Capítulo 15
Ana
Quedamos solas en el cuarto
del hospital. Sofía parada en la puerta miraba como Pamela empujaba la silla de
rueda de su hermano, mientras yo, respiraba… Algo dentro de mí, sentía un
alivio enorme… “Le gusta Pamela”… Eso me daba chance de alejarme de su vida sin
herirlo… “¡Oh! ¡Dios!, Se que está mal lo que pediré…. Pero por favor, ¡qué
nunca me recuerde…!
-¿Qué estás pensando? – Me
saco de mis suplicas a Dios, Sofía al hablarme.
-Estoy rogando que Ariel
nunca me recuerde… - Ella se acerco a mí y me abrazo.
-¡Dios te oiga! – Exclamó.
…..
Ya ha pasado un mes y medio
desde que Ariel despertó… y aún no recuerda esos años de su vida que se
borraron de su memoria… No me recuerda, y está muy ocupado con su
rehabilitación y su atontamiento con Pamela… Cada día vamos a visitarlo… y él
muy abiertamente confía en su hermana y en mi, y nos cuenta de lo que está
sintiendo por Pamela. Y está algo triste porque en una semana los médicos han
decidido darle el alta puesto que ya puede manejarse solo y no necesita ayuda…
Sofía y yo hemos estado muy
unidas, Pero no ha pasado nada entre las dos, ambas sabemos que si el recuerda
nuestro sueño de ser felices juntas se destruye… Su madre, aunque no me ha dicho nada, siento
que al igual que su padre saben que paso algo entre nosotras. Ellos están muy
concentrados en Ariel… y creo que es mejor…
Mañana es sábado y le van a
dar el alta a Ariel, irán todos, no solo sus padres sino sus abuelos también,
ya le dije a Sofía que no voy, ya no importa ir, el no me recuerda, y nadie le
dice nada… y por un lado eso me hace sentir libre, pero a la vez, me hace
sentir tonta…
Sofía
Voy camino al hospital, Ana
no quiso acompañarme, por más que le insistí, no hubo caso. Creo que es mejor,
solo espero que Ariel nunca recuerde… Aunque por el momento lo que me tiene
nerviosa son mis abuelos, solo espero que no digan nada, pues no están muy de
acuerdo con no decirle a Ariel que Ana era su novia… Y digo era, porque lo fue,
ahora es mía… no es aún mi novia pero sé que en un futuro cercano puede serlo…
Apenas pase por la sala de
enfermerías vi a dos enfermeras, las cuales me saludaron, no estaba Pamela, supuse
que estaría en el cuarto… esa mujer se le ha metido muy adentro a mi hermano,
aunque Ariel, aun no se le ha declarado, me ha cansado en este mes hablando de
ella… recuerdo que cuando se enamoro de Ana, me harto hablando de ella… Lo
conozco demasiado y se le nota en la cara lo tonto que pone cuando le gusta una
chica, pero puedo reconocer esa mirada llena de amor, que solía tener por Ana,
y ahora la que la provoca es Pamela.
Pase directo al cuarto y al
entrar me encontré con mis padres y abuelo rodeando a Ariel que se encontraba
ya vestido, y sentado en la cama. Sonreía. Pero parecía algo nervioso y
ansioso.
-Hola, ¿Cómo estamos? ¡Listo
para irnos! – entre preguntando. Todos saludaron, y comentaron lo ansioso que
estaban. Estaban esperando al médico que debía venir con el alta médica.
Mi abuelo invito a todos a
desayunar en la cafetería, ya que deberían esperar más de dos horas, antes de
que Ariel fuera dado de alta. Y fue así que todos salieron y yo me quede con mi
hermano.
-Sofí, ¿no viste a Pamela? –
Fue lo primero que me disparo apenas todos salieron del cuarto.
-No, creí que estaba acá,
estará atendiendo a otros pacientes…
-No, creo, la que paso hace
media hora fue Elena, pero no le pregunte por Pamela, porque me parece que es
media chusma. – Ambos reímos.
-¿Quieres que vaya a
averiguar?
-Por favor, es que no quiero
irme sin antes invitarla a salir…
-¿Te vas a tirar a la pileta hoy?
-Debo hacerlo, no puedo
esperar más…
-Puedes esperar, irte, y
después volver pero no como pacientes sino como pretendiente y esperarla fuera
del hospital e invitarla a salir…
-Prefiero hacerlo hoy…
-Ok, voy a ver por dónde
anda.
Salí de la habitación y me
fui directo a la sala de enfermeras, apenas entre Elena me hablo al verme…
-¿Necesita algo Señorita?
-Andaba buscando a Pamela.
-Pamela no está de guardia
hoy.
-¡Ah!
-¿Y para qué la necesita? –
Me comenzó a interrogar, y no recuerdo que le dije pero algo invente y me salí
de la sala enseguida. Corrí al cuarto a contarle a mi hermano que Pamela no
estaba.
-Nooo – Su cara cambio, se
puso triste.
-Vamos tonto, no bajes la
guardia… ya te dije, mañana regresas con un ramo de flores y comienzas con tu
conquista…
-¿Vos crees que tengo
chances con ella?
-Yo diría que sí… te mira
mucho.
-Pero justo hoy se tomó su
franco… justo hoy que me voy…
-Quizás no le gustan las
despedidas…
-O no le importo, y solo fui
un paciente de los muchos que atiende todos los días.
-No seas tonto, Por Dios,
Hombre tenías que ser… Me parece muy bien que no este, no es una regalada, Si
creo que le gustas… y si no vino, es porque sabe que vos estas regalado con
ella, y que la buscaras fuera del hospital…
-Deja de querer levantarme
el ánimo….
-Ariel, soy mujer, te
apuesto lo que quieras que ella está loca por vos y espera que vos la
conquistes fuera del hospital… - Por Dios que le digo, no estoy segura de que
Pamela sienta algo por mi hermano, aunque debo admitir que muchas veces le vi
una mirada demasiada tierna dirigida hacia Ariel.
-¿Estás muy segura… que
apuestas lo que yo quiera?
-Claro – respondí poniendo
mi cara de chica muy segura…
-Pues, si es así, apenas
pueda, volveré por Pamela y si me acepta… ¡vos y Ana admiten que ya son novias!
-¿Qué? – Me tomo por
sorpresa, y creo que mi timidez y vergüenza afloraron ambas en mi rostro…
-No te pongas roja, vamos
hermanita… ¿cuál es el problema?
-Ninguno, Pero no somos
novias…
-Bueno, tendrás que pedirle
que sea tu novia… - Me dijo riendo al tiempo que entraba su abuelo al cuarto…
-¿A quién le van a pedir que
sea novia de quién? – Preguntó mi abuelo muy curioso.
-Nada abuelo, nada…
tonterías de Ariel…
-Jajaja…. Ninguna tontería…
Deja de hacerte la dura, admitilo…
-Basta Ariel – Dije algo
nerviosa y enojada…
-A ver, a ver, contame Ariel
que pasa con mi nieta…
-Nada abuelo – Dijo riendo
Ariel – A tu nieta le gusta su amiga Ana…
-¿Cómo? – gritó mi abuelo, y
me miro buscando una respuesta… Me sentí mal, de verdad, esto se acababa de
complicar… - ¡De qué hablas Ariel, como le va a gustar a tu hermana Ana, si
ella es tu novia…! – Maldición, lo dijo, más bien lo gritó… no podía
enfrentarme a Ariel, y salí corriendo.
Los Ángeles
-Ay, Cómo no lo amordazamos
al viejo este… - Gritó Gabriel quien se encontraba observando todo lo que
sucedía en la habitación del hospital.
La sonrisa de Ariel ante lo
que había dicho su abuelo se le borro. Y mucho no entendía.
-Abue… ¿qué dijiste?
-Maldición, metí la pata… -
Dijo su abuelo llevándose la mano a la cara.
-¡Habla ya! – Dijo Ariel que
se había levantado de la cama y se encontraba parado frente a su abuelo.
Su abuelo, algo nervioso
comenzó a contarle la verdad, que todos habían omitido decirle. Ariel comenzó a
sentirse mal, pensando que lo habían tomado como idiota…
-¿Por qué? ¿Por qué? – Solo
preguntaba sentado en una silla…
Sus padres entraron y lo
vieron casi llorando…
-¿Qué sucede?
-Me estuvieron viendo la
cara… Me han estado mintiendo todo el tiempo… ¿Por qué? Exijo una respuesta….
-¿Hijo de qué hablas? –
Preguntó su madre, acercándose y tratando de abrazarlo, pero Ariel la alejo…
-De Ana…
-Oh…
-¿Oh? Por qué no me dijeron
que era mi novia, o que fue mi novia… Por qué esta mentira….
-El médico dijo que
recordarías, que solo te contáramos lo que tu preguntaras… - Dijo tratando de
excusarse la madre.
-¡Lo que yo preguntará…!
Dejaron que creyera que ella era la novia de mi herma… - No termino de hablar…
estaba cayéndole la ficha, se estaba dando cuenta de la verdad.
-Nunca dijimos que Ana fuera
la novia de Sofía, Ariel solo vos lo dijiste como chiste… - Aclaró Sandra.
-Sofía está enamorada de
Ana… la conozco, soy su hermano…
-Hijo… Calmate – Habló su
padre…
-Soy un idiota…
-Por Favor, hijo, calmate… -
en ese instante entró el doctor para darle el alta… y se encontró en medio de
una discusión familiar… y trato de calmarlos a todos.
-Mira Ariel, yo les dije que
no te contaran nada, que debían responder poco a poco las preguntas que tú les
hicieras, es que tenemos la esperanza de que vuelvas a recordar todo…
-Ya no me diga más nada,
solo deme el alta, quiero irme de este hospital.
Fue así que el médico le
dijo que ya podía retirarse… Ariel se levanto y camino entre su familia y salió
del cuarto caminando algo enojado, por detrás todos corrieron.
…..
José que había sido
advertido por Gabriel apareció en el departamento de las chicas justo cuando
Sofía entro corriendo y llorando. Ana la vio entrar y se le fue encima
preocupada por ella.
-¿Qué paso? Sofi…
-Ariel lo sabe todo…
-¿Qué?
-Mi abuelo se lo dijo…
-Noooo – El mundo parecía
caerse encima de las dos… si habían creído que podían tener una oportunidad de
amarse libremente las dos, ahora sentían como todo se acaba, como el sueño se
rompía como una copa de cristal cayendo al suelo.
Las dos chicas se sentaron
calladas en el sillón de la sala, sin saber que hacer…
-José, ¿Se nos arruino todo?
– Comentó Gabriel apareciendo en la habitación.
-El diablo se metió en el
abuelo y nos arruino todo.
-¿Y ahora?
-No sé…
-¿Dónde fue Ariel?
-A la casa de sus padres,
pero no les habla…
-Mejor voy a mirar que hace…
Tú cuidas a las chicas…
-Sí ve… - Dijo José y vio
desaparecer a su compañero.
……
Ariel se encerró en su
cuarto, algo enojado, no dejaba de pensar en todo lo que había sucedido, y a
eso se le sumaba sus sentimientos por Pamela. Su hermana, estaba más claro que
el agua, estaba locamente enamorada de Ana, y él solo pensaba en Pamela, como es
que no recordaba que había amado a Ana.
-Maldición Dios, ayúdame,
¿no sé qué hacer? –Susurraba Ariel caminando de un lado para el otro en su
cuarto…
-Sí pudiera ayudarte amigo…
es injusto, pero Debes seguir… - Le hablaba Gabriel, aun sabiendo que Ariel no
lo escuchaba – Pamela es para ti.
-Pamela – Exclamó Ariel…
cerrando sus ojos como imaginándola…- Debo hablar con Ana… Ella ya no me ama,
es por eso que no me dijeron nada, no querían que yo sufriera… es eso… - Se
dijo a sí mismo, al tiempo que decidido se enfilo hacia la puerta del cuarto
para salir.
Su madre lo detuvo cuando
Ariel estaba llegando a la puerta de calle de la casa…
-¿Dónde vas?
-A ver a Ana…
-Hijo, espera…
-Mamá… no espero nada –
abrió la puerta y salió, pero al segundo regreso…
-Menos mal que
recapacitaste… - Exclamó Sandra al ver a su hijo entrar de nuevo a la casa…
-No Mamá… no sé dónde vive…
Llevamé…
-Ariel, no te hagas daño
así…
-No mamá… quiero saber la
verdad, necesito hablar con Ana… ¿Vas a llevarme?
-Sí, pero antes me vas a
escuchar….
-Te escucho en el camino,
vamos – Dijo Ariel tomando a su madre de la mano y sacándola de la casa.
….
En el auto, manejaba su
madre…
-Ariel, Ana es una buena
chica…
-¿Y?
-Puedes escucharme, solo
escúchame…
-Ok, Mamá habla, prometo
callarme…
-Ella no se despego de ti
nunca… en estos años que estuviste en coma, otra mujer, estoy seguro que se
hubiera desaparecido, pero ella no… siempre ahí, todos los días iba a verte…
con la esperanza de que despertaras… pero nada pasaba. Los días fueron pasando,
y ella estanco su vida, no era feliz… creo que dejo de amarte, pero no de
quererte…
-¿Por eso no me dijeron
nada?
-Primero fue porque el
médico dijo que era mejor que tu preguntaras… después… comenzaste a hablar de
Pamela….
-¿Lo sabes?
-Sí hijo, se te nota mucho
que te gusta Pamela, y aunque a mí no me dijiste nada, a tu padre y a tu
hermana sí.
-Hasta se lo dije a Ana…
¡Qué imbécil!
-Ariel… lo que tuviste con
Ana pertenece al pasado…
-Lo sé… ¿siempre quise
preguntarle por qué estaba siempre tan callada y triste…?
-No creo que ella se haya
sentido muy bien con la situación…
-Madre, ¿Sofía está
enamorada de Ana?
Sandra freno el coche justo
en un semáforo… y lo miro…
-No sé hijo, yo…
-Sí, lo está… lo sabes muy
bien…
-No te enojes con ella, ha
sufrido mucho por eso…
Continuaron hablando
mientras viajaban camino al departamento de las chicas…
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Jjaxxel - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario