Eloise - Chris - 6

“Eloise” -Chris- 6

Después de la excitante aventura con Rouse.  Con una sonrisa de satisfacción una vez estando lista, baje a compartir con mi nana de la exquisita cena que preparó. A pesar de que Rouse se encontraba en la mesa, lo mejor que hicimos fue ignorarnos. Sexo bueno es sexo bueno. eso no implica que después de haberlo practicado nos hablaríamos como las mejores amigas. 

Al finalizar la cena luego de besar la frente de mi nana dándole las buenas noches y sonreírle a Rouse con cinismo mientras le sacaba el dedo medio me dirigí a mi habitación. Me fui al balcón de la misma, ya es una rutina relajante para mi ver el anochecer, la luna acompañada de un cielo totalmente estrellado. Me llena el alma que a veces siento que no tengo. Es una sensación indescriptible a la que le agarre fascinación desde que era una niña, mi desconexión total del mundo. Mi compañía fiel para aquellas noches de desvelo que no son precisamente por estar disfrutando del placer llamado mujer.

Los inminentes rayos solares me dieron la bienvenida a un nuevo día. No es raro que haya amanecido acostada sobre el  sofa-cama que por capricho propio tengo en el balcón de mi habitación, se que tengo una cama inmensa y cómoda pero no es primera vez que la noche me envuelve en sus brazos y caigo rendida a ella.  Tampoco es raro que amanezca abrigada con mi sabana favorita y mi almohada, estoy segura que es mi nana quien lo hace y es algo que le agradezco de corazón aunque no se lo digo con palabras.

<> ¡¿De que carajos vas?! Eloise.  -Dice Rouse con su peculiar humor entrando en mi habitación como si fuera suya-

- Buenos días Rouse. Que agradable para mi vista ver tu hermoso y encantador rostro -le digo con total sarcasmo- ¿Se te apetece un mañanero? -Me acerco sonriendo con picardía-

<> Ni se te ocurra acercarte -dice seria. Para luego caminar de aquí para allá. Algo que siempre hace para intentar contener la rabia o calmarse, casi nunca le funciona menos si yo soy el motivo principal de su molestia-

- Que geniecito. En serio no quieres el mañanero, te aseguro que eso te quitará la histeria que cargas. mujer que la vida es bella y...

<>Cállate de una puta vez Eloise -Arqueo mi ceja derecha y en mis labios se dibuja una sonrisa de medio lado- ¡¿Se puede saber que mierda tienes en la cabeza?!

- Si me explicases de que vas, quizás tenga respuesta a tu educada pregunta...

<> ¡Aff! ¿Se puede saber en que mierda pensabas cuando decidiste pagar una cantidad exorbitante para acostarte con una prostituta? -la sonrisa de mis labios se borra por completo y miro con rabia a Rouse-

- ¡Dama de compañía!  en tu vida vuelvas a decirle así... -El gesto irónico en su rostro lo odio-

<> ¿Tan enamorada estas para pagar tanto por una noche de sexo con una mujer que coge con cualquiera por dinero...?

- ¡Fuera de mi habitación Rouse! -Le grito furiosa-

<> ¿Dime tan enamorada estas?  -Grita enfurecida-

- Yo no me enamoro Rouse, no pierdo mi tiempo en eso. Pero no te voy a permitir que hables mal de esa mujer, la cual no tengo duda alguna es mejor que tú...  -los ojos de Rouse se oscurecieron y con el rostro rojo de la rabia se acercó a mi-

- ¿Mejor que yo? ¿Tú crees? -coño no es normal que me excite el verla tan furiosa- ¡Ella es una prostituta! como carajos puede ser mejor que yo...

- Te crees mejor que ella porque cobra para dar una noche de verdadero placer, mientras tú simplemente te dejas coger gratis... -hable llena de rabia odio que juzguen a las personas sin saber el porque de sus acciones o decisiones. la bofetada que me acaba de dar Rouse me devolvió a la realidad-

<> Eres una imbécil -sentí que lo dijo con la voz un poco entrecortada, o quizás la bofetada me dejo alucinando- Te odio Eloise. 

Cuando se disponía a salir de mi habitación, en un movimiento hábil logré agarrarle del brazo y jalarla hacia a mi,  en medio de sus protestas la bese con ansias,  no mentí cuando dije que me excita el verla tan molesta.  Después de luchar se rindió a mi beso, la guerra de nuestros labios y lenguas se intensificó. Desesperadas por drenar nuestras ganas de sexo comenzamos a tocarnos por encima de nuestras prendas de vestir, paradas en medio de mi habitación, nuestras manos encontraron nuestros sexos totalmente húmedos y sin importarnos lo incomodo de dicha posición, si se le puede decir así, nos dejamos vencer por el deseo, en una guerra donde debíamos conquistar el orgasmo de la otra para tener la victoria final.  

Con nuestras respiraciones entrecortadas después de ese momento de locura, nos separamos recuperando la cordura de haber llegado al éxtasis de una manera extraordinaria.

<> Tu padre se va enfurecer cuando detalle el gasto tan bárbaro que hiciste. Ni se diga en qué. 

- No seria la primera vez que lo haga. Ya estoy acostumbrada a que siempre se enfurezca conmigo hasta cuando no hago nada.  -digo sin importancia-

<> Eloise. llevo la administración en la mayoría de las cosas que tiene que ver con la hacienda y con las que tienen que ver contigo -eso me sorprendió-

- Joder. Yo creyendo que tu papel en la empresa de mi padre era jefa de personal... Mira que bien guardado se lo tenían, no se para que me sorprendo...

<> No digas tonterías. Tu padre deposito la confianza en mi, debido a que a ti la responsabilidad para con la empresa no se te da por mas que insista en que ocupes el lugar que te pertenece.  Yo sin duda alguna me apartaría, simplemente estoy ocupando un lugar que fácilmente es tuyo, estudiamos y nos graduamos en la misma carrera...

- El puesto es todo tuyo Rouse, por algo estás allí y mi padre deposito su confianza en ti.  A mi no me interesa,  estoy bien así. Supiste lo del gasto porque use la tarjeta de crédito ¿Es así?  -Rouse asiente- ¡Mierda! debí usar la mía, no una de las tantas de la compañía de mi padre. 

<> El sexo te nubla la razón -Dice con malicia-

- Lo dice la que hasta hace poco gemía divino en mi oído mientras sentía el orgasmo llegar... -Rouse se sonrojó levemente-

<> Idiota. Yo mejor me voy que...

- Si solo querías un rico mañanero no era necesario tanto drama, solo debías pedírmelo...

<> No te creas tanto idiota.  Ahora debo ver como explicarle a tu padre en que consiste semejante gasto, porque estoy segura que no le darás la cara para decirle...

- No quiero gastar saliva en una discusión que se hará interminable. En algún momento se le pasara la molestia, una decepción más, una menos, no hace diferencia. Ya mejor vete,  que estamos hablando mucho... tú y yo no somos ese tipo de personas. -Rouse asiente y se dirige a la puerta-

<> Loisito si vas a coger de nuevo con la dama de compañía, por favor usa tu tarjeta de crédito personal.  Ya sabes para que no tengas que dar explicaciones -dice frente a la puerta tomando el pómulo de la misma para luego abrir y salir de mi habitación-

Suspiro una vez estando sola. Dispuesta a comenzar el día, el sexo mañanero siempre es bueno no importa en las  condiciones que se de. 

Las palabras de Rouse son ciertas, el sexo me nubla la razón. en este caso ella también es víctima de sus palabras.  Lo de hace unos minutos fue una total locura.  Nuestra gran química sexual nos hace perder la cabeza.

Pasaron algunas semanas, en las cuales espere que mi padre me reclamará por mi gran irresponsabilidad pero eso en ningún momento ocurrió. Estaba segura que algo había hecho Rouse para tapar semejante falta y no me equivoque cuando me lo confesó para usarlo como chantaje, la muy idiota hizo que fuera su esclava por  un mes y me obligo a trabajar por ese tiempo en la empresa de mi padre,el cual estaba muy contento con eso,  pero su alegría se acabo cuando cumplí con mi parte y simplemente le dije "Padre solo estaba pagándole una apuesta a tu querida Rouse, que ella siga a cargo de todo.  Lo hace muy bien" sin más salí de la oficina principal no sin antes reírme por lo bajo de la cara que tenia Rouse. avergoncé a la perfecta "hija" delante de mi padre. De madurez ni hablemos, ambas solo tenemos dos números que dicen nuestra edad.

Me perdí el resto del día.  Al llegar a la hacienda, salude a mi nana y sin esperar mas me fui a mi habitación para descansar, pero mi sorpresa fue genuina al encontrarme a Rouse de nuevo furiosa caminando de una lado para otro,  sus reclamos de "Porqué le había dicho a mi padre" no se hicieron esperar, yo solo reía, disfrutando que eso la enfurecía más. ¡Si! me volví a excitar es que se ve demasiado apetecible cuando se pone así. Para que negarlo la mayoría de la veces se ve apetecible por lo menos cuando no se comporta como una idiota.

Seguía pasando el tiempo, Rouse y Yo no perdíamos oportunidad alguna de hacernos molestar para terminar teniendo sesiones de sexo realmente alucinantes. Solo de esa manera nos entendemos a la perfección. De resto solo queda el no soportarnos fuera de una cama.

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Chris- Derechos Reservados

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