Capítulo 36
Me gusta verla dormir y más en mis brazos pero
no puedo entrar en mi trance regenerativo.
Prefiero levantarme y hablar
con Karla o Josías de lo que vi en el video.
Salgo de la cama
sigilosamente para no despertarla y coloco una almohada en sus brazos.
Encuentro a mi hermano
sentado en la antesala mu pensativo.
-
¿En qué piensas? Si se puede saber hermanito
-
En ti- dice mirándome fijamente
-
Y ¿eso porque?
-
En esta historia que cada día se complica más no te parece.
Tu tratando de estar con ella y protegerla de esa mujer que ataco a Karla
también esta Miguel y lo que eres tú.
-
Tienes razón últimamente todo esta saliéndose de
controlo. Pero ¿Qué puedo hacer?
-
Lo que harás solamente lo sabes tú. Sé que algo se te
ocurrirá.
-
Lo que menos quiero es pensar Josías pero tendré que
hacerlo- en su rostro se dibuja una
sonrisa de comprensión- iré hablar con Karla. Puedes venir si quieres.
-
Ahora más voy- responde.
Al entrar de la habitación
de Karla la veo en su trance regenerador. Sería mejor no despertarla así se
recupera más rápido pero necesito hablar con ella.
-
Oye- digo moviéndole su brazo- despierta tenemos que hablar.
-
¿Qué pasa?- dice abriendo sus ojos.
-
Quiero hablar contigo de algunas cosas que me preocupan.
-
¿Y eso no puede esperar?
-
Si podría pero prefiero que no.
-
Entonces empieza hablar.
-
Es que vi a Miguel en el video. El oscuro que te ataco es uno
de los que anda con él.
-
Anoche mientras me atacaban no lo vi a él pero si sospeche
que el oscuro ese saliera de la nada y me atacara. Pude observar tu rostro al
verlo en el video.
-
Si me preocupa porque él vio toda tu pelea con Shannon y esos
tipos. Si se aviva puede buscarla y saber el porqué de la pelea y se enterara
de Adriana.
-
Es verdad. No quiero ser aguafiestas pero es más que obvio
que va a buscarla. ¿Qué piensas hacer?
-
Si eso lo sé. Seguir manteniéndome cerca de de Adriana por si
Miguel decide acercarse a ella.
-
Si porque tú eres la única que podrá defenderla de él.
-
En cuanto Adriana ponga tras la reja al senador Politari y
toda esa gente, iré a medio oriente y ver qué puedo hacer. Tal vez organice una
pelea con él.
-
¿Te volviste loca? Sabes que los monarcas y el conserje hacen
esos combates a muertes y más si son dos herederos al trono. Además recuerda tu
estas desterrada. Lo mejor es
-
Eso lo sé pero estoy cansada de la situación. Ya he
renunciado al trono pero él sigue buscándome. En este momento el destierro no
me importa, yo iré allá. Es la única forma de solucionar esto.
-
Natalia no estás pensando claramente. Yo se que esta
situación nos afecta a todos. Pero el combate es peligroso. Y entrar en medio
oriente no te será fácil. Primero averigua una de esas tantas leyes que no nos
hemos aprendido a ver que encuentra que te favorezca.
-
Si intentare averiguar algo o puedes hacerlo tú también. ¿Por
qué piensas que la lucha es peligrosa? Soy tan buena luchadora como él. sin ser
una oscuro mate a uno de los mejores guardia de los monarcas y ahora estoy
entrenada y tengo experiencia en lucha.
-
Sé que eres buena luchadora como él o mejor, pero lo conoces
mejor que yo. Tu pelea será limpia y la de el no. Entiende quiere deshacerse de
ti y lo hará como sea. Si escuche eso pero nunca supe la historia deberías
contármelo ahora ¿no te parece?
-
Tienes razón pero me gustaría que seas más positiva. Yo no
tengo problemas en contártelo si eso quieres, solo tendré que empezar la
historia de cómo encontré Nod para que lo entiendas.
-
Ya te he dicho que no quiero ser aguafiestas solo soy
realista. Si quiero que me lo cuentes así que empieza hablar además a ti te
hará bien distraer tu cabecita con algunos recuerdos pasados.
Fijo
mi vista el techo proyectando mis pensamientos al pasado.
-
Estábamos en medio de las montañas con Josías buscando la
ciudad de Nod. Caminamos todo el día y el estaba mal porque no había bebido una
gota de agua desde el día anterior. Cuando iba cayendo la tarde no podía
caminar. Arme el campamento y lo deje allí acostado mientras yo buscaba agua
para ambos pero más para él. No encontré nada y volví a encender el fuego y
estar con Josías.
Lo
encontré en el campamento como lo deje acostado, sus labios re seco de no
hidratarse. De a ratos escuchaba sus quejidos de estar así. No pude soportarlo
y me aleje un poco del campamento para descargar mi angustia sin que el
escuchara. Sabes bien que Nod al ser reconstruida crearon un encantamiento que
la convierte en invisible para ojos
humanos.
La
noche estaba bien oscura y as estrellas seguían su recorrido en el cielo. Al
alejarme me deje caer en la tierra y los recuerdos asomaron a mi mente: mi
padre. Madre, Istar, la muerte de ellos y mi hermano lo único que me quedaba de
las cosas que amaba y podría morir y por mi culpa por llevarlo allí conmigo.
Las
lágrimas resbalaban silenciosamente por mi rostro, recordé las historias de mi
padre y levante la vista al cielo y grite: -
¿porque me abandonaste?-A ese alguien que solo escuche en los relatos y que no
conocía-¿acaso no eres el todopoderoso? ¿El Alto y el que todo lo puede? ¿Dónde está tu
misericordia? ¿Cómo soportas las injusticias?
_ ¿no tienes miedo de provocar su enojo?-
escuche a mis espalda.
Me di vuelta buscando de donde provenía
esa voz femenina. Lo que vi si me lleno de miedo pero a la vez de interés. Una
mujer vestida con ropa oscura como si estuviera de luto y un báculo en su mano,
su piel blanca, la más blanca que había visto hasta ese momento y su cabello
ondulaba a causa del viento.
_
Alguien que no existe no puede enojarse-dije
_ La vida te ha golpeado inmisericordemente… y eres atrevida de
hablar así- responde llevando su vista al campamento
_ Me gusta eso de ella- dice esa una voz
masculina desde la oscuridad.
_ Si… pero a
esto tu ¿Quién eres?-conteste a la mujer.
En
un movimiento imperceptible a mis ojos la mujer se puso tras de mí. Sentí su
aliento y sus frías y delgadas manos recorrer
mis brazos.
Y me Susurro al oído su nombre: Lilith.
Capitulo 37
Busco con mi mirada los ojos de Karla y la veo
interesada e intrigada.
-
Por favor continua- dice- después te preguntare cosas al
respecto.
-
Espero no aburrirte porque es un poco larga la historia.
-
Me doy cuenta pero me interesa.
-
Está bien.
Me
espante al escuchar ese nombre y gire rápidamente para verla, pero ya no estaba
y me percate que despareció de la misma forma que apareció.
Al
mirar hacia el oriente lo vi. Allí estaba Nod delante de mí. Una angustia más
profunda tomo mi corazón. Recordé las palabras de mi padre cuando me contaba
sobre Nod “solo los ojos de los
corrompidos pueden ver la ciudad. Para llegar a Nod debes tener un corazón
corrompido y desviado a los designios de Dios”
Si
encontré la ciudad pensé esto significa que estoy corrompida.
Ya
no me importaba me levante y busque Josías
y emprendí el camino hacia la ciudad. Entre a Nod con solo dos cosas en
mente salvar a Josías y aprender todo lo relacionado a ellos y tal vez
convertirme.
Busque
la primera casa para que le dieran agua a mi hermano. La mujer que nos atendió
no pasaría de los veinte años, llevo a Josías a una habitación donde lo recostó
y dio de beber agua muy lentamente mientras mojaba su cara con un trapo húmedo.
_Siéntate
aquí- me dijo llevándome a una mesa- tu también debes beber algo y alimentarte.
El se recuperar no te preocupes se nota que es un niño fuerte- decía esto
mientras me servía de comer y beber.
_ Si se que se recuperar. Y gracias por
todo eres muy amable.
Su respuesta solo fue una sonrisa y se
alejo a seguir cuidando de Josías que muy lentamente iba recuperándose.
Las horas pasaban y yo
seguía allí junto a él. Necesitaba descansar pero no quería dejarlo solo.
_
Debes descansar- me dijo la muchacha en un momento cerca del amanecer- él
estará bien.
_ Sé que él estará
bien pero igual quiero estar cerca.
Bueno acuéstate a su lado
así descansas. De qué sirve que él se mejore si tú no vas a estar bien.
Ella tenía razón. Le hice
caso acostándome a lado de Josías. Ni bien me sintió a su lado, se dio vuelta
abrazarme algo que era una costumbre en el al ir acostarse conmigo cuando
sentía miedo.
El cansancio me venció que
me dormí todo el día, desperté a la tarde.
Encontré a Josías sentado en la mesa alimentándose y hablando con ella.
Ambos me saludaron y me
senté junto a ellos para comer algo.
Teníamos que seguir nuestro
camino. Buscar nuestro lugar, no podíamos quedarnos allí.
-
Gracias
por todo- dije mientras Josías jugaba aparte con un perrito- ¿Cuánto es?
-
De
nada-contesta con una sonrisa-¿piensas pagarme?
-
Si
pienso pagarte dime ¿Cuánto es?0 ¿Cómo te lo pago?
-
No
quiero dinero- dice mientras busca con la mirada a mi hermano- conozco una
mejor forma de pagarme- acercándose más a mi cuerpo.
-
¿Eso
quieres?-dije dándome cuenta de su profesión.
-
Por
supuesto que eso quiero, no dejaría pasar la oportunidad de estar con una mujer
como tú.
Unos fuertes golpes en la
puerta nos sobresaltaron. Puede notar un leve temor en su rostro. En una ciudad
como Nod es normal tener miedo. Yo agarre la espada de mi padre. No sabía
pelear pero alguna vez me enseño algunas cosas para que pudiera defenderme.
Josías se puso detrás de mí.
- iré a
ver quién será a esta hora- decía mientras se dirigía la puerta.
Quede intranquila esos
golpes no significaban nada bueno.
- ¿Que quieres?- escuche preguntar a la mujer.
- ¿Donde están?- fue la respuesta masculina que ella recibió.
-¿Quienes?-volvió a preguntar ella.
-La joven y el niño- fue la respuesta- es mejor que no los digas
o te puede ir muy mal. La reina quiere verla.
-Ellos no están aquí-si los veo te avisare ¿no tienes porque
entrar aquí?
- Sabes quién soy y puedo entrar donde quiero mujerzuela-
dice esto dándole un empujón.
Entro en la habitación donde
nos encontrábamos nosotros. El hombre que entro media cerca de dos metros el
cabello largo, los ojos oscuros y una
vestimenta negra con la espada en su lado izquierdo.
-
Ya
has escuchado la reina quiere verte. Vendrás con nosotros.
-
A mí
nadie me da órdenes. ¿y si no quiero?
-
Jaja
eres brava mujer. Ya veo porque la reina te quiere en su palacio. Ningún humano
entra allí y el que entra no sale más. Te llevare a la fuerza si no quieres-
responde.
-
Entonces
tendrás que hacer el intento si es que puedes llevarme-poso su vista en mi mano
derecha donde tenía la espada.
-
Muchachos
vean la muchacha quiere una lucha jajá- todos rieron a su cometario- vamos
afuera y pelearemos el primero que haga una herida gana. Si yo gano vas conmigo
y si pierdo le diré a la reina que no has querido ir ¿trato?-contesta estirando
su mano para cerrar el trato.
-
Está
bien si yo gano tu reina vendrá a decirme que quiere- dije estrechando mi mano
con la suya.
Dicho esto ambos salimos de
la casa. El sol desparecía en el oeste dando paso a la vida de los no vivos.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Ve.C - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Que bien, buen capítulo, saludos.
ResponderEliminarAna.