Páginas

Te encontre sin buscarte - Riba


La casa era preciosa, la vio en una revista donde se vendía, y sin pensarlo fue a comprarla.
La casa estaba montada en tres plantas, con tres habitaciones cada una de ellas. Una cocina en la planta baja. Una puerta que daba al porche. Tenía una buhardilla  con ventana, tres balcones con terrazas cada uno. Era grande la casa, rodeada de árboles, y un camino que llegaba hasta la carretera general.



Campo verde alrededor, era un paisaje idílico, se preguntó ¿como es que nadie la había adquirido aún?, Cosa que le alegró pues estaba ilusionada con la adquisición.
Necesitaba algún que otro retoque, pintura exterior, algún cambio de cristal, alguna que otra puerta nueva, cosas sin importancia.
-Se lleva usted una casa, estupenda, y a un buen precio.
-No entiendo como es que nadie la ha comprado antes.
-Bueno tubo varios inquilinos, pero todos decidieron revenderla.
-Y eso ¿por qué?
-Nadie nos da una explicación lógica, sólo dicen que sienten que hay algo, que no les da tranquilidad.
-No me diga .Entonces no se si adquirirla.
-El precio es realmente bajo, y  si le gusta no debe dejar pasar esta oportunidad.
-No estoy muy convencida.
-Usted misma, si lo desea no hacemos el trato.
Lo pensó un momento pero aquella casa que tenía enfrente era lo que siempre había soñado, desde pequeña soñó con una casa así y ahora por un rumor no podía dejarla  escapar. Así que se volvió a la vendedora y le dijo.
-Trato hecho me quedo con ella.
Y allí estaba sacando cajas de la camioneta, de su amiga Carla.
-Bonita casa dijo Carla.
-Sabía que te gustaría, tuve mucha suerte de encontrarla.
-Si realmente es muy acogedora, es perfecta para ti.
Carla se quedó toda la tarde ayudando a María con la subida de cajas.
-¿Carla quieres ver las plantas de arriba?
-Si claro, esto es muy grande para ti sola ¿no?
-Si pero así tendrás espacio para ti cuando quieras venir.
Arriba pondré el despacho, y  un gimnasio pequeño para no perder mi estupenda figura.
-Tu no pierdes esa figura ni queriendo. Menuda suerte tienes comes lo que quieres y siempre con ese tipo.
-¿Qué es ese tabique de ahí María?
-No sé,  todavía no había subido aquí. Mira parece una puerta entre el papel de la pared.
-Si es verdad.
-La abrimos.
-Claro vamos.
Carla Y María abrieron la puerta y al hacerlo una brisa suave las acaricio, las dos se miraron, Carla sonrió a María y esta le correspondió.
La habitación era bastante triste, sin sol porque la ventana estaba con unas tablas que ellas se encargaron de retirar. Al hacerlo, se miraron  al ver una bonita y agradable habitación.


-¡Otra! María, esto es algo extraño que no tuvieras constancia de esta habitación  ¿no?
-Sí, espero no tener más sorpresas, pero si son tan bonitas como esta pues bienvenidas.
Después de rondar por todas las habitaciones de la casa. María y Carla estaban sentadas en la cocina tomando una taza de café, estaban cansadas pues llevaban todo el día moviendo cajas y quitando polvo.
-María, ¿Estarás bien aquí sola?
-Claro Carla, creo que es la casa adecuada para mí. Pero ya sabes también es tu casa, tendrás tu cuarto esperándote siempre que quieras.
Bueno tengo que marcharme digo Carla, dio un beso a María y cogió las llaves de la camioneta, y las dos se encaminaron hacía la puerta,
-Adiós Carla, que descanses y gracias por tu ayuda, te debo una cena.
-De nada, y claro que me debes una cena, pero no creas que con eso ya estoy pagada no me vendo tan barato, y sonriendo se marcho.
María giró para entrar en la casa, pero antes inspiró el aire de la noche que ya caía, y así cerró la puerta tras de sí.
Estuvo casi tres horas más poniendo cosas en los armarios arreglando el salón, y al final se preparo un bocadillo sacó una cerveza de la nevera y se sentó a ver la televisión.
No sabe cuando se quedó dormida en el sofá pero cuando se despertó  se percató que estaba tapada con una manta, no recordaba haberla dejado allí, pero no le dio la mayor importancia, se puso el pijama y se metió en la cama.
Durmió como una niña pequeña, ni los ruidos de la casa la despertaron, estaba cansada, del ajetreo del día. Y en la buhardilla   la puerta de la habitación se cerró.
El día amaneció soleado, el sol entraba por todas las ventanas de la casa, María amaneció como el día, estaba feliz pletórica, y no sabia por que.
Se metió en la ducha era guapa María tenía una figura atlética, una cabellera a media altura de un pelo suave y liso,  sus fracciones eran hermosas, unas manos suaves y con dedos largos y delicados, unos senos perfectos, unas piernas largas  y bien definidas, su ojos expresivos, y una boca que invitaba a mirarla, salió de la ducha y se quedo mirándose un momento en el espejo, estaba bien con ella misma siempre, se encontró bonita.
Desde que recuerda, notaba como la miraban,  allí donde entraba, era observada, se sabía bonita, y como a cada mujer eso nunca le disgustó al contrario, le gustaba ser guapa, por eso siempre se cuidó, no se pasaba, pero siempre se preocupaba de su aspecto.
Estaba en su habitación a punto de vestirse cuando dejó caer la toalla y al quedarse completamente desnuda, sintió esa sensación de sentirse mirada, cogió la ropa interior y se la puso, no con prisa sino suavemente como si quisiera agradar a alguien dejando que disfrutaran con cada movimiento de sus manos al subir la ropa hasta su cintura, después hizo lo mismo con el sujetador, en su cara estaba esa sensación de cuando alguien se siente feliz porque la miren y ella estaba disfrutando de ese momento, eligió unos pantalones de deporte y un camiseta que le había regalado Carla que era su preferida para estar por casa.
Al terminar de  vestirse, miró a su alrededor como buscando algo que no encontró.
Y menos mal que no lo encontró, pues se hubiera muerto del susto. Pensó que tal vez lo había imaginado.
Llevaba mucho tiempo sin compañía femenina, y se ve que el subconsciente  le habría jugado una mala pasada. (Aunque ella no pensara que fue una mala jugada) le gustó la sensación de sentirse mirada, no sabría explicar por que,  pero le agradó.
Carla llegó a las dos para comer con ella. Hicieron un pollo al horno y estuvieron  hablando, riendo, y discutiendo sobre la crisis que estaba azotando al país.
María relató a Carla lo que le pasó al salir de la ducha,
-Si necesitas algo, no dudes en pedírmelo ja, ja, ja
-Carla no seas idiota, Es que la sensación fue muy agradable para mi
¿No crees que eso sea raro?
-Viniendo de ti no encuentro raro nada. O no te acuerdas cuando te dio, por decir que te seguía una chica cada tarde al trabajo, y que encima no te molestaba, como piensas que me parece raro  lo que te pasa  ahora!
-Jo! Carla es inútil hablar contigo.
-María si quieres yo me ofrezco para darte un poquito de cariño, ya sabes de mis habilidades.
Y a la vez que Carla le decía eso le acariciaba la cara con sus manos, María se dejó hacer. Carla fue su primer gran amor, se conocía muy bien una a la otra.
Fueron muy felices, se entregaron cuerpo y alma cuando se conocieron, pero se les fue apagando el amor y al final disfrutaban más como amigas que como amantes, lo mejor de toda es que ahora eran las mejores amigas del mundo, y eso no tenía precio pensaba María.
Seguía Carla acariciando la cara de María cuando en la cocina se oyó un golpe, Se miraron y fueron corriendo haber lo que había sucedido.
Era un bote de plástico lleno de monedas que María le gustaba guardar.
Ja, ja,ja, reía Carla, alguien quería robarte tu fortuna María, la dos se pusieron a reír , y a recoger monedas.
La mano de María se deslizó detrás de la puerta para coger una moneda cuando sintió el roce suave de algo, su primera reacción fue de retirada y de susto, pero al notar que Carla estaba también entusiasmada cogiendo moneda por el suelo de la cocina, no dijo nada y se tocó la mano, pues al recordar el roce suave, su piel se estremeció.
Recordó de nuevo aquella olvidada sensación que sintió cuando por primera vez Carla la beso de sorpresa en el portal de su casa, era  una  sensación  agradable que hacía mucho que no sentía.
María , María ¿Dónde estás? llevo rato mirándote  y pareces ausente
-¿Estas bien?
-OH! Si Carla perdona estaba en otro sitio.
-Ya lo veo, espero que no sea con otra mujer .
-Tú eres la única en mi vida tesoro . De momento ja, ja ,ja.
-Malvada.
María , empezaba  a pensar en por que la casa siempre fue devuelta, y por que los propietarios no permanecían en ella.
Ella estaba  estupendamente, pero aquella sensación de la habitación y lo sucedido en la cocina, la estaban empezando a preocupar, no de miedo, porque en ningún momento sintió su vida en peligro, solo empezó a sentir curiosidad.
Subió a la buhardilla abrió la puerta que recordaba haber dejado abierta , y se sentó en una silla que allí había, cerró los ojos, y el silenció envolvió la casa, sus ojos permanecieron cerrados pero  su cuerpo estaba percibiendo, notando  la presencia de alguien muy cerca de ella, sus cinco sentidos se agudizaron sin contar la vista pues no quería abrir los ojos. Noto el aroma de algo , una brisa la acariciaba como la vez que abrieron la puerta, sintió esa mirada observándola  y un roce en sus labios que la hicieron estremecer, los pelos de los brazos se erizaron, y en ese momento sus ojos se abrieron, rompiendo la magia que había creado en su mente, los ruidos volvieron, el canto de los pájaros, los coches de la carretera a lo lejos, sus ojos buscaban algo en  la habitación que no encontró. Se levantó de la silla,  la sensación que había experimentado era algo que llevaba buscando desde que terminó su relación con Carla.
Que le pasaba, se estaba volviendo loca, no, no, lo que sintió no era de locura, lo había sentido, el aroma que no sabía distinguir, la brisa que la rozo, y aquello que  toco sus labios, no estaba loca  lo que sintió ella bien lo sabe.
Y pensó que sería feliz solo experimentando las sensaciones que sintió en la habitación de arriba.
Deseo saber más de aquella casa, y marcho al pueblo, para intentar averiguar algo más de ella.
Se encamino a la biblioteca para ver si había algo que hablara de ella. Pregunto si podría consultar los periódicos antiguos del pueblo.
No sabía muy bien lo que buscaba, y se estuvo buen rato leyendo y al final sus ojos ya casados fueron a topar con la casa donde ella en estos momentos vivía .
Era una foto un poca más vieja que la actual casa, no es que hubiera muchos cambios pero uno que otro si, pero era la misma casa en la que ella  vivía.
Y empezó a leer.
  “ El día de hoy amaneció con un hecho extraño en la casa de las afueras de la ciudad, la casa azul como todos la conocen.
Apareció en su porche  una pintada en contra de sus inquilinas.
Dichas pintadas serán borradas por el ayuntamiento , que exige a la comunidad, deje de molestas a sus ocupantes. De hecho el alcalde ha decidido, que a  toda persona que se pille merodeando por los alrededores de la casa azul será multado con trescientos euros.
Se ruega respeten a todo ciudadano que comparte nuestra ciudad”.
Cogió el siguiente periódico  y leyó.
 “Al día siguiente la casa apareció vacía, aunque toda la gente que intentaba adquirir dicha vivienda, siempre la rechazaba a los pocos días de estancia en ella. Y sin motivos aparentes, simplemente se marchaban por decir que algo rondaba la casa, sin concretar ese algo”.
Volvió a otro periódico, pero ya no obtuvo reseña alguna sobre la casa ni sobre sus inquilinas.
Al salir de la biblioteca, se sentía intrigada, no había sido muy revelador las noticias encontradas, pues la dejaron casi  igual que antes de entrar en ella, claro que ahora sabía que en la casa pasaba algo, que a ella no le resultaba muy preocupante.
Y  pensó:
Debes estar loca María , hay algo extraño en tu casa y tú te sientes feliz, pareces masoquista, y si eso te hace daño. Pero entonces recordó todo lo que  le había sucedido en ella, y sonriendo para sus adentros, dijo  allá voy.
Una vez en el porche de la casa abrió la puerta y con una sonrisa encantadora, saludo.
-Hola ya estoy de regreso.
Subió a la habitación se sentó en la cama, y mirando a su alrededor  se dirigió a la nada  y habló.
“No se quien eres o que eres, pero yo estoy bien contigo, pero así no podemos seguir , necesito saber quien eres, que te pasa, quisiera poder conocerte, me gusta saberte aquí pero tenemos que avanzar, necesito algo más de ti. Te espero cuando lo creas oportuno.”
Nada, no sintió nada, la noche estaba cayendo, ceno algo ligero. Se fue la ducha  y al salir en el espejo vio un nombre escrito, un nombre de mujer: “Gloria”, se lo quedó mirando y sonrío ya se imaginaba que era una mujer, por lo que le hizo sentir, ella por un hombre no sentía nada desde que tuvo uso de razón.
Se metió en la cama y dejo la parte izquierda con la sabana abierta como ofreciendo a alguien su entrada en la cama, le costaba dormirse con todo lo que le estaba pasando, incluso a veces dudaba de si lo que estaba haciendo era de personas normales, pero allí seguía y ofreciendo  su cama a una desconocida, a un fantasma. Cuando ya estaba quedándose dormida, notó como algo se introducía en su cama. No sé atrevió a volverse porque ahora si el miedo se había apoderado de ella, cerró lo ojos y  noto como unos brazos suaves le abrazaban por la cintura y un calor recorrió su cuerpo entero, se sintió como volar. La paz se apoderó de ella, el silenció volvió a aparecer en su dormitorio y aquellos brazos, toco con sus manos las manos que la apretaban suavemente, y noto como se estremecía el cuerpo de Gloria detrás de ella.
Y así se quedo dormida.
A la mañana siguiente no había ni rastro de Gloria en la habitación eso si una huella quedaba en el lado izquierdo de la cama.
María se sentía feliz, estaba disfrutando de todo lo que le  estaba sucediendo, pero sabía que esto no tenía sentido para el resto del mundo, incluso pensó que ni Carla lo entendería.
Desayuno, y fue a la buhardilla se sentó en la silla, cerro los ojos y llamo
-Gloria estas ahí? Por favor tenemos que hablar, necesito saber de ti porque estás haciéndome sentir algo  a lo que no se si podré enfrentarme yo sola, y no creo que nadie me entienda, “ si  digo que me he enamorado de un fantasma”.
Gloria, necesito saber por que estas así, por favor dime algo.
En ese momento se movió una trampilla del suelo y  se pudo ver un diario.
María tomo el diario,  y leyó las últimas páginas.
“Tuvimos que marcharnos de esta casa, la gente del pueblo no  entiende la relación que mantenemos Carmen y yo, nos fuimos esa misma noche, cogimos unas cuantas cosas, montamos en el coche, pero no llegamos muy lejos a cien kilómetros de la casa un camión perdió el control, y se estrello contra  nuestro coche, Carmen murió en el acto, yo estoy en un estado de coma en un hospital de no sé que lugar, necesitaba que alguien me  encontrara, si eres tu la que lees estas páginas, tu eres la elegida. Yo soy Gloria.”


María no salía de su asombro, que era esto, no podía creer su alma se había enamorado de  ¿que? Como iba a encontrar a Gloria.
Llamo a Carla y le contó todo lo sucedido, esta después de salir de su asombro y conociendo a María no dudo en ayudarla a buscar en todos los hospitales de la comarca y algún que otro no tan cerca.
El resultado fue en vano, no encontraron a nadie con ese nombre.
María estaba sentada en el sofá, pensando como encontrar a Gloria, pero no tenía ni idea con que nombre fue ingresada, o como era ella, en ese momento sintió una mano que acariciaba la suya y cerró los ojos para saborear mejor el momento y vio que en la mano había un pequeño tatuaje de una golondrina, en el dedo gordo, saltó del sofá dio las gracias a Gloria, alzó el auricular del teléfono, y  llamó a todos los hospitales preguntando, si alguna chica en coma  tenía un tatuaje de una golondrina en un dedo de la mano.
Ya era el tercero y estaba decayendo el ánimo, cuando desde el otro lado de la línea sintió la voz de una mujer mayor que le decía si hace ya dos años que tenemos una chica, sin identificar que tiene ese tatuaje  ¿Que es usted familiar? .
Ya la había encontrado, y ahora que iba hacer.
Estaban enfrente del hospital Carla y ella, tenía miedo de entrar, pero Carla le animó,
-Ahora no me dirás que vas a tener miedo, si no lo has tenido antes en casa con un espectro, no me dirás que le vas a temer a un cuerpo dormido.
-No sé Carla, las personas si nos lo proponemos somos peores que todo lo  que nos rodea.
-Venga María no dices que con ella has vuelto a sentir lo que tanto necesitas, un amor , no lo desperdicies, no es tan fácil encontrar a alguien que te mueva algo por dentro. Te lo digo yo por experiencia, desde lo nuestro todavía estoy buscando, y tu mira lo encontraste sin buscar.
-Tienes razón ahora no puedo echarme atrás .
Ella estaba en una habitación  sola. María se encamino lentamente hasta la cama, y vio a una chica joven cabello corto, ojos grandes, nariz chata, labios pronunciado y la tez morena, si ya se había enamorado de su alma, cuando vio su cuerpo quedo extasiada, era la mujer más bonita que se podía imaginar.
Al tocar su mano Gloria hizo como un gesto que hecho para atrás a María,
Carla salió de la habitación para llamar a al enfermera.
 Gloria abrió los ojos y sonriendo miraba a María que a su vez le devolvía la sonrisa.  


----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Riba Derechos Reservados
© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

4 comentarios: