadora.

Al regresar de sus mini-vacaciones por las fiestas todo seguía igual; Estévez seguía huyendo de Sara, se acercaba pero huía. Y no había forma de conseguir que ella le contara a Laura por qué diablos él huía. Ni preguntarle a Stone o al mismo Estévez. Así que debía ver a Sara llorar a escondida, y a Stone correr detrás de ella a consolarla. O ir detrás de Estévez y verle pelear con él.
Estos tres la tenían demasiado preocupada. Quería saber sobre ellos. Y aunque intentaba como buena policía buscar información sobre ellos. Nada… Sus compañeros no hablaban.  Siempre obtenía los mismos comentarios: “Stone y Estévez se odian”, “Entre Stone y Sara pasa algo” “No te metas donde no te llaman”… Ninguno era capaz de decirle algo concreto. Todos esquivaban sus preguntas. Pero ella iba a descubrir la verdad, costara lo que le costara, estaba decidida a saber que sucedía entre ellos tres.

         Debía admitir que Stone y Estévez trabajando juntos eran el equipo perfecto. No importaba cuanto discutieran, ellos hacían de su trabajo un arte. Muy lentamente Laura fue saliendo a la calle, en una que otra infiltración. Ya era parte del Equipo de Elite, dedicado siempre a infiltraciones en territorio enemigo. Se estaba desenvolviendo bastante bien, tanto que el jefe ya comenzaba a designarla sin preguntarle a Stone si estaba lista o no. Pero Ella insistía en criticar todo lo que hacía, hasta el punto de pasarse horas marcándole los errores más tontos.
         -Hey, ¿Qué cara traes? – Le preguntó Carla al entrar al gimnasio.
         -La misma de siempre, aún no me hago cirugías plásticas – Respondió Laura.
         -Ya peleaste con Stone ¿No?
         -No, nada que ver – Contestó subiendo a la máquina trotadora para hacer algo de ejercicio.
         -No le hagas caso a Stone – Le dijo sonriendo – Es un pan de Dios – y se rió – No te das cuenta que te convertirá en la mejor policía del Equipo –  Casi resbaló en la cinta, tuvo que salta y caer al lado de la máquina para poder mirar a Carla y hablarle.
-¿De qué hablas? Si me trata mal todo el tiempo… Me critica todo lo que hago. Fuera de la oficina me ignora….
-¿Has vuelto a cometer los errores que cometiste antes de que Stone te los remarcara? – Le preguntó mirándola, ahora sí, algo sería.
-Pues no, pero es porque no soy tan idiota de volver a cometerlos.
-Eso decís vos, pero conozco a muchos que viven cometiendo los mismos errores siempre. En cambió vos, no lo has hecho, es más creo que cada vez que te critica algo que haces, tú la próxima vez lo haces mejor – Se subió a la bicicleta estática y comenzó a pedalear, pero sin dejar de hablarle – No esperes que te felicite. Mejor que te critique… porque cada vez que lo hace tu sales ganando chica….
No sabía que decirle, pero algo de razón tenía. La estaba entrenando y Laura estaba ganando más confianza en ella misma cada día. Volvió a la cinta a trotar… mientras Carla pedaleaba al lado.
Romano se pasó una hora en el gimnasio, agotada se dirigió al vestuario, y ahí se chocó con Sara que también venía a cambiarse, sus turnos habían finalizados y ambas se iban a casa.
Laura se dio una ducha y cuando salió, ella estaba sentada en uno de los bancos que se ubicada en el medio del cuarto. Buscó ropa en su locker para cambiarse. Ella seguía ahí sin moverse. Envuelta en una toalla, Romano se sentó a su lado para hablarle.
-Ya sé, no preguntó… - Le dijo y le pasó su brazo por encima de su hombro queriendo abrazarla. La miró, su mirada era tan triste.
–Ya, por Dios, ¿Me puedes decir qué diablos te sucede?
-Ya lo sabes – Dijo volteando su mirada hacia la hilera de lockers que estaba frente suyo.
-Si lo supiera no preguntaría Sara – Con la misma mano que tenía en su hombro la obligó a darse vuelta y a mirarle nuevamente – Nunca me decís nada, no soy adivina, ni tengo esa agilidad mental que tú posees para adelantarse siempre a todo…
-No quiero hablar
-Nunca quieres hablar… - Le dijo levantando la voz, y soltándola – Vos y Stone me tienen podrida por el amor de Dios, que mierda les pasa a ustedes dos que se la pasan llorando por los rincones y nunca quieren hablar de nada conmigo…. – Ya enfadada, tomó su ropa y comenzó a vestirse.
-Amo a Estévez…  y Estévez y Stone aman a alguien que ya no está – Dijo con voz firme
-¿Estévez y Stone aman la misma mujer? – Preguntó algo asombrada, aunque ya estaba ella pensando eso… por algunas conversaciones inconclusas que había escuchado antes.
Sara la miró, a medio vestirse, Laura se volvió a sentar a su lado en el banco.
-Es una larga historia Laura, los dos siguen sufriendo. Y no puedo ayudar a ninguno de los dos.
-Cuéntame
-Aquí no – Dijo y se levantó – Vamos a casa – Laura tomó su camisa y se la puso para así terminar de vestirse. Ella se detuvo en la puerta esperándola.
Salieron del edificio y no hablaba, Sara se dedicó a llevar la mirada perdida en el viaje a casa. Romano manejó y trató de no hablarle. Pensó que sería mejor que en casa insistiera.
Ya en el departamento, apenas entraron se sentó en unos de los sillones. Laura fue directo a la heladera y sacó dos cervezas. Pero al llegar frente a ella y ofrecerle una, le dijo que necesitaba algo más fuerte. Así que se levantó y fue al “Lado enemigo” y sacó de uno de los cajones del primer escritorio de Stone una botella de Whisky. Al verla, Laura se dio la vuelta y fue a la cocina de nuevo a buscar dos vasos.
 No fue hasta que Sara se bebió media botella ella sola que comenzó a hablar conmigo.
-Estévez se enamoró de la novia de Stone. Y creía que podía conquistarla. Así que en más de una ocasión intentó seducirla. Pero Verónica sólo lo quería como amigo – Bebió el último sorbo de lo que quedaba de whisky de su vaso y sirviéndose más continuó hablando – Stone se sentía segura del amor de Verónica por ende no le preocupaba lo que Estévez hiciera o intentara. Pero la enemistad entre ambos se fue dando cuando él comenzó a sobresalir en el Equipo. El jefe creyó que mandándolos a una infiltración juntos podrían arreglar sus problemas personales…  pero no fue así, de alguna forma los enemistó más… - Hizo una pausa para beber - Por aquellos tiempos, aquí en nuestro grupo hubo alguien que comenzó a vender información a los narcos. Cada infiltración que hacíamos resultaba descubierta, y terminamos perdiendo dos hombres. Eso traía a Stone y a Estévez preocupados.  Pues la infiltración que les tocaba era con una banda de traficantes argentinos que parecía tener negocios con un cartel mexicano – Bebía y bebía y no paraba de hablar
-Mejor no bebas tanto – Le recomendó Laura, pero no le hizo caso.
-Ambos se mezclaron con los narcos argentinos. Habían logrado acercarse mucho al jefe de esa banda. Y con toda la información que ya tenían la policía podría encarcelarlos a todos y hasta tocaría algunos narcos mexicanos.
-¿Y qué pasó? – Le preguntó apenas hizo una pausa para volver a beber.
-La DEA y la policía estaban listas para allanar más de 20 domicilios de los implicados en la investigación. Además tenían ya órdenes de capturas para los mandamases. Desde adentro del equipo se filtró la información y cuando se realizaron los allanamientos no encontraron nada.  Todo el trabajo de Estévez y Stone de cinco meses de infiltración se fue a la mierda. Estaban realmente furiosos, pidieron una investigación interna en el equipo, pues de otro lado no podría haber salido la información. Y cuando supieron quien había sido el soplón se le fueron encima, olvidándose de los protocolos, las leyes y todo… Realmente estaban enojados, ahora los narcos sabían sus identidades. Obligaron al soplón a pasar información falsa durante unos meses y cuando pensaron los narcos que podían volver a actuar sin peligro… y así lo hicieron… fueron arrestados…
-No sé a dónde quieres llegar con esta anécdota de los dos… - Le mencionó Romano.
-Los narcos se vengaron desde adentro de la prisión. Esperaron como tres meses, Stone y Estévez fueron seguidos todo ese tiempo. A pesar de odiarse, como compañeros eran los mejores, aunque tuvieran diferencias y pelearan todo el tiempo. Y los hijos de putas esos descubrieron que había algo que podía destruirlos a los dos. El punto débil de ambos…
-¿Verónica? – Soltó Laura.
-Así es… ella. Yo recién ingresaba al equipo. Y la conocí. Estaba locamente enamorada de Stone. Y quería muchísimo a su amigo de toda la vida Estévez. 
-Estoy pensando lo peor – Le dijo a Sara.
-No te equivocas – Le respondió y bebió.
-¿Qué pasó?
-Para el cumpleaños de Estévez, Verónica le prometió que lo festejarían solos. Y lo invitó a tomar unos tragos al bar. Él tan enamorado que estaba, hacía cualquier cosa por ella, que si le pedía que si se tirara al abismo, lo hacía con los ojos cerrados… Fue así que Verónica lo llevó engañado al bar y cuando llegó. Se encontró con todos sus amigos, y una gran fiesta sorpresa…
-¡Parece que a este equipo le gustan las fiestas sorpresas! – Comentó la novata.
-Aja… Sí. Siempre hay fiestas sorpresas… Aunque pareció al principio no gustarle nada a Estévez, se resignó y festejó su cumpleaños con todos, hasta con Stone. Ambos esa noche compitieron por ver quién aguantaba tomar más tequila. Después de la primera botella que cada uno se bajó… Vero enojada les ordenó que dejaran de competir y les dijo que tenían que ir a dormir. Así que los dos bajaron la cabeza y como pudieron salieron caminando del bar con Verónica. Según lo que ellos contaron, ella se subió al auto y sin cerrar la puerta los esperaba arriba del coche… pero ellos a unos 10 metros de ella… peleaban y discutían. Vero, algo cansada de la situación puso la llave en el encendido y al girarla… - calló
-Nooo – Dijo Laura sospechando lo peor.
-Boom, el auto estalló, y la onda expansiva los tiró como a 50 metros del lugar. Quedaron muy heridos e inconscientes.
-¿Vero…? – No terminó la pregunta, era estúpido preguntar.
-Murió al instante, supongo que ni se dio cuenta. Lo peor fue para ellos. Despertaron en el hospital preguntando por ella.
-Pobres – Exclamó.
-Después de un par de meses de recuperación volvieron al trabajo. Pero tras una revisión psiquiátrica les prohibieron salir a la calle a los dos. El jefe los puso a entrenar novatos por casi dos años.
-¡Oh! ¿Pero por qué?
-Según el informe psicológico ambos eran unos potentes kamikazes.
-Aún se odian, pero… no entiendo porque a la vez, se apoyan.
-El odio y el dolor que sienten los mantiene vivos. Stone jamás permitirá que le pase algo a Estévez y él lo mismo. Es el ego herido de ambos. Ninguno la tiene. Quien  muera primero se irá al cielo con ella, si es que existe el paraíso. Por eso, se odian, y a la vez, se apoyan.
-¿Y cuándo volvieron a la calle y a las infiltraciones?
-El jefe los puso a entrenar novatos como dos años. Realmente fue un castigo para ellos, si bien, el jefe lo hacía por el bien de ambos. Para ellos no salir a hacer lo mejor que sabían hacer era el peor castigo. En ese tiempo Stone me entrenó a mí que recién acababa de ingresar y a Curtis. Estévez, por su lado se encargó de Carla y de Ramírez. Con el paso del los años, no sólo me convertí en su compañera de departamento cuando Stone decidió vivir en el edificio con los del equipo. Sino que fui la única que pudo traspasar esa barrera que ella misma levantó para que nadie se le acercara. Me convertí en su mejor amiga.
-¿Y Te enamoraste de Estévez?
-Sí, maldita sea…. Me enamoré de él como una idiota. Conocía la verdad, sabía muy bien que ambos estaban obsesionados con Verónica y me enamoré… - Su voz comenzaba a quebrarse, pero no quería llorar.
-Sara, pero a Estévez le pasa algo con vos, Stone se lo dijo la otra vez, y él como que lo admitió. Además la vez que salimos a bailar los cuatro… yo pensé que pasaría algo entre ustedes cuando los vi bailar….
-Él sólo quiere ser mi amigo…. – Bebió de su vaso y gritó – Pero yo no quiero su amistad…. Y Eso fue una estúpida apuesta…
-¿Lo sabías?
-Claro que lo sabía… Ninguno puede engañarme los conozco demasiado a los dos.
-Algo me intriga, por qué Stone sugirió al jefe que yo fuera en su lugar en aquella oportunidad, si dices que siempre trabajan juntos… para… - Sara no la dejó terminar…
-Porque Stone sabía que estabas lista para salir… Y Estévez también lo deducía y eso lo enojaba. Pues si hubieras sido otro u otra quizás no se hubiera sentido tan seguro como cuando trabaja con Stone.  Sabía que te había entrado bien.
-¿Y por qué vino la apuesta?
-Por Joder no más… siempre tienen que buscar algo para competir entre ellos o pelear… Y Estévez le apostó que tu lo harías bien… y que seguro pronto tu serías mejor que ella… entonces el ego de Stone le hizo apostar que no lo lograrías… aunque sabía muy bien que quien ganaría era Estévez…
-¿Y de donde salió eso de que el que perdía salía con alguien…?
-Supongo que Stone estaba segura que perdería, que quiso hacer que Estévez cayera conmigo de alguna forma. Por eso dijo que si él ganaba tendría que acercarse a mí.
-¿Y a quién debía acercarse Stone si yo hubiera fallado…? – La intriga la carcomía… - ¿con quién hubiera salido Stone…?  - Sara la miró y se rió…
-Contigo tontita…
-¡Aaa! ¿Por qué yo? – La dejó algo confundida la respuesta de Sara.
-Estévez sólo quería molestar a Stone, por eso te puso en la apuesta…
-Ok, ahora lo entiendo porque Stone no puede ni verme…
-Sí, Sí… - Respondió riéndose.
-Sabes, creo que Estévez si siente algo por vos…
-Sólo quiere ser mi amigo… quiere que lo perdone… que me olvide que alguna vez… - Sola se calló.
-¿Qué alguna vez qué?
-Nada – Dijo y se levantó del sofá, y caminó de nuevo al escritorio de Stone, buscando ahora en otro cajón, sacó una botella de tequila…
- Por Dios, tiene una destilería allí – Exclamó Laura.
-Voy por limón… -Dijo Sara dejando la botella sobre la mesita ratona en medio de los sillones… Fue a la cocina y regresó con dos limones, dos vasitos para tequila y un cuchillo.
-Te olvidaste la sal – Le dije
-No acá ta… - Le contestó riendo… mientras sacaba el salero de bolsillo trasero de su jean.
-Creo que ya has bebido demasiado…
-Sólo quiero emborracharme y dormir…
-Ok, Te emborrachas y te vas a dormir…
Laura sentía que si se emborrachaba lograría conseguir más respuestas de todo lo que ella quería saber de Stone. Así que ella misma le sirvió tequila y tomó con ella…
-¿Cuánto hace más o menos de…? - Como siempre Sara ya sabía la pregunta y estaba respondiendo…
-Hace cinco, no perdón ya serán seis años… de que perdieron a Verónica.
-¿Y nunca se volvieron a enamorar? Acaso no han salido con mujeres – Comentó esperando que Sara le contará algo más íntimo de Stone.
-Han salido con muchas mujeres, pero sólo por sexo. Ninguno la olvida.
-Puedo preguntarte algo Sara…
-Y ahora qué diablos quieres saber… te estás aprovechando que estoy borracha…
-Noooo, No es cierto… - Mentía.
-Estoy borracha no soy boluda, recuerda que soy el genio del equipo, que me lo sé todo…
-¿Por qué me dijiste aquella noche que los dos eran tuyos?
La miró, se sirvió otro tequila, se comió el limón, y bebió de un sólo trago el tequila… pasó la lengua por la sal que se había puesto sobre su mano… Y riendo me respondió.
-Porque marco mi territorio – y se rió.
-Puedo entender que lo marques con Estévez, pero Stone es tu amiga…
-Puede ser más que amiga…
-Ah bueno… pateas para los dos lados…
-Maldición, estoy borracha, por qué me haces hablar.
-Porque los niños, los locos y los borrachos dicen la verdad…
-Qué tonterías dices…
-¿Eres bisexual Sara?
-Y si lo fuera ¿Qué?
-Nada, tranquila no voy a ir a contárselo a nadie… es tu vida.
-¿Y vos qué sos Laurita?
“Mierda, borracha y todo sabía cómo devolverme la pelota… Cómo carajo iba a responderle si ni yo misma aún estaba segura que era… Siempre me gustaron los hombres, pero más de una vez miré una que otra mujer, hasta llegué a besar una en una fiesta en la secundaría. Pero bueno, no sabía que contestar…”
-Digamos que Heterosexual… pero… - “Para que digo eso, me entierro sola…” pensó Laura
-Pero… uy mujer... estás perdida… - Dijo riéndose, a la vez que se servía más tequila.
-No lo creo…
Siguió bebiendo… Laura la miraba y no podía creer que aguantara tanto alcohol… Se notaba ebria, ya la voz era la típica de todo borracho, pero aún así coordinaba al hablar. Pero ya debía dejar de tomar… Así que insistió…
-Mejor te vas a dormir, que mañana tu resaca será terrible… - Le decía mientras levantaba vasos y botellas para llevarlos a la cocina.
Cuando estaba depositando todo sobre la mesada de la cocina, entró Stone.
-Amigaaaaaaaaa  ven a tomarte unos tragos conmigo – Le gritó desde el sofá Sara.
-¿Estás borracha?
-No se nota Joan… - Irónicamente contestaba  Sara
-Vamos a la cama… mejor te duermes… - Le dijo Stone ayudándola a levantarse…
-Okissssss pero dile a Wallll que venga con nosotras
“¿Wal? Ya estaba completamente borracha, quería tener a Estévez y a Stone en la misma cama…”  Pensaba Laura y Se acercó para intentar ayudar a Stone a cargar a Sara… Pero ella sola la alzó y la llevó a su cama… Así que Laura se quedó parada en medio de la sala. Pero podía escuchar a Sara que seguía insistiendo con Estévez.
-Sara estás borracha… Loca de mierda, nunca más me meteré a una cama con vos y Estévez – Gritó enojada.
“Nunca más, con esas dos palabras está admitiendo que antes… ¡Oh! ¡Por Dios!” pensaba para sus adentros. Cuando Stone salió detrás de su biombo echa una furia…
-¿Por qué la dejaste tomar así? – La atacó.
-No es una niña, estaba bajoneada por lo de Estévez. Y ella quiso beber…
-Y la dejaste… Eres irresponsable carajo… - Le gritaba.
Estaba realmente enojada y pelear con ella ya no le agradaba a Laura… No ahora que sabía el por qué de su dolor.
-Perdón, creí que era mejor que se emborrachara y se desahogara un poco. Acaso tú nunca te tomaste unos tragos para ahogar las penas…- Metió el dedo en la llaga sin darse cuenta de lo que decía.
-Sí, y siempre metí la pata… porque las putas penas ya saben nadar en alcohol… - Laura No pudo ocultar su mueca queriendo ser una sonrisa por lo último que acababa de decir. Y ella la vio – No te rías de mí – Vocifero.
-Disculpa no me quise reír. Pero tienes razón, ponerse en pedo no sirve de nada…
-Podías al menos haberla aconsejado de cómo seducir al estúpido de Estévez en vez de apoyarla en lo de la borrachera.
-¿Aconsejarla… y por qué yo?
-Eres hetero… ¿no? Sabes de hombres…
-Y eso que carajo tiene que ver…
-Qué sabes cómo seducir a los tipos… Mierda, no me gusta verla sufrir…
- ¿Y quién te aconseja a ti…? Vos también sufrís… - Otra vez, metiéndose en donde no la llamaban… Stone le echó una mirada fulminante.
-¿Acaso te importa si sufro…?
-Aunque no lo creas… si me importas – Se lo admitió… y se estaba metiendo en camisa de once varas porque era admitir que Stone no sólo la confundía, le gustaba sino que le importaba.
Se acercó a ella, y sintió sus piernas temblar… a cada pasó que ella daba para llegar a donde Laura estaba… que eran unos pocos metros… su corazón se aceleraba y sus piernas ya no la sostenían. Cuando estuvo frente a ella, contuvo el aire…
-Pues que no te importe mucho…- Le dijo y acercó su rostro tan cerca del suyo… que sintió su respiración sobre su cara. Pero al terminar de hablar… se dio la vuelta y se volvió detrás del biombo para no volver a salir.
Laura soltó bruscamente el aire de su pecho… “¡Por Dios! Cómo puedo ponerme así tan nerviosa… Ni que me estuviera enamorando de… Mierda, carajo…”  Pensaba en voz baja…
Se acostó a dormir… y a la mañana siguiente cuando se levantó. Sara se paseaba como si nada por la casa. Con todo lo que había bebido pensaba Laura que estaría con una intolerable resaca… Pero como si nada.
-Buen Día – La saludó Sara alegre…
-Hola ¿Cómo amaneciste?
-Bien, algo de resaca, pero nada que no me saqué un café bien cargado y una aspirina… - Contestó sonriendo. “Parecía cambiada como sí, o joder, no puedo tener esa estúpida morbosidad, para pensar que está contenta porque ha tenido sexo…”
-¿Por qué me miras así? – Le preguntó y se dio cuenta que la cara de Laura estaba expresando sus pensamientos…
-¿Cómo? – Debía hacerme la tonta.
-Ya, ya… - Contestó quitándole importancia a la charla. Caminó a la cocina y sirvió café, y con la taza se fue detrás del biombo. Y como siempre Laura se quedó ahí parada observando, “Parezco una estúpida” Se dijo para sí.
Sara se fue una hora después a su departamento, justo cuando Laura entró a ducharse. Al salir, Stone se servía otra taza de café.
-Hola – La saludó.
-Hola… era hora que saliera
-Perdón
-No está bien, ahora puedo ducharme yo… - Le dio un sorbo al café, no lo terminó. Y caminó y entró a baño.

Romano se fue a su cuarto y se  cambió lo más rápido que pudo para  salir del departamento. No quería estar cerca de ella. Algo estaba pasando en ella, que no le agradaba… y ella como su maldito apellido era una piedra, aunque sufriera… con ella era la más fría de todas…
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1 comentario:

  1. O cambia algo de esto o Algo vas hacer,manda a Sara a otra élite y a Laura búscale una misión o que se yo pero deja de dar círculo en esta historia que ya me estás mareando 😪

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