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AaMaría - Despistada - 3

Capítulo 3
MARÍA
El lunes María se dirigió a realizar la entrevista. La mujer en cuestión era una  ingeniera química de 27 años, toda una promesa en su campo y la periodista agradeció tremendamente que  el reportajese centrara en el lado humano de la investigadora y no en el profesional. 


      Así pues, montó en su coche y se dirigió hacia el parque tecnológico donde tenía su sede la empresa para la que trabajaba la joven ingeniera. La verdad es que iba cargada de prejuicios , suponía que iba a entrevistar a una anodina joven que le hablaría de todo el esfuerzo que durante años había dedicado a sus estudios, de lo contenta que estaba de que ahora su trabajo  fuera reconocido  y bla,bla,bla.  Una secretaria la hizo pasar al despacho y le anunció que la señorita Torres la atendería enseguida. La primera sorpresa  se la llevó nada más entrar. El despacho era espectacular y estaba decorado con muchísimo gusto, esperaba un sitio gris y anodino y encontró una explosión de color y buen gusto. A lo mejor no iba a ser tan malo…

      Cuando la puerta se abrió,  y María giró su cabeza hacia ella, tuvo que hacer un esfuerzo para que la mandíbula no se le desencajara y para  cerrar la boca a tiempo antes de parecer completamente idiota. Allí apareció con su bata blanca y sus gafas de pasta la investigadora más sexy que había visto nunca.
      No la reconoció.

Teresa: Perdona por hacerte esperar, soy Teresa Torres (le tendió la mano)
María: En realidad acabo de llegar; María Gil (estrechó la mano que le ofrecía)
Teresa: Deja que me quite la bata y las gafas. Sentémonos mejor en aquellos sillones, estaremos más cómodas que con una mesa de por medio. ¿Quieres tomar algo?
María: Un café con leche, gracias

Se sentaron en los sillones y mientras Teresa metía las cápsulas en la cafetera, María pudo observarla a sus anchas: rubia, ojos azules, delgada pero voluptuosa y vestida impecablemente (zapatos negros de tacón, falda del mismo color, blusa entallada blanca y un original collar que hacía que los ojos de la periodista se dirigieran más de lo debido al espectacular escote de la ingeniera). La entrevista discurrió de manera distendida y a María le pareció que Teresa, en algunos momentos, coqueteaba con ella. Y mucho.  María misma le hizo las fotos que acompañarían a la entrevista y pensó, que la mañana no había estado tan mal.

María: Creo que ya está todo, señora Torres. Muchas gracias
Teresa: No me llames señora Torres, llámame Teresa, por favor. En realidad se ha hecho un poco tarde, y estaba pensando que quizás te apeteciera acompañarme a comer, creo que ya te he contado toda mi vida y milagros y me gustaría charlar contigo de otra cosa que no fuera yo.
María: (¿Está intentando ser solo amable? ¿Está coqueteando conmigo? Estoy desentrenada, pero me da toda la sensación de que me está poniendo ojitos y está intentando ligar conmigo)La verdad es que a estas horas empiezo a tener un poco de apetito, así que creo que sí, acepto tu invitación.

Teresa se enfundó un espectacular abrigo gris perla y dedicó  una sonrisa a María para indicarla que la siguiera. María a estas alturas ya había decidido que  Teresa estaba coqueteando descaradamente con ella y aunque no le pareció mal (a quién no le gusta gustar), tampoco estaba dispuesta a caer en las redes de lo que ella ya había catalogado como una ligona de libro ; la rozaba cada vez que podía, le dedicaba seductoras sonrisas acompañadas de coquetas caídas de ojos, se mordía pícaramente el labio inferior en un gesto que parecía ser casual pero que estaba segura de que  Teresa tenía muy estudiado… una cazadora al fin. Y María hacía tiempo que había decidido que ella no iba a ser ya nunca más presa de nadie. Así, cazadora y presa, predadora y botín, se dirigieron a un restaurante cercano.

TERESA
No había podido pegar ojo en todo el fin de semana. Desde que encontró a Candela en la discoteca se había vuelto a sentir perdida y desorientada. Huyó en el Instituto de una deliciosa adolescente y se reencontró con una espectacular mujer que hizo que todo aquello que consideraba enterrado y encerrado, volviera a golpearle el pecho por dentro. Había tenido mil veces el móvil en la mano para marcar su número y mil veces lo había vuelto a guardar en el bolso. Se debatía entre verla y arriesgarse a que le volviera a partir el corazón en mil pedazos o no llamarla y continuar con su vida, de flor en flor, de cama en cama. Candela nunca supo que Teresa la amaba desesperadamente en silencio, que ella había sido su primer amor, el que queda marcado a fuego en la piel de la memoria, el que para siempre impregna cada poro de tu piel y cada recoveco de tu alma. Candela no sabía nada y Teresa sabía que, si volvía a orbitar otra vez alrededor de ella, todas aquellas sensaciones podían volver a ella. No, no podía arriesgarse al mismo desengaño.

      El lunes fue a trabajar como siempre, aunque al recordar que ese día iban a hacerle una entrevista para el dominical, no pudo evitar una mueca de fastidio. No le apetecía nada, se sentía cansada y aunque había tomado la decisión de no volver a ver a Candela, no podía dejar de pensar en ella. Por eso cuando le anunciaron que la periodista había llegado y la vio al entrar en su despacho, decidió anestesiar todos sus pensamientos y hacer lo que mejor sabía hacer: intentar ligarse a esa mujer. La verdad es que las pelirrojas no eran su tipo, pero era una mujer apetecible con un cuerpo precioso y parecía educada y agradable. Sería suficiente, creía, para empezar a olvidar a Candela otra vez.


     Se empleó a fondo con la pelirroja, que no parecía especialmente receptiva, jugó todas sus bazas, pero media hora después de haber terminado de comer  con ella, dio por finalizada  la sobremesa y se despidió amablemente. No tenía ganas ni cuerpo para seguir coqueteando y decidió que lo mejor sería retirarse a tiempo.

      Llegó a su casa y se derrumbó en el sofá. No podía pensar en nada que no fuera Candela. De repente notó vibrar su teléfono móvil y en su pantalla apareció el icono avisándola de que acababa de recibir un mensaje. Era de ella. Notó que el corazón se aceleraba y apretó el teléfono contra su pecho sin atreverse a leer lo que Candela le escribía. Tomó aire varias veces y abrió el mensaje: “Me encantó verte el otro día. Siento haberme tenido que ir.¿Te apetece tomar un café mañana? Besos

      Intentó analizar el mensaje palabra por palabra, pero no acertaba a leer nada entre líneas. “¿Me encantó verte?”…eso podría ser buena señal, o un mero formulismo cortés.  “Siento haberme ido”…eso podía significar que realmente se había sentido a gusto con ella, o seguía siendo una muestra de buena educación, una mera disculpa sin otro motivo. “Tomar un café” estaba bien, pero no dejaba traslucir ninguna expectativa de nada, si hubiera sido una cena, hubiera sido algo más prometedor… La cabeza le iba a estallar. No sabía nada de Candela, pero a estas alturas ya había decidido que tenía que intentar cerrar esa etapa de su vida y que no podría hacerlo si no la encaraba.

      Cogió su teléfono y tecleó “Me encantaría. ¿A las cinco de la tarde en el Café Peninsular te parece bien? Un abrazo”. Releyó y envió. Enseguida recibió respuesta: “De acuerdo. Nos vemos mañana

      Recostó su cabeza en el sofá y cerró los ojos. La suerte estaba echada.


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6 comentarios:

  1. Bueno pense que la entrevista era con alba... pero bueno me gusta que teresa se valla a encontrar con candela... que se vuelvan amigas y al fin encuentre el amor entre ellas...
    Saludos y gracias ;)

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  2. Es difícil olvidar pero es lo mejor y no kedar atada a alguien que no le importaste muy buena historia atrapante beso

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  3. Respuestas
    1. Lo siento. Son dos parejas de amigas,Alba y Teresa por un lado y por el otro María y Candela. Alba y María se vieron en un bar de ambiente y se gustaron, pero de momento, no se han vuelto a ver. Teresa y Candela se vieron en el mismo bar, pero se conocían del Instituto y ahora se han vuelto a reencontrar. Y por fin, Alba, ha hecho una entrevista a Teresa. Y a partir, creo que todo empezará a hilar.
      Lo siento si la historia está quedando confusa. Yo la veía tan clara en mi cabeza...

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  4. yo tambien pense q la entrevista era con Alba , me gusta q se complique la historia asi es mas suspense

    M.S(galicia)

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