Las
cosas habían cambiado, mi vida me se iba de las manos, simplemente ya no sabía
lo que quería, ni a quien quería, todo era diferente.
Después
de aquella tarde en la que aquella chica me robo mi primer beso, me encontraba
acostada sobre mi cama, no podía quitarme ese beso de la cabeza, cerraba los ojos
y en mi mente se dibujaba cada segundo de lo que había pasado, instintivamente
tocaba mis labios cada vez que lo recordaba, hasta que la realidad se me
presentaba.
- Tonta, que estás pensando, es la chica de
Esperanza.
En
esta etapa de mi vida, no pensé que fuera capaz de olvidar a Keely, simplemente
olvide esos momentos que pase en la secundaria, de que estaba enamorada de una
linda chica y me enrede con aquella chica que era totalmente opuesto a ella.
Después
del aquel día me siguió acosando, pasaba a mi casa, me atajaba cuando iba por
la calle y me hablaba por teléfono, de cierto modo producía en mí una extraña
sensación que empezaba a gustarme. Poco a poco comencé a platicar más con ella
de cosas sin sentido y cuando ella saca el tema del beso trataba de evitarla
pero ella era muy insistente.
En
una ocasión tenía que quedarme en una
actividad en la escuela y no pude irme con Esther y Esperanza.
- ¿No vienes? – preguntó Esther observando que
no tomaba mis cosas.
- aaa?, no, tengo una actividad extra con la
profesora Claudia- dije muy desanimada
-
Yaaa, bueno yo tengo que irme, tengo que estar con mi hermana, ¿nos vemos
después?- Esther se dirigió a Esperanza y le sugirió- tu puedes esperarla.
- No
puedo, mi madre está esperándome en la entrada- Esperanza se me quedaba viendo
algo seria, creo que en aquel entonces ya se había dado cuenta de que su novia
no era muy fiel y sentía algo de pena,
aunque no éramos nada, aun.
- no
se preocupen, solo voy a estar una hora por aquí y después me voy- sonreí un
poco y me quede viendo fijamente a Esperanza quien respondió con una sonrisa
casi burlona y dijo.
-
Derechito a tu casa heee- Devolví la misma sonrisa burlona y se alejaron.
Al
salir del instituto recordaba las palabras de Esperanza y su mirada, sabía que
lo que estaba pasando no estaba bien, tenía que poner un alto a todo y mientras
me decía eso, no había observado que estaba pasando justo frente a la casa de
aquella chica y menos que ella me observaba,
se encontraba con una sonrisa de esas que siempre provocaban que
surgiera esa vocecita diciéndome que debería alejarme de ese lugar, pero
siempre como siempre termino ignorándola.
-
oyee, ¿ya no quieres hablar con migo?- sonreía y di unos pasos siguiendo mi
camino - no me dejes hablando - me quede inmóvil y gire mi mirada hacia ella
sonriendo levemente.
- no
es que no te quiera hablar, tengo que hacer otras cosas y llevo prisa - di otro
paso y ella dijo al instante.
-
ven quiero que me hagas un favor, ¿puedes llevarle una cosa a Esperanza? - su
rostro era serio y me dio la confianza necesaria para ceder, caminé despacio
hacia ella mientas ella entraba a su cuarto, recordé la experiencia de lo que
pasó la primera vez en su casa así que esta vez me tendría que aguantar el
calor, cuando regreso tenía una vez más una bolsa negra, me pareció algo
extraño pero no era algo que me importara, o al menos eso trataba de creer.
En
cuanto cerré la mochila en donde metí el paquete, ella tomo mis muñecas con
fuerza y me jalo al interior de la casa,
se abrazó fuertemente a mi cintura cerrando la puerta con una de sus manos,
podía observar su cara de burla y me empujó
hacia su cama, apenas podía moverme porque su cuerpo estaba sobre mí,
trate de zafarme de ella pero era inútil, y mi mirada estaba fija en la de ella
en cuanto me di cuenta que la distancia de nuestros rostros era más corta,
trate de nuevo de liberarme sin embargo realmente tenía una fuerza superior a
la mía, todo lo que hiciera era inútil y me quede viéndola a los ojos sin saber
qué hacer. Cuando ella estaba a punto de
besarme giré mi cara evitando que se saliera con la suya, pero mi piel se erizo
cuando sentí su aliento en mi oreja y con voz suave me preguntó.
-
¿No te gusta que te bese?- y una pequeña risilla salió de sus labios. No sabía
que contestarle, por que en verdad me agradaba eso y ella se daba cuenta que
era así, por eso me molestaba.
- No
– dije al fin.
-
Mentirosa – y mordió mi oreja suavemente eso provoco una serie de sensaciones
electrizantes por mi cuello y un leve suspiro salió de mi boca – Vez, yo sé que
te gusto – como mi mirada estaba hacia otro lado tomo mi mentón con una de sus
manos y lo giró hacia la suya - ¿Por qué no me haces caso? – Solo me limitaba a
mirarla sin responder - ¿Es por ella? -
y una vez mostró esa sonrisa burlona - ¿haa? – y sin saber lo que hacía
moví mi cabeza asertivamente - No te
preocupes ya termine con ella - y se acercó a mi boca para besarme pero esta
vez no puse resistencia, solo me limite a quedarme quieta mientras ella jugaba
con mis labios y trataba de comprender la situación, hasta que comencé a
besarla sin contenerme.
Después
de unos días seguí frecuentando a aquella chica dando paso a una relación
agobiante y sin sentido. Mis emociones estaban confundidos, quería estar con aquella chica y a la vez la
despreciaba, descubrí que se drogaba y
que haría lo que fuera por su vicio,
hasta vender su cuerpo, en una ocasión me la ofreció pero yo la rechace
sin pensarlo, debo admitir que aunque me gustaba tomar nunca probaría algo como
la droga.
Al
cabo de unos meses comprobé lo que ya sospechaba desde hace tiempo, aquella
chica tan mala estaba saliendo con Esperanza y conmigo, pero en realidad eso ya
lo sabía, sabía que ella en ningún momento había dejado de ver a
Esperanza, así como Esperanza sabía que
yo andaba con ella, todo ese tiempo que convivimos solo era hipocresía entre
nosotras, de alguna manera aquella amistad que llegamos a tener se había
convertido en rivalidad.
Después de unos meses decidí terminar con esa
situación, ya no me emocionaba estar junto a ella, no he terminado de entender
por qué estábamos juntas y más aún del por q estaba yo junto a ella.
Pido una gran disculpa por haber dejado de escribir esta
historia, tuve serios problemas personales pero ya esto escribiendo de nuevo :)
gracias por su comprensión y una disculpa enorme. Atte. Yosuen
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Yosuen - Derechos Reservados
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despues de tiempo entro pa leer historias y me alegro volverte a leer espero k todo se haya soludionado para ti me despido
ResponderEliminaryasc
Gracias Yosuen la estaba esperando con ancia pense que nunca mas vulveria a continuar la historia, pero no te preocupes todos tenemos problemas y es comprensible que no quisieras escribir es un proseso este arte. Otra vez gracias Yosuen
ResponderEliminarAtt. V