Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Inevitable - Eugeene (Cap. 9)


-Me dejas ver o iremos al hospital – amenazo Cris.
-Bien- dijo saliendo de su escondite y sentándose en el sillón de la sala de estar con los brazos cruzados al pecho. En la caída se había abierto la herida de la mano izquierda, así que la cocieron nuevamente.
-¿Cómo te lo hiciste?



-A ver… - se hacia la que olvida – ¡oh si! ¿Recuerdas la persecución? – dijo sarcásticamente
-Humm- le seguía el juego – no sé de que hablas- dijo encogiéndose de hombros. Ambas estallaron a reír pero luego su mejor amiga volvió a su cara seria – por favor, dime ¿como te la hiciste?- mientras examinaba el gran cardenal de hematoma que presentaba Kall desde la sien derecha hasta el principio de la mandíbula.
-No lo recuerdo claramente – se encogió de hombros.
-¿No lo recuerdas o no quieres decirme?
-¡AH! – Grito de dolor al tacto de su amiga con su hinchazón – cruce una de las avenidas en rojo – cerro los ojos.
- ¡QUE!- su amiga se había alejado para seguramente mirarla - ¿estás loca?- pregunto mientras comenzaba a tratar su herida.
-Sabes que tenia que escapar… - suspiro esperando que la hubiese entendido.
-Y te quejabas de que no tenia métodos imaginativos- se burló.
-¡el mio fue imaginativo!
-NI QUE LO DIGAS – se notaba a Cris bastante tensa – ¿golpear policías K?
-No se me da bien seducir como a ti – escupió entre dientes
-¿No podías fingir desmayarte? No lo se… ¿ALGO MENOS PELIGROSO?- Cris estaba hecha una furia. Y no podía culparla después de todo hacia solo unos momentos habían llegado de la persecución y Cris tanto como ella, habían descubierto su cara golpeada. Sabia cuando había ocurrido. Fue cuando cruzo la avenida y un auto le acertó a su pierna. ¡Su pierna! De seguro era peor que el cardenal de la cara ya que cuando cayó por lo menos amortiguo con sus manos; que para variar también presentaban moretones. Tenia que hablar o sino su mejor amiga empezaría a sermonearla, eso era seguro.
Se había despertado con un dolor de cabeza tremendo. Sentía la boca echa un asco y todo su cuerpo transpirado. Aunque no estaba en su uniforme de colegio, sino con un short blanco y una remera de Bob esponja. Intento ubicarse pero la habitación no era familiar. Se levanto y se dirigió a la puerta pero antes de hacerlo se tropezó con un cuerpo, al caer éste se asustó.
-Despertaste – se frotaba el estomago, donde ella la había pisado – ¿estás mejor?
-¿Tú estás bien? – una mirada extraña cruzo por los ojos de Mel – digo… dormiste en el piso – explicó.
-Ah – se sentó- no te preocupes, solo fue una siesta – sonrió. No pudo evitar pensar el por que todas sus seguidoras estaban enamoradas de Mel. Era una chica sencilla pero sus facciones eran simplemente perfectas y su sonrisa. Su sonrisa podía enamorar hasta el hombre mas gay o a la mujer mas hetero del mundo entero. Pero por un momento se pregunto ¿Por qué no gustaba de ella? ¿Por qué gustaba de Kall y no de Mel? Ambas eran mujeres y ambas eran hermosas; aunque Kall ganaba de sobremanera.
-¿Por qué no dormiste en la cama conmigo? – al instante que dejo escapar la pregunta de sus labios se dio cuenta el porqué. Mel era una de las pocas homosexuales declaradas en la academia. Seguro pensó que la incomodaría.
-Tenia miedo que me vomitases encima- mintió pero Naomi no lo notó.
-¿Y crees qué en el suelo estarías a salvo? – pregunto divertida.
-En realidad – respondió en el mismo tono – tenia miedo de acostarme a tu lado y que te enamoraras de mi en tus sueños.
-¡Ha Ha! ¿Qué sucedió? – pregunto en tono serio ya que intentó recordar pero la laguna mental era mas bien una especia de mar.
-Te emborrachaste y la policía parecía querer entrar al local para arrestarte  – no podía creer lo que escuchaba – pero por suerte una ladrona ataco a los policías y se torno una especie de persecución policial – podría haber ido a la cárcel si esa loca no hubiese decidido robar ahí ese día. Si no había sido su día de suerte estaba muy cerca.
-Gracias – susurró- por todo lo que has hecho a pesar de lo que te he dicho.
-No te preocupes, para eso estamos los amigos ¿verdad?
-En serio – se acercó y la abrazó- gracias.
-¿Quieres que te lleve a tu casa?
-¿Qué hora es?
-Las 8
-¿¡QUE!?- localizo su mochila y la colgó en su espalda – La beneficencia empieza en una hora! – la miraba apurándola pero su compañera no se movía.
-¿Piensas irte con esa ropa? – le señalo el short y la remera de Bob.
-¡No tenemos tiempo Mel! – abrió la puerta – tenemos que irnos ya! Me cambiare en el auto – y salió de la habitación.
Hacia ya unos minutos que permanecían en silencio y Kall empezó a notar el dolor en su muslo derecho. Como por arte de magia su amiga leyó sus pensamientos.
-¿Dónde más?
-¿Qué? – sabia a lo que se refería pero no quería que lo viese. Si se veía como dolía, se llevaría una buena charla por parte de Cris.
-¿Dónde más te golpeaste genio?- usaba un tono de burla pero no uno afectivo.
Estaba a punto de desmentir el punto de su amiga, pero ésta se abalanzo sobre él apoya brazo del sillón  observando bien de cerca su cuerpo. De seguro buscaba en la ropa, la parte más sucia o desgastada.
-Parece que aquí es – dijo mientras tocaba su muslo y ella se retorcía de dolor.
-AHHH- el grito inundo el departamento y aunque había intentado ser fuerte las lágrimas inundaban sus ojos.
-Bien – desapareció de la sala y mientras buscaba algo en su habitación le gritó – ¡Sácate los pantalones!
No había marcha atrás, ahora Cris curaría su herida por mas fea que sea. La vio venir con unas 4 cremas y una venda elástica. Sentada con la remera de la persecución y sin pantalón se quedo en silencio todo el rato que necesito el tratamiento. Le dolía muchísimo pero no quería gritar o llorar sino Cris se enfurecería. Por lo menos era la única que podía ejercer ese poder sobre ella a diferencia de todos los doctores.
-Termine – dijo en tono apagado. Observo su pierna y ya no dolía para nada. Estaba vendad y encima tenia una tela elástica de color azul que apretaba su muslo pero por alguna razón no sentía molestia. Se disponía a agradecerle pero ésta se sentó al frente y aquí venia lo que más temía. La charla.
-¿Cuándo pararas? – la miraba a los ojos.
-No sé de que hablas – intento esquivarla.
-¿Cuándo dejaras de ayudarla? – la pregunta se le planto en el pecho como una flecha. Se quedo en silencio. ¿Cómo responderle si ni ella misma sabia eso? – Te estas destruyendo K…
-¡No es cierto! – ella no lo veía así. Era ayuda nomas, ¿cómo podía eso destruirla?
-¡SI LO ES!- y elevo la voz mas fuerte que ella. Se levanto de la silla y con la mano enumeraba los accidentes. El índice – Primero te suspenden una semana – levanto el dedo del medio – Segundo te cortas la mano izquierda y tienes 4 puntos! – Y levanto el dedo anular – y Tercero ¡fuiste protagonista de una persecución policial! – Se acercó hasta donde ella estaba sentada – ¡Y MIRA COMO TE QUEDO LA CARA Y EL MUSLO!
No había manera de rebatir. Ella también lo entendía. Si seguía adelante ya no sabia que podría pasarle pero no quería abandonar a un adolescente por más pequeños que fuesen sus problemas. Los sueños mueren como por arte de magia y ella ayudaría a Naomi a conseguir el de Harvard. Su amiga tenía una mirada dura sobre ella pero ella tampoco daría el brazo a torcer. Pelear por sus ideales era lo mas leal que conocía, aunque esa lealtad sea sobre si misma, ella no dejaría que Naomi tire su futuro por la borda. Aun si Cristina no podía entender eso. Cristina parecía percibir el mensaje en sus ojos por lo que se rindió a sus pies. Toco su muslo vendado y luego poso sus manos en su mano izquierda todavía vendada.
-No quiero… - suplicaba – no quiero que te lastimes de nuevo… - y sabia que era mucho pedir por que Kall ayudaría a esa niña las veces que quisiera, aunque le dolía ver como se lastimaba.
-No lo hare – acaricio su sedoso cabello con la mano derecha.
-¿Cómo puedes estar tan segura? – Ahora lloraba – ni siquiera has recuperado tu  movilidad – deposito una caricia en la venda que tenia en la mano izquierda.
-Eso es comu- Cris la interrumpió.
-¡LO SE! – Y las lagrimas reclamaban mas presencia – ¿Crees que no lo se? ¿Crees que no les informo eso a mis pacientes? – y se levanto mientras intentaba secarse las lagrimas – Pero también hay un riesgo… hay un riesgo K y si lo sobrepasas…– caminaba histérica de un lado al otro y calló por el propio miedo a sus palabras. Se levanto y quiso abrazarla por que su mejor amiga le daba la espalda pero cuando se acercó  Cris se alejaba, dejándola sola.
De repente noto algo extraño en la cara de su mejor amiga que miraba un papel en la mesa del comedor. La vio correr a su cuarto y al cabo de 15 minutos salir con un sobretodo negro. Solo le dijo un ‘’nos vemos’’ y no la había ni mirado. Buscaba el papel de la mesa pero no había nada, seguro se lo había llevado con ella. Miro la hora y eran las  8:10 p.m. En cualquier minuto llegaría Tom para ir a la gala de beneficencia. Entonces recordó que el papel encima de la mesa era una propaganda de dicho evento.
-Naomi ¿estás lista? – su papa gritaba en la galería que daba a su cuarto.
-¡Si! – y salió con un vestido ceñido al cuerpo.
-Bien – dijo su padre sin prestarle mucha atención. Buscaba en su celular – ¿Invitaste al muchacho?
-¿Muchacho? – el dolor de cabeza todavía persistía.
-Tu novio Naomi – su papa la miro un segundo y volvió a la pantalla.
-Ah – no lo había hecho por la simple razón de haberse enamorado de su profesora – no, no lo hice.
Su padre iba a rebatir algo como ‘’ ¿Por qué no? ’’ Después de todo John era hijo de una familia importante en el negocio inmobiliario. Pero su hermano decidió reclamar la presencia de su padre para unas últimas verificaciones de la fiesta. Siempre era igual. Él y su padre en una especie de actividad padre e hijo. Odiaba las galas de beneficencia y era por esto. Ella parecía otra persona, no de esta familia. Pero para coquetear con personas mayores o hijos de personajes importantes acudían a ella, si no, no. Era tan machista de su parte. El evento era de por si machista. Los hombres hablaban de negocios mientras que las mujeres de viajes, joyas y ropa. Y si alguna vez una mujer se metía en conversación de hombres estos se le reían literalmente en su rostro. Odiaba este evento y el dolor de cabeza por la resaca no ayudaba.
-¿Qué te parece? – le pregunto mientras con una mano en la cintura baja de ella, la invitaba a pasar.
-Woaoo- dijo apenas puso un pie en la sala principal de la mansión Clark. Las dos veces que había ido esa semana para ayudar a Max había entrado por una puerta trasera, que todos los Clark parecían utilizar. Pero esta sala, era única. Gigantesca y tan acogedora a la vez. Estaba llena de personas con trajes y vestidos. Casi parecía sacado de una revista. Pero no pudo reparar mucho en los detalles ya que sus ojos se concentraban en la búsqueda de una persona – es hermosa – consiguió decir después de darse cuenta que escupir expresiones era muy inmaduro.
-Me alegro que te guste – contesto satisfecho Tom – ya lo debo haber dicho pero estas preciosa – y si, ya lo había dicho. De hecho era como la quinta vez. No estaba aquí para ser alagada una y otra y otra vez. Como estaba un poco cansada solo asintió con la cabeza. En el mismo día había dado clases, perseguido a su alumna, protagonizado una persecución policial y ahora buscar desesperadamente a su mejor amiga. Sin mencionar el intenso dolor en su muslo que ahora requería atención en su mente. Pero no la encontraba, entonces empezó a dudar de que fuera el papel encima de la mesa de su departamento.
-Tommy – un hombre de unos 50 años canoso palmeaba la espalda de su acompañante. Por ahora debía fingir ser una buena pareja, antes de encontrar a su amiga haciendo algo idiota.
-Sr .Glimmer – se dieron la mano – Ella es mi invitada – la señalaba con la mano –  Kall Steigh.
-Encantada – apretó la mano del señor.
-El gusto es mio- dijo el hombro al momento que se llevaba su mano derecha para besarla – dime Tommy, ¿cómo van las inversiones en los equipos médicos?
-Fantástico señor – respondió alegremente. La conversación avanzo unos minutos mas así y noto algo que no le hubiese gustado. La ignoraban, como si fuese una mascota. Entonces miro a su alrededor y era así. Las mujeres se habían juntado mientras tomaban el fino champagne en un sector del salón. Y los hombres caminaban libremente e intercambiaban ideas entre ellos sin prestarle mucha atención al sexo opuesto. Lo detesto pero no se quedaría así. Le debía al sexo femenino el derecho a hablar y aunque fuese insertándose en esta conversación con dos hombres lo haría.
-Naomi – Alex la detuvo por el brazo – ¿por qué no invitaste a John?
-Por que ya tiene invitación a través de su padre – se soltó y se dirigía a la terraza. Toda esta basura empezaba a molestar en demasía. Para su suerte el año que viene estaría lejos de aquí. Sin mencionar que gran factor era que no quería ver a su hermano del brazo con su profesora. Seguro llevaría esa estúpida sonrisa orgullosa y aunque Kall no este sonriendo, si asistió a la beneficencia era por algo. Por fin sintió la corriente de aire en su rostro y aunque le faltase mucho a la noche, este aire nuevo le llenaba los pulmones de esperanza de sobrellevarla.
-¿Tu dices?- el hombre ‘’sabio’’ dudaba – me parece que ese articulo en esa empresa no se vendería muy bien. Tu conoces los laboratorios Mollicia el trato seria perder con ellos.
-No creo que eso sea cierto – dijo en voz firme, los dos hombres la miraban como si un perro de la nada pudiera hablar.  
-¿No lo cree? – el señor Glimmer la incitaba a hablar de manera burlona. Para que ella misma se tropiece con sus palabras.
- No – afirmo por segunda vez – no lo creo. Le explicare el por que – Tom la miraba descolocado – El trayectoria de los laboratorios Mollicia es larguísimo, sin mencionar contactos o gente en su personal. Si el articulo llega a manos de dichos laboratorios sus creadores deberían sentirse afortunados ¿y sabe por que señor Glimmer? – éste negó con la cabeza – por que su revisión, control y mejoramiento harían la vida de los creadores no tan solo ricos en ventas sino unos genios ante el mercado y publico. Las muestras de marketing y entrevistas, demuestran que no tan solo el 75 % de las personas conoce a Mollicia, sino que también el 70 % de farmacéuticos, doctores, enfermeras, etc., confían en ellos. ¿Y usted sostiene que no le beneficiaria al producto? ¿Cómo un producto que cae en manos de un laboratorio con renombre, personal y publico de tal magnitud no saldría beneficiado? – Esperaba que el hombre pudiese defenderse pero antes de dar cuenta encontró lo que buscaba – si me disculpan, abandonen esa postura e incluyan a las mujeres en las conversaciones – dijo mientras dejaba la copa aun llena  de champagne en una bandeja que un chico transportaba – por que nuestra charla ha sido interesante ¿verdad? – le guiño el ojo al Sr. Glimmer solo para que no se tome a mal el comentario y se fue en dirección a la terraza.
-¿Clark? – Genial pensó. Alguien venia a molestarla. Se giro y vio a una hermosa mujer con un sobretodo negro y el pelo castaño hasta la cintura. Su mirada era tan intensa, que si ella no hubiera sido criada en este mundo de poder que su padre la había condenado, ya tendría miedo – ¿Naomi Clark?
-Soy yo – aseguro mientras posaba sus manos en el barandal de la terraza – ¿Necesita algo…?- esperaba su nombre.
-Si – la vio sonreír pero no era una sonrisa ni de cortesía ni de amabilidad. Era rara, como aquellas cosas que anticipan la tormenta – de hecho usted puede hacer algo por mí.
- ¿Y que es eso? – pregunto por qué la señorita no parecía querer soltar el favor. Sus ojos a la luz estaban oscuros. Pero cuando abrió la boca para hablar, una voz inundo el aire en un grito.
-¡CRISTINA!- por la cara de su mejor amiga había llegado justo a tiempo. Tanto Naomi como Cris se volvieron a ella con asombro. Se acercó a paso firme y se giro en dirección a Naomi - ¿Te ha faltado el respeto?
-N-no – respondió desconcertada Naomi.
-Bien – dijo mientras mandaba una mirada hacia Cris. Sus miradas eran intensas, se podía apreciar la pelea interna que tenían; entonces Cris hablo.
-Bonito maquillaje- le dijo a Kall con sarcasmo.
-Bonito vestido – redoblo el sarcasmo.
-¿Oh este? – se abría el sobretodo mostrando un vestido rojo arrugado corto muy apretado a su cuerpo – no te preocupes… mi amiga esta lastimada – los ojos de Cristina desbordaban fuego – ahora debería estar acostada.
-Estoy segura que ella descansara apropiadamente – dijo Kall con tono terminal. Naomi que había observado la conversación no entendía bien de quien hablaban y estaba muy fuera de lugar. Kall se giro hacia ella nuevamente – espero que estés bien – le sonrió – y que tengas una buena noche – tomo a Cristina de la mano y se dirigió a la salida sin esperar un adiós de su parte.
Si verla de jeans con un pulóver la había echo desear ¿ahora qué? Cuando la vio irrumpir en la terraza el corazón se le paro momentáneamente para después latir con una fuerza descomunal. Pensó que la iba a besar ahí en la terraza por lo decidida que caminaba hacia su dirección ¡Como si pudiese pasar! Pero entonces se giro para mirar intensamente a… ¿Cristina era su nombre? La chica que su profesora llamo en plena terraza y a todo pulmón transformaba todas sus emociones en celos. Solo quería salir corriendo tras Kall y decirle como se sentía así la misma podría prestarle un poco mas de atención a ella y no a Cristina. Con todos estos pensamientos con sabor a derrota, observo desde la terraza, como la hermosa rubia junto a la morena de pelo largo, esperaban un taxi y se subían al mismo. Todavía agarradas de la mano…

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugeene Derechos Reservados
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5 comentarios:

  1. Muy bueno, ojalá puedes publicar un poco más seguido.

    Celeste.

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  2. YA quiero leer el otro capítulo...definitivamente esta historia es de leerla de un tirón...si vale la pena la espera...pero la espera es MUYYYYY larga...muy buena historia Eugeene

    Danii de Costa Rica

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  3. Ahhhh me encanta esta historia!! Muchas gracias por compartirla Eugeene!! Cada vez se pone mejor y ya quiero que Naomi le diga a Kall lo que siente por ella... bueno nunca he sido muy paciente!!

    Esperando con ansias el proximo capitulo!!

    Andy (Guatemala)

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  4. Me Encanta..!! Ya Quiero Leer El Otro Cap, Por Favor No Te Demores En Subirlo... =D Gracias..
    Saludos Desde Colombia.. xoxo

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  5. esta historia deberiasalir 2 veces por semana!

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