-Y yo que pensaba que no te vería pronto- le sonreía
abiertamente
- y yo que no esperaba que fueses doctor- él se acercó
y se sentó en la silla al lado suyo sin dejar de sonreírle.
-Bueno, esas son las sorpresas de la vida- le guiño el
ojo.
-Supongo que si – concordó con el, debía estar atenta
o caería en el juego del hermano de Naomi.
- Déjame verte – le decía al momento que corría su
flequillo para observar las heridas superficiales de su rostro. – Nada grave
por aquí – y tomo su mano izquierda que estaba envuelta en una gasa. – Esta
parece complicada- dijo al momento que desprendió la gasa y admiro la herida -
¿Cómo te las hiciste?
- ¿Las heridas? – sabia que tarde o temprano alguien
preguntaría.
- No… tus hermosas manos… ¡Claro! Las heridas- afirmaban
en tono de burla.
- Ha ha! – Se estaba burlando de ella con esas
estúpidas afirmaciones – salte a través de uno de los ventanales de vidrio – respondió
a regaña dientes por lo bajo, sonaba mas estúpido en voz alta.
-¿Cómo?- la miraba anonadado.
- Lo que escuchaste – no lo repetiría, seria idiota
repetirlo eso en voz alta.
- ¿Como sucedió?- parecía querer averiguar la verdad a
todo precio.
- Estaba caminando después de que me despedí de ti y
Max- tenia que decirlo de la forma mas creíble posible para que no suene
idiota, no otra vez.- vi la clase de educación física por un segundo y – venia
lo complicado – pude ver lo que Naomi pretendía y calcule que se estrellaría
contra el vidrio.
-¿Entonces saliste en su rescate?- tenia una semblante
serio.
- ¡No!, bueno si… no se – y ahí revelaba todo – cuando
quise darme cuenta ya estaba a escasos pasos de Naomi y lo demás vino solo –
agachaba su cabeza.
- Lo que hiciste fue muy valiente - ¿La estaba
elogiando?
-Gracias – no se esperaba eso.
- E idiota a la vez jajajaja – como siempre se reía de
ella después de todo.
- Supongo que si – y se unió en su risa, después de
todo tenia razón, fue valiente e idiota la vez; aquello no podía negarlo.
Se dejo llevar con la charla y para su sorpresa las
heridas de su rostro ya habían sido curadas sin que ella se diese cuenta, algo
sumamente raro. Pero ahora venia lo peor y lo sabia, Tom tenia que sacar el
vidrio que tenia en la mano izquierda y por mas burlas que se presentasen en el
ambiente no podría centrar su atención en otra cosa.
-Bien, ahora viene lo peor- tom había
leído su pensamiento – déjame ver tu mano.
- Déjame decirte algo antes – sus miradas se
encontraron y por un instante sintió una punzada en su vientre – yo…-el momento
y la intensidad de las miradas denotaba que seria algo importante pensó él –
soy una llorona.
-Pfff – no podía contener mas la risa – JAJAJAJAJJA-
se estaba desarmando de la risa y la veía fruncir el ceño – no puedo mas
jajajaja – ¿se había puesto tan seria para decir eso? – tu si que eres especial
– y no lo decía de mentira, era realmente única al poner esa cara de pena y
seriedad para admitir un defecto que no muchos aceptan con facilidad.
- ¡Es en serio!- la escucho demandar- es para advertirte…-
si no era por que eran los únicos en la enfermería no habría escuchado ese
susurro.
- ¿De qué? – pregunto aun divertido
- De que muy posiblemente – la veía jugar con sus
dedos nerviosamente – me largue a llorar.
- ¿Sabes que no te romperé el corazón ¿verdad? – tenia
que distraerla y sabia que Kall caería. Agarro su mano y empezó a trabajar la herida.
- ¡Oh vamos! No hablo de eso – tenia el ceño fruncido
y la boca arrugada, mostraba una faceta infantil. Le encanto la imagen y se
pudo hacer una idea del porque.
- Pero yo si hablo de eso- si todo seguía como hasta
ahora en un par de frases mas habría terminado. – ¿Qué me dices?- levanto la
vista de su herida para encontrarse con unos ojos verdes completamente vacíos.
¿Esos eran los efectos de su declaración? ¿Unos hermosos ojos vacíos? Había extraído
el vidrio exitosamente sin que ella se diese cuenta.
-No sé de lo que hablas – volvió a su herida y se dio
cuenta que realmente no sabia de lo que le había dicho. Quizás alguien en el
pasado la había lastimado demasiado y ahora cada vez que se le insinuaban
levantaba una barrera perdiendo la pasión en el camino.
-Te hablo – solo quedaba hacer unos tres puntos y
terminaría- de que me encantaría – empezó a coser y decidió hablar al momento
para que ella no se percate del dolor – que me acompañes a la fiesta en la
mansión Clark el próximo 15 de Septiembre. ¿Qué te parece? – pregunto justo
mientras terminaba de dar el ultimo punto.
-Yo…- se la escuchaba dudar así que la interrumpió
para darle la buena noticia.
-Mira – con su mano levanto la suya para que la viese
–ya saque el vidrio y termine- le sonrió por que ella seguía demasiado seria –
ahora te pongo un desinfectante, una venda y listo- se dispuso a terminar el
trabajo.
-Gracias- la escucho susurrar.
-No- respondió sabiendo que la rubia caería
nuevamente.
-¿Cómo? – estaba confundida.
-Me debes una – sentencio al momento que terminaba de
curar completamente la herida – págamela- se levanto para quedar a escasos
centímetros de ella.
-¡Bien!- se apartó de su rostro y se dirigía a la puerta – seré tu pareja el 15
¿satisfecho?
-¡Por supuesto!- se dispuso a guiñarle el ojo pero
ella ya estaba fuera de la enfermería – me volverás loco – le dijo al viento.
Se paró. Había corrido desde la enfermería hasta el
patio principal sin descanso. No sabia bien el por que lo había hecho pero su corazón
le pedía un descanso y se lo brindo. Después de todo en ese mismo día había
jugado un partido contra Alex, había estado a solas con su profesora y ahora
después de correr por dos pisos de la academia parecía que el mismo saltaría de
su pecho y se conseguiría una nueva dueña. Una que no lo exalte demasiado.
Inspiro y exhalo repetidas veces para calmarse y siempre que parecía lograrlo,
una imagen de su profesora limpiándole una gota de sangre de su mejilla se
presentaba, para asegurarle que la tranquilidad no se daría con facilidad. ¿Qué
me esta pasando? Se preguntaba una y otra vez. Tenia que distraerse y rápido.
-Amor- escucho la voz de John a su espalda. Sin
responder se dio vuelta y beso a su novio con el mayor de los énfasis,
suponiendo que un beso podría borrar la imagen que aparecía cada vez que se
recordaba a escasos centímetros de su profesora, como podía hacerla vibrar
entera sin tocarla. Intento subir la intensidad dado que el beso no resultaba
pero un brazo la separo – ¿estás bien? – después de todo su novio la conocía y
sabia que algo andaba mal.
-Si – lo agarro de la cintura y lo atraía hacia si
misma - ¿Por qué?
-No lo se- la miraba preocupado – pareces… diferente.
-No se de lo que hablas – lo atrajo hacia si misma de
nuevo y comenzó a besarlo.
-Naomi-la voz de su padre cayo como balde de agua fría
sobre ambos- si mal no recuerdo, tienes clases.
-Lo lamento- se desprendieron – estábamos yendo – tomo
la mano de su novio y se dispuso camino al aula de química.
-¡No llegues tarde a casa!- su padre estaba bastante
lejano ya – cena familiar por la llegada de Tommy.
Suspiro para su adentro. Una cena familiar no era lo
que esperaba después de todo. Por lo menos como había dicho Alex, lo único que
no podría quitarle a ella era John, al menos claro que sea gay.
La siguiente semana decidió ignorar todo lo que
involucrase a su hermano y a Kall. Si se alejaba de ellos menos pensaba sobre
los mismos. La técnica le dio resultados pero cada vez que estaba en clases Tom
se presentaba pero no para buscarla sino para hablar con Kall que aunque lo
echaba al instante siempre denotaba cierto brillo en los ojos, haciendo
enojarla profundamente. Cada vez que pensaba en ella, besaba profundamente a
John y se olvidaba de todo. Aunque últimamente no daba mucho resultado.
Entonces decidió hablar con ella, era la única que podía ayudarla si creía
saber cual era el problema después de todo.
-Necesito hablar contigo – dijo con la voz fuerte ya
que su sequito de mujeres eran muy animadas.
-Déjennos solas – ordeno la chica de pelo castaño.
Todas se levantaron no sin antes darle una mirada de advertencia a ella. – ¿qué
necesitas? – no la miraba.
-¿Qué pasa cuando piensas mucho en una persona?- hablo
tímidamente lo que la hizo mirarla.
-¿No tienes a Alex para estas tonterías?- ¿Por qué la
buscaba para hablar de amor?
-Responde, por favor- la suplica le hizo preguntarse
aun mas esto.
-No se concretamente a que te refieres, ¿podrías ser
mas explicita?- no entendía muy bien la pregunta.
-¿Qué pasa si piensas demasiado en una persona y sólo
quieres que se fije en ti?- le gustaba la persona, era claro, pero ¿por qué le
preguntaba eso a ella?
-Supongo…-vio que la cara de Naomi estaba
perfectamente atenta. Esperaba con ansias su respuesta, aclaro su garganta- ¿en
qué sentido quieres que se fije en ti?- lo mejor era indagar.
-En el que pueda demostrar mis habilidades y enseñarle
que soy mejor de lo que piensa – esto era complicado, no sabia si era amor u
odio – que puedo vencerla fácilmente.
-¿Vencerla?- se dio cuenta el por que había acudido a
ella - ¿la conozco?- vio en la cara de Naomi el susto y capaz que no quería
decirle quien era. – ¿A quién se parece?- así por lo menos tendría una idea de
quien hablaban sin que le dijera quien era.
-A Steigh... mi profesora titular
-Entonces es hermosa- al momento que dejo salir la
frase inconscientemente vio en Naomi el rostro preocupado – si se parece a ella…
claro.
-¿Entonces?- Naomi se pasaba una mano por su cuero
cabelludo en un claro reflejo nervioso.
-Supongo…- lo mejor era que se diese cuenta sola pensó
– que solo quieres derrotarla- sentenció.
-¿En serio?- vio a una Naomi aliviada – Gracias- se
paraba para abrazarla.
-Ni se te ocurra abrazarme – le dijo de manera
tajante.
-¿Por qué?- pregunto ignorante.
-¿Ves a las chicas de allí?- señalo un grupo de chicas
que miraba en su dirección sin parpadear – las asustas con tu sola presencia,
si me abrasas creerán que estamos juntas y ninguna se acercara jamás de vuelta
a mi.
-¿Por qué?
-Porque no se creen competencia contra ti- dijo la
verdad.
-Entonces te las buscas bastante cobardes ¿no crees
Mel?- Después de dedicarle esas palabras se dio media vuelta y abandono la
cafetería. Lo que no podía creer era como Naomi Clark la mejor promedio de la
academia no veía las señales. No podía creer como semejante cuerpo tan hermoso
fuese tan ignorante con respecto a su corazón. Era la mejor alumna de la
academia pero en materia del amor era una alumna promedio. Se rio del
pensamiento y volvió a la animada charla con sus seguidoras que volvieron a
rodearla.
La semana siguiente del accidente del vidrio se torno
un poco molesta para ella. Le había dado el visto bueno a Tom, pero el mismo volvía
todos los días a interrumpir su clase solo para asegurarse de que no había
cambiado de idea. El chico si que era persistente. Siempre lo echaba pero al
otro día volvía nuevamente. Para Naomi, parecía haber muerto ya que ni le
dirigía la palabra, después de todo, seguro le dolió que no la haya dejado
coser su mano. Si era eso, era muy chiquilina, solo tenían 17 o 18 años, es el
tiempo perfecto para ser chiquilines pensó. Era viernes y faltaba una semana
para la gran fiesta, después de todo se libraría del hermano de Naomi, solo
tendría que aguantar una semana mas. El golpe de la puerta no la inmuto y decidió
salir y hablar en privado con él en vez de invitarlo a pasar y quedar en ridiculo
frente a su clase. Salió y ahí estaba él con unas flores.
-Déjame ver… mmm… si estoy segura que te lo dije antes
¿no?- el la miraba con cara de cachorrito perdido – no quiero verte por aquí en
mi horario de clases.
-¿Y en otro horario?- tenia una cara divertida, se volvía
a burlar de ella.
-¿Qué tal… nunca?- le sonreía de la misma forma que
él.
-¿Qué te parece si te sigo siempre?- la burla se iba
borrando mostrando la sinceridad.
-¿Qué te parece si me dejas dar mi clase en paz?- si quería
sinceridad se la daría. Dio media vuelta
y antes de entrar a su salón de clases cuando lo escuchó.
-Te veo la semana que viene a esta hora – después de
todo no se rendiría – y por si saltas frente a un vidrio, sabes donde
encontrarme para llorar- se dio vuelta y él le guiño el ojo. Empezó a sonreír
por el comentario y entro en el salón nuevamente.
La vio entrar con su característico brillo en sus ojos
pero ahora algo lo acompañaba. Era una sonrisa. Nunca entraba con esa sonrisa,
era bastante sonrisal y todo, pero la sonrisa que llevaba impuesta en su cara
se parecía a la autentica que le mostro luego de agradecerle en la enfermería. Empezó
a odiar en secreto a su hermano. Ahora el también conocía la sonrisa de Kall,
la autentica. Después de todo no era la única que lograba hacer sonreír a su
profesora de esa manera. Era un tornado de emociones y antes de sacar
conclusiones anticipadas tenia que salir de allí. Ver a Kall no hacia más que
darle mas fuerza a ese gran enredo que tenía en su cabeza. Se levanto y entrego
las actividades sin terminar.
La vio levantarse y entregar la hoja con una furia que
pareciese que la llevaba el diablo. Algo le paso. En el momento entre que ella salió
para hablar con su hermano y cuando volvió. Entre ese momento algo había
molestado a Naomi y se reprocho por no haber estado presente para prevenirlo.
Su deber era cuidar de sus alumnos en sus clases y no lo había logrado. Levanto
la vista en busca de una explicación pero se encontró con una Alex que miraba a
John. Ambos confundidos.
-Alex ¿quieres ir a buscar a Naomi por favor?- le
hablo a Alex, ella era su mejor amiga después de todo.
-Lo lamento- tenia una mirada apenada- pero esto –
señalaba la hoja- me cuesta horrores y me gustaría concentrarme.
-Lo entiendo- tendrían que esperar que Naomi vuelva.
-Puede ir John en mi lugar – Alex la miraba preocupada-
el ya termino todo.- y era cierto. Pero no le agradaba que el novio y la novia
se escapasen juntos. Aunque no le quedaba otra opción.
-Esta bien, John por favor búscala- apenas dijo eso él
se disculpo y salió en su búsqueda.
Antes de darse
cuenta estaba en un aula vacía. Estaba sentada con los brazos cruzados sobre el
escritorio y la cabeza escondida en ellos. Si John no hubiese llegado de seguro
se largaba a llorar.
-Nao, ¿estás bien?- su novio le acariciaba la espalda
esperando una respuesta de su parte. Se levanto y sin decirle nada empezó a
besarlo. Primero lo hacia de forma lenta, acariciando cada rincón de la boca de
su novio. No quería preocuparlo pero realmente necesitaba distraerse. Fue
aumentando el beso y lo apoyo contra la pared. Llevo las manos hasta su cuello
y lo obligaba a pegarse cada vez más a ella. El salón estaba lo suficiente a
oscuras para crear ambiente y como se habían fugado de la clase no había nadie
en los pasillos. Cuando creía haber olvidado todo, se encontró pensando a la
profesora en cada momento y en como su hermano podía provocar esa sonrisa.
Tenia que borrarla de su mente y esos temblores que venían con el pack. Su
novio la besaba y la empezó a empujar en
dirección al escritorio; con un salto estaba en el escritorio con las piernas
abrazando su cadera mientras él repartía besos por su cuello. Todavía la seguía
pensando así que atrajo a su novio y aumento la intensidad del beso. Cuando
logro borrarla, las manos de John estaban dentro de su camisa en dirección al
norte y se encontró con que estaba muy excitada. Entonces la escucho hablar en
la galería.
-Cris… ¡escúchame! Estoy bien, no te preocupes. Te
busco cuando termine aquí. Ok, nos vemos.
Era ella. La invadió un sentimiento de bronca y deseo.
No quería que buscase a esa tal Cris, quería que la busque a ella, que la llame
a ella y que piense en ella. No supo si fue la bronca o el deseo la que la
impulso a que con sus piernas guiara a John a rozarse y marcar un ritmo
mientras el mismo masajeaba a través de la tela de su sostén sus pechos. Estaba
en pleno clímax pensando en la persona que no estaba entre sus brazos, así que
para no gritar su nombre ahogo su voz en su cuello mordiéndolo, al tiempo que cedía
ante el placer imaginando que su profesora era quien estaba con ella. Entonces lo noto, la deseaba desde el fondo
de su ser.
-¡Lo sabias y no dijiste nada! – le grito y no le
importo que sus seguidoras la miraran. Con un simple movimiento Mel despojo a
todas dejándolas a solas. No podía soportar mas – ¡¿Por qué no dijiste nada?!
- ¿Que se suponía que dijera? ¿Naomi estas enamorada
de tu profesora?- puso tono irónico en la respuesta.
- ¡Buscaba respuestas y acudí a ti porque confiaba!-
le escupió toda la verdad en la cara.
- La primera vez…
- No me vengas con esa psicología barata de ‘’la
primera vez que te enamoras de una mujer’’ ¡A LA MIERDA! – Dijo mientras le
daba la espalda para esconder el llanto que se quería hacer presente- confiaba
en que me ayudarías…- contenía su llanto en sus puños – después de todo lo que
paso – hablaba tan bajo pero en un alto grado hiriente – pensé que seguíamos
siendo amigas… pensé que podía confiar en ti. – dijo lo ultimo que considero
importante y comenzó a alejarse de ella, la única persona en la cual le había
confiado su problema y no la había ayudado.
- Si necesitas…- se dio vuelta para enfrentarla una
vez más antes de irse.
- Aunque la necesite – le sonreía irónicamente, solo
buscaba lastimarla – no acudiré a ti Mel, tenlo por seguro- y así abandono el
patio y a una amiga que no le había mostrado la verdad evitando que jugase o
crease falsas ilusiones a John su novio. Tenia que hablar con él.
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medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Gracias por continuar la historia Eugeene. Ya estoy deseando saber quién Cris y como reaccionará Namomi ahora que comprendió que está enamorada de Kall
ResponderEliminarMe encanta, me encanta!! Excelente historia, gracias por compartirla!!!
ResponderEliminarAMO esta historia Eugeene POR FAVOR no la dejés botada...y ojalá podás subir los capítulos más rápido...GRACIAS
ResponderEliminarDanii de Costa Rica
Sin sentido. Esta historia no tiene ningún sentido. El argumento es excesivamente pueril por lo contradictorio. Repito: no encuentro sentido a la historia. Quieres utilizar el elemento suspense sacándote de la manga situaciones improbables. ¿Quieres explicarme cómo en una escuela de alto nivel, que se jacta de su supremacía ante otras escuelas del país, hay un tipo que se mueve como Pedro por su casa y va interrumpiendo clases? Por muy hijo del director que sea, es imposible que se le permitiera. Esto por un lado. Por otro lado: si ya he dado el sí a una cita y el tipo se me pone pesado todos los días recordándomelo, sencillamente lo mando a paseo. Y como estas te puedo señalar unas cuantas incongruencias más. Lo dicho, para crear suspense te sacas de la manga situaciones que no tienen lógica alguna.
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