Eso
tampoco paso y supongo que tampoco soy nadie para pedirle nada a Dios, desperté
en una habitación que conocía bien, estaba dentro de una vecindad de bastante
mala muerte, aquí no te despierta el olor a la comida de mamá, ni el cantar de
la aves y parece raro, pero aquí, tampoco da mucho el sol, así que cuando
despiertas no se sabe si es
de día o de noche, no, aquí te despierta el olor a
mota, los balazos, o como en mi caso las pesadillas que atormentan el alma y la
mente, agradecí que los golpes me dolieran lo suficiente como para no pensar en
otra cosa, al menos tenia eso, me levante del colchón en el que estaba acostada
y pude ver a Carmen, una señora de unos 60 años pero de vista parecía más
grande, que vende corbatas solo para poder mantener el vicio de la “coca”,
estaba recostada en la mesa, así que me acerque a ver que respirara, cuando me
di cuenta que lo hacía, busque mi ropa y la encontré toda rota y manchada de
sangre, pero igual no me importo y me la puse, cuando estaba terminando de
vestirme llego Rodolfo, el hijo mayor de Carmen, el tenia unos 30 años pero
tenia un síndrome de down por lo que no era un peligro, al menos eso decía
Carmen, me vio vestida y me dijo “tu carro esta afuera” mientras me
acercaba un vaso con tequila, sonreí por el acto y le dije “gracias, oye ¿cómo
llegue aquí?” no me dijo nada y vi como cargo a su mamá y la recostó en el
colchón que yo había ocupando minutos atrás, se levanto y me dijo “así”
señalando con su mirada lo que acababa de hacer, me acerque y la di un beso en
la mejilla, se lo merecía, después de todo no era la primera vez que me ayudaba
a llegar a su casa y seguramente tampoco seria la ultima, sonrió por lo que
hice y me abrazo muy fuerte y me dijo al oído “te quiero”, me separe de
él rápidamente porque me había lastimado
y le dije “no deberías”, me voltee y camine hacia la salida, deje el
vaso vacío en la mesa y deje también varios billetes, lo necesitarían para
algo, salí y baje las escaleras sin mirar nada ni a nadie y en efecto mi carro
estaba justo en la puerta de la vecindad, busque mis llaves y no las encontré,
estaba recordando donde podrían estar y Tito el hijo menor de Carmen se me
acerco diciendo “se te cayeron ayer cuando…” y se quedo callado, de
pronto recordé que había amanecido sin ropa y que Carmen no es capaz ni de
quitarse su propia ropa así que le pregunte a él también “¿cómo llegue aquí?”,
respiro profundo y me dijo, “Saúl nos mando a buscar ayer porque vio que
cuando saliste de su bar te habías hecho de palabras con las poquianchis,
cuando llegamos te estaban dando una buena madriza y nos tuvimos que meter,
checamos que estuvieras viva y el Rolfo te cargo para traerte aquí, no sabíamos
si necesitábamos llevarte a un hospital o si con descanso estarías bien así que
te quite la ropa, pero solo para checar si estabas bien y eso y cuando te quite
el pantalón se cayeron las llaves y pues yo fui por tu carro ahí al continente”,
podía creerle o no creerle pero la verdad era que me daba igual, así que le
quite mi llaves, le di los billetes que me sobraban y me fui, cuando estaba por
salir de ahí, en una de las esquinas vi que estaba la chava de la noche
anterior esa que me grito lo de bonita, detuve el carro y me baje, vio que me
acercaba y no se porque sonrió, camino hacia un callejón y la seguí, cuando
llegue hasta ella me dijo “que, quieres más, porque créeme que ganas no me
faltan de quitarte por completo lo bonita, que bueno, como estás ahorita nadie
te lo creería”, yo la estaba contemplando y no me di cuenta de que se
estaba preparando para pegarme hasta que sentí el golpe en mi labio, para estas
altura ya me había acostumbrado al dolor de
mi cuerpo y mi labio apenas lo sintió, me limpie la sangre que me salió
y esquive el siguiente golpe y empecé a golpearla con todas mis fuerza, esas
fuerzas que últimamente salían de una manera que no podía controlar, esas
fuerzas que todos sentimos cuando nos enojamos o cuando sabemos que eso depende
algo importante, y ahí estábamos ella tirada en el suelo y yo encima de ella
pegándole como si la vida se me fuera en ello, de repente empecé escuchar voces y ruidos alrededor de mi y
cuando levante la mirada pude ver a mucha gente a nuestro alrededor incluyendo
a las chavas que estaban la noche anterior con ella, estaban tratando de
meterse pero Tito y sus amigos las tenían agarradas, hice contacto visual con
Tito y me sonrió, regrese la mirada al a chica que tenia debajo de mi y vi como
casi no podía respirar porque se estaba ahogando con su propia sangre así que
me levante y camine hacia mi carro para poder salir de ahí lo más rápido
posible, maneje por más de dos horas, odiaba el trafico, no entendía como es
que había tanto trafico entre semana, llegue a mi casa, deje el carro en su
lugar y me metí, subí a mi recamara con la intensión de bañarme y llegar a las dos
últimas clases de la universidad, abrí la regadera y me empecé a quitar la ropa
con cuidado ya que me empezaban a doler los golpes otra vez, me estaba quitando
la playera cuando escuche un “oh por Dios” voltee y vi a Cinthia, mi
coordinadora y mejor amiga de mi mamá, mi tía hasta hace poco, termine quitarme
la playera y se acercó con lo ojos abiertos y a punto del llanto y de la nada
me soltó tremenda bofetada que me dejo completamente sorprendida, me le quede
viendo y me dio otra, estaba dispuesta a darme otra pero la detuve en el aire y
después le detuve la otra mano que se disponía a dármela, note en su mirada que
se tranquilizo cuando vio bien mi cara y mi cuerpo, empezó a llorar así que la
solté, la verdad era que últimamente no estaba muy capacitada como para tratar
con los sentimientos de otras personas, me abrazo fuerte y la rodee con mis
brazos sin poner mucho afán, gemí porque su abrazo me estaba lastimando y me
soltó, se limpio las lágrimas y me dijo “ te estoy preparando de comer,
metete a bañar para que cuando salgas comas y te lleve al hospital”, agarre
mi ropa y me metí a bañar, sentir el agua caliente por todo mi cuerpo empezó
siendo un suplicio pero pronto me acostumbre y lo termine disfrutando, me di
cuenta que no había visto como estaba y no me había limpiado ni nada porque
empecé a ver como por la coladera se iba el agua que tomaba un color
rojizo al pasar por mi piel, salí de la
regadera en cuanto note que el agua ya no era rojiza, me puse mi ropa interior
y me envolví en la toalla, al salir del baño me pare en frente de un gran
espejo que estaba a la mitad del pasillo que dividía las recamaras y vi que
tenia el labio roto, al igual que la ceja, el pómulo hinchado, un ojo morado
con un ligero derrame y un moretón en la parte baja del mentón, me quite la
toalla y me di la vuelta para ver mi espalda que estaba llena de moretones y
las heridas del accidente aun no sanaban por completo, di la vuelta y vi que tenia
las costillas hinchadas y supuse que tendría algunas rotas porque me costaba un
poco de trabajo respirar, me envolví en la toalla rápidamente cuando escuche
que Cinthia subía las escaleras, la encontré cuando estaba entrado a mi
recamara y venia con el botiquín de primeros auxilios que había en la cocina,
hizo que me sentara en la cama y ella acerco una silla que estaba en el rincón
de la recamara, me curo los golpes de la cara sin decir nada mientras no paraba
de llorar, yo tuve que respirar profundo y cerrar lo ojos mientras ella
suturaba mis heridas, cuando termino con la cara, checo mis nudillos para cerciorarse de que no estuvieran rotos,
termino y levanto la mirada para decirme “algún otro lado que tenga que
revisar”, sin decirle nada me levante, me di la vuelta y me quite la toalla
para que me checara los golpes de la espalda, cuando lo hice, soltó un suspiro
que me hizo sentir mal, pero igual ya estaba hecho, termino de curarme y me dio
la vuelta para poder checar mis costillas, no pude evitar quejarme cuando paso
su mano por mi costado y dijo “vístete que te tengo que llevar al hospital”
seguía llorando y antes de que saliera de la recamara la jale del brazo y la
abrace no muy fuerte porque dolía, nos quedamos así unos minuto y después le
dije “bueno pues ahorita bajo” me vestí como pude y baje, en la mesa
estaba servido el desayuno pero la verdad era que últimamente no tenia apetito,
comía como por inercia, como todo lo que hacia, me quede en la puerta del
comedor viendo la comida y no me di cuenta cuando ella llego hasta que me
susurro al oído “ni pienses en dejarlo así, que yo no cocino ni para mi”
camine hacia mi silla y recordé que no había vuelto a comer ahí para nada,
termine de comer y nos dirigimos al estacionamiento para irnos al hospital,
pero Cinthia se quedo parada en frente de mi cuando se dio cuenta que me iba a
subir del lado del conductor, nos quedamos viendo por unos minutos y me di
cuenta que tenia razón, todavía me dolía lo suficiente como para no tener ganas
ni de manejar, así que le di las llaves y me fui para el otro lado, no me di
cuenta en el momento en que me quede completamente dormida pero como siempre
desperté por el golpe que le di a la ventanilla de carro, tenia que encontrar
la manera de que las pesadillas pararan, cada día era peor, me queje por el
dolor de mis costillas y Cinthia me dijo “tranquila, estas aquí conmigo que
tal vez no es mucho pero algo es algo” sonrió y siguió manejando, yo por mi
parte me tranquilice pero ya no volví a dormir, llegamos al hospital y fueron
inevitables las miradas, los saludos y las preguntas, agradecí que Cinthia
fuera una de las dueñas y directora de hospital, así pude meterme en su oficina
rápidamente sin tener que pasar por nada de eso, me metí rápidamente sin hacer
mucho alboroto en lo que ella saludaba y contestaba las preguntas, fue
inevitable que los recuerdo llegaran a mi, yo corriendo por todo el hospital
mientras mi mamá y Cinthia atendían a las personas, todas las tardes mientras
era una niña fueron iguales, deje de pensar en el momento en que mi mano hizo presión en mi costado y el dolor fue lo
suficientemente fuerte como para hacer que me olvidara de mis recuerdos, en eso
entro Cinthia y sin mirarme me dijo “quítate la ropa y ponte esto”, mientras
dejaba una bata encima de una de las sillas, no le hice mucho caso y vi como
buscaba algo en uno de sus cajones, estaba viendo detenidamente su acción y le
pregunte “¿Por qué no estás en la escuela?” volteo a verme y me dijo “porque
los fines de semana no trabajo” yo fruncí mi ceño porque estaba
completamente segura de que era un día entre semana, no sabia exactamente cual
pero uno entre semana pero al parecer estaba completamente equivocada, vio la
expresión que tenia y me dijo “ok, ahora estoy consciente de que no sabes ni
en que día vives”, empecé a cambiarme sin darle mucha importancia a lo que
acababa de decir, termine de quitarme la ropa que traía puesta y quede en ropa interior, cuando estaba por ponerme
la bata me dijo “espera” y se acercó, me vio de arriba abajo y me pregunto
de los más seria “¿Cuántos tatuajes tienes? , se sentó otra vez en su silla y
me puse la bata mientras le contestaba “7 ¿por qué?” se me quedo viendo
y sonrió, no entendí para nada esa sonrisa pero luego me dijo “estoy
llenando tu hoja de ingreso”, me le quede viendo y le dije “¿ingreso?,
cuál ingreso” cuando dije esto ya estaba parada y lista para salir
corriendo en cualquier momento, se dio cuenta y se me acerco otra vez diciendo “¿vas
a correr con más de 7 costillas rotas en medio de un hospital en donde por
cierto todos te conocen? “, no supe que decir pero no cambie mi postura
para nada, ella tenia un buen punto pero no quería estar ahí, tomo mi mano en
la que tenia mis tenis y mi ropa y me dijo “te quedaras aquí en lo que te
recuperas, eso podría tomar poco o mucho tiempo depende de si las costillas no
perforaron ningún otro órgano que no creo porque ya habrías tenido otros
síntomas pero igual haremos unas radiografías para estar seguras y si no
perforaron nada entonces te quedaras el fin de semana para que los músculos que
tienes alrededor de tus costillas se desinflamen y dejes de tener tanto dolor”,
me quede en silencio procesando toda la información que acababa de darme cuando
sonó el teléfono, contesto y rápidamente colgó, me llevo a la sala de rayos x y
sacaron las placas necesarias, esperamos juntas a que el chico que las tomo las
llevara y en ese momento me di cuenta de que no había nadie más en la sala así
que voltee a ver a Cinthia y le pregunte “¿Dónde esta toda la gente?” me
volteo a ver y me dijo “supuse que no querías a nadie aquí contigo así que
pedí que desalojaran la sala unos 10 minutos y pedí que solo se quedara el más
nuevo de los radiólogos” asentí con la cabeza y me dispuse a esperar, unos
3 minutos después llego un chico que tenia toda la pinta de barbero y lo era,
me di cuenta en cuanto abrió su boca para decir “Doctora aquí están sus
placas, espero que sean de su agrado, trate de hacerlas lo más visibles
posibles y ya sabe cualquier cosa que necesite no dude en pedírmelas”, para
este momento ya me había hartado y le arrebate las radiografías mientras me
encaminaba hacia la oficina de nuevo, cuando llegue las puse en el negatoscopio
y trate de leerlas pero la verdad es que a diferencia de mi familia la medicina
nunca me llamo la atención, después de un momento entro Cinthia con cara de
enojada y se quedo parada en la puerta viéndome y con las manos en la cintura
como esperando una respuesta y se la di “me harte de escuchar estupideces”,
sonrió, camino hacia a mi y me dijo “que es lo que ve señorita de la Torre”
“no se” conteste y me dijo “mira” señalando un punto de la
radiografía “aquí nos indica que los órganos cercanos no están dañados pero
que tienes 2 costillas rotas del lado derecho y 3 del lado izquierdo” la
interrumpí y le dije “pensé que habías dicho que eran
más de 7 las que estaban rotas” volteo a verme y sonrió, después me dijo “solo
especulaba, ahora te quedaras aquí hasta mañana en la tarde, estaré contigo lo
más que pueda pero ya sabes que mientras estoy aquí va a ser un poco difícil,
te asigne la misma habitación de la vez pasada así que si quieres algo dímelo”
estaba por salir de la oficina cuando le dije “oye, quiero la habitación
obscura y no quiero a nadie que me conozca cerca, si tienes que hacerlo
contrata enfermeras nuevas solo para hoy y mañana” me interrumpió diciendo “no
vas a necesitar enfermeras, por lo que vi tu sola puedes con todo, solo trata
de estar en cama lo más posible” y continúe diciendo “esta bien, así
mejor, solo tu podrás entrar y quiero
que la hoja de ingreso se quede en la otra oficina, nadie puede tenerla ni
saber que estoy aquí” se rio y me dijo “y si no hago lo que me pide que
pasaría señorita” sonreí lo más cínicamente que pude y le dije “de
verdad no te imaginas lo que va a pasar”, no me dijo nada pero cuando salía
de la oficina me grito “espera aquí mientras veo si la habitación esta
desocupada”, mientras esperaba me
puse a recordar porque le había puesto la habitación oscura, era una habitación
que se encontraba en el área de especialidades y estaba reservada para paciente
con riesgo de contagio y siempre estaba obscura porque al edificio de un lado,
era más alto que el hospital, pero solo tapaba la entrada del sol de esa
habitación, estaba divagando en eso cuando escuche sonar mi celular, me acerque
hasta en donde estaba mi ropa y lo saque, vi que la llamada venia de una de mis
tías y entre contestar y no contestar decidí no contestar, unos segundos
después volvió a sonar y volví a colgar pero esta vez Cinthia estaba entrando a
la oficina, se me quedo viendo como a la espera que contestara pero como eso no
iba a pasar decidí preguntarle “¿ya esta listo todo?”, hizo una mueca
extraña con la boca y me dijo “sí, vamos”, llegamos a la habitación y en
el camino solo nos encontramos a dos camilleros a los que no les hice caso, me
acosté y Cinthia salió, cuando regreso traía con ella un suero y una charola
con varias medicinas, me puso el suero y me dio desinflamatorios y analgésicos,
vi como saco una jeringa y mi cara fue
de sorpresa total y miedo a decir verdad nunca fueron mi fuerte las agujas pero
se apresuro a decir “tranquila la voy
a poner en el suero son sedantes para que puedas dormir”, los puso, se
sentó en una orilla de la cama y me dijo “sabias que pudo haber sido peor, verdad”, respire profundo, no le dije nada
y siguió diciendo “no sé que te paso pero no esta bien lo que haces con tu
cuerpo, vas a terminar mal”, seguí callada, como se suponía que debía
decirle que así era como quería terminar, de la peor manera, abrió los ojos como
cuando me pego y grito “eso es lo que quieres, quieres terminar muerta, que
no te importamos la gente que te queremos y nos preocupamos por ti, de verdad
eres tan egoísta”, para este punto ya se había levantado de la cama y se
había puesto a llorar, yo estaba sintiendo el efecto de los benditos sedantes y
me estaba costando horrores mantener mis ojos abiertos, supongo que se dio
cuenta porque ya no dijo nada y dejo un beso en mi cabeza, amaba profundamente
los sedantes, eran los únicos que me hacían dormir lo suficiente, sin
pesadillas y por un largo tiempo.----------------------------------------------------------------------------------------------------------
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dios esto si es intrigante estuciamada por saber que sigue por cierto me encanta la historia
ResponderEliminargran gran historia...ya quiero leer el próximo capítulo
ResponderEliminarDanii de Costa Rica
buenas creo q esta historia no paso por revisión, la verdad es complicada para leer por lo pequeño de las letras...
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